OBISPADO DE BILBAO DELEGACIÓN DE LITURGIA BILBOKO GOTZAITEGIA LITURGIARAKO ORDEZKARITZA OHARRAK / LITURGI LAGUNGARRIAK MONICIONES / SUBSIDIOS LITÚRGICOS CUARESMA 2008 (A)– GARIZUMEA Material de apoyo para los Equipos de Liturgia LITURGI TALDEENTZAKO LAGUNGARRIAK HAUTS-EGUNA 6 – Febrero MIÉRC. DE CENIZA 1. DOMEKEA 10 – Febrero DOMINGO 1º 2. DOMEKEA 17 – Febrero DOMINGO 2º 3. DOMEKEA 24 – Febrero DOMINGO 3º 4. DOMEKEA 2 – Marzo DOMINGO 4º 5. DOMEKEA 9 – Marzo DOMINGO 5º (Jornada adelantada de MISIONES DIOCESANAS) SAN JOSÉ (se adelanta al 15 – Marzo) EUCARISTÍA MATUTINA ADISKIDETZE SAKRAMENTUAREN ALKARTE OSPAKIZUNA CELEBRACIÓN COMUNITARIA DEL SACRAMENTO DE LA RECONCILIACIÓN Éste es un tiempo para convencidos. Tiempo de entrenamiento, de ejercicio y de lucha; de mochila ligera y paso rápido. Tiempo de camino y discernimiento, de conversión y compromiso, de pruebas y encuentros en el desierto, en la estepa, en el silencio. Es el tiempo de los proyectos de vida, de las decisiones y desmarques; a veces, de las transfiguraciones. Tiempo de humanidad rota y dividida que anhela el paraíso o la tierra prometida. Tiempo de tentaciones, tabores y conversiones, traspiés, heridas y cegueras, perdones, restauraciones y agua viva. ¡Todo en sólo cuarenta días! Éste es el tiempo de las personas nuevas, de las que han soltado el lastre de ídolos secretos y falsas vanidades y ya sólo anhelan misericordia y abrazos del Padre. (Florentino Ulibarri, Al viento del Espíritu) 2 MIÉRCOLES DE CENIZA 6 – Febrero – 2008 Algunas sugerencias litúrgicas... Podríamos colocar en un lugar destacado del presbiterio una significativa Cruz que centre nuestra atención en algunos momentos de la celebración. Así, también podrá ser un buen referente a lo largo de la Cuaresma y en la Celebración de la Reconciliación. A los pies de la cruz, sobre un pequeño tronco (o sobre algo distinto a una mesa), podríamos situar la ceniza que va a ser bendecida, junto con el agua bendita (acetre e hisopo) que utilizaremos en la bendición. Tanto la cruz, como la ceniza, el agua, un pequeño cirio y la Palabra de Dios, podrían ser llevados por algunos representantes de la Comunidad parroquial en procesión: con esos elementos, la comunidad cristiana se pone en camino de conversión. MONICIÓN DE ENTRADA Iniciamos hoy en comunión con toda la Iglesia el tiempo de la Cuaresma. El Señor nos propone vivir estos cuarenta días como un tiempo de gracia, de conversión, y de responsabilidad, de manera que cuando lleguemos a la Pascua, podamos experimentar con gozo una auténtica renovación de nuestra fe y de nuestras actitudes. Comenzamos este camino cuaresmal con la imposición de la ceniza sobre nuestras cabezas. Con este gesto, queremos reconocernos pequeños, pecadores, necesitados del perdón y del don de la conversión. Pero lo hacemos con esperanza, porque sabemos que el amor y el perdón de nuestro Padre-Dios es siempre mayor que nuestro pecado y nuestros fracasos. Con Él siempre podemos empezar de nuevo. PROCESIÓN Y CANTO DE ENTRADA SALUDO DEL PRESIDENTE La gracia y el amor de Jesucristo, que nos convoca al camino de la conversión cuaresmal, esté con todos vosotros. Se omite el acto penitencial, al quedar sustituido por la bendición e imposición de la ceniza que realizaremos más tarde, y se dice la Oración “colecta”. ORACIÓN COLECTA MONICIÓN A LA PALABRA DE DIOS Convertirse es volver a Dios con ánimo firme y sincero. Se trata de rasgar los corazones, no los vestidos. En este tiempo de gracia y reconciliación, el Señor nos ofrece tres pistas para la acción, que debemos interpretar y vivir adecuadamente: el ayuno, la oración y la limosna, para construir una familia humana universal. En vez de Aleluya, cantamos una aclamación a Jesucristo antes del Evangelio. 3 BENDICIÓN E IMPOSICIÓN DE LA CENIZA Después de la homilía tiene lugar el rito de la Imposición de la Ceniza. El sacerdote se acerca al lugar donde está la ceniza y el agua bendita, e invita a la oración. Con actitud humilde oremos, hermanas y hermanos, a Dios nuestro Padre, para que se digne bendecir con su gracia estas cenizas que vamos a imponer en nuestras cabezas, en señal de penitencia. Y después de un breve silencio oracional, prosigue: Oh Dios que .... (se elige una de las dos oraciones propuestas) Finalizada la oración, rocía con agua bendita las cenizas. Seguidamente, se dirige al lugar desde el que va a imponer la ceniza. Junto a él se coloca una persona con el Leccionario o Evangeliario abierto. A cada persona que se acerca le dice, mientras le impone la ceniza: “Conviértete y cree el Evangelio” ( o “Convertíos y creed el Evangelio”) La respuesta de cada persona puede consistir en tocar con su mano el libro de la Palabra de Dios, y santiguarse, como señal de que acogemos la invitación y nos ponemos en camino de conversión. ORACIÓN DE LOS FIELES En este tiempo de gracia, la ceniza nos recuerda que somos poca cosa, limitados, pecadores; por eso acudimos a ti, Padre, para que vengas en nuestra ayuda: En cada lugar se verá si conviene responder a cada petición cantando Por la Iglesia, por cada una de nuestras Comunidades. Para que evitando el conformismo o la desesperanza, busque su conversión desde la fidelidad al Evangelio y a los pobres. Roguemos al Señor. Por los pobres, por los enfermos, por las personas que sufren cualquier tipo de violencia o padecen exclusión. Para que descubramos en su dolor el grito de Dios que nos urge a construir un mundo de justicia y fraternidad. Roguemos al Señor. Seguimos pidiendo por la paz y la reconciliación en nuestro pueblo y en el mundo entero. Para que sepamos acoger, vivir y transmitir la fuerza transformadora que tiene el perdón, tal como Dios nos lo propone en su Hijo Jesucristo. Roguemos al Señor. Por todos nosotros, para que la Cuaresma sea el principio de una mayor cercanía a Jesucristo y a los hermanos. Roguemos al Señor. Señor y Padre nuestro, ten misericordia de nuestra debilidad, pues somos ceniza, y ayúdanos a caminar decididos hacia tu Reino, pues somos tus hijos. Por Jesucristo nuestro Señor. 