CONTENDIENDO ARDIENTEMENTE POR LA FE Predica: Pastor Samuel David Mejía SAN JUDAS 1 - 3 Hay algunas cosas a las cuales quiero referirme a modo de introducción, este capítulo 1 del Libro de San Judas, nos muestra que este hombre de Dios, quien es usado ahora por el Espíritu Santo para hablarnos esta palabra. ¿Quién es este Judas, siervo de Jesucristo y hermano de Jacobo? Este es de acuerdo a la escritura un hermano, o por lo menos un medio hermano del Señor Jesucristo en la parte humano, este Judas que está hablando aquí no es el que entregó al Señor, este es Judas siervo de Jesucristo y hermano de Jacobo. Jacobo, también era medio hermano del Señor Jesucristo, porque sabemos que su Padre es Celestial, pero a lo menos por parte de la madre eran hermanos, así como de crianza ya que convivieron todos en la misma casa. Si usted quiere encontrar referencia de esto, podría ir al evangelio de San Mateo en el capítulo 13 y el verso 55 para que todo este apoyado en la palabra del Señor, donde dice hablando del Señor Jesucristo: “no es este el hijo del carpintero, no se llama su madre María, y sus hermanos Jacobo, José, Simón y Judas”; Esta misma referencia la podemos encontrar también en el libro de San Marcos en el capitulo 6 en el verso 3: “no es este el carpintero, hijo de María, hermano de Jacobo, José , Judas y Simón; no están entre nosotros sus hermanas y se escandalizaban de él”. Entonces llama poderosamente la atención que este hermano Judas, que es siervo de Jesucristo y hermano de Jacobo, mire la manera como él se introduce así mismo, a pesar de ser hermano en su naturaleza humana, aunque sea por parte de madre, del Señor Jesucristo, pero él no dice hermano de Jesucristo, dice Judas “Siervo de Jesucristo”. Esto quiere decir que él había aceptado a Jesucristo como su Señor, y por eso él era siervo de Jesucristo. Y esto no fue una tarea fácil, ni para él ni para Jacobo, la palabra del Señor dice, en el evangelio de San Juan, que una vez el Señor estaba cerca para ir a la fiesta, y se había quedado y no había subido a la fiesta, y dice que sus hermanos le dijeron: ¿qué haces escondido aquí? ¿Porque no subes a la fiesta? El que quiere darse a conocer, no se queda escondido. Y luego la palabra hace una aclaración y dice: “porque aún ni sus hermanos creían en él”. Así que para que sus hermanos creyeran en Él pasó tiempo, pasaron cosas, pero gracias a Dios después de que pasó el tiempo y pasaron unas cosas, como la muerte de nuestro Señor Jesucristo y su resurrección, y todas las cosas sobrenaturales por ser nuestro amado Señor Jesucristo este Judas hermano del Señor, llegó a creer en Él que ya no decía hermano, sino que ahora decía “Soy Siervo, sirviente, esclavo” de mi Señor Jesucristo. Que bueno hermano que cuando uno entra en estas cosas y trata de las cosas de Dios, ahí se acaban los parentescos. Cuando se refiere al servicio a Dios ahí hay solamente una clase de parentesco, y es que todos los que aceptan a Jesucristo en su corazón como Señor y Salvador de sus vidas, llegan a ser hijos de Dios, y el Señor Jesucristo viene a ser su Señor su dueño. Pues bien este Judas, siervo de Jesucristo, que ya hemos visto quien es, pues hermano escribe una de las cartas más directas, contundentes, claras, decididas, totalmente abierta, sin ninguna seña de diplomacia en ella, es una carta de esa como escribían los profetas en la antigüedad. Y en este punto vale la pena hacer la cuñita y poner el paréntesis, porque hoy día se habla y hay una cantidad de profetas que eso es asombroso, gente que acaba de ser presentada como obreros para trabajar en el ministerio, lo que nosotros llamamos obrero laico, comenzando a predicar y ya salen con el título de profeta y por ahí anda hermano, una moda de profeta y profético y eso es asombroso. Porque a la gente le gusta lo asombroso, lo espectacular, pero lo que más me extraña de esta cantidad de gente hot día que dicen ser profetas, es que lo único que le profetizan a la gente son cosas bonitas. Por ejemplo, “Mi Hijo, Mi Siervo” estoy diciendo en términos más, o en términos menos los mensajes proféticos de hoy