DIGESTIVO Bulimia Curiosa aplicación para el ondansetrón La bulimia nerviosa es un trastorno alimentario que llega a ser crónico en un importante número de pacientes. El ondansetrón, un fármaco antiemético, se ha estudiado recientemente en pacientes bulímicas con el fin de establecer su eficacia en esta enfermedad. Los resultados obtenidos registran un efecto positivo en este tipo de pacientes. La bulimia nerviosa es un trastorno de la conducta alimentaria que afecta al 2-3% de mujeres jóvenes y se caracteriza por episodios recurrentes (al menos dos por semana) de atracones de comida en los que el paciente consume grandes cantidades de alimentos y se siente incapaz de parar; luego siguen intentos compensatorios para evitar el aumento de peso, como vómitos autoprovocados, uso de laxantes o diuréticos, ejercicio exagerado o ayuno. Diversos estudios indican que esta enfermedad llega a ser crónica en una proporción sustancial de pacientes. El tratamiento consiste en psicoterapia, fármacos antidepresivos o ambos. No obstante, aunque los efectos de la terapia a corto plazo son altamente positivos, los resultados a largo plazo no lo son. Después de 5-10 años de la presentación inicial de los síntomas, no existen diferencias en las tasas de recuperación entre individuos tratados o sin tratar. Se desconoce el mecanismo responsable de la cronicidad de la bulimia nerviosa. Dos hechos podrían sugerir la implicación de los circuitos vagales aferentes. Primero, los pacientes bulímicos parecen mostrar pérdida de la sensación de saciedad normal y dificultad en parar de comer. El proceso de saciedad se inicia principalmente por activación de las fibras sensoriales aferentes de las ramas subdiafragmáticas del nervio vago, y está mediado a través de conexiones ascendentes hacia áreas superiores del cerebro. Segundo, varios estudios han registrado un aumento del umbral del dolor en la bulimia nerviosa. Debido a que el umbral de dolor somatosensorial puede modularse por estimulación vagal, las observaciones anteriores son consistentes con un aumento de la actividad vagal aferente que produce una disminución funcional en la transducción de señales en el nervio vago; esta disminución explica la pérdida de la sensación de saciedad. Los razonamientos anteriores han propiciado la realización de un reciente estudio en el que se evaluó el tratamiento del ondansetrón en bulimia nerviosa. El ondansetrón es un antagonista potente y selectivo de los receptores 5HT3 de serotonina, indicado en el tratamiento de náuseas y vómitos asociados con quimioterapia, radioterapia o anestesia. Los antagonistas de los receptores 5HT3 de serotonina bloquean la activación de los receptores de las fibras vagales aferentes en la mucosa gástrica lo que parece dar lugar a su acción antiemética. Para realizar el citado estudio, se seleccionaron 26 pacientes con bulimia nerviosa sin otro tratamiento médico o psiquiátrico. Durante la primera semana de estudio, se registraron los comportamientos nutricionales con el fin de establecer los parámetros de base. En la segunda semana se administró placebo a todos los pacientes aunque se les comento que recibirían placebo o sustancia activa. Al final de esta fase, se asignó aleatoriamente tratamiento con placebo (n=12) u ondansetrón (n=14) durante 4 semanas más. La variable principal de estudio fue el número de episodios de atracones/vómito por semana. El tratamiento con ondansetrón se asoció con una disminución significativa del número de atracones/vómitos: al finalizar el estudio, la frecuencia media de atracones/vómitos fue de 13,2 por semana en el grupo placebo y de 6,5 por semana en el grupo tratado con ondansetrón. El grupo tratado con ondansetrón también registro una mejora significativa en comparación al grupo placebo con respecto a otros dos parámetros secundarios indicativos de la gravedad de la enfermedad: cantidad de tiempo utilizada en comportamientos bulímicos y número de comidas normales sin vómito. Aunque los resultados de este estudio muestran una reducción de los síntomas bulímicos debida al ondansetrón, todavía quedan ciertos interrogantes sobre cómo actúa el fármaco y si realmente se trata de una opción para pacientes bulímicos. Se ignora si el efecto del ondansetrón se restringe al intestino. Los autores del estudio sugieren que el ondansetrón actúa predominantemente en el sistema nervioso periférico, donde reduce la neurotransmisión aferente vagal. No obstante, nuevas observaciones indican que el ondansetrón exhibe un efecto directo en el sistema nervioso central, además, la prevención del vómito inducida por quimioterápicos implica un bloqueo de los receptores 5HT3 de serotonina en sitios centrales. Por este motivo, resta la posibilidad de que la mejora en los síntomas bulímicos por ondansetrón sea debida en parte a su acción central. Por otra parte, no hay evidencia real de la fisiopatología vagal de la bulimia, razonamiento de partida del citado estudio. La sensación de saciedad es el resultado de un proceso complejo que implica no sólo a la actividad vagal aferente, sino también a los sistemas metabólicos y hormonales. La alteración del umbral del dolor se considera un indicador indirecto de una fisiología intestinal vagal anormal. Debido a que no existe un medio apropiado directo de medir la actividad vagal aferente intestinal en el ser humano, es difícil probar la existencia de una disfunción vagal en la bulimia. También es útil saber si la reducción en los episodios de atracones y vómito autoinducido influyen a otros síntomas bulímicos. El presente estudio no da información sobre otros rasgos de la bulimia nerviosa como la distorsión de la imagen corporal y la obsesión por la delgadez. En el caso de la bulimia es fundamental conocer lo que supone a las pacientes bulímicas la disminución del número de vómitos; si las pacientes bulímicas crónicas perciben la reducción de síntomas como una mejora de su calidad de vida, se podría considerar al ondansetrón como una nueva opción de tratamiento valiosa. Es de suma importancia que el profesional de la salud informe a las mujeres jóvenes con riesgo de desarrollar bulimia nerviosa que los comportamientos bulímicos no constituyen de ninguna forma una medida adecuada para el control de peso. - - Faris P, Won Kim S, Meller W, et al. Effect of decreasing afferent vagal activity with ondansetron on symptoms of bulimia nervosa: a randomised, double-blind trial. Lancet. 2000; 355:792-7. Kiss A. Treatment of chronic bullimic symptoms: new answers, more questions. Lancet. 2000; 355:769-70.