Emilio Cádiz San Pedro del Pinatar (Murcia) Castelar y Ripoll 07/09/1832 25/05/1899 Nace en Cádiz accidentalmente, debido a que su familia, oriunda de la provincia de Alicante, había tenido que emigrar por causa de las ideas liberales del padre. Desaparecido éste, Castelar regresará a la tierra de su familia y pasará el resto de su vida junto a su madre y a su única hermana, también soltera. Entre 1842 y 1845 estudia latín y gramática en la escuela de Sax con su maestro Pedro Valera, y es allí donde se aficiona a los clásicos. Concluye la segunda enseñanza en 1848 y se traslada a la Universidad de Madrid, donde cursa Filosofía y Letras en la Escuela Normal. Aquí toma contacto con el griego y, como alumno y profesor auxiliar a la vez, enseña esta lengua, además de Literatura Latina y Literatura Universal y Española. El 27 de febrero de 1857 toma posesión de la cátedra de Historia Crítica y Filosófica de España en la Universidad de Madrid, tras oposición, y en junio de ese año se doctora (el grado de doctor no era requisito para ser catedrático) superando los ejercicios entonces en vigor. Tiene especial interés el segundo de ellos, consistente en una disertación sobre “Estado de la lengua griega en el último periodo de su historia y causas que influyeron en su decadencia. – Estado de los diversos géneros de poesía en el mismo periodo. – Cultivo de la prosa dentro del mismo periodo. – Gramáticos Escoliastas (sic).- Lexicógrafos, Oradores Cristianos.- Paralelo entre éstos y los anteriores paganos”. Una vez superadas las pruebas, pronuncia su discurso de investidura, después publicado: Lucano: su vida, su genio, su poema. Castelar ejercerá su docencia universitaria hasta el 19 de marzo de 1875, cuando junto a otros colegas renuncia a su cátedra como protesta ante el decreto del marqués de Orovio, claramente atentatorio contra la libertad de cátedra. Durante sus años de docencia universitaria hay un paréntesis, ya que es destituido por haber participado en la revolución de 1866, pero en 1868 regresa a la cátedra tras el triunfo de la Gloriosa. Es obligado decir que Castelar es conocido ante todo por su brillante carrera política, que lo llevó a ser (por poco tiempo) cuarto presidente de la efímera Primera República (1873-1874). Nunca renunció a sus ideas republicanas, pero mantuvo una postura cada vez más moderada (ha sido calificado por algunos de precursor de la Democracia Cristiana) y aceptó la Restauración de la Monarquía, en cuyas Cortes participó como diputado. Dejó la política en 1893, pero en 1899 la retomó, para morir poco después. Su figura política es una de las de mayor talla de todo el siglo XIX español, y su oratoria la de mayor prestigio de la centuria. Castelar no fue filólogo profesional, pero sí historiador, si bien sus aportaciones se mueven más en el terreno de las ideas (de la Filosofía de la Historia o, quizá expresado mejor, de la Historia interpretada filosóficamente) que en el de la investigación de los hechos. Castelar es, por lo demás, uno de los representantes principales en España de la filosofía de Hegel, ocupando el puesto preeminente en la denominada derecha hegeliana. Al lado de esto, y en el terreno de las ideas estéticas, puede apreciarse en él la influencia del Romanticismo, que en España tiene su auge tardíamente y que, con muy diversos matices y tendencias, se caracteriza por un anhelo de libertad. Castelar proclama la liberación de los modelos del arte clasicista, pero a la vez sitúa el arte y la literatura clásicas como objetos de disfrute estético; al no considerar éstos objeto de imitación, logra conciliar su gusto personal con su pensamiento estético, según el cual toda nueva manifestación artística tiene que deberse a su propia época. 