Hasta Que Todo Se Haya Cumplido

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“... Hasta Que Todo Se Haya Cumplido ...”
— Mateo 5:18 —
“17No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido
para abrogar, sino para cumplir. 18Porque de cierto os digo que hasta que
pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que
todo se haya cumplido. 19De manera que cualquiera que quebrante uno de
estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y
los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos. 20Porque os
digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos,
no entraréis en el reino de los cielos” (Mat. 5:17-20).
¿La “ley” se refiere simplemente al decálogo? ¿La referencia a los cielos y la
tierra prueba que la ley durará mientras ellos permanezcan? ¿Es el decálogo la
ley del reino de los cielos?
Una de las acusaciones lanzadas contra Jesús fue que no obedecía los mandamientos de la ley de Moisés (Mat. 15:2), porque rechazaba las tradiciones de los
ancianos. La acusación de hacer caso omiso a la ley Mosaica también fue atribuida
a los discípulos de Jesús (Hch. 6:11,13). Se parecen a las acusaciones lanzadas
contra Sus discípulos hoy día: “Ustedes no creen en el Antiguo Testamento”. La
enseñanza de Jesús con respecto a la ley del Antiguo Testamento es fundamental
para entender la relación entre el Antiguo y Nuevo Testamento.
Jesús Creía Que el Antiguo Testamento Era de Dios
Jesús aceptó la creencia de que el Antiguo Testamento era una revelación divina
de Dios (cfr. Mat. 15:3-6; Jn. 7:23; Hch. 7:53). Reconoció su permanencia (Mat.
5:18; Sal. 119:144,152,160; 11:7-8). Cada jota y tílde de la ley era importante
(Mat. 5:18).
La referencia a cada “jota” y “tílde” muestra que aun el mandamiento más pequeño de esa ley tenía fuerza obligatoria sobre ellos. Jesús rechazó el concepto
moderno que enfatiza el espíritu de la ley antes que la letra de la ley. El concepto
de que las cosas no importantes de la ley pueden ser desobedecidas con impunidad
es contrario a Su enseñanza expresa. El dijo, “De manera que cualquiera que
quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres,
muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga
y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos” (Mat. 5:19). Reconoció que la violación de la ley en un punto, aun uno pequeño, era un rechazo
del divino dador de la ley (Stg. 2:10) y estaba sometido bajo la maldición de la
ley (Gál. 3:10). Por consiguiente, Jesús habría sido etiquetado como “legalista”
por los defensores y modernistas de la gracia-unidad.
La Ley o Los Profetas
Cualquier cosa que Cristo vino a hacer con referencia a la ley, también la vino
a hacer con referencia a los profetas. Si perpetuó la ley, también perpetuó los
profetas. ¿A qué se refieren estos términos?
Primero, algunas veces la ley se refiere a la ley que fue dada a través de Moisés
(Jn. 1:17) y añadida a la promesa a causa de la transgresión (Gál. 3:19).
Segundo, la ley algunas veces se refiere a los escritos de Moisés, incluyendo
todas las leyes dadas a través de Moisés.
(a) Génesis algunas veces es incluido en “la ley” (1 Cor. 14:34 y Gén. 3:16;
Gál. 4:21 y Gén. 16:15; 21:2,9).
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Anotaciones
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Anotaciones
(b) Los dos grandes mandamientos de la ley están en Dt. 6:5 y Lev. 19:18 (Mat.
22:37-40). Mateo 12:5 se refiere a Números 28:9-10.
(c) La “Ley” algunas veces incluye los Salmos (Jn. 10:34); algo en el Sal. 82:6
era “vuestra ley”. Romanos 3:13 cita del Sal. 5:9; 140:3; Rom. 3:14 del
Sal. 10:7, y Pablo dijo que estas cosas fueron dichas por la ley a aquellos
que estaban bajo la ley (Rom. 3:19).
Tercero, los “profetas” hacían referencia al resto de la revelación del Antiguo
Testamento, aunque ocasionalmente los Salmos fueron usados como una división
separada (Luc. 24:44). Los profetas, tales como David, escribieron los Salmos, y
es fácil ver por qué usualmente todo el Antiguo Testamento está comprendido en
la frase “la ley y los profetas”.
Cuarto, la ley y los profetas incluían todo el Antiguo Testamento. La regla de
oro resumía la ley los profetas en su enseñanza con respecto a la relación hombre
con hombre (Mat. 7:12). La ley y los profetas fueron hasta Juan (Mat. 11:13),
y luego fue predicado que el reino de los cielos se había acercado (Luc. 16:16;
Mat. 3:2; 4:17,23; 9:35; 10:7). Toda la ley y los profetas dependía de los dos
grandes mandamientos (Mat. 22:37-40). La ley y los profetas eran leídos en las
sinagogas (Hch. 13:15). En Hch. 15:21 es dicho que Moisés era leído cada día
de reposo, y esto hacía referencia a la ley de Moisés (Hch. 13:15), a los escritos
de Moisés (Luc. 16:29; 24:27,4; Jn. 1:45; Hch. 7:43; 26:22; 28:23). Cristo vino
a cumplir eso que estaba escrito en la ley de Moisés, los profetas, y los salmos
(Luc. 16:29; 24:27,44). Si El perpetuó la ley, perpetuó a Moisés, los profetas, y
los salmos. Mateo 5:17-18 declara la misión de Cristo con referencia a todo el
Antiguo Testamento.