día: “mi hijo, mi siervo, mi sierva, he aquí te voy a bendecir, te voy a dar dos edificios, tu ministerio será extraordinario, llegarás hasta el último rincón del mundo, te daré avión, carros, un equipo de gente que te asombrarás, te daré y te daré…” y solo se la pasan dando, lo que más me extraña es que habiendo una generación, como lo vamos a estudiar aquí de personas que les falta tantísimo entendimiento en el conocimiento del Señor, ni uno solo de ellos se atreva a levantar su voy y diga: “pues como soy profeta le voy a decir la verdad, le voy a decir cual es el problema de las cosas que no agradan a Dios”, porque el hombre de Dios, el verdadero hombre de Dios, y el que se jacta de recibir palabra directa del cielo, no le esconde nada al pueblo. El profeta no se hizo para lucirse mi hermano, si es que Dios llama profetas, los profetas no es tanto para andar prediciendo, es para mostrarle al pueblo la condición en la que está y llamarla al arrepentimiento hacia Dios. La palabra de Dios dice lo que es la profecía, en la epístola a los Corintios nos dice que la profecía es para “edificación, consolación, exhortación” ¿donde está la exhortación de tantísimo profeta de hoy? ¿Dónde está el llamado de atención? Pero gracias a Dios este Judas, no dice que es profeta, porque no hay que decirlo para serlo, no hay que jactarse para poder ejercer delante de Dios aquellas cosas que el Señor le encomendó. Y Judas aquí no dice que es profeta, pero habla en el mejor estilo de los profetas más agudos que la palabra del Señor nos muestra, y comienza escuetamente después que saluda a la iglesia dice: “amados míos”, mire que no es que cuando se habla claro sea por odio, él aquí dice que los ama. Porque esa es una equivocación terrible de la gente, cuando encuentra que alguien le habla la palabra bien, dice “hay Dios mío, que falta de amor de ese predicador”; Pero NO, él aquí dice amados, porque el hecho de hablar la palabra clara, no es porque se odia ni porque se está enojado, es porque Dios nos mandó a darle a este mundo una palabra clara, una palabra concreta, definida, no se necesita dejar de amar para ser claro, por el contrario la palabra del Señor dice que el padre que ama a su hijo lo corrige desde temprano. Esta es toda la confusión que hay hoy día, una gran confusión acerca del amor, la gente trata de hacer reclamos, en cuanto a la vida en la iglesia, en cuanto a la vida en Cristo, que si el profeta o el hombre de Dios le habla claro, que no tiene amor, igual pasa en los hogares, a los hijos de hoy mucha gente no los quiere corregir, los hijos de un año, manejan no solamente a su papá y a su mamá, sino también a su abuelita, a sus tíos, a toda la familia, y llegan a una iglesia y manejan toda la iglesia, un niño de un año, nadie puede con él. Pero si el pastor se levante y diga: “a ese niño me lo sientan” de una vez dicen que eso es falta de amor, que mejor se van pues el pastor no dejó que el hijo se pusiera de ruana la iglesia. Y eso mismo lo queremos traducir al ambiente espiritual, si hay un hombre de Dios que nos hable la palabra de Dios claramente, porque a nosotros debe agradarnos la palabra clara, que el Señor nos diga lo que realmente necesitamos oír, pero hay gente que se asombra. Pero Judas aquí empieza diciendo: “hermanos por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación”, había una gran solicitud, un deseo maravilloso, unas ansias de escribirles acerca de la salvación que es común para nosotros. Porque aquí no tenemos diferentes tipos de salvación para nadie, es la misma salvación para todos, todos los que hemos sido salvos, lo hemos sido porque el Señor Jesucristo nos ha lavado con su preciosa sangre, y aquí no hay iglesia como la gente pretende, que esta iglesia es de tal pastor y esta otra de otro, y pueden llegar a decir: “conmigo no se meta que yo no soy de su iglesia”, aquí no hay iglesia de este ni iglesia de aquel, la iglesia es una sola y pertenece al Señor Jesucristo. Judas continúa diciendo: “pues me ha sido necesario escribiros exhortándolos a que contiendan ardientemente por la fe, que a sido una vez