1 Dentro de la obra de Castelar (siempre en lo que toca al mundo grecolatino) cabría distinguir dos grupos. Por un lado, las obras de carácter literario, ya sean ensayos u obras de ficción (éstas siempre de carácter muy teórico y como medio de exposición de una filosofía), que en el presente trabajo omitimos (sobre ellas, cf. SANZ MORALES 2004: 167-173). Por otro lado, las obras de carácter histórico-literario, si bien en éstas no es posible tampoco obviar lo mucho que tienen de ensayísticas. En este apartado hay que mencionar tres obras. En el terreno de la historia literaria cabe situar el opúsculo de 26 páginas sobre la figura de Lucano y su poema La Pharsalia (sic); el interés de Castelar por esta obra se explica fácilmente: le interesa la historia, y la Farsalia representa muy bien a una época y a una civilización (es más, al “genio” de una civilización como la romana). Obra de juventud, La civilización en los cinco primeros siglos del cristianismo es quizá la obra capital de Castelar, ya que expone de forma pormenorizada su visión del mundo antiguo tras el comienzo de nuestra era, una visión que apenas cambió con el paso del tiempo. Si bien el hilo conductor es el de los acontecimientos históricos, en esta obra se atiende a todo tipo de manifestaciones culturales. De especial interés es la lección VII del vol. I, que incluye una exposición de 33 páginas sobre los autores y obras más importantes de Grecia y Roma. La impronta hegeliana es clara, así como la idea de que la literatura grecolatina es una sola. Figura, por último, Galería histórica de mujeres célebres, una obra de carácter históricoensayístico que analiza a figuras femeninas de la historia, pero también de la literatura y del mito: los capítulos referentes a Grecia y Roma ocupan cuatro volúmenes (la obra, inacabada, consta de ocho), con un total de 23 ensayos. No existe una diferencia grande en el tratamiento de los diferentes tipos de personaje, ya sean históricos o de ficción: Castelar cree que los personajes, tanto reales como creados, son portadores del espíritu de su pueblo o época. Fuente principal de la obra es Plutarco y sus Vidas paralelas, que ya había sido traducida al castellano por Ranz Romanillos, pero Tácito, Suetonio y otros historiadores están también presentes. Como hemos dicho en otro lugar (SANZ MORALES 2004: 178), en sus obras Castelar apenas aporta datos, apenas informa; el interés que puede tener su obra reside en la interpretación de procesos históricos o literarios, en la síntesis de civilizaciones o literaturas enteras. Esto, hoy, puede producir rechazo por simplificador, pero al menos es significativo de una mentalidad y una época. Castelar no fue filólogo clásico en sentido estricto; como historiador del mundo antiguo no realizó aportaciones de trascendencia. Pero su reflexión acerca de la civilización grecolatina sigue teniendo hoy interés, y su obra sobre literatura clásica constituye un capítulo insoslayable de la historiografía literaria grecolatina en España. Bibliografía de Emilio Castelar a) Libros La civilización en los cinco primeros siglos del cristianismo, Madrid, Manuel Gómez Marín, 1858, 1859 y 1862, 3 vols. Son lecciones pronunciadas en el Ateneo de Madrid. En “El arte clásico. Lección séptima”, vol. I, pp. 277-340, hay un amplio apartado sobre los principales poetas griegos y romanos. La revolución religiosa. Obra filosófico-histórica en cuatro partes, Barcelona, Montaner y Simón, 1880-83, 4 vols. En el “Prólogo” (vol. I, pp. V-LXIV, esp. XXIV-XXXV) y el “Epílogo” ofrece una ensayo histórico sobre las religiones, que incluye a Grecia y Roma. 2 Galería histórica de mujeres célebres, Madrid, Álvarez Hermanos, 1886-89, 8 vols. Los capítulos referentes a Grecia y Roma ocupan cuatro volúmenes completos1: IV, Ceres, Dafne, Helena, Medea, Gorgo y las mujeres dorias, Atossa, Safo; V, Hero, Aspasia, Lysístrata, Olimpias, Dido, Egeria, Lucrecia, Virginia; VI, Veturia, Vesta, Cornelia, Porcia; VII, Fulvia, Cleopatra, Julia, Livia. Lucano, su vida, su genio, su poema, Madrid, Marín y Laviña, 1857. Reeditado en Lucano: La Farsalia, versión castellana de D. Juan de Jáuregui, 2 vols., Madrid, Viuda de Hernando, 