7 Conozca quienes han sido los Papas a lo largo de la historia R Por José Humberto Reyes Burgos - Parte Tercera San Cornelio (251-253) Fue elegido papa en el año 251, tras un corto periodo vacante del trono papal, debido a las persecuciones del emperador Decio. Durante su mandato, se le opuso el sacerdote Noviciado, que se auto proclamó Papa, pero fue excomulgado por sínodo de obispos que se celebró en Roma y que había sido convocado por el mismo Cornelio. Por orden del nuevo emperador Treboniano Galo fue exiliado a Civitavecchia, donde murió en junio del año 253, probablemente sin sufrir el martirio. Fue enterrado por la matrona Lucina en una cripta de su propiedad cerca del cementerio de San Calixto. San Félix I (269-274) Romano de nacimiento ejerció su pontificado durante el mandato del emperador Aureliano, quien suprimió la libertad de culto a los cristianos y ordeno su persecución. Félix empieza a enterrar a los mártires debajo de los altares y a oficiar las misas sobre sus sepulcros. Redacto una carta al clérigo de Alejandría en la que asentaba la doctrina cristologica, sosteniendo que la divinidad y humanidad de Jesucristo son dos naturalezas distintas presentes en una sola persona. Enterrado en la necrópolis de San Calixto, mas tarde sus restos fueron trasladados a la Iglesia de Santa Práxedes. San Lucio I (253-254) Según el Liber Pontificalis nació en Lucca, pero algunas ediciones mas acreditadas atestiguan que era romano. Subió al solio pontificio en junio del año 251 y el también, al haber solo sido elegido fue exiliado a Civitavecchia bajo el emperador Galo. Regreso a Roma en la época de Valeriano y lucho contra la convivencia de los hombres y mujeres no consanguíneos y también contra la de diáconas y clérigos. Murió en el año 254, sin haber evidencias documentadas de su martirio. Fue en terrado en la cripta papal de las catacumbas de San Calixto y su conmemoración se celebra el 4 de marzo. Su pontificado duro ocho meses y diez días. San Eutiquiano (275 – 286) Sobre su pontificado la información es casi inexistente. Elegido en enero del año 275, se le recuerda por la piedad con la que dio sepultura a cientos de mártires, con quienes en el año 286 compartió la misma muerte bajo la persecución del emperador Numeriano. Ordeno que los mártires fueran envueltos en una sabana blanca y vestidos con la “dalmatita”, una preciosa túnica roja parecida a la de los emperadores romanos. Enterrado en la cripta papal del Cementerio de San Calixto, en 1659 sus reliquias fueron trasladadas a Sarzana, y puestas en la catedral gótica de la ciudad, donde se erigió una imponente estatua de mármol en su honor. San Esteban I (254-257) Era un noble romano que fue elegido papa en el cementerio de San Calixto – delante de la comunidad de los fieles – por los curas que tenían un titulo y los diáconos que tenían un cargo eclesiástico. Al contrario que San Cipriano, obispo de Cartago, sostuvo la validez del bautismo aplicado a los herejes. Fue exiliado por el emperador Valeriano. Se cuenta que fue decapitado por soldados en el mismo solio pontificio mientras oficiaba una función religiosa en las catacumbas de San Calixto. Esta enterrado en Roma, en la Iglesia de San Silvestre in Capite. San Cayo (283 – 286) Nacido en Dalmacia y sobrino del emperador Dioclesiano, tal vez sufrió el martirio. Murió decapitado, pero no por orden de su tío, sino por su sucesor Maximiano. Se le atribuye el decreto según el cual nadie podía acceder al episcopado sin haber recibido antes los grados de ostiario, lector, acolito, exorcista, subdiácono, diácono y sacerdote. Puesto que según otras fuentes estas medidas se remontan a épocas menores a el, es mas aceptado que Cayo perfecciono y mejoro estas disposiciones. Sus reliquias están guardadas en una capilla privada de la familia Barberini, en Roma. San Sixto II (259 – 268) Nació en Atenas y fue un gran estudioso y filosofo. En condiciones difíciles debido a la disputa de si había que administrar o no el bautismo a los herejes, intento conciliar las iglesias de Roma y Cartago adoptando una conducta tolerable hacia el obispo de Alejandría, Dionisio, que estaba a favor de volver a bautizar a los herejes convertidos. A causa de una persecución ordenada por el emperador Valeriano, fue decapitado en su misma silla episcopal en el Cementerio de Pretextato, cerca del lugar de su sepulcro en las Catacumbas de San Calixto. San Dionisio (259 – 268 ) Nació en la Magna Grecia, tal vez en Turio. Después de un año de sede vacante por las persecuciones de Valeriano, el trono pontificio lo ocupo Dionisio que, una vez hubo reorganizado las parroquias romanas, se distinguió por una amplia actividad en el campo de la definición dogmática, luchando contra las herejías de su tiempo. A la muerte del emperador Valeriano en el año 260, su hijo Galiano dio muestras de tener sentimientos opuestos a los de su padre en lo relativo a los cristianos, por lo que el nuevo papa pudo dedicarse tranquilamente a los problemas de la Iglesia. Esta enterrado en el cementerio de San Calixto. San Marcelino (296 – 304) Sobre este pontífice la información que se tiene es contradictoria y legendaria. Fue elegido papa en el año 296. Gobernó la iglesia durante la gran y feroz persecución de Dioclesiano. Cuando se promulgo el edicto imperial por el que se confiscaban los bienes cristianos, el propio Marcelino trabajo para que se aplicara sin oponer ninguna resistencia. La asamblea de los obispos constato la responsabilidad de Marcelino, pero también su arrepentimiento, por lo que se abstuvo de condenarle. Fue detenido dos veces por sus perseguidores, y murió mártir el 25 de octubre del año 304. San Marcelino I (308 – 309) Al cabo de 4 años de sede vacante fue elegido el Papa Marcelo I, que al final de las persecuciones de Dioclesiano, bajo el nuevo reinado del emperador Majencio volvió a instaurar el culto cristiano en Roma. Fue muy severo con los lapsi (los que durante las persecuciones habían renegado de su fe). Las penas decretadas provocaron motines entre la población, hasta tal punto que el emperador decidió expulsar a los lapsi de Roma. El mismo murió en el exilio el 16 de enero del año 309. Sus restos fueron trasladados a Roma y enterrados en el cementerio de Priscila.