dada a los santos; aquí entra de una vez en caliente, de una vez dice “yo les escribí para que contiendan” y ¿sabe qué es contender? Pelear, y dice: “y no pelee con desanimo, no pelee como esos que cuando entran a la batalla desde que se les ve entrar se sabe que está derrotado, no señor, yo los quiero exhortar a que ustedes peleen ardientemente, contiendan…” ósea “se paren en la línea de batalla y no aflojen, y le pongan todo el entusiasmo, y todo el ardor de sus vidas y no se dejen apabullar, hay que pelear ardientemente por la fe que una vez ha sido dada a los santos”. Es que a veces el Señor nos habla tan claro, sabe usted que es lo que a veces a hecho que tantas personas hagan tanto daño, hermano que hace falta quien se ponga de pie y pelee por lo que tenemos, y es el Señor el que nos manda a pelear, pero no está hablando de una pelea carnal, que es lo que está queriendo decir en esta parte de la escritura, esta diciendo que uno busque a Dios, porque hay que buscar a Dios, orando, ayunando, clamando, estudiando la palabra, vigilando, en todo y luego se pare firme sobre los principios de la palabra y los defienda, porque hace falta gente hoy día que defienda la sana doctrina, la fe que una vez les fue dada a los santos. Pero hoy día, aparece cualquiera con título de doctor, a decir a diestra y a siniestra, y a veces es difícil encontrar quien se ponga de pie y levante la voz y diga: “yo conozco esa palabra, y yo tengo esa salvación, y las cosas son como Dios las dice”. Ah pero algunas personas vienen y nos hablan en términos de doctores y nosotros a veces nos dejamos impresionar por eso, y si usted quiere agradar a Dios de una vez lo trata de legalista, anticuado, radical, retrograda, cavernícola, indio… cualquier termino le aplican, sólo porque le gusta la palabra, sólo porque sabe lo que Dios dice. Pero la palabra del Señor dice para usted y para mí, que cuando se trata de esta fe, hay que pararse y defender ardientemente esta fe que le ha sido dada a los santos; cualquiera puede aparecer y hacer lo que quiera, pero usted y yo mi hermano tenemos que pararnos en la raya, y sobre todo en estos días finales, tenemos que demostrar de que material estamos hechos, porque hay algunas personas que se derriten ante cualquier cosa que otra persona diga, se asusta de una vez por que le dijeron, hermano le digan como le digan, debemos defender este evangelio. Y yo estoy hablando de que esta es una situación mundial, no estoy hablando a nivel local, estoy refiriéndome a una situación a nivel mundial, yo he visto a través de cadenas cristianas de televisión como los que tienen el título, tratan y pretenden públicamente con cámaras en vivo y en directo, de indisponer, rebajar, ultrajar, de poner por el piso a aquellos que se les ve que quieren agradar a Dios, y comienzan a hablar en cualquier manera. Pero hermano debe haber mujeres y hombres de Dios que sepamos, y no me refiero solo a los pastores, sino a todo aquel que ha entregado su vida a Cristo, pues también es un hombre o una mujer de Dios, y usted tiene que conocer su Biblia, tiene que conocer la palabra de Dios, y tiene que saber que usted esta puesto para la defensa del evangelio también, el apóstol Pablo decía que él estaba puesto para la defensa del evangelio. Y Judas dice que hay que contender ardientemente por la fe, y cual es la razón: “porque han entrado algunos hombres encubiertamente”, y es que los peores ataques a la obra de Dios, nunca han venido de afuera siempre han venido de adentro, han entrado encubiertamente, es decir sin dejarse notar, a las escondidas, ósea que entraron aparentemente como todos los demás, haciendo decisión de fe, recibiendo las clases de la palabra, bautizándose, y tomando el curso normal del desarrollo dentro de la obra como cualquier otro. Y cuando dice algunos han entrado, está refiriéndose a gente que son miembros de la iglesia o que están en el liderazgo, y hay gente que viene y entra como cualquier otro, pero después de un tiempo, desde ahí adentro comienzan a armar el problema. Y la palabra del Señor dice: “que estos habían sido destinados para