Tara, estrella silvestre de la sierra peruana

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Tara, estrella silvestre de la sierra peruana
La tara (Caesalpinia spinosa) es un árbol de la biodiversidad andina con un inmenso potencial
económico, social y ambiental. A partir de esta leguminosa se pueden obtener gomas
(hidrocoloides), ácido gálico y taninos para múltiples industrias, muchas de ellas de alta
tecnología y creciente demanda. La tara es un insumo industrial que sirve para mejorar una
infinidad de procesos y otorga características superiores a muchos productos.
Este portentoso símbolo de la riqueza natural de la sierra peruana está creando dinámicas
productivas muy importantes. Cajamarca es una de las mayores regiones productoras de tara
en el país. Allí existen aproximadamente veinte mil agricultores que se dedican a esta actividad
clave para los ingresos de sus familias. El volumen de producción de tara en la citada región
representa más de la mitad de la exportación nacional, que ascendió en 2009 a cerca de US$
26 millones luego del nivel récord de US$ 41,3 millones alcanzado en 2008. En seguida se
presentan algunas ideas acerca de esta promisoria actividad productiva.
1.- Lideresa andina. La tara lidera las agroexportaciones de productos de origen andino. El
movimiento económico que genera supera al de los demás productos de exportación que se
cultivan en la sierra, incluyendo la cochinilla.
2.- Agregación de valor. La tara se exporta con valor agregado como polvo y goma. La
elaboración del primer derivado requiere una menor inversión en equipos y tecnologías que la
goma, que exige mucha mayor tecnología y más capacidades de investigación, desarrollo e
innovación.
3.- Insumo industrial. Más allá del consumo ancestral para usos medicinales, la tara en su
estado natural no tiene clientes directos en los mercados de consumo sino que es adquirida
para comercializarla como insumo por empresas que la procesan. Eso le confiere a su
comercialización características muy particulares pues estas industrias determinan
especificaciones muy precisas.
4.- Exigente en conocimiento. Aunque todavía su uso está centrado principalmente en la
industria de curtiembre, la tara tiene pendientes grandes retos tecnológicos y de investigación
así como para el desarrollo de productos. Así por ejemplo, tiene aplicaciones como
emulsionante y espesante (industria de alimentos), como insumo farmacéutico (trimetoprín
para antibióticos) o como agente clarificador (industrias textil y química). Eso alienta a los
productores organizados a relacionarse con el mundo de la ciencia y la innovación para
producir la calidad y concentración de principios activos más cotizadas en los mercados.
5.- Aliciente para la asociatividad. La organización de los productores de tara constituye la
mejor vía para conseguir mejores precios así como para promover su aprovechamiento
integral. El PDRS –a través del Proyecto Perúbiodiverso- apoya este proceso buscando que las
organizaciones de productores se fortalezcan y adquieran las capacidades de gestión que les
permitan invertir en un futuro cercano en sus propias plantas de procesamiento.
6.- Cotizada por inversión extranjera. Diversas empresas extranjeras se han establecido en el
Perú para acopiar, procesar y exportar derivados de tara. Esto permite que esas empresas
compartan con sus proveedores peruanos parte de la rentabilidad que obtienen en la venta de
los derivados en el exterior y, de paso, inviertan en tecnología y accedan a nuevos mercados.
7.- Competitividad externa. Para la elaboración de insumos industriales existen empresas
compradoras especializadas en mezclas, que buscan conseguir una combinación de calidad
promedio, con determinado perfil y homogeneidad. Por ejemplo, un ‘blender’ mezcla taninos
procedentes de Argentina, Brasil, China e India. Sin embargo, esas mezclas no identifican el
origen de sus ingredientes y su porcentaje constituye propiedad intelectual de la empresa
mezcladora. Así los ‘blend’ de taninos son ofrecidos a las empresas compradoras sin precisar el
origen del tanino de la tara del Perú.
8.- Amenazas y limitaciones. Existen factores que pueden afectar negativamente el futuro de
la tara. En primer lugar, la dependencia a las curtiembres y aplicaciones de bajo valor agregado
para las que se comercializa hoy en día la tara. Por otro lado, su condición silvestre que le resta
posibilidades de crecimiento a la oferta de sus derivados y le impide tentar la atención a otros
mercados. Además, existe todavía mucho por investigar sobre el cultivo y las prácticas
agrícolas idóneas para lograr altos contenidos de taninos de calidad y sobre las tecnologías
para poscosecha y procesamiento.
