arbitraje y abordaje sistémico de los conflictos en las sociedades

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ARBITRAJE Y ABORDAJE SISTÉMICO DE LOS CONFLICTOS EN LAS
SOCIEDADES – RESOLUCIONES IGJ 4/2001 - 5/2005 - 10/2005
AREA VIII – Actuación Judicial: Concursos y otras. Mediación. Sociedades
TEMA 3 – SOCIEDADES
20 CONGRESO DE PROFESIONALES EN CIENCIAS ECONOMICAS – SALTA –
29, 30 y 31 de OCTUBRE de 2014
SUMARIO
1. EL CONFLICTO INTRASOCIETARIO
2. EL
ARBITRAJE
EN
LA
RESOLUCION
DE
CONFLICTOS
INTRASOCIETARIOS: VENTAJAS
2.1. Conflictos durante la vida – el árbitro permanente – buena fe
2.2. Conflictos durante la liquidación – unidad de jurisdicción
3. LAS RESOLUCIONES 4/2001 – 7/2005 y 10/2005 de la IGJ
4. PROPUESTA
SÍNTESIS
El arbitraje es un método heterocompositivo de resolución de conflictos pero, de todos
modos, actúa como regulador de las relaciones e impide la profundización de las distintas
crisis que se suceden durante la vida de las empresas y, aún, en su etapa de disolución. La
inclusión de cláusulas arbitrales presupone la buena fe de las partes para resolver sus
controversias y permite el abordaje sistémico del conflicto que, de otro modo, quedaría
atomizado en múltiples jurisdicciones legales. Las resoluciones de la IGJ 4/2001 – 7/2005 y
10/2005 propician que los estatutos societarios incluyan cláusulas arbitrales compromisorias
a esos fines.
1. EL CONFLICTO INTRASOCIETARIO
El conflicto es inherente a la vida humana.
La capacidad de procesar y resolver los
conflictos son diferentes en todas las personas. También es cierto que algunas personas
tienen capacidad para generar y agravar los conflictos. Gente que se ofende con demasiada
facilidad, que presupone “lo que le quisieron decir”; otros que tienen inmensa paciencia…,
y tanto cuidado con la susceptibilidad ajena que deciden limitarse en la claridad de sus
peticiones y opiniones. Y, por supuesto, todos estos conflictos internos pueden agigantarse
cuando se trata de empresas familiares. En este contexto, y con todo tipo de personas y
“personajes”, deben convivir la mayoría de las organizaciones societarias.
La capacidad de procesar y resolver los conflictos internos dará a la empresa una fortaleza
adicional para enfrentar los desafíos que se imponen desde el ámbito en el que deben
desarrollar sus actividades.
Dentro de los conflictos intrasocietarios están aquellos que surgen durante el desarrollo de la
vida de la sociedad, y aquellos que se precipitan de modo crítico y desembocan en una
disolución o liquidación.
2. EL
ARBITRAJE
EN
LA
RESOLUCIÓN
DE
CONFLICTOS
INTRASOCIETARIOS: VENTAJAS
El arbitraje es un método heterocompositivo de resolución de conflictos, en el que un tercero
neutral (árbitro) dicta una resolución que resulta vinculante para las partes. Este tercero
neutral no necesariamente debe ser un juez o un abogado, sino cualquier persona de
confianza de las partes y que tenga una especialidad tal que le resulte sencillo comprender la
naturaleza del conflicto. De éste modo, el conflicto se resolverá en forma más simple y
flexible, podría resolverse dentro del ámbito de la misma empresa, y requerir menos cantidad
de recursos para su atención (medidos en tiempo y esfuerzo, con sus consecuentes
connotaciones económicas).
Existen muchas ventajas del arbitraje (celeridad, confidencialidad, lenguaje llano, laudo con
fuerza de ley, inmediatez, etc.), pero en el caso de conflictos societarios aparecen dos
grandes ventajas adicionales: La presupuesta buena fe, y la posibilidad de un abordaje
sistémico.
2.1. Conflictos durante la vida – el árbitro permanente – buena fe
Evidentemente, de las dos ventajas adicionales que resaltamos del arbitraje, la buena fe es la
que adquiere más preponderancia para la resolución de los conflictos que se vayan
sucediendo a lo largo de la vida de una sociedad, y la unidad de jurisdicción es la que tendrá
más importancia al momento de la disolución de una sociedad.
Es posible que algunos conflictos que se susciten entre los socios de una sociedad puedan ser
resueltos inmediatamente, con pocas formalidades. Para esto es importante tener en cuenta
que existe la posibilidad de la designación de un árbitro permanente. Este árbitro debe ser
una personal que goce de la confianza de las partes, y a la que se recurrirá sólo cuando sea
necesario.
También puede designarse un árbitro permanente dentro de la lista de
profesionales que se desempeñan dentro de un determinado tribunal arbitral. Lo importante
de esta figura es que, por su permanencia en el tiempo, tiene un conocimiento previo de los
actores y de la empresa, resultando mas ágil, rápida, y económica su labor.