Quinto, lo que Cristo estaba a punto de decir puede parecer algo que es destructivo de la ley los profetas, y Cristo antes de decir estas cosas señaló que vino no
con un propósito destructivo, sino para cumplir. En la ilustración al menos algo de
lo que estaba involucrado en el cumplimiento, Jesús se refirió no solo a las cosas
que estaban en el decálogo (que los Adventistas del Séptimo Día llaman la ley de
Dios), sino también a los otros escritos que los Adventistas del Séptimo Día llaman
la ley de Moisés. Hay referencias al decálogo (Mat. 5:21 y Ex. 20:13; Mat. 5:27
y Ex. 20:14), pero hay también otras referencias a varios libros de Moisés (Mat.
5:31 y Dt. 24:1,3; Mat. 5:33 y Lev. 19:12; Núm. 30:2; Dt. 23:31; Mat. 5:38 y Ex.
21:24; Lev. 20:20; Dt. 19:21).
Sexto, si Mateo 5:17-18 anunciaba la continuación (perpetuación) de algo del
Antiguo Testamento, anunciaba la continuación de todo este, porque Cristo vino a
cumplir, no a abrogar, la ley los profetas. Esta era Su misión con respecto a todo
el Antiguo Testamento.
Cristo No Perpetuó la Ley y los Profetas
Cristo no dijo que no he venido a abrogar, sino a perpetuar la ley o los profetas.
No dijo que la ley y los profetas permanecerían mientras permanezcan el cielo
y la tierra. El contraste es entre cumplimiento y destrucción, y no entre cumplimiento y perpetuación (continuación). Cristo no podría haber perpetuado la ley y
los profetas sin abrogarlos. Cristo no vino a abrogar las promesas, las profecías
y los tipos del Antiguo Testamento, ni sus principios. Vino a cumplirlos. Si uno
perpetúa una promesa, profecía, o tipo, lo abroga porque si nunca pasa de la etapa
de la promesa a esa del cumplimiento, abroga la promesa, etc., por nunca hacer
lo que prometió. Cuando uno cumple las promesas, las profecías, y los tipos, uno
pasa del estado de no cumplido a cumplido. Ya no es más un asunto de promesa
sino de cumplimiento. Si Cristo no hubiera establecido un nuevo pacto (Jer. 31:3134; Heb. 8:5-13; 9:15-17; 12:24; 13:20), habría abrogado la profecía de Jeremías.
Si no hubiera traído bendición a todas las naciones, habría abrogado la promesa
de Génesis 22:17-18: Si no hubiera establecido Su reino, habría abrogado las
profecías del reino (Dan. 2:44; Mat. 3:2; 4:17; 10:7; Mr. 1:14-15; 9:1; Hch. 1:8;
2:34-36; Sal. 110:1-4; Heb. 5:6; 7:1,11-14; 8:1-4). No perpetuó sino que cumplió
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la profecía de Moisés acerca del profeta como Moisés (Dt. 18:15-18; Hch. 3:2223). Cristo, la simiente, cumplió con lo que vino a hacer, y trajo la ley a un fin
por medio del cumplimiento (Gál. 3:19-29). La fe ha venido, y ya no estamos
más bajo la ley (Gál. 3:23-25).
El Significado de Abrogar y Cumplir
Primero, cumplir significa hacer pleno, completar, llenar, hacer que abunde,
proveer o suplir liberadamente; perfeccionar o consumar, llevar hasta el final,
llevar a la práctica, llevar a cabo, llevar a la realización (Thayer – 4137 – pleroo
[plhrovw]). “hacer repleto, i.e. (literalmente) atiborrar (una red), rellenar (un
hueco), o (figurativamente) proveer (o imbuir, difundir, influencia), satisfacer,
ejercer (un oficio), terminar (un período o tarea), verificar (o coincidir con una
predicción), etc.:- pasar, perfecto, rellenar, suplir, terminar, lleno, llena, atestar, al
cabo, completar, completo, completa, cumplidamente, cumplir [Strong].
Mateo 5:18 tiene una palabra diferente en el griego para cumplido (ginomai) a
esa que está en 5:17 – cumplir (pleroo). Significa llegar a ser, entrar en existencia,
empezar a ser, ser recibido. Thayer pensaba que en 5:18 significaba llegar a ser,
llegar, ocurrir, suceder. Strong: “prolongado y voz media de un verbo primario
hacer que sea («gen» -erar), i.e. (reflexivamente) llegar (llegar a ser), usado
con gran latitud (literalmente, figurativamente, intensivo, etc.):- acabar, acercar,
acontecer”.
