189 II CURSO INTERNACIONAL DE ASPECTOS GEOLÓGICOS DE PROTECCIÓN AMBIENTAL CAPITULO 11 USO Y OCUPACION DE LAS TIERRAS Archimedes Perez Filho Docente de la Unicamp Paulo Ricardo de Brito Soares LA BASE DE LA GESTION El análisis del uso y ocupación de las tierras presupone la comprensión de los fenómenos desarrollados en la organización del espacio. ESPACIO es entendido como el resultado de la acción del HOMBRE (sociedad) sobre el MEDIO en determinado momento de la HISTORIA. Lo que está en consideración es la relación del hombre con la naturaleza, de la cual él forma parte, al mismo tiempo que la modifica. Entre las partes existe por tanto, un sistema de relaciones basado en la interdependencia y la reciprocidad. Con la ACCION o TRABAJO del HOMBRE sobre la NATURALEZA, éste la transforma, de modo que produce el ESPACIO SOCIAL correspondiente a las necesidades de determinada circunstancia histórica. Esa visión integradora para la concepción del espacio es contraria a la separación que caracteriza al paradigma positivista, que asume la naturaleza externa a las actividades de los hombres. ORGANIZACION DEL ESPACIO Podríamos establecer una línea divisoria entre las discusiones de organización del espacio y de la planificación del uso y ocupación de las tierras. Por un lado se exacerba el formalismo técnico, que en las palabras de ALMEIDA et al. (1993), “profesa dogmáticamente soluciones técnicas neutras y omnipotentes, buscando la razón utilitaria del conocimiento”. Esa línea de 190 II CURSO INTERNACIONAL DE ASPECTOS GEOLÓGICOS DE PROTECCIÓN AMBIENTAL pensamiento está ligada al cartesianismo y la visión mecanicista de los fenómenos de la naturaleza. Por otro lado están los que emplean la necesidad de consideración de las relaciones sociales para la comprensión e intervención en el modo como el hombre se relaciona con la “naturaleza”. El todo de las relaciones económico-sociales, que es responsable por la configuración del espacio, se da a partir de la unidad entre las fuerzas productivas (relaciones hombrenaturaleza) y las relaciones de producción (relaciones hombre-hombre). Las formas de apropiación y transformación de la naturaleza, y a partir de determinado estadio de evolución, las formas de organización (CASSETI, 1995) del espacio, son determinadas por las propias relaciones sociales. Para CASSETI, la manera como se configuran todas las relaciones es la representación de las concepciones político-jurídicas, filosóficas, religiosas, éticas, artísticas y sus instituciones correspondientes, representadas por el propio Estado. Según este autor: “la utilización espontánea de la naturaleza, donde está implícita la apropiación de sus riquezas, se encontró en las primeras etapas de la historia de la sociedad y se concentró en la época feudal, alcanzando el grado máximo durante el curso de la sociedad capitalista”. Esas consideraciones permiten ampliar el diagnóstico de nuestro tiempo. Además de las constataciones más propagadas de agotamiento de los recursos y del grado de degradación del ambiente en que vivimos, debemos incorporar la causa estructural de ese cuadro. Al final ¿cuál es la aplicación de un diagnóstico que describe el mal y no apunta sus causas para la acción de una orientación curativa? En ese sentido, vale la investigación de Milton SANTOS. liberalismo emergente para una sociedad planificada. El autor hace una mención, cuyo sentido está muy próximo a la conjetura de su tiempo, sobre las dos formas en que se podrá revertir la sociedad planificada: regida por una minoría en condiciones dictatoriales o por una nueva forma de gobierno y que a pesar que su mayor poder, aún será democráticamente controlada. En oposición a este planteamiento totalitario, que conduce a una situación de conformidad, Mannheim discute las bases de la planificación democrática que hagan y al mismo tiempo que conducen a la libertad. Para eso es necesario, en palabras del propio autor: “... que el principio abstracto de la democracia sea rehecho en un nuevo molde. También la justicia social tiene que ser satisfecha para garantizar el nuevo orden social. Justicia social no significa igualdad social. Diferencias razonables de renta y de acumulación de riqueza para generar el estímulo necesario a los emprendimientos, puedan ser mantenidas si no interfieren en las líneas maestras de la planificación y no impiden la cooperación entre las clases.... Este avance rumbo a una mayor justicia social tiene la ventaja de poder obtenerse por los medios de reforma existentes - tributarios, control de las inversiones, obras públicas y ampliación radical de los servicios sociales... no necesitando de la interferencia revolucionaria que llevaría a la dictadura”. LA GESTION