160 YEHUDA HALEVI trumcntos espirituales, el trono y la carroza y la cxpandidura, y las ruedas, y los orbes, y otras cosas que son perpetuas y estables; y se llaman honra de Adonai, asi como se llaman los aparatos y alhajas del rey honra, como se dice (Jueces, 18: 21): y la honra delante de ellos; y puede ser que esta fue la petition de Moises, cuando dijo (lixodo, 33: 18): hazme ver, ruSgote, tu honra, y le respondio Dios que 10 haria, con condition que se advirtiese de no ver las faces, por cuanto el hombre no las puede ver, como dice: y verds mis espaldas, y mis faces no serdn vistas; y contiene esta honra d Adonai cosa que puede alcanzar la vista de los profetas y cosa que puede alcanzar nuestra vista, como era la nube y el fuego quemante, que eran usados entre nosotros; y cosa mucho mas sutilisima, que llegaba a grado que ningun profeta la podia alcanzar ni comprender; y si alguno quisiese investigarla, se disolveria su composicion; como vemos en las facultades de la vista, que el que tiene la vista flaca, no vera sino como la poca luz que hay antes de la noche, como el murcielago; y el que tiene los ojos cerrados y flacos de vista, no ve sino sombra; y el que tiene la vista fuerte ve el sol; pero ningun ojo puede mirar al sol mismo cuando esta en fuerza y resplandor, y si lo hiciere, cegara; y esto es honra de Adonai, y reino de Adonai, y Sechind de Adonai, en los nombres de la Ley Divina; pero algunas veces se acomodan tambien a las cosas naturales, como es cuando se dice (Is., 6: 3): henchimiento de toda la tierra su honra; (Sal., 103: 19): y su reino en todo domina; pero verdaderamente no se manifiesta la honra y el reino sino a sus electos, y a su tesoro, y a sus profetas; y por medio de ellos se mostrara al epicureo que Dios tiene dominio y reino estable, y conocimiento de las particularidades de las acciones de las criaturas; y entonces se dira verdaderamente (Sal., 93: 1): Adonai reind, y fui aparecida honra de Adonai, y (Sal.. 146: 10): reinard Adonai para siempre; (Is., 52: 7): diciendo por Sidn reind tu Dios; (Is., 60: 1): y honra de Adonai sobre ti esclarecid; y no se debe apartar todo lo que se dice en el texto (Num., 12: 8): y semejanza de Adonai ve, y (fixodo, 24: 10): Y vieron al Dios de Israel; y la obra de la carroza de Ezequiel, porque por medio de esto entra el temor de Dios en las almas, como dice el texto (fixodo, 20: 20): y para que sea su temor sobre vuestras faces. 4. CUZARL — Imprimiendose en nuestras almas su deidad, su unidad, su potencia, y su sabiduria, y que todas las cosas procedieron de el, y todas necesitan de el, y que el no necesita de ninguna ^'con esto 10 temeremos y 10 amaremos, y no neccsitamos de esta corporalidad ? 5. HABER. — Eso dicen los filosofos; pero vemos que el alma del hombre se altera y teme cuando ve visiones terribles sensibles, y no teme cuando le refieren las tales cosas; asi como ama la figura hermosa que estuviere delante de el, y no la amara si le contaren de ella; y no creas al