“Cumplir” es usado en Mateo 26:54 (“se cumplirían las Escrituras”), en Mateo
26:56 en el mismo sentido, y en Mateo 3:15 “cumplamos toda justicia”. F.C.
Cook en The Bible Commentary dijo que significa “hacer perfecto, completar, un
sentido en que la misma palabra es usada, Cap. 23:32”. Philip A. Micklem, en su
comentario sobre Mateo, dijo, “Cumplir: así en 3:15. En contraste con derribar y
deshacer, cumplir es traer por medio de escenarios sucesivos hasta completar, cfr.
Rom. 13:8,10; Gál. 5:14; aquí quizás en el sentido especial de exponer plenamente;
cfr. Rom. 15:17; Col. 1:25, y paralelo al Hebreo ‘Gamar’.
“Cristo vino para completar el diseño; para llenar lo que estaba predicho; para
llevar a cabo lo que estaba pretendido en ellos”. “El propósito de este discurso es
representar la antigua dispensación como una preparación para el reino de los cielos.
La Ley no es destruida, sino perfeccionada cuando es desarrollada en la iglesia
de Cristo con la cual El prometió estar presente, aun hasta el fin del mundo” (F.C.
Cook, Editor, The Bible Commentary, comentario de H.L. Mansel sobre Mateo).
Ljungman escribió un libro en el cual sostenía que significaba “‘llenar todas
las partes, llenar completamente’. ... Pablo hablando ante Agripa declaró, ‘no
diciendo nada fuera de las cosas que los profetas y Moisés dijeron que habían de
suceder’ (Hch. 26:22)”. (Libro revisado por Eugene S. Tanner, Journal of Biblical
Literature, Marzo 1956, pág. 69).
Segundo, abrogar significa derribar, tirar abajo (Mat. 24:2), destruir el templo
(Mat. 26:61), desvanecerse (Hch. 5:38), destruir (Hch. 5:39), deshacer el tabernáculo del cuerpo (2 Cor. 5:21); y en Mateo 5:17 significa derribar o desvanecer
la ley y los profetas.
Si Cristo no hubiera cumplido la ley y los profetas, los habría abrogado por
medio de fallar en llevar a cabo, cumplir, sus designios tal como pertenecían a El
y a Su obra.
Hasta Que Pasen el Cielo y la Tierra
“Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota
ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido” (Mat. 5:18).
¿Significa esto que cada jota y tílde de la ley permanecerá mientras permanezcan
el cielo y la tierra?
Anotaciones
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Anotaciones
Primero, si esto es lo que significa, significa que pasarán cuando pasen el cielo
y la tierra. Si Mateo 5:18 se refiere a cuánto tiempo soportarán, pasarán cuando
Cristo vuelva de nuevo, porque entonces el cielo y la tierra pasaran (2 Ped. 3:10,13;
Ap. 20:11; 21:1). Sin embargo, los Adventistas del Séptimo Día dicen que “la ley”
se refiere al decálogo y que esta voluntad nunca pasará. Por tanto, no pueden
argumentar que Jesús está hablando de la duración de la ley en Mateo 5:18.
Segundo, si se refiere a la duración de la ley, toda la ley de Moisés y los profetas permanecen mientras permanezcan el cielo y la tierra, porque Cristo habló
de ambos, de la ley y los profetas (5:17). Sin embargo, la ley de Moisés no podía
continuar permaneciendo, porque si lo hizo, Cristo no podría ser rey y sacerdote,
porque mientras la ley tenía sacerdotes que venían de la tribu de Leví, y Cristo
vino de la tribu de Judá (Heb. 7:11-14; 8:4).
Tercero, Jesús dijo, “hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una
tilde pasará de la ley”. Si se hubiera detenido aquí, parecería que la ley permanecería mientras el cielo y la tierra permanezcan. Sin embargo, esto obligaría toda
la ley de Moisés (porque Jesús no está hablando simplemente del decálogo sino
de la división del Antiguo Testamento denominada “ley” y del resto del Antiguo
Testamento siendo cubierto por los “profetas”, Mat. 5:18; 7:12), a través de la dispensación del evangelio. No obstante, esto no puede ser, porque no es obligatoria
sobre los Cristianos (Col. 2:14-17). Por tanto, para armonizar la cita anterior con
al resto del Nuevo Testamento tendría que decir que Cristo no se está refiriendo
a la duración de la ley. Además, en el versículo mismo hay una declaración que
indica que Jesús no estaba diciendo que la ley durará mientras permanezcan el
cielo y la tierra. Jesús terminó la frase diciendo “hasta que todo se haya cumplido” (Mat. 5:18). Esto indicaba que cuando todas las cosas se cumplieran la ley
pasaría. Cristo dijo que nada de la ley, y en el contexto también está hablando de
los profetas (5:17), pasaría hasta que todo se cumpliera. Si algo de esta ha pasado, todo ha pasado porque nada pasaría hasta que todo fuera cumplido. Todo ha
pasado o todo ahora es obligatorio. Sabemos que algo ha pasado (Col. 2:14-17);
por tanto, todo ha pasado. J.W. McGarvery dijo, “Que ni una jota o tílde pasaría
de la ley hasta que todo se cumpliera, significa que la ley permanecería en todo
su vigor hasta el cumplimiento de lo descrito arriba”. Estas cosas me llevan a
concluir que el significado de Mateo 5:18 es paralelo a una parte de Lucas 16:17.