AMBIENTAL La articulación del discurso ambientalista o ecológico bajo la bandera del “desarrollo sustentable”, claramente encubre la cuestión ideológica, cuyo enfrentamiento representa la negación de las distorsiones económicas globales. “todo indica que el subsistema del mercado se sobrepone al subsistema gubernamental en diversos dominios, incluyendo el de la organización del espacio y de las características de urbanización de las ciudades. El problema es entonces cómo el subsistema gubernamental podría actuar de forma que se obtengan los medios más efectivos para alcanzar los fines que se pretende”. La atención hacia la degradación ambiental del planeta substituye (cuando no se articula) la amenaza de una guerra en la derivación de la conciencia de que el caos social y económico sea la verdadera cuestión a ser encarada. Obviamente no se pretende negar el estado de degradación del ambiente, al contrario, se está afirmando la necesidad de reconocimiento de la raíz del problema. En su “Diagnóstico de nuestro tiempo”, Karl MANNHEIM, en 1954 (!), destacaba la necesidad de pasar del “laissez-faire” del Esa observación remite a una reacción que se sitúa en el plano más elevado de moral y se basa en la comprensión más plena de la situación humana. II CURSO INTERNACIONAL DE ASPECTOS GEOLÓGICOS DE PROTECCIÓN AMBIENTAL ESTUDIO DEL MEDIO FISICO No se puede todavía destacar la importancia de una base técnica en la definición de los usos de la tierra. Mientras que las decisiones sean políticas, el conocimiento del medio, sus potencialidades y limitaciones es punto fundamental para la formulación de la propuesta de planificación ambiental. El análisis del ambiente debe ser capaz de integrar las informaciones de temas distintos, constituyéndose un proceso interdisciplinario. En general, se distinguen tres campos de estudio, relacionados respectivamente con los medios físico, biótico y social. En el primero se trata de la caracterización de la geología, del suelo, del relieve, del clima y de los recursos hídricos. La cobertura vegetal y la fauna representan el medio biótico. Las formas antrópicas del uso y ocupación del suelo componen el tercer grupo de informaciones. En el levantamiento de los datos del medio físico, se procede a la representación cartográfica de los diferentes temas considerados. El trabajo con los mapas permite la integración de las informaciones y la individualización de las unidades del terreno. Toda separación de las unidades es un proceso de clasificación y por tanto, requiere proposiciones (en forma de parámetros) establecidas, de acuerdo con el objetivo de trabajo y con la realidad. CONSECUENCIAS AMBIENTALES DE LA OCUPACION AGRICOLA DEL TERRITORIO La cobertura vegetal natural o espontánea puede variar desde fisonomías forestales densas, pasando por sabanas, a campos casi exclusivamente formados por gramíneas. Esa diversidad es condicionada por características del ambiente determinadas por la interacción entre el suelo y el clima. La exploración agrícola, en el país como un todo, puede ser caracterizada por: deforestación, utilización de las tierras hasta su agotamiento, ocupación de nuevas áreas. En el Estado de São Paulo, la ocupación se amplía a mediados del siglo XIX con la introducción de las plantaciones de caña de azúcar, tornándose más acentuada en el comienzo de este siglo la cultura cafetera. Esta explotación que puede ser considerada de carácter extractivista fue dejando huellas de degradación ambiental y se enfrentó con el propio agotamiento de esas actividades. La erosión es el más grave problema consecuencia de la explotación agrícola a ser enfrentado y al cual están relacionados muchos aspectos de degradación de los paisajes. Erosión es el proceso de desagregación y transporte de las partículas del suelo. Puede ser causado por el agua o por el viento. El agua en movimiento, como las riadas, provenientes del escurrimiento de las aguas de lluvia que no se infiltran en el suelo, constituye el más importante agente de transporte de partículas del suelo y otros elementos que puedan estar diluidos con nutrientes y agrotóxicos. Los procesos erosivos pueden ser diferenciados en dos categorías que separan la erosión natural y la erosión que ocurre como resultado de la acción del hombre como modificador de las condiciones naturales. La erosión natural es un proceso lento y benéfico, relacionando la evolución de los paisajes dentro de una condición de equilibrio dinámico. El aspecto negativo está asociado a la interferencia del hombre, acelerando el proceso, desde la deforestación al movimiento periódico del suelo para labores agrícolas, que a su vez, no recubren el suelo en grado suficiente para conferirle