4 DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Tras la comunión, en tono oracional, se podría recitar uno de estos textos: Señor y Padre nuestro, gracias por el regalo de la Cuaresma. No nos dejes caer en la tentación de malgastar esta nueva oportunidad que nos brindas. Infúndenos tu Espíritu, que dé alas a la imaginación y despabile nuestra inercia, para tomarnos en serio el Evangelio de tu Hijo y la renovación de nuestra comunidad. Que nuestro ayuno sea un no rotundo al consumismo y un sí de corazón a la solidaridad con los pobres. Que nuestros sacrificios sirvan de ayuda a los necesitados y de alivio a los que sufren. Que las procesiones no desfilen sólo por las calles, sino que vayan por dentro y acaben con el egoísmo, la mentira y la indiferencia. Queremos estar siempre contigo, siempre en contacto, siempre abiertos a la conversión, para escucharte en todo momento, y en todo instante decirte que cuentes con nosotros. Con tu ayuda, hoy, queremos comenzar de nuevo. +++++++++++++++ +++++++++++++++ La Cuaresma es mirar bien a Jesús, mirar su rostro, aprenderse sus rasgos de memoria hasta que sean tuyos, parte de tu historia. La Cuaresma es escuchar la Palabra poderosa, que es espada afilada, y dejar que rasgue el corazón y que lo haga nuevo el Espíritu Creador. La Cuaresma es subir hasta el Calvario, andar desde el desierto hasta la Pascua, sin mirar hacia atrás, y sin perderse, superando el esfuerzo en la esperanza. La Cuaresma es un salir al encuentro del prójimo y ponerte enseguida a su servicio, para descubrir esos rasgos que conoces y que tal vez sean los rasgos de otro Cristo. La Cuaresma es abrir toda tu casa, dejar pasar el viento que la limpia, y que entre todo el sol, iluminada, en vidriera radiante convertida. 5 I DOMINGO de CUARESMA 10 – Febrero – 2008 MONICIÓN DE ENTRADA El pasado miércoles comenzábamos con la imposición de la ceniza este período de cinco semanas que llamamos Cuaresma, y que desembocará en la celebración más importante de los cristianos: la pasión, la muerte y la resurrección de Jesús. La Pascua del Señor. Ya desde esta primera semana de Cuaresma, Dios nos invita a vivir una experiencia de desierto. El desierto es ese espacio simbólico de encuentro con nosotros mismos y con Dios, donde se experimenta la tentación, y donde hay que decidir por quién apostamos. Jesucristo hoy nos propone atrevernos a dar la misma respuesta que Él. PROCESIÓN Y CANTO DE ENTRADA SALUDO DEL PRESIDENTE La gracia y la paz de nuestro Señor Jesucristo, que nos ama y nos llama a la conversión, esté con todos vosotros. ACTO PENITENCIAL Proponemos dos fórmulas, a elegir. Al comenzar esta celebración eucarística, pidamos a Dios que nos conceda la conversión de nuestros corazones; así obtendremos la reconciliación y se acrecentará nuestra comunión con Dios y con nuestros hermanos. Pausa de silencio Señor, ten misericordia de nosotros R/. Porque hemos pecado contra ti. Muéstranos, Señor, tu misericordia. R/. Y danos tu salvación. Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. Amén. 6 Confiando en el perdón de Dios Padre que no tiene límites, acudimos a Él reconociendo nuestros pecados: Tú, que miras el corazón de las personas, lo noble de cada uno. Señor, ten piedad. Tú, que nos llamas a la vida plena, a la justicia, a la salvación. Cristo, ten piedad. Tú, que frente a la tentación, sigues apostando por el Reino de Dios. Señor, ten piedad. MONICIÓN A LA PALABRA DE DIOS Cuando nos empeñamos en dejar de madurar como personas, o nos instalamos en nuestra vieja condición de pecadores, caemos en la tentación de ser nuestro propio dios, decidiendo lo que está bien y lo que está mal. En cambio, si nos atrevemos a vivir la experiencia del desierto, como Jesús, reforzaremos nuestra fe en el Dios que nos hace libres y superaremos la tentación de confiar en falsas seguridades humanas, que tanto nos atan y esclavizan. En vez de Aleluya, cantamos una aclamación a Jesucristo antes del Evangelio. ORACIÓN DE LOS FIELES En este tiempo de misericordia y de gracia, oremos para que el mismo Espíritu que condujo a Jesús al desierto, nos ayude a cada uno de nosotros y a la Iglesia a superar las tentaciones: Por todos los miembros de la Iglesia. Para que el alimento de la Palabra de Dios nos ayude a ser más fieles a Jesucristo, y a trabajar por el pan que hace crecer la vida de todas las personas. Roguemos al Señor. Por los enfermos, por los oprimidos, por los afligidos con el azote de la guerra, por todas las personas necesitadas; para que sientan la presencia del Espíritu de Dios en ellos. Roguemos al Señor. Por quienes rigen los pueblos y las sociedades. Para que respeten la libertad de los ciudadanos, y ordenen su gobierno hacia la leal y justa convivencia de todos, creando cauces de mayor fraternidad y solidaridad. Roguemos al Señor. Por quienes estamos participando en esta celebración. Para que el camino cuaresmal nos ayude a participar más plenamente en la vida de Dios, y vivamos un culto más conectado con la justicia y con la gente que más nos necesita. Roguemos al Señor. Ayúdanos, Señor, a experimentar el gozo que supone vivir según tu voluntad. Y que esta celebración del triunfo de Jesús sobre el pecado y la muerte, nos impulse a testimoniar que quien está apoyado en Dios vivirá para siempre. Por Jesucristo nuestro Señor. 7 DESPUÉS DE LA COMUNIÓN [Posible texto oracional, para después de la comunión] Padre, no nos dejes caer en la tentación de vender tu amistad por buen precio, en salario mensual, en seguridad. No nos dejes caer en la tentación de olvidarte por tener mucho trabajo, por tener mucha importancia, por tener muchos agobios, ni por los grandes propósitos de hacer muchas obras buenas. No nos dejes caer en la tentación de olvidarte en los demás por tener que hacer oración a Ti; o de olvidar la oración a Ti por atender a los demás. Retira, Señor, la tentación de hacer algo, lo que sea, olvidándome de Ti. 8 II DOMINGO de CUARESMA 17 – Febrero - 2008 MONICIÓN DE ENTRADA En nuestro camino cuaresmal de conversión, el pasado domingo tuvimos la oportunidad de acompañar a Jesús en la experiencia del desierto. Hoy, segundo domingo de cuaresma, se nos propone vivir con Él la experiencia del monte Tabor. Frente a nuestros miedos, Cristo transfigurado nos ofrece una señal cargada de esperanza: caminado con Él, nuestras vidas y nuestro mundo tienen futuro, aunque antes tengamos que pasar por la cruz. PROCESIÓN Y CANTO DE ENTRADA SALUDO DEL PRESIDENTE Jesucristo, el Hijo amado de Dios, a quien queremos escuchar y seguir, esté con todos vosotros. ACTO PENITENCIAL Somos pecadores, pero también hijos de Dios; por eso nos dirigimos al Señor confiando en su misericordia y su perdón: Tú, el Dios que te acercas y acoges a los pecadores. Señor, ten piedad. Tú, que nos llamas a la fe y a la esperanza. Cristo, ten piedad. Tú, que con tu entrega generosa das sentido a la Cruz y haces posible nuestra salvación. Señor, ten piedad. MONICIÓN A LA PALABRA DE DIOS Abraham escuchó a Dios y se atrevió a fiarse de Él hasta el final. Hoy, ese mismo Dios nos propone actualizar la experiencia del Tabor, acogiendo y escuchando a su Hijo Jesús, con todas las consecuencias. En vez de Aleluya, cantamos una aclamación a Jesucristo antes del Evangelio. 