“Pero más fácil es que pasen el cielo y la tierra, que se frustre una tilde de la ley”.
Esto habla de la certeza de su cumplimiento y no de lo largo de su duración. Este
debe ser el significado de Mateo 5:18, o de otra manera contradice otros pasajes
que muestran que la ley ha pasado. Mateo 5:18 tiene el pensamiento añadido en
cuanto a cuándo pasaría la ley, eso es, cuando todas las cosas fueran cumplidas.
Cuarto, alguien puede decir que todas las cosas habladas acerca de Cristo y Su
reinado no fueron llevadas a cabo en el ministerio personal y antes de que pasara
la ley (Efe. 2:13-16; Col. 2:14-15). Por ejemplo, el profeta David profetizó que
Cristo reinaría en medio de Sus enemigos, y reinará hasta que todos Sus enemigos sean vencidos (Sal. 110:1-2). Esto se refiere al reinado actual de Cristo que
continúa hasta que el último enemigo, la muerte, sea vencido (Hch. 2:24-25; 1
Cor. 15:24-28). La muerte no será vencida hasta el fin del tiempo (Ap. 20:11-15)
— y esto termina el reinado de Cristo como rey y sumo sacerdote – y el reino es
entregado al Padre en la eternidad, porque la obra de Cristo ha sido traída a una
consumación exitosa. Es obvio que algo de la ley ha pasado antes del reinado de
Cristo y su terminación.
La Ley Duró Hasta Que Todo Fue Cumplido
Los escritores del Nuevo Testamento comprendieron las limitaciones de la ley
de Moisés. El hombre no podía ser justificado por la obediencia a la ley de Moisés
(Hch. 13:39; Rom. 3:20) o por algún sistema legal que condicionara la salvación
a la obediencia perfecta. Sin embargo, la ley sirvió a su propósito. Trajo un conocimiento del pecado (Rom. 3:20; 7:7). Le señaló a la humanidad la venida del
Mesías (Gál. 3:24; Rom. 10:3).
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Jesús vino, no a abolir la ley, sino a cumplirla. La mayoría de las personas
sectarias no pueden armonizar esta declaración con las declaraciones en Efesios
2:14-17; 2 Cor. 3:11-16 y Heb. 8:8-13 que discuten la abrogración de la ley Mosaica.
Recurren a ideas no bíblicas tales como esta: “Jesús abolió la ley ceremonial pero
no la ley moral”. No hay tal distinción entre ley moral y ceremonial reconocida
en el Antiguo Testamento. Aquellos que recurren a tales ideas no comprenden la
enseñanza de Jesús con respecto a la Antigua Ley.
Jesús reconoció que el Antiguo Testamento tenía fuerza obligatoria “hasta que
todo se haya cumplido” (Mat. 5:18). Cuando todas las cosas fueran cumplidas,
entonces el Antiguo Testamento no continuaría teniendo autoridad obligatoria
sobre los judíos.
Entonces, ¿qué significa hasta “que todo se haya cumplido”? Este es simplemente otro caso donde un (“todo”) universal es usado, pero que el contexto inmediato en unos casos, y el contexto remoto en otros, muestra que no es realmente
universal sino limitado. Algunos ejemplos son:
(a) El Salmo 91 dijo que Dios “te guardara en todos tus caminos” (Sal. 91:1112). Jesús demostró que el diablo estaba equivocado al pensar que esto
era absolutamente universal. No incluyó los caminos presuntuosos. Este
estaba limitado no en el contexto inmediato del Salmo 91:11-12 sino por
un pasaje de Deuteronomio 6:16 que decía, “No tentaréis a Jehová vuestro
Dios” (Mat. 4:7).
(b) “11Respondiendo Jesús, les dijo: A la verdad, Elías viene primero, y restaurará todas las cosas. 12Mas os digo que Elías ya vino, y no le conocieron, sino
que hicieron con él todo lo que quisieron; así también el Hijo del Hombre
padecerá de ellos. 13Entonces los discípulos comprendieron que les había
hablado de Juan el Bautista” (Mat. 17:11-13; 11:13-14). Elías tipíficaba a
Juan el Bautista (Luc. 1:17). No restauró todas las cosas a la condición del
huerto del Edén. “Todas las cosas” debe significar todas aquellas cosas
que eran necesarias para preparar el camino para el Mesías, lo cual es lo
que hizo Juan el Bautista.