protección. A partir del efecto de impacto de la gota de lluvia, entendido como el primer estado del proceso, la erosión puede asumir las siguientes formas: laminar, en surcos, o bossorocas (surcos muy profundos con el afloramiento de la napa freática). La pérdida de material por la erosión representa un empobrecimiento del suelo, una vez que conjuntamente con las partículas del suelo, los nutrientes son también transportados en solución. Ese empobrecimiento es agravado por la falta de reposición, por parte de los agricultores, de la fertilidad del suelo retirada por los cultivos sucesivos (acción extractivista). Otro aspecto de la degradación química del suelo es la salinización. Ese proceso ocurre en determinadas condiciones impuestas por la interacción negativa de las prácticas como irrigación, drenaje y fertilización (e incluso en ciertos casos la propia composición del suelo) 191 192 II CURSO INTERNACIONAL DE ASPECTOS GEOLÓGICOS DE PROTECCIÓN AMBIENTAL en ambientes de elevada evaporación, más común en el nordeste brasileño. La destrucción de la estructura y la consecuente compactación de los suelos representa la degradación física de los mismos, ocurriendo en ciertas profundidades o en superficie. Es causada principalmente por el uso indebido de las máquinas agrícolas. La compactación puede también estar asociada al pisoteo de animales, la exposición del suelo a la acción de impacto de las gotas de lluvia o a la destrucción de la fauna del suelo y eliminación de la materia orgánica. Parte de las consecuencias ambientales de la ocupación es consecuencia de los recursos hídricos. El aporte del material transportado en la erosión causa contaminación de los cuerpos de agua, caracterizada por el azolvamiento y la contaminación, ésta proveniente de la concentración de nutrientes (eutroficación) y contaminación por agrotóxicos. POSIBILIDADES Y LIMITACIONES DE USO DE LAS TIERRAS En un análisis técnico parte del actual proceso de degradación y principalmente de la intensidad, tiene como causa fundamental el uso de las tierras en conflicto con su potencial. Este potencial de uso de las tierras es dado por la conjugación de los elementos que componen el paisaje, de la misma manera como esos elementos condicionan la variación en la distribución de las formas de vegetación natural. Son factores que influyen en la erosión: la lluvia, la topografía y las formas de relieve, la naturaleza de los suelos y la cobertura vegetal. Como expresamos anteriormente, la lluvia ejerce su acción erosiva sobre el suelo por el impacto de las gotas por el escurrimiento superficial. Otro aspecto a considerarse es la distribución de las lluvias durante el año. En nuestras condiciones, coincide el período de preparación del suelo y el desarrollo inicial de las culturas (por tanto bajo índice de cobertura vegetal) con gran concentración de lluvias, con ocurrencia de eventos concentrados (lluvia de gran volumen con duración de pocas horas). La velocidad de infiltración del agua en el perfil del suelo es determinante para la intensidad de la erosión. Cuanto mayor sea la infiltración, menor escurrimiento superficial. y por tanto, menor erosión. La textura y la estructura a lo largo del perfil y también la profundidad del suelo son las características que más condicionan la infiltración del agua. Para la conservación de los suelos, son dos las variables de la topografía que determinan el mayor o menor riesgo de erosión: el declive y la longitud de la pendiente. El declive representa la inclinación del terreno, siendo expresado en porcentaje (comúnmente) o en grados. Cuanto mayor el declive, mayor energía tendrá el escurrimiento superficial. y consecuentemente mayor poder de carga de partículas. Mientras que en condiciones de poco declive, el agua que escurre puede adquirir elevada energía si la longitud de la pendiente fuera grande. Un factor poco considerado en trabajos de conservación y sin embargo de mayor influencia en la intensidad de la erosión es la forma de la vertiente. Las formas rectas generan flujos laminares, las formas convexas generan flujos dispersos y las formas cóncavas generan flujos concentrados. El estudio de esa variable demanda un análisis de representación cartográfica en escalas más detalladas o a partir del reconocimiento de campo. Para la determinación del potencial de uso de las tierras, se consideran además del riesgo de la erosión, posibles limitaciones ligadas a: la productividad del suelo - su fertilidad, acidez y condición de encharcamiento; la obstrucción, la mecanización y las condiciones climáticas (balance hídrico, ocurrencia de heladas, temperatura media). PLANIFICACION CONSERVACIONISTA DE LAS ACTIVIDADES AGRICOLAS El primer