esta condenación desde antes” ¿Qué es lo que quiere decir esto? Que el Señor desde antes lo había profetizado “hay de los tropiezos, es necesario que vengan tropiezos, pero hay de aquellos que hacen tropezar a alguno…” Y el Señor de una vez lo dijo “es necesario que vengan”, los tropiezos siempre van a aparecer, y los que entran encubiertamente siempre van a aparecer, dice que estaban destinados desde antes, lo que nosotros tenemos que mirar es que nosotros no seamos uno de esos que entro a escondidas, pues nuestra decisión por el Señor tiene que ser firme y clara, contundente, cada uno tiene que decir: “yo estoy en Cristo, porque yo amo al Señor y amo su palabra, porque amo la salvación que el Señor me ha dado; yo amo al Padre, al Hijo, al Espíritu Santo, esta palabra de Dios con todo m corazón y no me quiero apartar ni a derecha ni a izquierda, siempre quiero meditar en ella, y siempre quiero hacer lo que Dios me dice”, eso debe estar claro para cada uno de nosotros. Pero hay algunos que no lo ven así, la Biblia dice que ya estaban destinados, y algunos no lo veía así, la Biblia los describe como hombres impíos, ¿qué es un impío? Es una persona que conociendo a Dios, no hace lo que Dios dice, sino que hace lo que a Dios le desagrada; y hablar de esta manera tal vez será complicado pero alguien tiene que hablar, ciertas partes de la escritura que no son populares están ahí, no se mencionan mucho pero ahí están, es la palabra de Dios, no hay absolutamente nada para decir, que no se puede, ni que no se debe, por el contrario hay que hablar esa palabra clara, sobre todo en estos días tan complicados que estamos viviendo. Hombres impíos… una persona que conoce la voluntad de Dios, pero hace al contrario de la voluntad de Dios, para desagradarle está cometiendo impiedad, lo cual es lo contrario a la piedad; ósea que en vez de ser piadoso es impío, sabe lo que Dios dice, sabe lo que Dios quiere, pero por diferente razones decide hacer lo que él quiere, o lo que a él se le ocurre aunque desagrade a Dios, eso es una persona impía, ósea una persona falta de piedad. Y la Biblia dice que estos entraron encubiertamente, a las escondidas, que no se dejaron ver cuando entraron, sino después que ya estaban adentro, y ya había seguido el curso normal de cualquier otro en el camino del Señor, que se destapan, y que dice: “que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios” que es eso, mire hermano la gracia de Nuestro Dios es muy grande, sabe que es la gracia de nuestro Dios, que somos salvos de gratis, que no es por obras para que nadie se gloríe, sino que gratuitamente sin nosotros merecerlo, pero el Señor, por nosotros habernos arrepentido, por que nos volvimos a él, Él nos perdona y nos da esa salvación tan grande que él tuvo que pagar con su propia vida, nos la da gratis, y no la merecíamos, ni la merecemos, pero podemos recibirla, disfrutarla y vivirla. Pero la palabra de Dios dice que estos convierten en libertinaje la gracia de Dios, y comienzan a aplicar escritura a diestra y a siniestra, algunos por ejemplo para apoyar el adulterio de algunas personas, citan un texto del apóstol Pablo que lo dice por el Espíritu Santo: “cada uno en el estado en que fue llamado así se quede”, y si alguien vino adultero, entonces lo arreglan y le dicen: “hermano, la palabra dice que así se quede”, entonces le dan unas clases y lo mojan en la pila bautismal y le dicen que ya es miembro de la iglesia, sin más ni más, en lugar de declararle a la persona su condición; si vienen en fornicación lo mismo da, así lo bautizan. Yo oí a un líder, en una radioemisora una vez, que habían unas personas en una iglesia, y él había venido a la ciudad para una gran actividad, entonces a este personaje de buen nombre, cuando le presentaron un caso de unas personas que no eran casadas, sino que tenían un enredo y no sabían que hacer, razón por la cual preguntaban, y usted sabe que cuando alguien pregunta es porque no está tranquilo pues su conciencia no lo deja tranquilo, así que le hicieron esta pregunta a este líder, comentándole que ya hacía algún tiempo que