9 ORACIÓN DE LOS FIELES En Jesús, en su cruz, está nuestra vida y la de la humanidad entera. Puesta nuestra mirada en el crucificado glorioso, oremos: Por la Iglesia. Para que, como Abraham, nos fiemos de las promesas de Dios y vivamos nuestra fe como respuesta fiel a su llamada. Roguemos al Señor. Por las hermanas y hermanos inmigrantes que siguen llegando hasta nosotros. Para que, a través de nuestros apoyos solidarios, perciban la presencia cercana del PadreDios que sufre y se hace solidario con ellos. Roguemos al Señor. Por los niños y preadolescentes que viven junto a nosotros. Para que sepamos acompañarles en su crecimiento cristiano, ofreciéndoles cada día nuestro testimonio de fe y conversión. Roguemos al Señor. Por quienes participamos en esta Eucaristía. Para que la luz de la Palabra que hemos escuchado y la fuerza del Pan que vamos a compartir, refuercen nuestro sentido de pertenencia a la Comunidad cristiana. Roguemos al Señor. Te bendecimos, Padre, porque siempre nos escuchas. Líbranos de nuestra sordera y danos un corazón que escuche y ame de verdad. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. DESPUÉS DE LA COMUNIÓN [Posible texto oracional, para después de la comunión] Quiero subir al monte de la vida y habitar en presencia del Señor, quiero transfigurarme en el Tabor y establecer allí mi tienda y morada. Quiero escuchar palabras encendidas, cegarme en la luz del Sol deslumbrador, quiero entrar en la nube del amor, tocar a Dios con manos doloridas. Pero… no hay montes Tabor; Jesús es el Tabor, manifestación de la gloria de Dios que tiene entrañas; y en los hombres y mujeres que sufren cada día Jesús-Tabor me espera y acompaña. 10 III DOMINGO de CUARESMA 24 – Febrero - 2008 Hoy podríamos colocar, al pie de la cruz, algo que evoque el contenido del evangelio de la Samaritana y haga referencia al AGUA VIVA. MONICIÓN DE ENTRADA Después de dos semanas de camino hacia la Pascua, iniciamos hoy una segunda etapa de tres domingos que son los centrales de la Cuaresma. En cada uno de ellos, nos encontraremos con un personaje entrañable en el que podremos vernos reflejados; estamos hablando de la samaritana, el ciego de nacimiento y Lázaro. Son tres encuentros con Jesús de los que marcan una vida para siempre y que Jesucristo quiere actualizar con cada uno de nosotros. Entre los primeros cristianos, encarnar estas experiencias del Evangelio en sus propias vidas era esencial, para luego poder recibir el Bautismo. Hagamos lo mismo nosotros, durante estas tres semanas, para que en la fiesta de Pascua podamos renovar nuestro Bautismo y sintamos la alegría de quienes vuelven a nacer como hijas e hijos de Dios. PROCESIÓN Y CANTO DE ENTRADA SALUDO DEL PRESIDENTE Jesucristo es la fuente de agua viva que mana hasta la vida eterna. Que su gracia y su paz esté con vosotros. ACTO PENITENCIAL Tú, siempre aprovechas cualquier oportunidad para salir a nuestro encuentro. Señor, ten piedad Tú, nos ayudas a reconocer nuestro pecado y a liberarnos de nuestras miserias. Cristo, ten piedad Tú, eres el agua viva frente a nuestra sed de sentido y de esperanza. Señor, ten piedad MONICIÓN A LA PALABRA DE DIOS Dios mantiene su fidelidad con el pueblo de Israel en el desierto, y le da el agua que necesita para calmar su sed. Más adelante, le dará a su hijo Jesús, el agua viva que apaga la sed de las necesidades más profundas que habitan en el corazón de las personas. En vez de Aleluya, cantamos una aclamación a Jesucristo antes del Evangelio. 11 ANTES DE LA ACLAMACIÓN Dispongámonos a escuchar a Jesús, que se acerca a nosotros como se acercó a la mujer samaritana. Él es la fuente del agua de la vida. ORACIÓN DE LOS FIELES A Jesús, la fuente de agua viva, pidámosle por nosotros y por toda la humanidad diciendo (o cantando): Señor, escúchanos. Por quienes formamos la Iglesia. Para que vivamos atentos a las necesidades de los nuevos tiempos, y sepamos responder a la sed y a las ansias de los hombres y mujeres de hoy. Oremos. Por la gente que sufre, por quienes se sienten fracasados, despreciados o excluidos. Para que además de contar con nuestro apoyo y solidaridad, puedan también reconocer al Padre–Dios que siempre brinda una nueva oportunidad. Oremos. Por quienes viven en la indiferencia o en la superficialidad, como si Dios no existiera. Para que el Espíritu de Jesús y nuestro testimonio les ayude a reaccionar, a buscar, y a encontrar en Jesús la fuente de una vida llena de esperanza. Oremos. Para que nunca falten voces proféticas que, con valentía, denuncien nuestra comodidad y nos recuerden las exigencias del Evangelio. Oremos. Tú eres, Señor, quien mejor sabe cuántas y cuáles son nuestras necesidades. Acoge las que ahora te presentamos por la entrega y el testimonio de Jesucristo tu Hijo, que contigo... Prefacio propio: La Samaritana DESPUÉS DE LA COMUNIÓN [Posible texto oracional para ser recitado tras la comunión] Ese manantial que nadie ha podido secar después de tantas noches y días, siglos e historias, ese manantial eres Tú, Señor. Cuanto más te apuramos, más abundantemente brotas en lo hondo. Cuanta más sed y calor tenemos, con más frescura fluyes a nuestros pies. Cuanto más nos acercamos a tu camino, más cristalina se nos hace tu presencia. Cuanto más nos hundimos en tus aguas, más libres nos sentimos dentro y fuera. Gracias, Señor, por ser manantial inagotable de Agua Viva que da sentido a nuestro vivir y anima nuestro caminar. (Florentino Ulibarri, Al viento del Espíritu) 12 IV DOMINGO de CUARESMA 2 – Marzo – 2008 Hoy podríamos colocar, al pie de la cruz, junto al simbolismo del Agua viva, algo que evoque el contenido del evangelio del ciego de nacimiento: Jesús es la Luz. Este domingo es el “Domingo de Laetare” (alégrate), denominación tradicional de este 4º domingo de Cuaresma. En medio del ambiente de sobriedad cuaresmal, hoy se nos invita a poner un toque especial de alegría en la celebración, mediante el uso de instrumentos musicales o poniendo unas flores... Quiere ser un detalle pedagógico de la Iglesia para alentar nuestro caminar, al haber superado la mitad de la travesía cuaresmal, y estar cada día más cerca de la Pascua. MONICIÓN DE ENTRADA Celebramos hoy el cuarto domingo de Cuaresma, en nuestro caminar hacia la Pascua. Hemos superado la mitad de la travesía y, aunque a veces resulte duro reconocer nuestros fracasos y nuestro pecado, no nos desesperamos, porque Jesucristo sigue saliendo a nuestro encuentro para curar nuestras cegueras y abrirnos el camino de la esperanza. En la celebración de hoy, el Señor nos propone hacer nuestra la experiencia del ciego de nacimiento, dejándonos curar, saliendo de nuestras oscuridades, y diciéndole de corazón: “Creo, Señor”. Un día más, tenemos motivos para la alegría. PROCESIÓN Y CANTO DE ENTRADA SALUDO DEL PRESIDENTE La gracia y la paz de nuestro Señor Jesucristo, Luz de vida para quienes creen en Él, estén con todos vosotros. ACTO PENITENCIAL Proponemos dos fórmulas, a elegir. No siempre nos dejamos curar, no siempre dejamos que Dios nos transforme, no siempre dejamos que la luz de Cristo nos ilumine. Por eso, en unos instantes de silencio, reconozcamos que tenemos necesidad de conversión. Instantes de silencio...] Y ahora, confesémonos pecadores: “Yo confieso ante Dios todopoderoso...” 