(c) Cristo literalmente no “atrajo a todos” a El mismo a través de la cruz, sino
que es por medio de la cruz que todos son atraídos (Jn. 12:32-33).
(d) “... todo os lo hará saber Tíquico, hermano amado y fiel ministro en el
Señor” (Efe. 6:21). ¿Les reveló el significado del 666 en Apocalipsis?
¿Les dijo del día cuando Cristo volverá, lo cual ningún hombre sabe (cfr.
Mr. 13:32)? “Todo” era limitado, y el contexto indica que tenía que ver
con los asuntos acerca de Pablo que ellos necesitaban saber. (Obviamente
no les dijo de todo pensamiento que Pablo tuvo en algún momento, etc.).
“El cual envié a vosotros para esto mismo, para que sepáis lo tocante a
nosotros, y que consuele vuestros corazones” (Efe. 6:22).
(e) “¿No dijo Joel, ‘Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne,’ queriendo
decir todos los hombres y mujeres de la tierra?” El profeta dijo, ”Derramaré
de mi espíritu sobre toda carne”. ¿Cuál es el significado de “toda carne”?
En primer lugar, “toda carne” no podrá literalmente significar toda carne.
Pablo, por el Espíritu Santo, dice, “No toda carne es la misma carne, sino
que una carne es la de los hombres, otra carne la de las bestias, otra la de
los peces, y otra la de las aves” (1 Cor. 15:39). Ciertamente, estaremos de
acuerdo en que el bautismo del Espíritu Santo no fue prometido a los animales. Pero, alguien sugiere, “toda carne” significa toda “carne humana”.
Esto no está mejor, porque “toda carne humana” incluiría a los borrachos,
los fornicarios, los reprobados y todos los pecadores. Ciertamente, ningún
estudiante de la Biblia defenderá la teoría de que todos los seres humanos
van a recibir el bautismo del Espíritu Santo. Entonces la declaración, “toda
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Anotaciones
carne”, debe tener una aplicación definida, su significado siendo ese de
todas las razas, tanto Judíos como Gentiles.
Cuando Joel hizo la profecía, los Judíos y los Gentiles eran pueblos
separados. Los Gentiles estaban separados del pacto de la promesa. Pablo
escribió, “Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles
en cuanto a la carne, erais llamados incircuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne. En aquel tiempo estabais sin Cristo,
alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa,
sin esperanza y sin Dios en el mundo” (Efe. 2:11-12).
Aun la Antigua Ley, que iba a ser abolida, era una barrera entre el Judío
y el Gentil: “Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno,
derribando la pared intermedia de separación, aboliendo en su carne las
enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para
crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, y
mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando
en ella las enemistades. Y vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca; porque por medio de
él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre”
(Efe. 2:14-18). También lea Col. 2:13-15.
NO TODOS LOS JUDIOS Y GENTILES. No debemos concluir, sin
embargo, que “toda carne” significa todos los Judíos y Gentiles. Como
ya se señaló, eso incluiría a todos los pecadores. No puede haber sino una
respuesta; que es, la promesa fue dada a los representantes de ambos, de
los Judíos y los Gentiles.
La promesa del bautismo del Espíritu Santo fue limitada por Cristo, el
administrador; limitada a “toda carne”, a los representantes de ambos, de
los Judíos y los Gentiles.
La medida bautismal del Espíritu Santo fue administrada a los Judíos,
como se discute desde el segundo capítulo de Hechos, en el día de Pentecostés, mientras los especiales dones milagrosos del Espíritu Santo fueron
administrados a los Gentiles en la casa de Cornelio (Hechos 10:44-47). Por
tanto, “toda carne” ha recibido la administración milagrosa del Espíritu
Santo.
A la luz del contexto de Mateo 5:18, como también del contexto remoto, Jesús
hacía referencia al cumplimiento de todas las cosas que vino a hacer en Su ministerio personal para hacer posible la venida de Su reino y la abolición de la ley. El
dijo que estaba hablando con referencia a lo que vino a hacer durante Su ministerio
personal. ¿Dónde dijo esto? “No penséis que he venido para abrogar la ley o
los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir” (Mat. 5:17). Estaba
hablando de Su venida a la tierra y del propósito para el cual vino. Hizo todo lo que
vino a hacer. Lo hizo todo. Cumplió con todo. Hizo posible la venida del reino
y la abolición de la ley. En la cruz había hecho todo lo que vino a hacer, porque
dijo, “Consumado es” (Jn. 4:34; 5:36; 17:4; 19:30). Había llevado a cabo todo lo
que vino a hacer en Su ministerio personal. Sin embargo, aun no había aparecido
en el cielo y hecho la purificación por nuestros pecados, no se había sentado a
la diestra de Dios. Hizo esto después de Su ascensión (Heb. 1:3,13; 10:12-13).