convivían y no eran casados, razón por la cual acudían a esta persona de gran nombre que supuestamente conocía mucho la Biblia, y él le respondió: “mire hermano no se preocupe, Yo como ministro del Señor Jesucristo lo declaro marido y mujer en el Espíritu”, así sin más “arregló” el problema. Esto es lo que dice la palabra, gente que convierte en libertinaje la gracia de Dios, no valla y busque como arreglar su problema delante de Dios y verá, esto no es asunto de juego, el Señor Jesucristo para salvarlo a usted no fue a jugar un partido de básquetbol, no fue una apuestita con una monedita que tiró al aire “que si cae en cara se salvan y se cae en sello se pierde”,¡NO! Señor, esto no es ningún deporte, o apuestas, esto no fue un partido, esto fue un sacrificio cruento en la cruz del calvario, esto fue a precio de sangre, el Señor Jesucristo derramó su propia sangre, dio su propia vida en sacrificio, para que ahora a cualquiera que se le antoje quiera venir a torcer la palabra del Señor y no se puede, en el Nombre de Jesús rechazamos esa impiedad. Algunos me dicen que no hable de santidad, porque la santidad va por dentro y Dios conoce, y precisamente porque Dios lo conoce es mejor que se arregle; hay gente a la que le fastidia que uno hable de santidad y dicen: “hay hermano no tiene otro tema para hablar”. Sabe usted que el sumo sacerdote en el pueblo de Israel, Dios le organizó unas vestiduras, y en ellas tenía sobre su cabeza una diadema y en esa laminilla de oro que tenía la diadema ¿sabe qué iba escrito? SANTIDAD A JEHOVÁ y todo el tiempo que la gente se encontraba con su pastor lo primero que veía era que decía Santidad a Jehová, así le duela a muchos pero lo primero que la gente veía en Israel cuando se encontraba con su pastor o el sumo sacerdote, sin necesidad de que el dijera algo o abriera su boca, solamente leía lo que decía su frente ¡SANTIDAD A JEHOVÁ! ¿Qué harían hoy día? Muchos le han quitado la laminilla de oro y la han llevado a pulir a algún taller de joyería para que le borren eso, para que ya no diga nada, puesto que a la gente solo le gusta la algarabía, el grito, los silbidos, los chiflidos, los aplausos, el brinco, los escándalos, las imitaciones, lo que no es cierto, a la gente le gusta eso, pero lo genuino, lo cierto, no le gusta, y lamentablemente hay quienes no se lo dicen, pero nosotros estamos llamados de parte de Dios a decirle a este mundo que es cierto que hay una gracia del Señor, que hay salvación en Cristo, que el Señor tiene redención para nosotros, pero también hay que decirles que esta gracia no es libertinaje. Si quieren está salvación pueden recibirla pues es por gracia, pero la mayoría dice: “hermano no les dije nada, deje que el Espíritu les diga” pero el Señor Jesucristo si decía y los apóstoles también decían y nos dijo a nosotros que dijéramos, como es posible que nos vamos a quedar callados, esa es una excusa barata, que dejar que el Espíritu de Dios le diga, eso es una excusa barata puesto que el Señor nos mandó a contender ardientemente por la fe. Lo que el Señor Jesucristo dice en el libro de San Mateo en el capítulo 28 la mayoría de gente no lo dice al pie de la letra, cuando el Señor Jesucristo dice: “todo poder me ha sido dado en el cielo y en la tierra, por tanto id y haced discípulos a todas las naciones bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y he aquí yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo…” ¿y el pedacito que dejaron en el medio? “Enseñándoles que guarden todas las cosas que yo os he mandado y he aquí yo estoy con vosotros” la manera que el Señor esté con nosotros, es que le enseñemos a la gente que guarden todas las cosas que Él nos ha mandado. Gracias a Dios que usted y yo no le tenemos miedo a la palabra, ningún hijo de Dios le tiene miedo a la palabra, porque de todas maneras si uno no debe nada No tiene miedo, pero si acaso debe algo lo que uno tiene que hacer es arreglarse, pues convierten en libertinaje la gracia de Dios, y ¿libertinaje que quiere decir? Que la persona no está en sujeción a nadie ni a nada, sino que hace todo lo que se le viene