LOS CONSEJOS DE NUESTRO GERONTÓLOGO 7 La música y la salud La música tiene un efecto prodigioso tanto en los sanos como en los enfermos. La medicina actual consciente de ello ha creado una disciplina nueva que se llama musicoterapia. Aunque los efectos de la música se conocen desde la antigüedad, hoy en día, se ha afinado mucho y se ha estudiado el “efecto Mozart”, que es el efecto de las partituras, composiciones y melodías musicales de este compositor austriaco sobre diferentes estados anímicos y dolencias humanas. En los sanos, la música estimula el bienestar y la imaginación llevando a la persona a paraísos ideales, donde se experimenta un goce insuperable y la libera momentáneamente de los males y pesares de este mundo. A veces, la eleva incluso, a un estado más espiritual y puro lleno de amor y bondad. Los aficionados a la música son verdaderamente privilegiados pues disfrutan de un estímulo maravilloso, del cual una vez experimentado no se pueden privar. Hay muchas maneras de disfrutar de la música como yendo a conciertos, a la ópera, escuchando la radio, viendo la televisión, utilizando hilo o equipo musical, un CD, un MP 3, etc. La música tiene un efecto parecido al humor, relaja y produce bienestar aunque también hay músicas que tienen un efecto estimulante dando fuerza y valentía a la persona que la escucha. Todo ello depende mucho de la armonía, del ritmo, de la tonalidad, de la altura, de la partitura en sí .. y del instrumento con que se toca la música. A este respecto, hay estudios de musicoterapeutas por los que se ha evidenciado que cada tipo de música en dependencia de su autor y del tipo de canción, melodía, partitura etc. tiene un efecto especial sobre determinadas dolencias y estados anímicos ; así, por ejemplo la música de Shubert ayuda a relajarse (contra el estrés), El bolero de Ravel combate la depresión, ciertas piezas musicales de Bach fortalecen los nervios, la música de Mozart hace tolerar mejor la acción del dentista.... En lo concerniente a los enfermos la música combate directamente el malestar y la depresión. También sirve para combatir el estrés, el insomnio y para atenuar el dolor físico o nervioso (dolores de cabeza, migraña, dolores reumáticos...). Calma y seda algunos enfermos dementes y de Alzheimer y ello se comprueba poniendo hilo musical en las residencias asistidas. Los aficionados a la música también la utilizan como acompañante de la relajación, de la meditación trascendental, etc. sobre todo los practicantes o seguidores de las medicinas orientales. También es un estímulo inspirador poderoso en los poetas, artistas y escritores. Asimismo es un estímulo imprescindible en las fiestas, bailes, celebraciones y momentos lúdicos y de placer. Resumiendo: tenemos que cultivar la afición y sensibilidad a la música, pues, nunca es demasiado tarde para disfrutar de esas ondas sonoras maravillosas que penetran en el sentir profundo de las personas. Lo que he expuesto encierra una utilidad especial en las personas mayores, pues en ellas la música las acompaña en su aislamiento y soledad, infundiéndolas ánimo y bienestar y más ganas de relacionarse con los demás y sobre todo cuando escuchan la radio hacen más llevaderas las noches de insomnio que suelen padecer. Dr. Víctor López García, médico gerontólogo.