paso para la conservación del suelo con el objetivo de buen rendimiento de las producciones agrícolas es la propia motivación de los agricultores. Se conoce que la erosión no sólo provoca daños al ambiente sino también grandes perjuicios económicos. Después de la concientización y aprobación por parte de los agricultores se debe iniciar el levantamiento de las informaciones necesarias para la planificación técnica, realizada también con la participación del agricultor. II CURSO INTERNACIONAL DE ASPECTOS GEOLÓGICOS DE PROTECCIÓN AMBIENTAL En los planes se deberán presentar las indicaciones de usos más adecuados al potencial de producción de las distintas unidades identificadas en el cruce de las informaciones (tipo de suelo, declive, forma de la vertiente, limitaciones para cultivo, etc.). Son también definidas las prácticas conservacionistas que deberán ser implementadas para cada uso. El éxito de cualquier plan depende de la acción cooperativa de los agricultores. La distribución de los suelos, de las formas de declive o de la ocurrencia de lluvias no respeta los límites de propiedades. Por lo tanto, la implementación de las medidas de conservación sólo es efectiva si hay la participación activa de todos aquellos incluidos en la unidad de planificación adoptada. La cuenca hidrográfica tiene que haber sido contemplada en esa unidad, por razones ligadas a la noción de sistemas, basadas en la interconexión de los elementos constituyentes, y consecuentemente de las acciones incidentes en el área y los impactos resultantes de las mismas. La base técnica de la planificación es por tanto la clasificación de las tierras según su vocación agrícola. Existen dos sistemas para ese fin: la clasificación de la Capacidad de Uso de las Tierras (LEPSCH, 1991) y de la Aptitud Agrícola (RAMALHO FILHO y BEEK, 1994). En el primero, se adopta un mismo nivel tecnológico para la evaluación de los potenciales, mientras el segundo permite el análisis para tres “niveles de manejo”. Entiéndase por nivel de manejo el grado de sofisticación y de calidad de la inversión en la actividad. En un nivel de manejo elevado, el agricultor usa la mecanización para casi todas las operaciones de cultivo, utiliza fertilizantes, defensivos y riego. En el extremo opuesto están los agricultores que apenas entran con la fuerza de trabajo, usando tracción animal y valiéndose de la fertilidad natural de las tierras. En los dos sistemas, la conceptualización es semejante considerando los riesgos de la degradación del suelo por los procesos erosivos aún cuando son sometidos a diferentes usos agrícolas y a las limitaciones presentadas anteriormente para la indicación de los usos potenciales. Las actividades son clasificadas en cultivos de ciclo corto (también llamados anuales como hortalizas, maíz, frijol), semi-perennes (caña de azúcar, yuca), perennes (café, fruticultura en general), pastizales y reforestales (eucalipto). También el pendiente del terreno es definida en clases según intervalos no establecidos rígidamente por ejemplo; A= 0-3 %, B=3-6 %, C=6-12 %, D= 12-20 %, E=20-45 %, F= 45-70 %, y G=70-100 %. Los cultivos anuales sólo son recomendados para las áreas más aplanadas de clase A. Ya las áreas de las clases F y G, según la legislación ambiental, no deben ser utilizadas. El levantamiento y la discusión de toda la legislación pertinente con respecto a la indicación de los usos de las tierras deben ser realizados previamente y las informaciones obtenidas y confrontadas con la indicación técnica. Las áreas planas mencionadas anteriormente como las de alto nivel productivo, cuando están asociadas a los planos de inundación de cursos de agua pueden presentar limitaciones de saturación hídrica independientemente de cualquier limitación, son definidas en el Código Forestal como áreas de preservación ambiental. Para tener una planificación de las actividades, es necesaria la verificación de la viabilidad de los cultivos indicados, en los aspectos económicos y culturales. El Sistema de Clases de Capacidad de Uso es indicado para los trabajos en la escala de pequeñas cuencas. Presenta ocho clases definidas tanto por el tipo de cultivo como por las prácticas conservacionistas demandadas. Las tierras de clase I son aptas para uso, mismo con actividades intensas (ciclo corto). Gradualmente las clases sucesivas representan mayores limitaciones para el uso y también la necesidad de prácticas conservacionistas más severas, siendo las de clase VIII inadecuadas para cualquier tipo de actividad agrícola, deben ser destinadas para la preservación de los recursos naturales. EL AMBIENTE URBANO La ciudad está en el centro de la problemática ambiental por constituir el núcleo del proceso