a la cabeza escudado en aras de una supuesta libertad, también es excederse, si usted lo buscara en el diccionario de la lengua española, le diría en términos parecidos: “excederse en el uso de las libertades que ya adquirió perjudicando a otros, o perjudicando principios establecidos. Y la Biblia dice que estos que entran así convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, ósea se exceden y solo dicen “hermano eso no se preocupe, eso deje que cada uno viva como pueda que el Señor Jesucristo es nuestro Dios, Él nos ayuda a todos, ahí vamos adelante, ahí más o menos, así se hace el intento, tranquilo que eso vamos para el cielo…” ¿así no más? Y se le quiere permitir a todo mundo que haga como quiera y que lo que se le ocurra eso está bien hecho y usted encuentra una cantidad de disparates. Pero la palabra de Dios dice en el libro de Judas verso cinco: “más quiero recordaros ya que una vez lo habéis sabido que el Señor habiendo salvado al pueblo sacándolo de Egipto después destruyó a los que no creyeron…” y aquí pone tres ejemplos: el primero es del pueblo de Israel, los que cayeron en el desierto; en el verso 6 pone el ejemplo de los ángeles que no guardaron su dignidad sino que pecaron, y en el verso 7 pone el ejemplo de sodoma y de gomorra, pone tres ejemplos mi hermano, y recuerde que cuando alguien pone más de tres ejemplos es porque esta enfatizando algo y quiere que le entiendan que es lo que quiere decir. Y aquí el Señor quiere que entendamos lo que Él está diciendo, esto no es un juego, comienza diciendo: “quiero recordaros” ósea recuerden que el Señor después que sacó al pueblo de Egipto destruyó a los que no creyeron, y eso es una manera contundente de decirlos, pues dice: “después que los sacó” los que no creyeron los destruyó con todo y que el mismo fue quien los sacó; usted sabe que la palabra del Señor dice que ellos fueron quedando tendidos en el desierto porque se rebelaban y no le creían a Dios y a lo último los que entraron a la tierra prometida fueron los hijos de los que salieron, porque el Señor los vio inocentes, pero los que habían salido que se rebelaban una y otra y otra y otra vez, esos se iban quedando en una plaga y en otra, de a diez mil, de a quince mil, etc. y ahí fueron quedando porque no creyeron. Pero en otro ejemplo también menciona el libro de Judas, los ángeles que no guardaron su dignidad en el cielo, sino que abandonaron su propia morada, usted sabe que en el cielo hubo una rebelión, una cantidad de ángeles se unió a uno que se llamaba lucifer y abandonaron su dignidad, posición, dignidad, búsqueda de Dios, verdadera adoración a Dios, porque creyeron que les iba mejor uniéndoseles al otro, armaron su revuelta y dijeron: “no eso siempre adorando al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, de aquí nunca pasamos, yo creo que con este si lo subimos allá y este si nos da algo más, yo que solamente tocaba el charrazco pues me van a pasar a la batería, y yo que tocaba batería pasare a ser el director de la orquesta” y cada uno se imagino escalando posiciones, dice la Biblia que se rebelaron, pecaron, abandonaron su posición, y ¿sabe que hizo el Señor? Dice que los puso en una oscuridad, en prisiones eternas para el juicio del gran día. Y luego en el tercero les habla de sodoma y de gomorra, ¡qué pasó con estas ciudades? Dice la palabra “De la manera que aquellos habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza fueron puestas por ejemplo sufriendo el castigo del fuego eterno”, el mismo infierno reventó, la Vila dice que las ciudades fueron consumidas por el fuego, tanto da una gota de agua sobre una roca, dice el dicho, hasta que le abre un hueco, y tanta fue la insistencia de la maldad de esta gente, hasta que Dios le dijo a Abraham: “no soporto más y voy a destruir estas ciudades” y las destruyó, pero primero se lo dijo a Abraham quien preguntó al Señor ¿y si hubieran cincuenta justos, o cuarenta, treinta… perdonarías la ciudad por causa de ellos? hermano, no importó que el hombre bajara la cuenta no había gente ahí con la cual Dios pudiera contar, entonces fueron