El mundo fue informado de esto en Pentecostés (Hch. 2:30-36). Todas las cosas
que fueron necesarias para la abolición de la ley y la venida del reino habían sido
llevadas a cabo en la etapa de la promesa, la profecía y los tipos (desde la etapa de
lo no cumplido hasta lo cumplido), y la ley y los profetas pasaron y se dio inicio al
nuevo pacto. Ni una sola cosa que profetizaba de El, falló, ni una jota ni una tílde,
que vino a cumplir en Su ministerio personal. Todo fue cumplido. Por tanto, no
solo algo sino toda la ley y los profetas pasaron, porque habían sido cumplidos.
No pasaron una jota o tilde por momentos, sino que todo pasó cuando Cristo hizo
lo que vino a hacer y apareció en el cielo para hacer la purificación por nuestros
pecados (Heb. 1:3,13).
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¿Todo se ha cumplido? Si, este fue el propósito expreso de Jesús hacia la ley
(Mat. 5:17). La ley, incluyendo los Diez Mandamientos, habiendo cumplido su
propósito por medio de traernos a Cristo, ha sido abrogada como ley por Su muerte
en la Cruz (Gál. 3:19-25; Col. 2:14-17). No sacrifique su libertad en Cristo por
medio de retornar a la esclavitud de la ley.
“Consumado es” (Jn. 19:30)
El texto de Juan 19:30 dice: “Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo:
Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu”.
En su comentario del evangelio de Juan, dice el hermano Wayne Partain:
La expresión consumado es traduce la palabra tetelestai que significa
“llevado a su fin completo y perfecto”. El propósito divino de su venida
al mundo fue perfecta y completamente llevado a cabo. Esto es de mucho
consuelo para todo el mundo, porque la muerte de Cristo pagó el precio de
nuestra redención (Hch. 20:28; Efes. 5:25-27; 1 Ped. 1:18, 19).
Al morir en la cruz Cristo destruyó “al que tenía el imperio de la muerte,
esto es, al diablo” para “librar a todos los que por el temor de la muerte
estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre” (Heb. 2:14, 15). “Ahora
es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado
fuera” (12:32).
Dios dijo a la serpiente (Gén. 3:15), que la simiente de la mujer “te herirá
en la cabeza”. Esta promesa fue cumplida cuando Jesús dijo, Consumado es.
[Notas Sobre el Evangelio de Juan, por Wayne Partain, Pág. 164].
Habiendo recibido el vinagre Jesús dijo, “Consumado es”. Como Jesús lo vio,
toda la obra de redención (la obediencia activa y pasiva, el cumplimiento de la
ley y llevando su maldición) había sido llevada a su término. Si alguien objetara
diciendo que la sepultura aun no había ocurrido y que esto también (como también
el reposo en la tumba hasta el momento de la resurrección) era parte de la humillación de Cristo, la respuesta sería muy sencilla: en la mente de Cristo al sepultura
era tan segura que puede hablar como si eso también ya hubiera ocurrido. Véase
también en esta conexión, Jn. 17:4 y Jn. 17:11.
Hacer la voluntad de su Padre había sido su deleite principal (cfr. Jn. 4:34; 5:30;
6:38; 8:50). Había llevado a cabo la misión que el Padre le había asignado. Había
llevado esta tarea a su predestinado objetivo. Lo había cumplido y terminado
(cfr. Jn. 4:34; 17:4). Históricamente hablando, aun no había sufrido la cruz, pero
tenía el derecho a hablar como si este sufrimiento ya hubiera sido padecido, así
de seguro estaba que lo padecería.
Nuestro Señor declaró en Jn. 4:34 – “Mi comida es que haga la voluntad del
que me envió, y que acabe su obra”, es decir, que lleve esta obra a su objetivo
predestinado; cumplir y terminarlo. En la noche de la última cena, pocas horas
antes de Su muerte en la cruz, Jesús, usando un participio del mismo verbo, dijo,
“Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese”
(Jn. 17:4). Un verbo que en último término se derivó de la misma raíz usada en
Jn. 19:28,30, hablado cuando Jesús inclinó su cabeza y entregó su espíritu: telestai, eso es., “Consumado es” o como lo vierten otras versiones – “todo se ha
cumplido” (cfr. BAD; NBJ; BL95; BLS; BNP; LPD; NVI; PDT; SA; T. Amat).
Dice el diccionario griego con respecto al término “consumado”:
Anotaciones
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Anotaciones
“ (televw, 5025), acabar, llevar a su fin (, fin). Significa con frecuencia no meramente acabar una cosa, sino llevarla a su plenitud. Se traduce
con el verbo consumar en Jn 19.28, donde se halla en el original en tiempo
presente, lo mismo que en el v. 30: ‘Consumado es’”.