13 _________________________________________________________ Tú, Dios sanador, llegas hasta nosotros para curar nuestras cegueras. Señor, ten piedad. Tú, Dios del perdón, siempre buscas curar nuestro pecado. Cristo, ten piedad. Tú, Dios de la Luz, nos haces ver con los ojos de la fe. Señor, ten piedad. MONICIÓN A LA PALABRA DE DIOS Dios no se fija en las apariencias, sino en el corazón; y sabe que, muchas veces, no tenemos vida en nuestro interior. Hoy, su Palabra nos llama a levantarnos de entre los muertos, a dejar curar nuestras cegueras, y a caminar como hijos de la luz. En vez de Aleluya, cantamos una aclamación a Jesucristo antes del Evangelio. ANTES DE LA ACLAMACIÓN No hay peor ciego que el que no quiere ver. Jesús quiere acercarse a nosotros, como se acercó al ciego de nacimiento. Dejemos que también cure nuestras cegueras. ORACIÓN DE LOS FIELES Unámonos en una misma oración para que la luz de Cristo aleje de nuestro mundo las tinieblas del pecado y de la muerte. A cada petición responderemos: Señor, ilumínanos con tu luz. Por las personas que sufren, por quienes viven en la oscuridad de la miseria, por las víctimas de la violencia y de la guerra. Para que vivamos favoreciendo la cultura de la justicia, la paz y la solidaridad. Oremos. Seguimos pidiendo a Dios vocaciones sacerdotales, religiosas y laicales. Para que en nuestro mundo no falten personas que anuncien con ilusión el Evangelio del perdón y la esperanza. Oremos. Estamos en plena “campaña electoral”. Para que no caigamos en la trampa del insulto, la mentira o la descalificación, y potenciemos todo lo que signifique justicia, paz y fraternidad. Oremos. Para que nuestras comunidades potencien todo lo que signifique unir voluntades, superar odios y favorecer el encuentro y la reconciliación entre las personas y los pueblos. Oremos. Escucha, Señor, la oración que con sinceridad te dirigimos, nosotros que, en medio de las tinieblas, creemos y esperamos en la salvación que nos traes. Tú que vives y reinas... Prefacio propio: El ciego de nacimiento 14 DESPUÉS DE LA COMUNIÓN [Posible texto oracional, para ser recitado, tras la comunión...] Aquí estoy, Señor, como el ciego del camino. Pasas a mi lado y no te veo. Tengo los ojos cerrados a la luz y no puedo verte. Pero al sentir tus pasos, al oír tu voz, siento en mí como un manantial que nace, que grita por ti. Te necesito, Señor. ¡Me ciegan tantas cosas! Señor, ábreme los ojos a tu vida. Quiero ver tu rostro con ojos limpios. Quiero abrir mis ojos a la luz de tu Evangelio. Quiero mirar la vida de frente y con sentido. Quiero que la fe sea antorcha en mi camino. Quiero verte y quiero aprender que la vida, el dolor y la muerte, sin tu luz son caos. Quiero ver en cada persona un hermano. Quiero abrir los ojos a mí mismo, y ver dentro de mi vida. Quiero poner mis ojos en las cosas de cada día y buscar en ellas tu huella. Señor Jesús, ayúdame a ver. Limpia mi corazón de lo sucio para que pueda ver desde dentro. Como el ciego del camino, como el ciego, así te busco. Toca mis ojos con tus dedos y ábrelos a la luz. Entonces, Señor, podré decirte: “Creo, Señor” y mi camino tendrá rumbo. ¡Gracias, Señor! 15 V DOMINGO de CUARESMA 9– Marzo – 2008 Jornada de MISIONES DIOCESANAS (se adelanta a este domingo) «CON LOS POBRES, AVIVANDO LA ESPERANZA» Recordad que – al caer este año la fiesta de San José dentro de la Semana Santa – se adelanta su celebración litúrgica a la mañana del sábado, 15 de marzo, y su celebración – como Jornada misionera – al día de hoy. Es importante tener presentes los materiales complementarios que nos lleguen desde la Delegación de Misiones Diocesanas, para enriquecer el contenido de la homilía y de los apoyos litúrgicos. Hoy podríamos colocar al pie de la cruz, junto a los signos del Agua y la Luz, otro que represente a Cristo como la Resurrección y la Vida, frente a toda situación de muerte. MONICIÓN DE ENTRADA Hemos llegado al 5º domingo de Cuaresma, y entramos en la recta final de este tiempo de conversión. Hoy, podremos contemplar a Jesús gritando, para que Lázaro salga del sepulcro y pase de la muerte a la vida. Es todo un signo de que Cristo es la resurrección y la vida en plenitud, pero también una llamada a salir de nuestros sepulcros de pecado y de muerte. En este marco de conversión y esperanza, celebramos también la Jornada de las Misiones Diocesanas Vascas [adelantada a este día, al caer la fiesta de San José, 19 de marzo, dentro de la Semana Santa]. Durante 60 años, más de 900 personas de nuestras comunidades cristinas han pasado una parte importante de su vida en África y Latinoamérica, compartiendo con los pobres la vida, la fe y la esperanza. Ha sido posible gracias a su generosidad misionera y a nuestro apoyo constante. Entre todos hemos hecho realidad cada día las Misiones Diocesanas, y de todos va a depender que siga siendo verdad el lema de esta Jornada: seguir «CON LOS POBRES, AVIVANDO LA ESPERANZA». PROCESIÓN Y CANTO DE ENTRADA SALUDO DEL PRESIDENTE La gracia y la paz de Jesucristo, el Señor de la Vida, esté con todos vosotros. ACTO PENITENCIAL El Señor Jesús, a través de la conversión y el perdón, nos llama a pasar de la muerte a la Vida de Dios. Con sencillez y humildad, pidamos perdón por nuestros pecados. 16 Tú, el Dios que apuesta por los pobres. Señor, ten piedad. Tú, que has querido dar la vida en rescate por todos. Cristo, ten piedad. Tú, que reúnes a los hijos dispersos. Señor, ten piedad. MONICIÓN A LA PALABRA DE DIOS Frente a toda situación de muerte, la Palabra de Dios es promesa de Vida. También nosotros somos llamados a pasar de la muerte a la vida, impulsados por el Espíritu que ha sido derramado sobre nosotros. ¡Ojalá el grito del Señor a Lázaro, llamándole a salir del sepulcro, resuene hoy con fuerza en nuestros corazones y nos mueva a la conversión!. En vez de Aleluya, cantamos una aclamación a Jesucristo antes del Evangelio. ANTES DE LA ACLAMACIÓN Pongamos a punto nuestro corazón para escuchar el grito de Jesús, que nos llama a salir de nuestros sepulcros, como lo hizo con Lázaro. Él es la Resurrección y la Vida. ORACIÓN DE LOS FIELES En Jesús, en su cruz, está nuestra vida y la de la humanidad entera. Puesta nuestra mirada en el crucificado glorioso, oremos: Por las personas bautizadas que hoy formamos la Iglesia de Jesucristo. Para que con la fuerza de su Espíritu apostemos por poner vida y esperanza donde no hay más que experiencia de muerte y frustración. Roguemos