MANIFIESTO PARA EL 23 DE ABRIL DE 2014: DÍA DE VILLALAR, DÍA DE CASTILLA Y LEÓN EQUO PROPONE UN NUEVO MODELO TERRITORIAL BASADO EN LOS MUNICIPIOS PENSANDO EN LAS PERSONAS Y EN LA SOSTENIBILIDAD DE SUS RECURSOS Hoy día 23 de abril de 2014, “celebramos” el día de la Comunidad Autónoma de Castilla y León, utilizando para ello una fecha histórica en la que tuvo lugar una derrota de las Comunidades frente al monarca y el imperio. Más que para celebrar, es un día para recordar, para ocuparnos de las cuestiones que son más necesarias en nuestra tierra, en Castilla y León. ¿Cuáles son hoy las necesidades, los problemas y los retos más importantes a los que nos enfrentamos en nuestra tierra de Castilla y León? No necesitamos explicitar los escalofriantes cifras del paro de nuestra región (22% general y más del 48% de para juvenil), o las cada vez más altas cifras de personas y familias en niveles de pobreza (en torno al 20% de la población de Castilla y León), o el deterioro cada vez más alarmante del servicio público de la sanidad, con interminables listas de espera y masificación progresiva y la correlativa pérdida de calidad del servicio, o la pérdida de los servicios de la dependencia, para darnos cuenta de los graves problemas que tenemos en esta tierra sin que sean afrontados por el gobierno regional, ni por el gobierno nacional. Además de todos estos problemas agravados por la crisis, el principal problema que nos acucia y que hace a los otros más profundos, es la continua pérdida de población de nuestra región y aún más la despoblación galopante de nuestro mundo rural que cabalga a lomos de un modelo territorial inexistente. Al gobierno regional, a la Junta de Castilla y León, le preocupa el control político del territorio y hacerse con los servicios públicos de contenido económico para su privatización. Por eso, hoy EQUO quiere recordar que ninguno de estos problemas comenzará a resolverse si no cambiamos el modelo de desarrollo territorial en nuestra Comunidad Autónoma. Para EQUO, tiene que ser un modelo que se apoye en la defensa del medio rural, sus proyectos y sus gentes y que no tenga por objeto el control de las personas y sus instituciones. Ha de ser un modelo que permita organizar y gestionar los recursos directamente por la ciudadanía, en vez de estar dirigido a apropiarse de sus riquezas y de los bienes y servicios del común.Por eso, desde EQUO proponemos el apoyo a las entidades más cercanas a los ciudadanos y más plenamente democráticas: los municipios y sus Ayuntamientos han de ser la clave para conseguir el desarrollo rural y la permanencia de los recursos y de las personas en los pueblos. El modelo territorial ha de estar basado en los municipios y sus posibilidades asociativas como núcleo que supone la expresión de un territorio con características culturales, geográficas comunes, y es a la vez el ente institucional capaz de organizar y gestionar democráticamente los intereses y los servicios de los vecinos y servir de entidad que lidere el desarrollo sobre el territorio. En este modelo sobran los entes creados de forma artificial por la Junta de Castilla y León, a los que llama unidades básicas de ordenación de los servicios, sólo dirigidas al control de los gobiernos locales y de los servicios públicos. Y sobran también las Diputaciones Provinciales, entes inútiles en la actualidad, a los que apoyan las normativas sobre régimen local tanto del gobierno central, como de la Junta, para mantener sometidos a los municipios y Ayuntamientos, verdaderos protagonistas de cualquier alternativa de futuro. En este modelo territorial, necesitamos proyectos que se asienten sobre la gran riqueza de recursos naturales de los que dispone nuestra comunidad autónoma. Proyectos ligados a la agricultura ecológica, proyectos vinculados al cuidado y mejora de nuestra gran riqueza forestal; proyectos sensibles con la biodiversidad tan abundante de esta tierra con los que además nos sentiremos solidarios para parar ese gravísimo problema que es el cambio climático, que si no logramos detener arrasará cualquier perspectiva de futuro. Proyectos realmente que generen puestos de trabajo dignos, vinculados a las energías renovables, a la economía del bien común, al ahorro y la eficiencia energética, relacionados con el cuidado de los bosques, de nuestra riqueza forestal, vinculados a los sectores de la movilidad y del transporte, al tratamiento de los residuos, proyectos, en fin, vinculados también al conocimiento y al desarrollo de I+D+i Proyectos de futuro defendidos desde los ámbitos locales, desde las personas que viven en los pueblos vinculados al territorio y desde luego desde EQUO nos oponemos a los proyectos que apadrina la Junta y que son destructivos para nuestro territorio: la minas de uranio en Salamanca, Retortillo y Villavieja de Yeltes o los proyectos de Fractura hidraúlica y por supuesto apostamos por el cierre de la central nuclear de Garoña Para poner en marcha todos estos proyectos necesitamos a Europa. Pero una Europa diferente, la Europa de las personas frente a la Europa de los bancos y de los intereses económicos. Una Europa que apueste por la sostenibilidad y el cumplimiento efectivo de las normas que amparan y protegen los recursos naturales de nuestra Comunidad Autónoma. Una Europa que el 25 de mayo podemos empezar a cambiar y a dirigir a esta nueva orientación con la presencia de las alternativas y propuestas de “Primavera Europea”. Desde EQUO aprovechamos también este día para afirmar que es imprescindible defender los derechos de la ciudadanía y los servicios públicos de sanidad universal, educación pública, pensiones, dependencia, para que continúen siendo gestionados por las administraciones públicas y queden fuera de las manos del mercado y de las privatizaciones. Hay recursos económicos suficientes para su adecuada gestión pública que garantice un trato de igualdad a toda la ciudadanía. Para llevar a cabo estos proyectos de creación de empleos dignos relacionados con los sectores de economía sostenible y con iniciativas de reparto del trabajo y para asegurar los servicios públicos, EQUO mantiene una apuesta por la defensa de la gestión pública basada en la transparencia, en la democracia participativa, en el control permanente de los cargos públicos y en la revocación de los mismos, para erradicar totalmente cualquier forma de corrupción, explícita o no, de la gestión pública de nuestra comunidad autónoma.