productivo de la sociedad industrial. En ella no sólo se concentran actividades y población sino también se aglutinan e intensifican las transformaciones del medio. Las alteraciones en el ambiente son el resultado de la urbanización que ha excedido la capacidad de autorregulación, característica de los sistemas naturales. En gran medida eso se debe 193 194 II CURSO INTERNACIONAL DE ASPECTOS GEOLÓGICOS DE PROTECCIÓN AMBIENTAL a la falta de consideración de los aspectos naturales bióticos y abióticos como reguladores de la organización de la ocupación urbana. No obstante, más que una cuestión de método de organización del espacio, entendido éste como modelos de estructuras físicas y funcional de las ciudades, la actual ocupación del suelo urbano refleja los conflictos de la sociedad que los produce. El proceso de urbanización en las ciudades brasileñas es comúnmente clasificado de anárquico; sin embargo es, de hecho coherente con el desarrollo del capitalismo en el país, reproduciendo en la ocupación del suelo las relaciones desiguales e injustas del orden socio-económico vigente. Ese proceso para AMARAL tiene como características: el predominio de criterios de máxima acumulación de los costos de agotamiento de los recursos naturales, acompañado por la privatización de los beneficios y la socialización de los prejuicios ambientales resultantes; la institucionalización del modelo de expansión periférica “irregular” como solución habitacional para la gran mayoría de la población; la ausencia de controles sociales sobre los mecanismos de valorización y especulación inmobiliaria, aumentando la escasez de la tierra dotada de infraestructura, y destinando en la práctica, para la población más pobre, los terrenos impropios para su ocupación. El ambiente urbano expresa un grave cuadro de degradación, siendo notables los problemas como la violencia, carencia de viviendas, salud, educación y transporte, falta de saneamiento básico y degradación de los recursos naturales (contaminación del aire, del suelo, del agua, eliminación y supresión de la vida silvestre). El enfrentamiento de los problemas ligados a la degradación ambiental y el ordenamiento territorial urbano viene dándose a través de los planes de acción caracterizados por las intervenciones localizadas en las áreas críticas, casi siempre limitadas a las obras de ingeniería que minimizan las causas de los problemas ambientales y a través de la planificación que tienen por objetivo primordial atender las demandas de los recursos definidos por las leyes de mercado. En su texto, SMOLKA (1993) comenta alternativas elementales de enfrentamiento a los problemas ambientales: actuar sobre los efectos, por medio de sanciones y/o imposiciones ambientales, insuficiente por preservar las reglas del proceso de estructuración intra-urbano, o actuar sobre las causas, alterando aquellos procesos responsables en primer plano de tales problemas. Esta última alternativa, desde el punto de vista teórico, es la verdadera solución. Pero presenta el dilema de ser impracticable (al menos de forma inmediata). Como ejemplo apunta la eliminación de la pobreza urbana para mitigar los problemas supuestamente resultantes, lo que parece impensable en los actuales marcos institucionales, no sólo por la magnitud de los recursos necesarios sino también por el papel desempeñado por la existencia de los pobres en la sociedad. Recuperar las áreas degradas y preservar otras todavía con buena calidad ambiental demanda la definición de las técnicas y compromisos con la reversión de ese proceso histórico. Es necesario nuevas relaciones entre la sociedad y el medio ambiente. Queda claro que la fundamentación de un trabajo técnico de planificación urbana pasa por el conocimiento detallado del medio natural, por la crítica o la forma de vida dominante y la comprensión de la interacción entre las dos facetas, o como escribió LEAL (1995), admitir la vinculación entre las luchas sociales y ambientales. MUNICIPIO Y EL MEDIO AMBIENTE – INSTRUMENTOS DE POLITICAS PUBLICAS Teniendo en cuenta el texto constitucional y del objetivo de asegurar la diversidad y especificidad de las relaciones locales, RIBEIRO y SANTOS (1997) destacan algunos conceptos que deben formar parte de la política municipal sobre medio ambiente: - - - el medio ambiente es entendido como bien público; el acceso a la información y la participación de la comunidad debe ser asegurada en cuanto a su calidad de vida; la compatibilización debe ser buscada entre el desarrollo socio-económico y la protección de los recursos naturales; el compromiso con la calidad de vida debe regular todas las acciones que sean adoptadas. II CURSO INTERNACIONAL DE ASPECTOS GEOLÓGICOS