castigados por Dios. Y ¿qué sigue diciendo el libro de Judas? Pues que nosotros tenemos que entender esto, estamos hablando de aquellos que convierten en libertinaje la gracia de Dios, ¿qué quiere decir entonces? Que no se van a quedar sin su parte, Dios dice que el quite a su palabra su nombre será quitado del libro de la Biblia, y el que le añada a su palabra Dios traerá sobre el las plagas que están escritas en la Biblia, no se van a quedar sin su parte. Y le cuento una cosa, que cuando uno se tuerce así, su parte la comienza a recibir desde aquí, tarde que temprano lo alcanza; esa vida terrible de desobediencia, de rebelión contra Dios, de rebelión contra la palabra, una vida de libertinaje y de impiedad; hay que levantar la voz hermano y decir que hay un Dios en el cielo mirando, y que Él es el verdadero dueño de su obra. El verdadero dueño de su obra es Dios, el Señor Jesucristo, el Espíritu Santo, y Dios está en el control y por más sabio, ágil, astuto, filosófico, o por más que sea una persona hábil para hacer las cosas, sin embargo Dios dice; “no se van a escapar”; la Biblia dice que ya el castigo está preparado, y ya nosotros como iglesia tenemos que mantener una vida como Dios desea, la iglesia del Señor Jesucristo en este planeta tierra, en cualquier lugar donde usted se encuentre, en la China, Japón, EE.UU. Tenemos que despertar a la realidad de que Dios está buscando un pueblo que sea realmente de Él, un pueblo que reconozca el Señorío de Cristo, que entienda que esto no es un juego ni un deporte, algunos sienten que esto es tan deporte que hasta vienen a las iglesias en sudaderas y con tenis, y no estoy diciendo que la ropa es la que los santifica a uno, pero es que eso expresa lo que hay en su corazón, porque cuando alguien siente que va a algo serio no va con esta ropa, ni en camisetitas sin mangas, no se atreve, si lo invitan a una reunión en el congreso de la república, con el presidente y todos los dirigentes de una nación le aseguro que usted no va en tenis, sudadera ni camisetita sin mangas, porque usted sabe que es algo serio y que usted debe ir de acuerdo a la ocasión y como siente que es serio se viste serio. Pero algunos sienten que el evangelio y las cosas de Dios son tan deportivas, que ellos se visten deportivamente para venir a la iglesia, algunos van a la iglesia irreconocibles, y no estoy hablando de la iglesia local sino de la mentalidad, con sudaderas, tenis y hasta gafas oscuras y eso no se sabe que es; pero nosotros estamos puestos para decir que este evangelio del Señor Jesucristo, es un evangelio Santo, un evangelio puro, serio, es una palabra seria, y que nosotros estamos a contender ardientemente por la fe que una vez ha sido dada a los santos. Usted no se deje engañar, ni se deje impresionar por nadie, no se deje engañar por ninguno, vamos hermano a predicar esta palabra como esta escrita, vamos a predicar la santidad, vamos a defender esta palabra, esta fe, vamos a contender ardientemente por esta fe que nos ha sido dada; porque esto aún es posible en medio de una generación como la nuestra, el Señor ya no es está abriendo puertas, y la vamos a predicar no solo en la iglesia local, sino también por radio y televisión, y en otros idiomas para que la gente de todo el mundo la oiga. El Señor le dijo a Ezequiel predica esta palabra oigan o dejen de oír, de todas maneras sabrán que hubo profeta, y nosotros no vamos a predicar un mensaje para complacer a nadie, de hecho tampoco es un mensaje de furia, es un mensaje claro y sencillo, el mensaje de Idos, queremos decirle a todo el mundo que esto es lo que Dios dice, y queremos que la gente sepa que Dios aún tiene un mensaje claro en este mundo a través de su iglesia, y no me refiero a la nuestra, sino a “Su Iglesia” de la cual hace parte todo el que esté de acuerdo con Él, que le halla entregado su vida a Cristo, que sea salvo, que halla sido redimido por Él y esté de acuerdo con Él pues es parte de la iglesia, así que no somos ni los únicos ni los primeros, somos parte de esa iglesia y como parte de esa iglesia vamos a predicarle a este mundo la verdad.