1888 (Biblioteca Clásica, CXIII-CXIV); está en el vol. I, pp. VXXXVII. b) Artículos (selección) “Una verdadera emperatriz. Estudio histórico”, La ilustración española y americana (08-02-1882). Acerca de Livia, esposa de Augusto y madre de Tiberio. Retrato similar al de Livia, en Galería..., vol. VII. “Las Filípicas de Cicerón. Estudio histórico”, La ilustración española y americana (1502-1897). Ensayo histórico que elogia a Cicerón como político y orador. Muy relacionado en tono e ideas con Fulvia, en Galería..., vol. VII. “Los padres de Alejandro Magno. Estudios históricos”, La ilustración española y americana (30-04-1897). Semblanza de Filipo y Olimpias y narración del asesinato de Filipo. Reelaboración de Olimpias, en Galería..., vol. V. “Farsalia. Estudio histórico”, La ilustración española y americana (22-05-1897). Narración del conflicto entre César y Pompeyo. Ideas ya expuestas en Lucano y otras obras. “Las Termópilas. Estudios de historia griega”, La ilustración española y americana (3006-1897). Narración de la hazaña de Leónidas y sus trescientos. Contenido muy similar al de Gorgo y las mujeres dorias, en Galería..., vol. IV. “La muerte de Cleopatra. Estudio histórico literario”, La ilustración española y americana (08-03-1898). Narración de este hecho histórico, que repite ideas expuestas, sobre todo, en Cleopatra, dentro de Galería..., vol. VII. Bibliografía sobre Emilio Castelar ABELLÁN, J.L., Historia crítica del pensamiento español, 4. Liberalismo y romanticismo (1808-1874), Madrid, Espasa-Calpe, 1984. APRAIZ, J., Apuntes para una historia de los estudios helénicos en España, Madrid, Noguera, 1874. BRAVO AROSEMENA, D., La Antigüedad Clásica en el Pensamiento Historiográfico Español del Siglo XIX, Panamá, Ministerio de Educación, 1970. ESTEVE IBÁÑEZ, L., El pensamiento de Emilio Castelar, Alicante, Universidad de Alicante, 1990, tesis en microficha. FERNÁNDEZ-GALIANO, M., “Humanismo y literatura en el siglo XIX español”, en J.A. Pérez Rioja-M.F.-G.-A. Amorós, Humanismo español en el siglo XIX, Madrid, Fundación Universitaria Española, 1977, 31-65. GARCÍA CASANOVA, J.F., Hegel y el republicanismo en la España del XIX, Granada, Universidad de Granada, 1982. 1 El vol. I (todo él constituye el prólogo de la obra) incluye reflexiones acerca de diversas mujeres griegas y romanas (pp. 202-318), de las que algunas (Penélope, Nausícaa, Antígona...) no merecen después un capítulo individual. Los vols. II y III tratan de mujeres de la Biblia y de civilizaciones orientales. 3 HERNÁNDEZ GUERRERO, J.A. (ed.), F. Coca Ramírez-I. Morales Sánchez (coords.), Emilio Castelar y su época. Actas del I Seminario Emilio Castelar y su época. Ideología, retórica y poética, Cádiz, Ayuntamiento-Universidad de Cádiz, 2001. JIMÉNEZ GARCÍA, A., El krausismo y la Institución Libre de Enseñanza, Madrid, Ediciones Pedagógicas, 2002. Prólogo de J.L. ABELLÁN. LLORCA, C., Emilio Castelar, precursor de la democracia cristiana, Madrid, Biblioteca Nueva, 1966. MORALES SÁNCHEZ, I., “Castelar y la literatura: ideas sobre narrativa”, en J.A. Hernández Guerrero (ed.), 323-333. PICÓN GARCÍA, V., “El Nerón de Emilio Castelar: historia, ficción y retórica”, en J.A. Hernández Guerrero (ed.), 335-347. PIDAL Y MON, L., Las citas históricas del Sr. Castelar, Madrid, Gregorio Estrada, 1869. RUBIO, D., Classical Scholarship in Spain, Washington, Mimeoform Press, 1934. RUBIO CREMADES, E., “Emilio Castelar y el contexto literario de su época”, en G. Sánchez Recio (coord.), Castelar y su tiempo. Actas del Congreso celebrado en Petrer, del 28 al 30 de abril de 1999, Petrel-Elda-Alicante, Ayto. PetrelMancomunidad Intermunicip. del Valle del Vinalopó-Univ. Alicante, 2001, 175-183. SANZ MORALES, M. “Emilio Castelar y los clásicos de Grecia y Roma”, CFC(Lat) 24 (2004), 149-184. VILCHES GARCÍA, J., Emilio Castelar. La Patria y la República, Madrid, Biblioteca Nueva, 2001. MANUEL SANZ MORALES Universidad de Extremadura 06/10/2010 4