TRES BENEFICIOS DEL SACRIFICIO DE CRISTO Hebreos 9:13-14, 22, 24, 28. Uno de los temas más fascinantes de la Biblia refiere a los beneficios de la sangre de Jesús. El apóstol Pablo dijo: Pero ahora en Cristo Jesús, a vosotros que antes estabais lejos, Dios os ha acercado mediante la sangre de Cristo. Efesios 2:13. Esta maravillosa verdad es el resultado de la obra de Cristo en la cruz. Gracias a Su sangre, hoy podemos acercarnos a la presencia de Dios para gozar de ella con libertad. En el Antiguo pacto, existían varios tipos de sacrificios, pero había un tipo de sacrificio especial ofrecido por los pecados llamado sacrificio expiatorio. Dichos sacrificios, debían ser ofrecidos periódicamente; con la condición que el animal no tuviera defecto alguno (Éxodo 12:5). La sangre de Jesús no es una sustancia con “poderes místicos”, ella representa el sacrificio de amor perfecto. La muerte de este “Cordero” (Juan 1:29) en favor de la humanidad difiere de todos las demás, ¿por qué? porque fue un sacrificio santo, sin defecto y eterno. ¿Cuáles son algunos beneficios del sacrificio de Cristo? Reflexionemos a continuación en tres de ellos: PURIFICACIÓN La sangre de machos cabríos y de toros, y las cenizas de una novilla rociadas sobre personas impuras, las santifican de modo que quedan limpias por 14 fuera. Si esto es así, ¡cuánto más la sangre de Cristo, quien por medio del Espíritu eterno se ofreció sin mancha a Dios, purificará nuestra conciencia de las obras que conducen a la muerte, a fin de que sirvamos al Dios viviente! Hebreos 9:13-14. 1 El sacrificio de Jesús no solo nos libra del castigo por causa de nuestro pecado, sino que limpia nuestra conciencia de tal manera que podamos servir a Dios y conocerlo tal cual es Él. El efecto purificador de la sangre de Cristo es inigualable; trasciende los pensamientos y penetra en nuestra alma liberándola de las manchas causadas por el pecado. Sin importar cuál ha sido tu pecado, Dios puede purificarte y limpiarte de toda maldad. Juan 1:9. Meditemos: ¿Necesitas hoy ser limpiado por Dios? PERDÓN DE PECADOS La Biblia declara que la paga del pecado es la muerte. Romanos 6:23. También dice que en otro tiempo, esto es antes de conocer la obra redentora de Jesús, estábamos muertos en nuestros delitos y pecados. Efesios 2:4-5. Ninguno podía ofrecer un sacrificio 2 eterno sobre el cual reposaran todos los pecados de nuestra vida pasada, presente y futura. Por tanto, alguien debía exponerse a la muerte para que fuésemos perdonadnos. Fue entonces cuando Dios determinó hacer la remisión de pecados (ponerlos en la cuenta de Su hijo aunque no era culpable de ninguno) para que los llevara sobre sus propios hombros y muriera en nuestro lugar. Nadie podría ofrecerse, excepto un cordero perfecto, provisto -esta vez- por Dios y no por el hombre. Jesús derramó su sangre en la cruz para efectuar la obra de perdón y justicia. En su sangre fuimos declarados inocentes y libres de la culpa, Cristo siendo santo e inocente, se hizo pecador por nosotros. De hecho, la ley exige que casi todo sea purificado con sangre, pues sin derramamiento de sangre no hay perdón. Hebreos 9:22. El derramamiento de la sangre de Jesús significó el abandono de Su propia vida; para que hoy nosotros tuviéramos vida en abundancia. SALVACIÓN El arrepentimiento se produce cuando reconocemos que hemos fallado y nos hacemos conscientes de nuestra condición de pecadores. El publicano dijo: ¡Oh Dios, ten compasión de mí, que soy pecador! Lucas 18:13b. 3 El arrepentimiento también significa disposición al cambio. Debemos diferenciar la culpa del arrepentimiento. El arrepentimiento nos motiva a buscar a Dios y nos alerta en nuestra falta. La culpa, produce un sentimiento contrario que le roba al ser humano su dignidad y no le permite disfrutar de la misericordia, la gracia y el perdón que ofrece nuestro Señor Jesucristo. Para concluir la reunión Te preguntarás: ¿Y eso qué tiene que ver con mi situación actual? ¿Acaso cambia eso mis compromisos o responsabilidades financieras? o ¿Afectivas? Lee Romanos 8:32 y comparte tus reflexiones.