Los hijos de Israel forman dos naciones 65 De ahora en adelante, la tribu de Judá, junto con Benjamín y Leví, es llamada "JuDA", no IsRAEL. Las 10 tribus encabezadas por Efraín y Manasés, de ahora en adelante son llamadas "Israel"; ¡no son judíos y jamás fueron llamadas así! De ahora en adelante, los hijos de Israel, 12 tribus en total, est4n divididos en dos naciones. Ahora, por primera vez, la primogenitura pasa a una nación (Israel, encabezada por Efraín y Manasés) mientras que el cetro permanece en otra nación (llamada la "casa de Judá"). Las dos fases de las promesas a Abraham están ahora divididas entre dos naciones completamente distintas. Durante muchas generaciones, Israel y Judá permanecieron como naciones separadas, en territorios contiguos y cada una con su propio rey. ¿Por qué tantos ministros y estudiosos de la Biblia ignoran este hecho cuando hay cuatro libros (los de Reyes y Crónicas) que contienen la historia independiente de aquellos dos reinos rivales? En los mapas que se incluyen al final de muchas Biblias, los territorios de una y otra nación aparecen claramente delineados. Judá retuvo para sí la ciudad de Jerusalén, su capital, y el territorio llamado Judea. Israel ocupó el territorio al norte de Judea. La ciudad de Samaria se convirtió en su capital, y con frecuencia la casa de Israel es llamada "Samaria" en la profecía. Esta es otra llave vital que abre nuestra comprensión de la profecía: "Samaria" nunca se refiere a los judíos sino siempre a las diez tribus, la casa de Israel. Queremos dejar muy en claro que Israel y Judá no son dos nombres para designar a la misma nación. Ellas eran, son y seguirán siendo DOS NACIONES INDEPENDIENTES, hasta la segunda venida de Jesucristo. La "casa de Judá" siempre se refiere a los judíos. Esta distinción es de vital importancia si hemos de comprender la profecía. Los llamados estudiosos de la Biblia, en su mayoría, no pueden entender las profecías correctamente porque ignoran esta distinción. Israel rechaza la autoridad da Dios Convertido en rey de Israel, Jeroboam (de la tribu de Efraín) procedió inmediatamente a levantar dos becerros de oro, introduciendo así la idolatría en el reino (1 Reyes 12:28-33). Lo hizo temiendo por su trono, pues creyó que sus súbditos, si