Sentidos del oído y el equilibrio En el órgano del oído existen dos sentidos: • • El del oído propiamente dicho. El del equilibrio. El sentido del oído El oído es el órgano que nos permite recibir estímulos sonoros. Las vibraciones producidas en el aire por las ondas sonoras son recogidas por el pabellón auditivo (oreja), pasan al conducto auditivo y hacen vibrar al tímpano. El tímpano es una membrana que transmite la vibración a la cadena de huesecillos (martillo, yunque y estribo) que amplifica la vibración y mueve una pequeña membrana de la cóclea o caracol. Dentro de la cóclea o caracol se encuentran las células sensoriales auditivas. El conjunto de estas células forman el llamado "órgano de Corti". La estimulación de estas células origina unos impulsos nerviosos que salen hacia el cerebro por el nervio auditivo. El cerebro interpreta estos impulsos nerviosos como sonidos. El sentido del equilibrio El sentido del equilibrio se encuentra en los tres canales o conductos semicirculares que se encuentran al lado del caracol o cóclea. Cada uno de los canales o conductos está orientado a una dirección distinta del espacio. Todos ellos están rellenos de un fluido y contienen las células sensoriales del equilibrio. Cuando nuestro cuerpo cambia de orientación, el fluido se mueve y estimula distintas células que envían impulsos nerviosos al cerebro. El cerebro determina nuestra posición y orientación a partir de estos estímulos y envía órdenes a nuestros músculos para mantener el equilibrio. El sentido de la vista El ojo nos permite apreciar la luz y la oscuridad, captar imágenes, colores, tamaños, distancias y movimientos. Está formado por el globo ocular y los órganos auxiliares. Sección del globo ocular El sentido de la vista: el globo ocular El globo ocular es una esfera en la que se distinguen varias capas: • Esclerótica. Es dura y de color blanco. Su parte anterior recibe el nombre de córnea y es transparente. • Coroides. Es de color oscuro. En su parte delantera apreciamos una zona circular de color variable (azul, verde, negro, etc.) llamada iris. Evita los reflejos de los rayos luminosos. El iris tiene un agujero en su parte central llamado pupila. • Retina. Es una capa sensible a la luz. En ella se encuentran las células sensibles a la luz. Cuando son estimuladas por un rayo luminoso envía unos impulsos nerviosos al cerebro a través del nervio óptico. Entre la córnea y el cristalino hay un líquido transparente y viscoso llamado humor acuoso. Llenando la cavidad central del globo ocular se encuentra el humor vítreo, de gran viscosidad. El sentido de la vista: órganos auxiliares del ojo • Párpados. Son repliegues de la piel que protegen el ojo. Están recubiertos internamente por una membrana llamada conjuntiva. • Glándulas lacrimales. Segregan las lágrimas, líquido que limpia y lubrica el ojo. • Cejas. Impiden la caída del sudor de la frente • Pestañas. Su misión es defender al ojo de un exceso de luz y polvo. El sentido de la vista: órganos auxiliares del ojo • Músculos del ojo. Sujetan el globo ocular y permiten su movimiento en todas las direcciones El sentido de la vista: funcionamiento del ojo El sentido de la vista: funcionamiento del ojo La luz entra al ojo a través de la córnea, que la dirige hacia la pupila, orificio central del ojo situado en la zona media del iris. El iris es un músculo circular que regula la cantidad de luz que entra al ojo: • Si hay mucha luz, el iris se dilata haciendo la pupila más pequeña con lo que disminuye la entrada de luz en el ojo • Si hay poca luz, el iris se contrae haciendo la pupila más grande por lo que entra más luz en el ojo. Una vez que ha atravesado la pupila, la luz llega al cristalino; el cristalino es una lente que se alarga o contrae para enfocar la luz sobre la retina en un punto concreto de la retina llamado fóvea. En la retina se forma una imagen invertida del objeto. La retina transforma los estímulos luminosos en impulsos nerviosos. Para ello dispone de células fotorreceptoras (conos y bastones) que al ser excitadas por la luz, envían impulsos nerviosos al cerebro a través del nervio óptico. El cerebro interpreta estos impulsos nerviosos como luz, color e imágenes. El sentido de la vista: funcionamiento del ojo El sentido del olfato El órgano del olfato se encuentra en la nariz. Su interior, llamado fosas nasales, se encuentra tapizado por una mucosa denominada pituitaria. La pituitaria posee gran cantidad de vasos sanguíneos en su zona inferior que calientan el aire inspirado. En su parte superior se encuentran las células olfativas que están unidas al nervio olfativo, encargado de llevar la información al cerebro. Cuando las partículas gaseosas de cualquier sustancia llegan hasta estas terminaciones nerviosas, provocan un impulso nervioso que llega hasta el cerebro, donde se convierte en la correspondiente sensación de olor. El sentido del gusto El gusto o sabor de las sustancias lo percibimos en la lengua. En la superficie de la lengua se encuentran las papilas gustativas, unos salientes de varios milímetros, que contienen las células receptoras, agrupadas en estructuras llamadas botones gustativos. Las papilas detectan cuatro sabores básicos: dulce, salado, ácido y amargo. El resto de sabores procede de combinaciones de estos. Para que las sustancias químicas sean percibidas, deben estar disueltas en la saliva. El sentido del gusto depende en gran medida del olfato. Así, cuando estamos resfriados, los alimentos parecen insípidos, porque los receptores olfativos quedan aislados por la mucosidad nasal. El sentido del tacto Los receptores del tacto se encuentran en la piel, el mayor órgano de nuestro cuerpo. La piel consta de dos capas: epidermis y dermis. La epidermis es la capa exterior y está formada por varios estratos de células; las más externas están muertas y se desprenden continuamente en forma de escamas y caspa. La dermis es la capa interior, donde se localizan los receptores del tacto y numerosos vasos sanguíneos. El sentido del tacto Los receptores de la sensibilidad cutánea son terminaciones nerviosas que recogen el estímulo y lo transmiten al cerebro. Hay diferentes tipos según capten una de estas cinco sensaciones básicas: dolor, frío, calor, presión y contacto. Cuando los receptores son estimulados, se generan corrientes nerviosas que van al cerebro, donde se producen las sensaciones correspondientes. La distribución de los receptores en la piel se irregular; se concentran principalmente en determinadas zonas (yemas de los dedos, labios) y escasean en otras (espalda). Resumen Receptor Estímulo Localización Fotorreceptores Luz Ojo Quimiorreceptores Sustancias químicas Boca y nariz Termorreceptores Calor y frío Piel Receptores del dolor Variados Órganos internos y piel Receptores de tensión Movimiento de tejidos Músculo esquelético y tendones Receptores de presión Presión Piel