al Señor. En esta Jornada de ELECCIONES, pidamos por las personas que van a ser elegidas como representantes para la actividad política. Que sean especialmente sensibles a las necesidades de los más pobres y dediquen sus mejores esfuerzos a trabajar por la justicia y la paz. Roguemos al Señor. Por quienes, cerca o lejos de nosotros, padecen la pobreza, la injusticia, la explotación o la exclusión, y no pueden gozar de una vida digna. Para que sepamos defender sus derechos y darles motivos para la esperanza. Roguemos al Señor. Por nuestras Misiones Diocesanas, en tierras de África y Ecuador. Damos gracias por la vida de nuestras misioneras y misioneros, y pedimos al Señor que siga suscitando en nuestras comunidades, vocaciones misioneras que permitan la continuidad de nuestra presencia evangelizadora entre los más pobres y necesitados. Roguemos al Señor. Por quienes caminamos impulsados por la esperanza de la Pascua. Para que esa motivación nos lleve a vivir el Evangelio con autenticidad, y nos haga capaces de contagiarlo con gozo. Roguemos al Señor. Padre y autor de la vida, mira compasivo a los que hoy vivimos en sombras de muerte; y, por la acción vivificadora de tu Espíritu, renueva y transforma nuestras vidas. Por Jesucristo nuestro Señor. 17 MONICIÓN A LA COLECTA La colecta de hoy está destinada a Misiones Diocesanas. Como sabéis, estas aportaciones son las que hacen posible la estancia y el trabajo de nuestros misioneros en tierras de África y Ecuador, y el mantenimiento de diversos proyectos de promoción, asistencia y solidaridad. En nombre de Misiones Diocesanas, gracias por vuestra generosidad. Prefacio propio: La resurrección de Lázaro DESPUÉS DE LA COMUNIÓN [Posible texto oracional, para después de la comunión.] Tú, nos conoces por dentro, Señor. A ti no hay quien te engañe. Como Lázaro en el sepulcro, a veces, nuestra vida huele a muerto. A base de trampas, egoísmos e injusticias, y a costa de prescindir de ti en nuestras vidas, nos hemos creído dioses, autosuficientes y soberbios. Pero, en realidad, casi sin darnos cuenta, hemos acabado encerrando nuestra existencia en auténticos sepulcros: bonitos de apariencia, pero llenos de pecado y de muerte por dentro. Hoy, Señor, una vez más, llegas hasta nosotros como cuando llegaste hasta el sepulcro de Lázaro. Tú, que eres la resurrección y la vida, grítanos con voz potente como a él, y ayúdanos a salir de nuestro pecado. Transforma, con tu perdón y con la fuerza de tu Espíritu, esas zonas muertas de nuestra existencia que sólo Tú puedes hacer revivir. Danos vida, Señor, para renacer como hijas e hijos de Dios, vivir como tales, y ser testigos de tu esperanza en toda situación de muerte. Porque Tú eres el Dios de la vida, ¡gracias, Señor! 18 (Otro posible texto) Sólo Dios puede dar la fe... pero tú puedes dar testimonio de ella. Sólo Dios puede dar la esperanza... pero tú puedes devolverla a tu hermano. Sólo Dios puede dar el amor... pero tú puedes enseñar a amar. Sólo Dios puede dar la paz... pero tú puedes sembrar la unión. Sólo Dios puede dar la fuerza... pero tú puedes animar al desanimado. Sólo Dios es el camino... pero tú puedes señalárselo a otros. Sólo Dios es la luz... pero tú puedes hacer que brille a los ojos de todos. Sólo Dios es la vida... pero tú puedes hacer que florezca el deseo de vivir. Sólo Dios puede hacer lo que parece imposible... pero tú puedes hacer lo posible. Sólo Dios se basta a sí mismo... pero prefiere contar contigo. ¡Gracias, Señor! 19 SAN JOSÉ, ESPOSO DE LA VIRGEN MARÍA 15 – Marzo – 2008 (Eucaristía matutina) MONICIÓN DE ENTRADA Cuando nuestro recorrido cuaresmal va tocando a su fin, la Iglesia nos invita a celebrar con gozo la solemnidad de San José y a responder como él, con confianza y generosidad, a las propuestas que Dios nos hace. Y aunque ya celebramos el pasado domingo, por adelantado, la Jornada de nuestras Misiones Diocesanas, hoy seguimos teniendo presentes en nuestra celebración a quienes nos siguen necesitando en tierras de misión, para poder vivir con la dignidad propia de los hijos de Dios. PROCESIÓN Y CANTO DE ENTRADA ACTO PENITENCIAL Desde nuestra condición de pecadores, reconozcamos también nuestra condición de hijas e hijos de Dios, y acojamos con gozo la misericordia y el perdón del Señor: Tú, eres el Dios defensor de la vida y de los pobres. Señor, ten piedad. Tú, eres Promesa en medio de nuestras angustias. Cristo, ten piedad. Tú, eres Fuerza en medio de nuestra debilidad. Señor, ten piedad. Hoy sí entonamos el GLORIA MONICIÓN A LA PALABRA DE DIOS Nuestro Dios es el Dios de la Promesa; pero para llevar a término su Salvación, busca personas colaboradoras –como San José– capaces de escucharle y fiarse de Él hasta el final. Esa es la respuesta que también hoy espera de nosotros. ORACIÓN DE LOS FIELES Con actitud de sencillez y confianza, al igual que San José, presentemos a Dios las necesidades de nuestro mundo: Por nuestra Iglesia local. Para que viviendo la auténtica conversión, se fíe más de las promesas de Dios que de sus propias seguridades, y se afiance en su vocación de Iglesia misionera. Roguemos al Señor. Por nuestras Misiones Diocesanas, en tierras de Angola y Ecuador. Para que el Señor siga suscitando en nuestras comunidades vocaciones misioneras. Roguemos al Señor. 20 Por quienes viven en oscuridad y angustia. Para que, a imitación de San José, escuchen a Dios, se fíen de su Palabra, y afronten sus miedos poniendo sus vidas al servicio del Reino. Roguemos al señor. Por quienes tienen poder para influir sobre la paz y la guerra, la justicia y la opresión. Para que hagan posible un mundo más justo donde todas las personas quepan sin distinción ni privilegios. Roguemos al Señor. Te bendecimos, Padre, porque siempre nos escuchas. Haznos generosos y danos un corazón que escuche y ame de verdad. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. 