3º Domingo de Adviento (C) Os bautizará con Espíritu y Fuego Lucas 3,10-18 1. Oración inicial. Ven, Espíritu Creador, visita nuestras mentes, llena de tu gracia los corazones que has creado. Sé luz para el entendimiento, llama ardiente en el corazón. Sana nuestras heridas con el bálsamo de tu amor. Luz de eterna sabiduría, revélanos el misterio del Padre y del Hijo unidos en un solo amor. Amén. 2. Una posible división del texto para ayudarnos a su lectura: Lc 3, 10-11 Interpelación a Jn Bta por parte de la “gente” y respuesta del Profeta Lc 3, 12-14 Vienen a bautizarse buscando enmienda: publicanos, militares… Lc 3, 15-17 Aclaración de Jn al pueblo respecto a su misión y promesa de un nuevo y definitivo bautismo. Lc 3, 18 Jn estaba a la espera con el pueblo: exhortándolo y animando su esperanza. 3. Claves de lectura para profundizar el texto. 1. En el texto que nos propone la liturgia dominical en este tercer domingo de adviento del ciclo C, percibimos una convicción profunda de Lc: nadie puede acoger la buena noticia del evangelio si antes no cambia de mentalidad y de modo de obrar (metanoia) siguiendo los modos misericordiosos de Dios mismo. El pasaje en el que nos estamos adentrando, es parte de la exposición lucana de la predicación del Bautista como preparación al ministerio de Jesús. Juan Bautista ha anunciado en los versículos anteriores la venida inminente del día del Señor: “Raza de víboras, ¿quién os ha enseñado a huir de la ira inminente?” (Lc 3,7). De la memoria de los profetas resonaba el anuncio de la llegada de este día de ira y de salvación, como también la venida de un mensajero reconocido como Elías (Sir 48,11), que prepararía el camino delante del Señor (Mal 3, 15). En la tradición cristiana, Juan Bautista es el mensajero que prepara el día de la llegada del Señor, el Mesías: “viene uno que es más fuerte que yo” (Lc 3,16). El ministerio de Juan de hecho, se desarrolla en un tiempo de grandes expectativas mesiánicas: “el pueblo estaba expectante” (Lc 3, 15) y le preguntan al Bautista si era él el Mesías. Esta pregunta se la harán también a Jesús (Lc 9, 79; 18-21) que en seguida revelará su identidad con la confirmación implícita de la profesión de fe de Pedro. En los versículos 3,1-18 del evangelio de Lucas, tenemos todo cuanto se refiere al ministerio y la misión de Juan Bautista. Él ha sido enviado para bautizar en señal de arrepentimiento y predicar la conversión que lleva la salvación: “haced pues obras dignas de conversión” (Lc 3,7); “yo os bautizo con agua” (Lc 3,16). Con su predicación, Juan “anunciaba la buena noticia” (Lc 3,18), la salvación no estaba reservada para algunos elegidos, sino que se ofrece a todos, incluso a los publicanos y soldados (Lc 3, 10-14) y a todos los que obran con justicia y caridad. Jesús a su vez aclarará más esta verdad con su comportamiento misericordioso hacia los publicanos, los pecadores y los marginados (Lc 7,1-10, 36-50; 17,11-19; 18, 9-14). El tema de la salvación está en los hechos estrictamente ligados a la venida del Reino de Dios, que está en medio de nosotros (Lc 17, 20-21) y tiene una implicación social de justicia, de igualdad entre todas las personas (Lc 3,10-14), por tanto la salvación no es solamente una realidad abstracta e individual, sino real y colectiva. Esta salvación nos viene ofrecida por Dios en aquel que nos bautiza en Espíritu Santo y fuego (Lc 3,16b). “Él tiene el bieldo para limpiar su era y para recoger el trigo en el granero; pero la paja, la quemará con fuego que no se apaga” (Lc 3,17). 1 2. Jn Bta representa la síntesis viviente de todo el AT, en él vemos reflejado el sentido de todo el camino del pueblo de Israel: ¡la espera! Espera consecuencia de una fe viva en las promesas. Dios tardó en cumplir su promesa definitiva porque quería, soñaba, ser esperado por hombres y mujeres que abrieran sin condiciones las puertas de su vida al don incomparable de su Hijo. Jn Bta es mensajero de un futuro que no tendrá retorno y que provoca a los hombres para que rompan los equilibrios de sus seguridades y se entreguen totalmente a la promesa de la Buena Noticia que Dios comunica definitivamente en Jesús el Mesías, para toda la humanidad. 3. Debajo de este texto que presenta la misión del Bta, estaría, a juicio de algunos, Is 40, 3-8 imagen del éxodo de Babilonia. La actividad de Jn Bta prepara un nuevo éxodo, una nueva liberación de la esclavitud de la ley con sus equilibrios y trampas e identifica a Jesús como el salvador definitivo de la humanidad entera. Según Jn, el juicio distingue entre los que se enmiendan y los que siguen practicando la injusticia; sin una enmienda ética y social no hay verdadera acogida del Reino. La desviación de ciertas interpretaciones intimistas de la ley aleja de las promesas que Dios está cumpliendo al igual que el ansia de dominio y de poder. La actividad de Jn fue una buena noticia para Israel, interrumpida por la intervención de Herodes (v. 19) la reacción del poderoso casi siempre, no es la enmienda sino la violencia: “el tetrarca Herodes, acusado por Jn del asunto de Herodías y otros crímenes dio remate a todo encerrándolo en la cárcel” (cf. vv. 19-20). 4. “Para que interiormente purificados, encendidos en el fuego del Espíritu Santo, podamos seguir las huellas de tu amado Hijo, nuestro Señor Jesucristo” (CtaO. 51). No hay para Francisco verdadero seguimiento de Jesús en el hermano menor sin la acción purificadora y regeneradora del Espíritu Santo, de Dios mismo recreando cada criatura, reavivando la gracia bautismal. Para el Pobrecillo de Asís, cada uno de nosotros, como él mismo, somos “míseros” y por nosotros mismos incapaces de buscar la voluntad de Dios. El hermano menor está llamado a rectificar la desobediencia y apropiaciones de los hijos de Adán, renunciando a la voluntad propia para que Dios por el amor, sea el único Señor de sus vidas y así lo manifiesten en la obediencia y la caridad (Adm 2). 4. Orar con el texto: ¿Entonces qué hacemos?... El que tenga dos túnicas que las reparta con el que no tiene Vinieron también a bautizarse unos publicanos No exijáis más de lo establecido Unos militares le preguntaron… No hagáis extorsión a nadie y no os aprovechéis con denuncias El pueblo estaba en expectación, se preguntaban si no sería él el Mesías Yo os bautizo con agua… viene el que puede más que yo El os bautizará con Espíritu Santo y fuego Aventará la parva y reunirá su trigo en el granero 5. Textos útiles: Is 1, 1-20; 40, 1-31; Jr 7, 1-7; Dt 26, 1-11 CtaO 50-52; Adm 2; 3; 6; 7; 9 6. Oración final. Consolados por tu Palabra, danos sinceridad y humildad para dejarnos transformar por el fuego del Espíritu Santo que hace nuevas todas las cosas. Tú que nacido de María es nuestro hermano y vives con el Padre y el mismo Espíritu, Dios por los siglos de los siglos. Amén 2