El pensamiento musical en el Renacimiento Ejercicio de evaluación Este ejercicio consiste en el comentario conjunto y comparado de los dos textos que siguen; uno de ellos pertenece a la época renacentista; el otro es anterior. Se trata de identificar la época de ambos textos basándose en su contenido, justificando adecuadamente esto, y señalar las afinidades o diferencias entre ellos. El baremo aplicable es el indicado en la programación de la asignatura: — Comprensión de los textos: 3 puntos. — Explicación de los contenidos: 3 puntos. — Relación con autores y épocas estudiados: 3 puntos. — Corrección lingüística: 1 punto. Texto 1 5 10 15 Son, Serenísima Señora, la música y la poesía tan parecidas y están por naturaleza tan unidas que bien puede decirse de ellas, no sin cierto misterio y según la leyenda, que ambas nacieron en un mismo parto en el Parnaso. No hay nadie que lo entienda mejor que vuestra alteza, que ha visto tantos retratos del natural y que tan bien conoce la fuerza de una y de otra. Tampoco estas dos gemelas se parecen sólo en el aire y en las facciones, sino que, además, gozan del parecido en los trajes y en los vestidos. Si cambia su aspecto una de ellas, la otra también lo hace. Pues la música no sólo tiene el provecho y el deleite, rasgos naturalísimos de su hermana, sino también la belleza, la dulzura, la gravedad, la sutileza, los caprichos, la vivacidad que son las pieles con las cuales ellas se adornan con tanta belleza y ambas las lucen de una forma tan parecida que muy a menudo el músico se asemeja al poeta y el poeta al músico. […] Y para no nombrar a todas las demás que no experimentan cambios, a no ser en el argumento, como son las canciones, sextillas, sonetos, octavas y tercetos, diré del madrigal que parece inventado sólo para la música y diré la verdad que al afirmar que en nuestra época ha adquirido su forma perfecta y se aleja tanto de la antigüedad que si los primeros poetas resucitasen apenas podrían reconocerlo, y no se ve tan cambiado por su brevedad, sutileza, belleza, nobleza y, finalmente, por la dulzura con que lo han rodeado los poetas que hoy están en auge. Nuestros músicos, comparando nuevas formas y nuevas composiciones, más dulces de lo normal, también han intentado encontrar el admirable estilo del madrigal, y con ellas han creado una nueva forma que no sólo por su novedad, sino por la delicadeza de su arte, pudiese agradar y conseguir la admiración mundial. Texto 2 5 10 15 La disciplina de la música está presente en todas las acciones de nuestra vida. Ante todo, si observamos los mandamientos del Creador y cumplimos con mente pura las reglas fijadas por Él: en efecto, todas nuestras palabras y todos nuestros movimientos interiores provocados por las pulsaciones de las venas están unidos, mediante el ritmo musical, al poder de la armonía. La música es la ciencia de la modulación exacta. Si vivimos virtuosamente, estamos constantemente bajo tal disciplina, pero cuando obramos mal, estamos fuera de la música. El cielo y la tierra y todo lo que en ellos se produce por el deseo divino también están sometidos a la disciplina de la música, porque Pitágoras prueba que el universo fue fundado y puede ser gobernado por medio de la música. […] Hablemos ahora de las partes de la música según la enseñanza recibida de los antiguos. La música es la disciplina o ciencia que trata de los números en cuanto están en relación con algo, es decir, con aquello que se encuentra en los sonidos, como el doble, el triple, el cuádruple y otros, que son relativos a alguna cosa. Las partes de la música son tres: puede ser armónica, rítmica y métrica. La armónica es la ciencia musical que distingue en los sonidos si son agudos o graves. La rítmica es la que indaga sí las palabras suenan bien o mal en su sucesión. La métrica es la ciencia que con método válido reconoce las medidas de los diferentes métros, como, por ejemplo, el heroico, el yámbico, el elegíaco, etc.