39 LATERCERA Martes 5 de julio de 2016 Ñuke Sociedad Cultura Entre el 7 y 24 de julio. Plaza de la Cultura frente a la Estación Mapocho (Metro Puente Cal y Canto). De Ju. a sá. 20.30 h, do. 19 h. General $ 5.000, est. y 3a edad $ 2.000, y do. popular $ 2.000. Ñuke, el drama de una madre y su hijo en medio del conflicto mapuche R Ficción y teatro documental se funden en el montaje dirigido por Paula González que debuta el jueves. R El texto de David Arancibia se presentará dentro de una ruca, frente a la Estación Mapocho. RR La puesta en escena de Ñuke, al interior de una ruca de 8 x 13 mts. FOTO: ARCHIVO Pedro Bahamondes Ch. “Noche silenciosa. Nadie camina. Los espíritus de la noche se esconden entre medio de las sombras. En medio del monte late un corazón. Un lejano kultrung rompe la calma. Su canto de pronto se confunde con los bramidos de los truenos. Las estrellas lloran. De sus lágrimas brotan las aguas. De las aguas brota la lluvia, y de la lluvia estalla una tormenta”. La silueta de un niño se asoma curiosa por la ventana de una ruca. A pocos metros, Carmen, su madre, permanece sentada a la mesa, bebiendo los últimos sorbos de mate. Todos duermen. “No llora, no ríe, solo espera”, anota el dramaturgo chileno David Arancibia (1984) en Ñuke, la obra que escribió en los talleres del Royal Court Theatre, entre 2012 y 2013. Este jueves, a casi tres años, su texto debutará bajo la dirección de Paula González, y protagonizado por Viviana Herrera, Claudio Riveros, Elsa Quinchaleo, Francisca Maldonado, Karime Letnic, Fabian Kurinaw y Jesús Jorquera Aguilera. Hace algunos días, una ruca hecha de colihues, roble y totora, de 8 x 13 metros y con capacidad para casi 50 espectadores, apareció en el frontis de la Estación Mapocho, en la Plaza de la Cultura que alguna vez fue la Estación de Trenes. “Allí sucederá todo. Antes los mapuches levantaban sus rucas, y luego los españoles las tumbaban. Pusimos esta aquí, en el centro de la ciudad, como una reivindicación”, afirma González, reconocida por poner en escena los testimonios recogidos en sus investigaciones. Lo hizo en La Victoria, cuando se adentró en una de las poblaciones emblemáticas de Santiago; también en Bello Futuro, sobre las mujeres que tomaron los talleres de Cema Chile. Finalmente, en Ñi Pu Tremen (2009), Territorio Descuajado. Testimonio de un país mestizo (2011) y Galvarino (2012), cuando su historia familiar, descendiente de mapuches, la hizo retornar a las comunidades en zona de conflicto. Ñuke, el proyecto del que se hizo cargo hace dos años, ya contaba con el texto de Arancibia, inspirado en la desaparición de un niño en una escena de Terror y miseria del Tercer Reich, de Bertolt Brecht. “Es una metáfora de la violación a los derechos humanos en cualquier lugar, país o cultura, y cómo puede afectar a los niños”, declaró su autor. González, sin embargo, necesitaba involucrarse en el proceso: “El texto ya recogía crónicas de violencia recientes, como la de José Huenante“, cuenta, el primer mapuche desaparecido en democracia tras ser detenido por un radiopatrullas de Carabineros en Puerto Montt el 3 de septiembre de 2005. Tenía 16 años. “Queríamos que el montaje siguiera la línea de lo que veníamos haciendo, un teatro documental que expone problemáticas sociales y políticas como ésta”, opina la directora. Tras adjudicarse casi $ 33 millones del Fondart el año pasado, González recorrió junto a su elenco la comunidad de Lencalboldo, en Cañete. “Había varias Carmen (la protagonista) en cada una de las mujeres mapuches que conocimos, y eso le dio otra fuerza al texto. Más que mostrar, había que revelar varias historias familiares que siguen ocurriendo, porque el conflicto aún no termina”, agrega. Suenan un chelo y un violín. En su ruca, Carmen vivirá una de las noches más largas de su vida: mientras piensa en Pascual, de 19 años, el mayor de sus hijos que aún está preso en La Araucanía, su Niño, el menor, se hará humo entre la balacera. González remata: “Ñuke significa ‘madre’ en mapudungún, pues esta es la historia de una mujer que ante todo, incluso ante el conflicto que divide a su pueblo, debe hacerse cargo de su pequeño hijo que se le ha perdido de vista en mitad de la noche”. b