Vine, W.E., Vine Diccionario Expositivo de Palabras del Antiguo y del Nuevo
Testamento Exhaustivo, Vol. 1, pág. 313, (Nashville: Editorial Caribe) 2000,
c1999.
La obra que Dios le encomendó a su Hijo para llevar a cabo (Jn. 17:4(, y como
El mismo lo expresó en Mat. 5:18 – “... ni una jota ni una tilde pasará de la ley,
hasta que todo se haya cumplido”, habiendo cumplido todo, hizo que la ley pasara
y ya no estamos bajo ella, pues El mismo confirmó el cumplimiento de ella (cfr.
Jn. 19:28,30).
¿Cómo cumplió Cristo la ley y los profetas? Más de una cosa estaba involucrada.
La Promesa, Las Profecías, y los Tipos
Primero, Cristo cumplió las predicciones que pertenecían a Su manifestación
y obra en la tierra (Luc. 24:25-27, 44-47; Isa. 53; Hch. 8:32-35).
Segundo, Cristo cumplió los tipos que eran necesarios que El cumpliera para
quitar el antiguo pacto y traer el nuevo (Col. 2:17; Heb. 9:9,23,24; 10:1-20). No
regresamos a la sombra (Col. 2:16-17), sino que adoramos en Espíritu y en verdad
(Jn. 4:20-24; Heb. 9:9-10; 10:1,3,4,10,14,17,18,19,20).
Tercero, Cristo cumplió la promesa (Gén. 22:17,18; Gál. 3:8,17,18,19,2325,26-29).
Jesús Cumplió la Ley
Jesús vino a cumplir la ley. Varias veces los escritores inspirados designaron
que algo le había sucedido a Jesús de manera que la ley pudiera ser cumplida (Mat.
26:56; cfr. Luc. 24:44; Hch. 13:29; Rom. 10:4). Aquí están algunas de las formas
en que Jesús cumplió la ley:
1. Cumplió las profecías del Antiguo Testamento (Luc. 24:44). Nació de una
virgen (Isa. 7:14), en Belén (Miq. 5:2); era Dios con nosotros (Isa. 9:6). Obró
milagros (Isa. 35). Sufrió vicariamente para que nuestros pecados pudieran ser
perdonados (Isa. 53). Estableció Su reino en los días de los reyes romanos (Dan.
2:44). Ciertamente, Jesús cumplió
Sacrificios del Antiguo Testamento Sacrificios del Nuevo Testamento las profecías del Antiguo Testamento, de manera que cuando murió en
HOLOCAUSTOS
JESUS NUESTRA EXPIACION
la cruz pudo decir, “Consumado
a. Macho sin defecto (Lev. 1:3).
a. Sin mancha (Heb. 4:15).
es” (Jn. 19:28-30).
b. Ofrecido continuamente (Ex.
b. Ofrecido de una vez por todas
29:38-39).
c. Para expiación (Lev. 1:4).
LIBACIONES (Oblación)
a. Lev. 2: una ofrenda a Dios en
reconocimiento agradecido
de que todo se lo debe a Dios.
OFRENDAS DE PAZ
a. Propósito: indica un derecho
de relación con Dios; expresa
comunión y agradecimiento
(Lev. 7:12).
(Heb. 9:28; 10:9-11).
c. Para hacer la expiación (Heb.
9:12).
JESUS NUESTRO PAN DE VIDA
a. Jesús nuestro pan de vida (Jn.
6:35).
b. Sin él no podemos hacer nada
(Jn. 15:5).
JESUS ES NUESTRA PAZ
a. Jesús es nuestra paz (Efe.
2:14).
b. Entramos en comunión con
Dios a través de El (1 Jn. 1:3).
2. Cumplió todo lo que estaba
tipificado por los sacrificios del
Antiguo Testamento. Los sacrificios del Antiguo Testamento
prefiguraron el sacrificio de Cristo
en la cruz. (Para un desarrollo más
extenso de este tema, véase “Nuestro Un Sacrificio”, en el libro de
Sermones y Artículos Sobre Jesús
de Nazaret, por Jerry Fite). Véase
el diagrama a la izquierda:
Efectivamente, Jesús cumplió
9
todo lo que estaba prefigurado por los sacrificios del Antiguo Testamento.
Anotaciones
3. Jesús cumplió todo lo que estaba tipificado por el tabernáculo de adoración.
La adoración del Antiguo Testamento en el tabernáculo fue revelada divinamente
por Dios para prefigurar el verdadero tabernáculo del cual era tipo (Heb. 8:2).
El tabernáculo estaba dividido en dos partes: el lugar santo y el lugar santísimo.
(Véase el diagrama a continuación).