Sin dudas, las partes tienen que tener buena fe para elegir esta forma de resolución de
conflictos. De ese modo elegirán a alguien capacitado, diligente, y que consideren imparcial.
Existe una alternativa más, y es la posibilidad de que ese árbitro permanente dicte una
resolución que no sea vinculante para las partes, pero a partir de la cual, los socios puedan
regenerar sus negociaciones.
2.2. Conflictos durante la liquidación – unidad de jurisdicción
Cuando un conflicto es resuelto mediante el arbitraje es porque las partes han prorrogado en
la jurisdicción arbitral, la que naturalmente tienen los jueces del estado.
La jurisdicción estatal está dividida en razón de la materia: laboral, civil, comercial, penal, y
en razón del territorio.
Por tal motivo sólo es competente para actuar el juez que
corresponda, independiente de la voluntad de las partes. En cambio, la jurisdicción arbitral
sólo depende de la voluntad de las partes.
Es por ello que la jurisdicción arbitral, es mucho más adecuada que la obligatoriamente
atomizada jurisdicción estatal. En esta última, es muy común que un solo conflicto esté
literalmente “partido” en varios, cuya suma de partes jamás representará al conflicto en su
integridad. Así es como una división societaria puede estar tratada en todos los fueros, en
razón de la materia… y también en más de uno, en razón del territorio. Pongamos, como
ejemplo, dos socios. Uno de ellos quiere separarse de la sociedad, y no es viable la venta de
su participación, por el motivo que sea. Supongamos que ese socio vive en una propiedad de
la sociedad, y el respaldo de esa situación es un contrato de comodato, el que, por el
conflicto entre ellos, está vencido. En tren de suponer, también supongamos que el mismo
socio está registrado como empleado, por desempeñar funciones en la empresa. El conflicto
se desata y, sin dudas, tendrá consecuencias en todos los ámbitos. El laboral, por ejemplo,
porque el socio trabajador reclamará ajustes de convenio, o la falta de pago de vacaciones
que jamás se tomó. En el civil, por el desalojo de la vivienda cuyo contrato de comodato
está vencido. En el comercial, se reclamará la división societaria. Por último, el fuero penal,
a donde puede llegarse con cualquier excusa, y poder utilizar esto como fuerte presión.
Supongamos que el juez civil ordena el desalojo. Jamás podría pensarse que resolvió el
conflicto, ni siquiera resolvió una de sus aristas, ya que el contrato vencido puede ser una
consecuencia de la falta de comunicación de las partes, y no la causa. Pero, ciertamente,
quien consigue el desalojo agenciará un punto a su favor en el derrotero de la pelea entre los
socios. Pero luego el juez laboral ordenará el pago de las vacaciones y ajustes salariales. El
juez laboral tampoco resolvió el conflicto, ni siquiera una de sus aristas, ya que al socio
trabajador jamás le habría importado no tomarse las vacaciones, sino hasta que comenzaron
los conflictos por otras razones. Pero, ciertamente, quien consigue el fallo laboral agenciará
otro punto a su favor.
Y así, la división societaria se tratará como un partido de fútbol, en el que cada parte irá
anotando goles en su favor, pero lo triste es que el que apunta más goles no gana el partido, y
tampoco resuelve el conflicto.
El arbitraje propone la ventaja de la unidad de proceso. En el mismo procedimiento pueden
atenderse todos los conflictos o, mejor dicho, un solo conflicto puede resolverse con un solo
proceso.
ESPECIALIDADES
PROFESIONALES
PROPICIAS
PARA
RESOLVER
CONFLICTOS MEDIANTE EL ARBITRAJE – SOCIEDADES - RESOLUCIÓNES
4/2001 - 7/2005 – 10/2005
Existen muchas especialidades profesionales en las que el arbitraje sería el método más
adecuado para resolver los conflictos. Podemos citar: franquicias, rendiciones de cuentas,
fideicomisos y, sin dudas, las cuestiones societarias.
La resolución 4/2001 establece que se admitirá la inclusión de cláusulas arbitrales en los
contratos de sociedades de responsabilidad limitada, en los estatutos de sociedades por
acciones y en los contratos de colaboración empresaria regulados por la ley 19.550.
Por otra parte, la resolución 7/2005, complementada por la resolución 10/2005, propone
cláusulas arbitrales modelo, indicando que, para el caso de la adopción de los modelos
propuestos, la IGJ se limitará a la verificación de la fidelidad de sus términos, a los efectos
de la registración de dichas sociedades comerciales.