21 DOMINGO DE RAMOS EN LA PASIÓN DEL SEÑOR Es un domingo dentro del tiempo de Cuaresma en el cual se realiza la conmemoración de la entrada de Jesús en Jerusalén. ¿Cómo realizar esta conmemoración? Conviene recordar que lo más importante de este domingo no son los ramos, sino la aclamación a Cristo que entra en su pasión como anticipo de su entrada en la gloria. Es más significativo tener los ramos en la mano, desde el comienzo de la celebración. Es menos expresivo bendecirlos todos juntos en un lugar y que después se cojan. No se considera imprescindible la bendición de los ramos en todas las eucaristías que se celebren. Pero sí hay que hacer la aclamación. Por eso, en la tercera forma que presenta el Misal conviene, después del saludo y de la monición, cantar una antífona apropiada, leer la antífona de entrada y volver a cantar la antífona. También puede cantarse un canto apropiado. La PROCESIÓN es la primera forma y la más expresiva de esta conmemoración, pero también la más dificultosa y no realizable en la inmensa mayoría de nuestras parroquias. Se trata de realizarla una sola vez en cada comunidad, normalmente, precediendo a la eucaristía principal. En el caso de la ENTRADA SOLEMNE (segunda forma), ha de hacerse realmente esa “entrada”. De ahí que la bendición de los ramos y la proclamación del evangelio de la entrada han de hacerse en un lugar distinto al presbiterio para que el presbítero y, por lo menos, algunas personas más puedan dirigirse procesionalmente aclamando a Cristo con los ramos. Esta entrada solemne puede realizarse en todas las eucaristías de este domingo (también el sábado a la tarde). Conviene reservarla a la eucaristía principal o a aquéllas en las que hay gran asistencia. Os recordamos que en ningún sitio se habla de algunas prácticas que se siguen realizando y que hablan más de actos devocionales realizados con los ramos, que de la conmemoración litúrgica: por ejemplo, bendecir los ramos desde el presbiterio sin hacer entrada, ni procesión, ni aclamación o, terminada la celebración, aspersión de los mismos en la sacristía porque alguien ha llegado tarde... En estos casos los ramos no están en función de la aclamación, sino en función de sí mismos. Recordemos que es domingo y lo fundamental es la celebración de la eucaristía. No gastemos, pues, todos los cartuchos en la introducción, con el riesgo de que, después, la eucaristía sea un apéndice que hay que acabar cuanto antes a base de suprimir y abreviar. Damos la máxima importancia a la lectura de la Pasión, que nunca se debe omitir y sustituir por el evangelio de la entrada. En casos de verdadera necesidad se puede leer sólo la Pasión, incluso en su forma breve. Lo normal será hacer, como el resto de los domingos, todas las lecturas y el salmo. En cuanto a la forma de leer la Pasión, parece mejor distribuirla en diferentes personajes (si hay lectores adecuados). Al avisar este domingo de las celebraciones de la Semana Santa se debería remarcar expresamente la invitación a participar en la Vigilia Pascual, la celebración más importante del año. 22 Hoy el Señor sigue pronunciando palabras para ti y para mí, como un día las pronunció para Moisés: Yo soy tu Dios, la Fuente de la vida. Yo no soy un gran Señor, sino tu Amigo. No soy legislador, ni juez, ni policía, sino impulso de libertad y llamada a la superación. Yo no escribo normas en piedras, sino en lo más íntimo del corazón. Mis normas no doblegan ni traumatizan; son pistas para caminar, escalas para ascender, aliento para crecer. Yo soy Dios, pero en ti y para ti. Yo soy para que tú seas. No quiero que sirvas con temor, que te pongas de rodillas como esclavo ante ningún dios en la tierra, ni ante nada, ni ante nadie. Ponte en pie para servirme en el amor; no des culto a nadie sino en amor; vive en el amor. No destruyas nada; no utilices ni te aproveches de nadie; no engañes a nadie, porque el otro, sea quien sea, es mi hijo, es mi hija, hechos a mi imagen y semejanza. Favorece especialmente a los pobres, a los mayores, a los huérfanos, a los extranjeros y a los indefensos, porque Yo soy el Amor y la Justicia. ++++++++++++ ++++++++++++ Cada mañana sales al balcón y oteas el horizonte por ver si vuelvo. Cada mañana bajas saltando las escaleras y echas a correr por el campo cuando me adivinas a lo lejos. Cada mañana me cortas la palabra, te abalanzas sobre mí y me rodeas con un abrazo redondo el cuerpo entero. Cada mañana contratas la banda de músicos y organizas una fiesta por mí por el ancho mundo. Cada mañana me dices al oído con voz de primavera: «Hoy puedes empezar de cero». P. Loidi 23 ¿Qué me dirás, Dios mío, cuando llegue a tu presencia y me encuentre frente a Ti? «Ánimo, hijo, te has portado como un buen hijo». Yo me quedaré mudo porque llevaba preparada una explicación. Tú me tomarás de la mano y me enseñarás tu casa con todo detalle. Casi no te atreverás a pronunciar palabra. Solamente, como de pasada, me dirás: «Ya teníamos ganas de verte aquí, con nosotros». Yo te miraré al rostro asombrado y veré que te brillan los ojos y que luchas para que no te caiga ninguna lágrima. Y mis explicaciones e historias se me irán de la cabeza todas. Y mis fallos quedarán sepultados para siempre en el baúl vacío de los recuerdos muertos. Y empezaré a entender que eres gratuito, como el agua antes del capitalismo y el sol antes del turismo. Dice el Señor: Yo no llamo a los buenos. Llamo a los malos. Los buenos ya tienen bastante con su bondad y sus méritos. ¿Para qué me quieren a mí?. ¡Empezaré a entender, por fin, la parábola del hijo pródigo! Yo sólo puedo dar algo a los malos. A los que siguen haciendo pecados después de haber prometido mil veces que van a ser buenos. Y se me quedará clavada en el corazón una palabra eterna, que la estás diciendo desde ahora, aunque yo no la oiga todavía: «Hijo». Yo les ofrezco mi perdón y mi compañía a lo largo del camino. Y sentiré, ¡por primera vez!, una alegría no pasajera. Es todo lo que tengo. Les doy todo lo mío. Para los buenos no me llega. P. Loidi Y Jesús se sube a un árbol de la plaza mayor y grita: ¡Las prostitutas estarán delante de vosotros en el cielo! P. Loidi (abreviado) CELEBRACIÓN COMUNITARIA DEL SACRAMENTO DE LA RECONCILIACIÓN CUARESMA – 2008 Notas previas: 1. Para esta Cuaresma del ciclo «A» proponemos recoger el gran mensaje catecumenal de los tres últimos domingos. 2. Es importante preparar y realizar bien la parte simbólica, dar tiempo al silencio, a los espacios entre las diversas partes... Por consiguiente, aunque cada comunidad tendrá que adaptar la celebración a sus circunstancias, seamos generosos con el tiempo, para no caer en la tentación de recortarlo todo o hacer la celebración con prisas. 