9.- Biodiversidad y sostenibilidad. Las tecnologías de curtido que actualmente se utilizan
masivamente en el mundo incluyen mucho cromo, un metal altamente contaminante. De
incrementarse el uso de la tara se ayudaría significativamente a la sostenibilidad ambiental de
miles de plantas de las industrias de cuero y calzado a nivel global.
10.- Siglos con el medio ambiente. A diferencia de algunos de sus sucedáneos, como el
quebracho y el castaño, que deben destruirse para permitir su procesamiento, la tara es un
fruto, por lo que su consumo deja a salvo el árbol para más adelante seguir cosechándolo.
Entonces, cuidando el árbol, éste pueda perdurar varios siglos. Así como se lee, siglos.
El Proyecto Perúbiodiverso, la tara en Cajamarca y algunos logros
El Proyecto Perúbiodiverso (PBD) es una alianza estratégica entre la cooperación alemana (GIZ)
y la Secretaría de Estado de Economía de Suiza (SECO), que tiene como contraparte nacional al
Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, y como socios a Promperú, el Ministerio del
Ambiente y Concytec. El Programa Desarrollo Rural Sostenible – PDRS es la unidad ejecutora
del proyecto.
El PBD inició su trabajo con la cadena de la tara en Cajamarca en 2007, y desde entonces
trabaja estrechamente con el Gobierno Regional Cajamarca, contraparte regional que impulsa
el Proyecto Regional Tara, a través del cual se desarrollan acciones de fortalecimiento de las
capacidades productivas y se involucra a los gobiernos locales en el desarrollo de la cadena.
Como resultado de este trabajo conjunto se han detectado los “cuellos de botella” que
trababan la competitividad de la cadena y se han generado alianzas por un monto de S/. 3,1
millones para que los prestadores de servicios locales brinden asistencia técnica a los
pequeños productores para mejorar su competitividad. Además, se ha apoyado la
conformación de la Mesa Técnica de la Tara, y se ha integrado a instituciones públicas y
privadas con los productores organizados en el Consejo Regional de la Tara, un espacio de
discusión, reflexión, propuesta e incidencia, que luego ha sido replicado en ocho regiones
productoras del país. Más recientemente se ha constituido el Consejo Nacional de la Tara,
integrado por los consejos regionales de las zonas productoras, que ha impulsado foros
nacionales para el desarrollo de normas técnicas y de calidad en la cadena.
El PBD también ha fomentado nuevas capacidades para el manejo técnico productivo a través
de la asistencia técnica a 1500 agricultores en Cajamarca que aumentaron su producción en
50%. Además, ha brindado un aporte para superar las limitaciones de la articulación
inequitativa a los mercados por parte de los pequeños productores de tara, mejorando la
distribución de los beneficios, en especial en el canal productor-acopiador-exportador. Para
lograrlo, se vincularon cinco asociaciones con empresas exportadoras mejorando precios y
rentabilidad. Los resultados muestran un importante avance de la Asociación de Productores
de Tara de la provincia de San Marcos entre 2008 y 2009, con volúmenes de negocio que
pasaron de 540 a 1240 ton, y se estima que el 2010 se superará la cifra del año precedente. Las
mejoras mencionadas se reflejaron en un aumento del 7 al 15% en el precio de la tara en
chacra, y en promedio se obtuvo una mejora del precio del 9% en las 2000 ton que se
comercializan por año en San Marcos.
Desde una perspectiva del impacto social de la tara, son veinte mil las familias en la región
Cajamarca involucradas en la cadena, que movilizaron 8925 ton (2009) y generaron
adicionalmente 718 puestos permanentes más allá de las fincas y más de 50 puestos en tareas
de acopio y logística en la zona de producción. En términos de servicios, se calcula que se
realizan cerca de 400 viajes de tráiler entre San Marcos y Lima. Además, las cinco asociaciones
de productores apoyadas por PBD en San Marcos involucran a alrededor de mil agricultores.
Como se aprecia, la tara es uno de los productos que mejor sintetiza hoy la riqueza vegetal del
Perú, a la vez que es un símbolo de cómo la biodiversidad puede ser fuente de prosperidad
para miles de familias de agricultores.
Luis Ginocchio Balcázar
Asesor Técnico
Componente Desarrollo Económico Rural
PDRS-GIZ
luis.ginocchio@giz.de
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