Altar
Lugar
del
Santísimo Incienso
Mesa del Pan de
la Proposición
Lugar Santo
Arca
del
Pacto
Fuente de
Bronce
Candelabro
El pueblo no podía entrar en ninguno de ellos; solamente podían acercarse al
altar de los holocaustos. El sacerdote podía entrar al lugar santo todos los días
para mantener encendido el incienso. Una vez al año, el sumo sacerdote entraba
al lugar santísimo para hacer expiación por el pecado.
6
Y así dispuestas estas cosas, en la primera parte del tabernáculo entran los sacerdotes continuamente para cumplir los oficios del culto; 7pero en la segunda parte,
sólo el sumo sacerdote una vez al año, no sin sangre, la cual ofrece por sí mismo y
por los pecados de ignorancia del pueblo; 8dando el Espíritu Santo a entender con
esto que aún no se había manifestado el camino al Lugar Santísimo, entre tanto
que la primera parte del tabernáculo estuviese en pie. 9Lo cual es símbolo para el
tiempo presente, según el cual se presentan ofrendas y sacrificios que no pueden
hacer perfecto, en cuanto a la conciencia, al que practica ese culto, ... 23Fue, pues,
necesario que las figuras de las cosas celestiales fuesen purificadas así; pero las
cosas celestiales mismas, con mejores sacrificios que estos. 24Porque no entró Cristo
en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para
presentarse ahora por nosotros ante Dios (Heb. 9:6-9, 23-24).
Por cierto, Cristo cumplió eso que estaba tipificado por el tabernáculo de adoración.
4. Cristo cumplió los preceptos del Antiguo Testamento por medio de Su propia
obediencia perfecta. Las Escrituras enseñan la pureza de Jesús (Heb. 4:15; 1 Ped.
2:20-22). Demostró en su vida la justicia que la ley requería.
Consecuentemente, podemos ver que Jesús no vino a destruir la ley en absoluto.
Vino a cumplirla, por medio de hacerlo así, confirmó la ley como siendo de Dios
(Rom. 3:31). Jesús era para la ley lo que un matrimonio es para un compromiso, una flor para un retoño, y lo que una pintura terminada es para una silueta.
Cuando un compromiso termina en matrimonio, un retoño produce una flor, y una
silueta es terminada en una pintura, el compromiso, el retoño, y la silueta no son
destruidos; llevan a cabo su deseado propósito y son dejados atrás para que esa
forma completa pueda existir. De manera similar, Cristo “es el fin de la ley, para
justicia a todo aquel que cree” (Rom. 10:4).
Altar de los
Holocaustos
10
La Ley Cumplida Fue Abrogada
Anotaciones
Una vez que la ley fue cumplida, fue reemplazada por la ley de Cristo. La ley
del Antiguo Testamento dada por Moisés “pereció” (2 Cor. 3:11). Jesús “abolió
en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas
...” (Efe. 2:15). El anuló “el acta de los decretos que había contra nosotros, que
nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz” (Col. 2:14),
liberándonos de esta manera de la obligación de guardar el día de reposo o los
otros días santos del Antiguo Testamento y reconocer la distinción entre alimentos puros e inmundos (Col. 2:17). En cumplimiento de la profecía de Jeremías
(31:31-34), Jesús quitó del camino al antiguo pacto para que pudiera establecer
el nuevo pacto (Heb. 8:8-13).
1. El sacerdocio: Del sacerdocio levítico al sacerdocio de Cristo.
2. El sacrificio: De los sacrificios animales al cuerpo de Cristo.
3. El día de adoración: Del día de reposo al primer día de la semana.
4. El lugar de adoración: Del templo a cualquier lugar.
5. Los artículos de adoración: De los artículos de la adoración en el templo a
aquellos del N.T. (Hch. 2:42).
6. Las ordenanzas: De las ordenanzas del A.T. a las ordenanzas del N.T. (Hch.
2:42 – la doctrina de los apóstoles; Hch. 15:23-29).
Puesto que el antiguo pacto ha sido removido, vemos estas cosas que han
cambiado:
A causa de este cambio de ley, lo que era obligatorio en el Antiguo Testamento
no continúa siendo obligatorio hoy día sobre los Cristianos. Lo que sea enseñado
y practicado debe estar autorizado por el Nuevo Testamento. Aquellos que buscan
autoridad del Antiguo Testamento para un sacerdocio separado, quemar velas e
incienso, grupos corales, instrumentos mecánicos de música, etc. yerran de las
Escrituras y caen de la gracia (Gál. 5:4).
Conclusión
Efectivamente, Jesús cumplió la ley. Habiéndola cumplido, hizo posible para
nosotros la justificación, no a través de la sangre de toros y machos cabríos, sino a
través de Su propia sangre. Nos colocamos delante de Dios con temor reverencial
de Su maravillosa obra de redención, concebida en la mente de Dios, prefigurada en
el Antiguo Testamento, y llevada a cabo en Jesucristo. ¡Gloria a Dios en las alturas!
2011
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