3. La lecturas se han escogido de estos tres domingos; pero no tal y como se han leído en la eucaristía, sino con párrafos seleccionados. Si parece oportuno, pueden omitirse las primeras lecturas y los salmos, y leer sólo los textos evangélicos. INTRODUCCIÓN A LA CELEBRACIÓN Sería bueno... ... crear en el templo un ambiente que invite a la oración y a la reflexión personal antes de dar inicio a la celebración. Una música de ambiente suave, una luz adecuada... hacer una procesión de entrada con las personas que van a realizar algún servicio en la celebración. La procesión podría ir abierta por la cruz y por el libro de la palabra de Dios. El canto podría ser el “oficial”: «Me invocará y lo escucharé», u otro conocido, propio de Cuaresma. Monición inicial Hermanas y hermanos: Buenas tardes (noches). Nos damos la bienvenida a esta celebración que quiere ser alegre y esperanzadora. En estos últimos domingos de Cuaresma la palabra de Dios nos está pidiendo un cambio: abrirnos al amor misericordioso de Dios, dejar de beber en fuentes amargas y acercarnos a las fuentes de agua viva, dejarnos curar la ceguera y salir de nuestros sepulcros. En esta celebración queremos recoger todo este mensaje liberador de Jesucristo para pedirle que nos convierta. Como catecúmenos, escucharemos la palabra de Dios para encontrar en ella el corazón nuevo y los ojos nuevos de Jesús. Nos ponemos de pie para expresar con el canto el sentido de lo que nos disponemos a celebrar. CANTO DE ENTRADA PENITENCIAL 25 SALUDO DEL PRESIDENTE En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Hermanas y hermanos: Que Cristo Jesús nos llene de sus sentimientos, de sus ideales, de la vida nueva de su Espíritu, y que su amor, su misericordia y su perdón estén con todos vosotros. ORACIÓN PRESIDENCIAL Oremos pidiendo a Dios que nos ilumine para ver con claridad el camino de la conversión. (Instantes de silencio) Dios Padre, rico en misericordia, al ponernos en tu presencia y revisar nuestras vidas, descubrimos que estamos lejos de responderte con total generosidad y reconocemos tu bondad y nuestro pecado. Danos ánimo para recorrer con entusiasmo el camino de conversión a Ti. Por Jesucristo, nuestro Señor. Primera parte EL AGUA VIVA MONICIÓN El tema de la sed es la primera catequesis que se nos ofrece para hablar de nuestros deseos e insatisfacciones humanas. Jesús, sediento, ofrece la posibilidad de saciar definitivamente nuestra sed. El Espíritu Santo colocado en nuestras entrañas es el don de Dios que se nos comunica sin medida. Se trae una jarra de cristal vacía y se pone a la vista de todos. PALABRA DE DIOS Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (Cf. Rm 5, 5-8) En efecto, cuando nosotros todavía estábamos sin fuerza, en el tiempo señalado, Cristo murió por los impíos; en verdad, apenas habrá quien muera por un justo; por un hombre de bien tal vez se atreviera uno a morir; mas la prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros. Palabra de Dios. 26 Salmo responsorial: 94 Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: "No endurezcáis vuestro corazón." Venid, aclaremos al Señor, / demos vítores a la Roca que nos salva; / entremos a su presencia dándole gracias, / aclamándolo con cantos. R. Ojalá escuchéis hoy su voz: / "No endurezcáis el corazón como en Meribá, / como el día de Masá en el desierto; / cuando vuestros padres me pusieron a prueba / y me tentaron, aunque habían visto mis obras." R. Lectura del santo evangelio según san Juan (Cf. Jn 4, 5- 42) En aquel tiempo, llegó Jesús a un pueblo de Samaria llamado Sicar, cerca del campo que dio Jacob a su hijo José; allí estaba el manantial de Jacob. Jesús, cansado del camino, estaba allí sentado junto al manantial. Era alrededor del mediodía. Llega una mujer de Samaria a sacar agua, y Jesús le dice: "Anda, llama a tu marido y vuelve." La mujer le contesta: "No tengo marido." Jesús le dice: "Tienes razón, que no tienes marido: has tenido ya cinco, y el de ahora no es tu marido. En eso has dicho la verdad." La mujer le dice: "Señor, veo que tú eres un profeta. Nuestros padres dieron culto en este monte, y vosotros decís que el sitio donde se debe dar culto está en Jerusalén." Jesús le dice: "Créeme, mujer: se acerca la hora en que ni en este monte ni en Jerusalén daréis culto al Padre. Vosotros dais culto a uno que no conocéis; nosotros adoramos a uno que conocemos, porque la salvación viene de los judíos. Pero se acerca la hora, ya está aquí, en que los que quieran dar culto verdadero adorarán al Padre en espíritu y verdad, porque el Padre desea que le den culto así. Dios es espíritu, y los que le dan culto deben hacerlo en espíritu y verdad." La mujer le dice: "Sé que va a venir el Mesías, el Cristo; cuando venga, él nos lo dirá todo." Jesús le dice: "Soy yo, el que habla contigo." Palabra del Señor. COMENTARIO Al decirle cuatro verdades, los otros no hacían sino humillar a la Samaritana. Jesús, al recordarle lo que ha hecho, la levanta. Al ponerle ante los ojos el mal que ha hecho, la libra de él, la descarga de él. Lo coge y lo lanza muy lejos, en el océano del perdón de Dios. En lugar de la carga pesada de su pecado, tendrá la carga ligera del perdón de su pecado. (Th. Riebel, Les trompettes de Jericó). PETICIÓN DE PERDÓN Una persona trae un recipiente de agua. A cada invocación va echando un poco en la jarra que habíamos colocado vacía. Donde sea posible sería más significativo que varias personas lean las invocaciones y ellas mismas echen después el agua. Perdona, Señor nuestros egoísmos y danos un corazón nuevo. Perdona, Señor, nuestra insolidaridad y haznos crecer en la caridad. Perdónanos, Señor, nuestras violencias y llénanos de tu paz. Perdónanos, Señor nuestro desánimo y haznos crecer en la esperanza. Perdona, Señor, nuestras pasividades y danos la fuerza de tu Espíritu. Conviene dejar unos instantes de silencio (con música ambiental). 27 Segunda parte LA LUZ DE LA FE MONICIÓN El ciego de nacimiento nos representa. Somos ciegos para las cosas más hermosas e importantes. Nos quedamos en las apariencias y no vamos al corazón. Lo más importante es que reconozcamos nuestra ceguera, que no nos instalemos en ella, que queramos ver. La segunda catequesis nos habla de la fe. Cristo toma la iniciativa, mira al ciego, le dice lo que ha de hacer para poder ver. El ciego es humilde y dócil, se deja llevar y va creciendo en la fe hasta ser un valiente testigo. ¿Estamos dispuestos a recorrer ese camino en la luz? Se trae un cirio grande apagado y se deja junto a la jarra con agua. PALABRA DE DIOS Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (Cf. Ef 5, 8-14) Hermanos: En otro tiempo erais tinieblas, ahora sois luz en el Señor. Caminad como hijos de la luz -toda bondad, justicia y verdad son fruto de luz-, buscando lo que agrada al Señor, sin tomar parte en las obras estériles de las tinieblas, sino más bien denunciadlas. Palabra de Dios. Salmo responsorial: 22 El señor es mi pastor, nada me falta. El Señor es mi pastor, nada me falta: / en verdes praderas me hace recostar, / me conduce hacia fuentes tranquilas / y repara mis fuerzas. R. Tu bondad y tu misericordia me acompañan / todos loa días de mi vida, / y habitaré en la casa del Señor / por los años sin término. R. Lectura del santo evangelio según san Juan (Cf. Jn 9, 1-41) En aquel tiempo, al pasar Jesús vio a un hombre ciego de nacimiento. Y sus discípulos le preguntaron: "Maestro, ¿quien pecó, éste o sus padres, para que naciera ciego?" Jesús contestó: "Ni éste pecó ni sus padres, sino para que se manifiesten en él las obras de Dios. Mientras es de día, tenemos que hacer las obras del que me ha enviado; viene la noche, y nadie podrá hacerlas. Mientras estoy en el mundo, soy la luz del mundo." Jesús añadió: "Para un juicio he venido ya a este mundo; para que los que no ve vean, y los que ven queden ciegos." Los fariseos que estaban con él oyeron esto y le preguntaron: "¿También nosotros estamos ciegos?" Jesús les contestó: "Si estuvierais ciegos, no tendríais pecado, pero como decís que veis, vuestro pecado persiste." Palabra del Señor. 