Los modelos propuestos por la IGJ son los siguientes. Los mismos se han adaptado para que
la prórroga de la jurisdicción recaiga sobre el Tribunal Arbitral del Consejo Profesional de
Ciencias Económicas de la C.A.B.A:
Cláusula arbitral para estatutos de sociedades por acciones y contratos de sociedad
de responsabilidad limitada
Artículo .... – Cualquier diferencia, conflicto o controversia entre los socios,
derivada del presente contrato o su interpretación, en todos los casos deberá
intentarse solucionar por conciliación. Si la solución no fuese lograda dentro de los
treinta días corridos contados a partir de la notificación de la decisión de dar inicio
a la conciliación, debidamente comunicado a todas las partes por quien promoviese
la cuestión, la misma se resolverá en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires,
República Argentina, por arbitraje institucional, con renuncia a cualquier otra
jurisdicción que pudiera corresponder. En defecto de acuerdo en contrario de las
partes, el arbitraje será llevado a cabo por los árbitros que integren el Tribunal
Arbitral de CONSEJO PROFESIONAL DE CIENCIAS ECONOMICAS DE LA
C.A.B.A. o que, en su caso, ésta designe, todo bajo las reglas de arbitraje por ella
establecidas. La decisión será inapelable, obligatoria y hará ejecutoria,
renunciando las partes a apelar y, en general, a someter la cuestión a jurisdicción
judicial. Cuando la diferencia, conflicto o controversia se dé con la participación de
la totalidad de los socios, la resolución que se adopte será oponible a la sociedad,
sin perjuicio de los derechos de terceros, que no podrán ser afectados por la misma.
Todas las notificaciones se harán por comunicación notarial, carta documento,
telegrama, fax, e-mail o cualquier medio fehaciente que así disponga el Tribunal o
acuerden las partes. En los casos en que sea necesario promover alguna acción
judicial relacionada con el arbitraje, ésta será competencia exclusiva de los
Tribunales Ordinarios de la Capital Federal. Para todos los casos se considerarán
domicilios especiales constituidos los expresados al comienzo de este contrato
respectivamente.
Cláusula arbitral para contratos de colaboración empresaria
Artículo .... – Cualquier diferencia, conflicto o controversia entre los partícipes,
derivada del presente contrato o su interpretación, en todos los casos deberá
intentarse solucionar por conciliación. Si la solución no fuese lograda dentro de los
treinta días corridos contados a partir de la notificación de la decisión de dar inicio
a la conciliación, debidamente comunicado a todas las partes por quien promoviese
la cuestión, la misma se resolverá en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires,
República Argentina, por arbitraje institucional, con renuncia a cualquier otra
jurisdicción que pudiera corresponder. En defecto de acuerdo en contrario de las
partes, el arbitraje será llevado a cabo por los árbitros que integren el Tribunal
Arbitral de CONSEJO PROFESIONAL DE CIENCIAS ECONOMICAS DE LA
C.A.B.A. o que, en su caso, ésta designe, todo bajo las reglas de arbitraje por ella
establecidas. La decisión será inapelable, obligatoria y hará ejecutoria,
renunciando las partes a apelar y, en general, a someter la cuestión a jurisdicción
judicial. Cuando la diferencia, conflicto o controversia se dé con la participación de
la totalidad de los partícipes, la resolución que se adopte tendrá efectos respecto del
contrato, sin perjuicio de los derechos de terceros, que no podrán ser afectados por
la misma. Todas las notificaciones se harán por comunicación notarial, carta
documento, telegrama, fax, e-mail o cualquier medio fehaciente que así disponga el
Tribunal o acuerden las partes. En los casos en que sea necesario promover alguna
acción judicial relacionada con el arbitraje, ésta será competencia exclusiva de los
Tribunales Ordinarios de la Capital Federal. Para todos los casos se considerarán
domicilios especiales constituidos los expresados al comienzo de este contrato
respectivamente.
En lo personal, considero que sería muy adecuado que el mismo estatuto societario
establezca que cualquier otro contrato celebrado entre los socios, o entre cualquiera de los
socios y la sociedad, deberá replicar la cláusula arbitral pactada en el estatuto. Lo dicho, es a
los fines de poder mantener a todos los conflictos que involucren a los mismos actores, bajo
una única jurisdicción, y así propiciar un modo más adecuado para el tratamiento de las
controversias.
PROPUESTA: Nuestro Consejo Profesional de la C.A.B.A cuenta con un Tribunal Arbitral
que tiene una lista de árbitros especializados en distintos temas, incluyendo franquicias,
fideicomisos, temas bancarios, sociedades, etc.
Nuestra profesión está en excelentes
condiciones de comprender las vicisitudes de este tipo de conflictos, en especial aquellos de
origen societario, que muchas veces no encuentran un medio adecuado para su resolución en
el ámbito de la justicia estatal. Es por eso que resultaría conveniente incorporar en los
estatutos societarios una cláusula arbitral compromisoria a los efectos de que cualquier
conflicto societario sea resuelto en el ámbito de Tribunales Arbitrales que funcionen bajo la
órbita de nuestros consejos profesionales.
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