Sintaxis - III. La oración y sus clases • qué es un determinante en (8b), pero también puede ser un adverbio de grado: qué alto, qué lejos, qué de gente; • cuánto es pronombre en (8c); pero determinante en ¡Cuánta gente que vino!; adverbio en ¡Cuánto que corriste! y en su forma apocopada cuán: ¡Cuán rápido que corre! Los otros exclamativos: quién, qué, pronombres, cómo con el significado de manera y los otros adverbios (dónde y cuándo) solo se diferencian de los interrogativos correspondientes en el valor propio de estas oraciones: así, en ¡Quién lo dice! se desestima la autoridad de alguien en relación con sus dichos, mientras que la interrogativa ¿Quién lo dice? plantea una incógnita. Las oraciones de (9) no contienen una palabra exclamativa como las de (8), sino un foco que puede pertenecer a diferentes clases: este elemento inicial va seguido de que, no facultativo como en (8b) y (8c), sino obligatorio: (9) a.¡LA LLUVIA que cayó hoy! b.¡LA GENTE que asistió a la Feria del Libro! c.¡CON LA GENTE que se rodea Luisa! Estas exclamativas también se interpretan con el valor cuantificativo reconocido en (8), aunque a veces también puede recibir un valor cualificativo; así, (9c) admite ambas lecturas, la cantidad de gente o la calidad de la gente, sea en un sentido positivo o en uno negativo. Nótese que esta oración exclamativa se distingue del sintagma nominal la gente con la que se rodea Luisa por la posición de la preposición. 28.2.2. El discurso directo y el discurso indirecto Los diferentes tipos de oraciones que hemos reconocido pueden ser independientes —y en tal caso son también enunciados— o bien pueden estar subordinadas, lo que les quita tal carácter, como vimos al comienzo del capítulo. En particular, si estas oraciones aparecen en el contexto de un verbo de lengua, se suelen reconocer dos construcciones diferentes, tradicionalmente denominadas discurso directo y discurso indirecto. 386 28. Tipos de oraciones En el discurso directo, el emisor del mensaje cita un texto suyo o de otra persona (una oración, un enunciado infraoracional o un texto compuesto por más de una oración), con la supuesta pretensión de reproducirlo textualmente, como indican las comillas y los guiones, a veces anticipado por un pronombre neutro, como en (10a). Los verbos de lengua que lo introducen pueden aparecer en diferentes posiciones, pero cuando no son iniciales llevan el sujeto pospuesto, como en (10b): (10) a.Y entonces me dijo eso: «No te vayas hoy; prefiero que te quedes hasta el viernes». b.—Estoy preocupada porque mi hijo no ha regresado. ¿Vos no lo viste?— susurró Elsa. El discurso indirecto también incluye las palabras de otro emisor, pero presenta mayores restricciones gramaticales: por una parte, aparece subordinada una sola oración (simple o compuesta); por la otra, cambian las referencias deícticas tanto relativas al emisor del mensaje como a las coordenadas espaciotemporales de la situación comunicativa, que se desplazan a las de la nueva instancia en que se reproducen, como se ve en (11): (11) a.En ese momento le pidió que no se fuera ese mismo día, sino que se quedara tres días más. b.Mi amiga Elsa expresó que estaba preocupada porque su hijo no había regresado todavía y me preguntó si yo lo había visto. Como se advierte, en el discurso indirecto el emisor puede reinterpretar los verbos de lengua e introducir los cambios que permitan concentrar el contenido del texto en una única oración; así, en (11a) se sustituye decir por el más preciso pedir y las dos oraciones yuxtapuestas de (10a) pasan a ser una sola. Asimismo, las referencias temporales se desplazan a la del centro deíctico que instaura la oración principal, tanto en el tiempo verbal como en los adjuntos que indican simultaneidad (hoy > ese mismo día) y posterioridad (hasta el viernes > tres días más, lo que indica que el discurso original había sido enunciado un martes). En (11b) la interrogativa directa total de (10b) ¿Vos no lo viste? pasa a ser indirecta al quedar subordinada al verbo preguntar. Estas ora- 387 Sintaxis - III. La oración y sus clases ciones, sin embargo, no siempre dependen de verbos de lengua, como los de (12), sino también de pensamiento o de otros tipos de predicados, como en (13), que no corresponden estrictamente al discurso indirecto: (12) a.No le digas cuántos años tenés. b.¿Te comentó si pensaba volver? c.Me gritó que qué me creía. (13) a.No sabía si volvería a verlo. b.Se preguntaba qué hacer. c.Era un misterio cuántos años tenía. Las interrogativas indirectas parciales comienzan —como las directas— por un sintagma que contiene la palabra interrogativa; sin embargo, con verbos que indican manera de habla, como el de (12c), pueden ir precedidas por la conjunción que. También las exclamativas tienen versiones indirectas; los verbos que las seleccionan pertenecen a diferentes clases, como los de lengua, pensamiento, percepción o reacción psicológica: (14) a.Nunca me dijo cuánto lo quería. b.No sabés qué alto / lo alto que está Felipe. c.Mirá cómo llueve. d.Me sorprendió cuánto dinero / el dinero que gasta Cecilia. No siempre, sin embargo, las preguntas y las exclamaciones presentan forma oracional. Las llamadas interrogativas y exclamativas encubiertas o escondidas de (15) se presentan como sintagmas nominales pero se interpretan como oraciones: (15) a.Me preguntó la hora. (‘qué hora era’) b.Quería saber mi dirección. (‘cuál era mi dirección’) c.¿A que no te imaginás la altura de Felipe? (‘qué altura tiene Felipe’) d.Me sorprendieron los gastos de Cecilia. (‘cuánto gastó Cecilia’) 388