28 COMENTARIO La luz vino al mundo y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Muchos hay, pues, que aman sus pecados y muchos también los confiesan. Quien confiesa y se acusa de sus pecados hace las paces con Dios. Si tú haces lo mismo, te unes a Dios. El principio de las buenas obras es la confesión de las malas. Practicas la verdad y vienes a la luz. (S. Agustín, Tratados sobre el evangelio de san Juan, 13). PETICIÓN DE PERDÓN Distintas personas leen los cuatro textos y colocan un pequeño cirio encendido alrededor del cirio grande que habíamos colocado. Finalmente, se enciende también el cirio grande. Te presentamos, Padre, nuestros ojos ciegos, sumidos en las tinieblas del desencanto, para que los cures. Te presentamos, Padre, nuestros ojos egoístas que sólo ven sus intereses, para que con tu misericordia puedan ver las necesidades de los demás. Te presentamos, Padre, nuestros ojos violentos, duros, con miradas que hieren y desprecian, para que aprendan a ser pacíficos y misericordiosos. Te presentamos, Padre, nuestros ojos tristes y llorosos por tanta pena y soledad, para que sientan la alegría contagiosa de tu mirada. Conviene dejar unos instantes de silencio (con música ambiental). Tercera parte LA VIDA NUEVA MONICIÓN La principal herida humana es la muerte. Jesús llora la muerte de su amigo Lázaro. La última catequesis nos presenta a Jesús como Resurrección y Vida. Esta vida que es Cristo, es libertad, valentía, alegría, paz, superación, fecundidad, compasión, amor. Se coloca un recipiente adecuado con carbones encendidos junto a los símbolos anteriores. Se pone también un recipiente con incienso. PALABRA DE DIOS Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (Cf. Rm 8, 8-11) Hermanos: Los que viven sujetos a la carne no pueden agradar a Dios. Pero vosotros no estáis sujetos a la carne, sino al espíritu, ya que el Espíritu de Dios habita en vosotros. El que no tiene el Espíritu de Cristo no es de Cristo. Pues bien, si Cristo está en vosotros, el cuerpo está muerto por el pecado, pero el espíritu vive por la justificación obtenida. Palabra de Dios. 29 Salmo responsorial: 129 Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa. Desde lo hondo a ti grito, Señor; / Señor, escucha mi voz; / estén tus oídos atentos / a la voz de mi súplica. R. Si llevas cuentas de los delitos, Señor, / ¿quién podrá resistir? / Pero de ti procede el perdón, / así infundes respeto. R. Lectura del santo evangelio según san Juan (Cf. Jn 11, 1-45) Cuando Jesús llegó, Lázaro llevaba ya cuatro días enterrado. Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedaba en casa. Y dijo Marta a Jesús: "Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá." Jesús le dijo: "Tu hermano resucitará." Marta respondió: "Sé que resucitará en la resurrección del último día." Jesús le dice: "Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?" Ella le contestó: "Sí, Señor: yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo." Jesús, sollozó y, muy conmovido, preguntó: "¿Donde lo habéis enterrado?" Le contestaron: "Señor, ven a verlo." Jesús se echó a llorar. Era una cavidad cubierta con una losa. Dice Jesús: "Quitad la losa." Entonces quitaron la losa. Jesús, levantando los ojos a lo alto, dijo: "Padre, te doy gracias porque me has escuchado; yo sé que tú me escuchas siempre; pero lo digo por la gente que me rodea, para que crean que tú me has enviado." Y dicho esto, gritó con voz potente: "Lázaro, ven afuera." El muerto salió, los pies y las manos atados con vendas, y la cara envuelta en un sudario. Jesús les dijo: "Desatadlo y dejadlo andar." Palabra del Señor. COMENTARIO Es posible que hayas experimentado un día que la muerte te llegaba... Tú has visto cómo ibas directamente al pecado, a la muerte, lo veías venir. Es posible que hasta alguna vez hayas programado tu muerte. Porque hay veces que programamos el pecado, nuestro pecado. Encerrados en el sepulcro de nuestro egoísmo, de nuestros gustos malsanos, mordemos el silencio y la misma muerte; y dentro de la muerte, solemos morir más y más. Cada pecado es más muerte. Un día pasa por nuestro sepulcro Jesús y nos grita: «Ven afuera y vive». Y descubrimos que es posible la vida y es posible de nuevo respirar la libertad. Una palabra de Dios nos puede sacar de la muerte, aunque llevemos muertos tanto tiempo que ya todos desesperen. A. Ginel, Celebrar la Cuaresma 30 PRECES Presidente: Renovados por la palabra de Dios que hemos escuchado y sintiendo la necesidad de ser curados y salvados, nos dirigimos al Padre, diciendo: MUÉSTRANOS, SEÑOR TU MISERICORDIA Y DANOS TU SALVACIÓN. Distintas personas van leyendo las preces y, a continuación, cogen un poco de incienso y lo colocan en el recipiente con los carbones. Que nos cures de nuestra ceguera. R/. Que nos cures de la dureza de nuestro corazón. R/. Que nos des ojos nuevos y corazón nuevo. R/. Que aumentes nuestra fe. R/. Que seamos más compasivos y generosos. R/. Que sacies nuestra sed con agua viva. R/. Que nos llenemos de tu Espíritu. R/. Que vivamos llenos de tu presencia. R/. Presidente: Como Jesús nos enseñó, digamos (cantemos): PADRE NUESTRO... Si parece oportuno, se invita a todos a darse la paz como signo de reconciliación. Cuarta parte CELEBRACIÓN DE LA RECONCILIACIÓN Se dan los avisos oportunos para este momento. Donde sea posible se sugiere recoger de alguna manera toda la parte simbólica utilizada en la celebración. Por ejemplo: Podría ponerse uno de los cirios que se habían encendido y, tras recibir la absolución, invitar al penitente, que ya tiene su vela, a encenderla de aquel cirio y llevarla así a su sitio para dar con ella gracias a Dios por su perdón. CONCLUSIÓN ACCIÓN DE GRACIAS Puede cantarse un canto de acción de gracias o el «Magnificat». 31 Oración presidencial de acción de gracias Oremos al Dios que nos ha perdonado. Dios, Padre bueno, te damos gracias por el perdón recibido. Aquí nos tienes, dispuestos a hacer eficaz la luz recibida, abiertos a tus llamadas. Queremos proclamar que Tú vives, y que tu misericordia es eterna. Bendito seas por los siglos de los siglos. Amén. Bendición El Señor esté con vosotros. Dios Padre os bendiga y os ayude a ser testigos del perdón celebrado. Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo + y Espíritu Santo descienda sobre vosotros. El Señor os ha perdonado. Podéis ir en paz. 32