¿Qué roba tu energía? ¿Qué roba

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 GENIO Y FIGURA
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OPINIÓN
Gaby Vargas
Twitter: @gaby_vargas
¿Qué roba
tu energía?
Piensa, cuando no tienes energía, no tienes salud: así de
simple. Si no tienes energía no puedes trabajar. Tu vitalidad es
la que, finalmente, te da la habilidad de ganar, invertir y gastar
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E
s absurdo pero real. En la calle cuidamos la cartera
o la bolsa para que nadie nos las robe, sin embargo, permitimos que un pensamiento o una emoción
negativa nos robe la paz en cualquier momento y lugar.
Cuando la mente pierde la paz, el corazón también y, por
ende, todos nuestros sistemas se desarmonizan: el digestivo, el respiratorio, el endocrino e inmunológico, por
nombrar algunos.
¿Cómo te sientes, por ejemplo, después de haber tenido un disgusto muy fuerte con tu jefe, tu pareja o un hijo?
¿Cómo duermes, cómo funciona tu digestión, qué tan buenas son tus defensas y qué tanta claridad mental tienes?
La discordancia en nuestros sistemas se refleja principalmente en el desgaste de ese recurso personal que damos por un hecho y al que no le damos el valor que se merece: la energía. Sin ella, simplemente la vida no es vida.
Cuando estamos conflictuados, el cortisol u hormona
del estrés provoca que nuestros compases internos toquen
a ritmo de staccato. Lo cual, si se prolonga por días o semanas, tiene una serie de secuelas; entre ellas, la de que nuestra batería interna se agote o que el cuerpo entero entre en
huelga, como personalmente he comprobado que sucede.
Todas las personas que administramos un gasto, realizamos de manera constante un balance de entradas y
salidas en nuestras finanzas. Si un día gastamos de más,
al día siguiente vemos la manera de reponerlo. Sin embargo, nunca se nos ocurre hacer un balance de nuestra
energía. Pero, ¿conoces algún recurso más valioso?
Piensa, cuando no tienes energía, no tienes salud: así
de simple. Si no tienes energía no puedes trabajar. Tu
vitalidad es la que, finalmente, te da la habilidad de ganar,
invertir y gastar o llevar a cabo lo que sea, llámese dinero, relaciones o trabajo.
Te invito a que por un momento imagines un día de tu
vida sin este bien. No podrías levantarte, hacer ejercicio,
viajar, leer o relacionarte. Sin energía, ninguna de tus posesiones tendría el menor sentido. Y hasta que lo vives,
lo comprendes. ¿De acuerdo?
La BBC de Londres mostró en un reportaje sobre
la energía que, en una crisis económica, durante la que
tanto los gobiernos, como las empresas y las personas recortan gastos, el único producto que la gente sigue comprando o incluso compra más es el chocolate. De hecho,
las compañías de café tampoco se ven afectadas. ¿Y qué
proporcionan? Energía.
Estamos formados -como todo en el universo- por
sistemas de energía. A diario amanecemos con una cantidad determinada que gastamos y reponemos. Si bien el
sueño, la alimentación y el ejercicio nos dan energía, no
son tan determinantes como creíamos.
Piensa en cómo te sientes cuando estás enamorado
¿Cómo están tus niveles de energía? ¿Importan las horas
de sueño o lo que ingieres? Ahora, te invito a pensar en
algo que te frustre o enoje. ¿Cómo te sientes? Nota lo
que sucede con tu energía. ¿Percibes la diferencia?
Resulta que nuestros niveles de energía tienen que ver
más con nuestras emociones que con nuestras circunstancias. Así que reflexiona: ¿quién genera esas emociones y
permite que determinado pensamiento o emoción secuestre la mente y el cuerpo? Nosotros, tú y yo. Nadie más.
Las emociones son las principales manipuladoras de
nuestra fisiología, unas drenan y otras recargan la energía. Las que drenan son la ira, el resentimiento, la culpa,
la ansiedad y el temor. Y las que recargan son el amor, la
gratitud, la compasión y el orgullo.
Tú eliges los sentimientos que quieres cultivar cada
día y por tanto determinas qué tan grandes o pequeñas
son tus reservas de energía. 
SIGLO NUE V O
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