DE PROTECCIÓN AMBIENTAL En base a estos criterios, los autores proponen que la planificación del desarrollo del municipio debe contemplar cinco áreas: i) ii) iii) iv) v) la social, de modo de promover el crecimiento con una mejor distribución de las rentas; la económica, que estimule la asignación y gestión más eficiente de los recursos públicos; la espacial, de forma de equilibrar la relación entre los espacios rurales y urbanos, mejor distribución de los usos del suelo, evitar la concentración excesiva de las actividades económicas y la destrucción de los ecosistemas, y promover el manejo adecuado de los proyectos agrícolas; la cultural, dirigida a la valorización de las tradiciones culturales de la población urbana y rural; la ambiental, destinada a asegurar la adecuada utilización de los recursos naturales, a través de la reducción de residuos y la contaminación, de investigación e implementación de tecnologías más limpias y de la definición de reglas para la adecuada protección ambiental. Los procesos de planificación que incorporen tales dimensiones constituyen instrumentos capaces de proporcionar los mejores índices de calidad ambiental y de vida en las ciudades, una vez que estructura morfología, infraestructura y flujos urbanos sean considerados con el fin de conservar la energía y los recursos naturales, promoviendo mejorías en el paisaje natural construido, tanto en términos de recuperación como de conservación del patrimonio, produzcan un contexto de mayor equidad social. El municipio tiene por definición constitucional, responsabilidad de manejo y superación de los problemas ambientales resultantes de la aglomeración en que se construye la ciudad. En éste sentido es prevista en la Constitución Federal y en la Estatal la atribución municipal de aprobar y aplicar las normas de control urbano y ambiental. Estas normas están traducidas en los siguientes instrumentos legales: la Ley Orgánica, el Plan Director; la Ley de Fraccionamiento, Uso y Ocupación del Suelo; el Código de Obras; El código de Posturas y Código Tributario. Entre los instrumentos antes referidos, el Plan Director y la Ley de Fraccionamiento, Uso y Ocupación del Suelo son las de mayor rigor en cuanto a condicionantes normativas y utilización de terrenos urbanos. En lo que respecta al primero de los dos instrumentos citados, el Plan Director determina sobre las directrices de la política de desarrollo municipal. El segundo instrumento reglamenta el ordenamiento del espacio urbano, el uso del suelo y la protección del medio ambiente. La definición por parte del municipio de una política de desarrollo urbano, a partir de la Constitución Federal de 1988, pasó a ser instrumentada por el Plan Director. Este documento asumió el sentido político, económico, social y administrativo al más alto nivel, siendo obligatorio para todos los municipios paulistas, conforme al artículo 181 de la Constitución del Estado de São Paulo de 1989. Según RODRIGUEZ (1998), es necesario pensar en una política urbana y ésta no puede ser encarada como actividad de edificación, sino que es preciso incluirla en la complejidad de la producción social de la ciudad. El objetivo general del Plan Director, por tanto, debe ser el de permitir a los municipios la aplicación de la función social de la propiedad, en otras palabras, especializar los usos y ocupaciones adecuadas a la tierra. De esta forma la restricción a la ocupación de áreas de los fondos de valles, nacientes, cuestas, caracterizan la función social de esos terrenos, de forma diferente la no ocupación de espacios vacíos urbanos destinados a la especulación inmobiliaria. La adecuación del uso del suelo debe expresar el respeto a las aptitudes del medio definidas por factores como topografía, geología, tipos de suelo, drenaje, cobertura vegetal y fauna existentes, así como también considerar las condicionantes de la propia estructura urbana, tales como sistema de circulación y transporte, vectores de expansión, actual situación de infraestructura, que comprende redes de agua, alcantarillado, equipamientos sociales de salud, educación y esparcimiento, servicios urbanos (colecta y tratamiento de basura, abastecimiento de energía eléctrica, comunicaciones seguridad pública, abastecimiento). La elaboración y aplicación de un Plan Director concebido sobre esos principios y objetivos permite revertir al orden establecido a través de reestructuraciones y reglamentaciones, 195 196 II CURSO INTERNACIONAL DE ASPECTOS GEOLÓGICOS DE PROTECCIÓN AMBIENTAL buscando un equilibrio de interrelación hombrenaturaleza. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS ALMEIDA, J. R. (Coord.). 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