Oración. La Oración

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Oración.
La Oración como unidad estructural está constituida por dos sintagmas fundamentales: Sintagma nominal
y sintagma verbal, que son los constituyentes inmediatos de la oración y corresponden a las funciones de
sujeto y predicado.
Los pensamientos que no expresamos constituyen una simple operación mental, porque no trascienden, en
efecto, del ámbito de nuestra mente. En cambio, si nos manifestamos a través del lenguaje, hablado o
escrito, revisten la forma de una oración gramatical.
tipos de oraciones.
Â
Denominamos oración compuesta a aquella estructura oracional que tiene dos o más verbos. Cada uno de
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los verbos que forma una oración compuesta forma entorno suya una proposición que puede tener el mismo
o diferente sujeto.
La oración compuesta puede ser de dos tipos:
Â
Serán oraciones coordinadas aquellas que no presentan relaciones
de dependencia sintáctica entre las proposiciones que la forman.
Â
COORDINADAS
Pepe come (propo. I), Juan duerme (prop. II)
y yo estoy aburrido (prop. III)
Â
Hablamos de oraciones subordinadas en los casos en que una
proposición desempeñe una función sintáctica dentro de otra; es
decir, que exista una dependencia de unas proposiciones respecto a
otras:
SUBORDINADAS
Â
Pepe es muy divertido cuando quiere (prop. Subordinada)
Â
SINTAGMA NOMINAL Â
Sintagma nominal. Tiene por núcleo un sustantivo y puede ir acompañado de determinantes (artÃ-culo,
adjetivos determinativos) y de adyacentes (sintagma adjetivo, sintagma preposicional, etc.).
Es el primer constituyente de la oración gramatical, en su forma sintáctica mente completa. El sintagma
nominal está integrado por un núcleo, que es un sustantivo o elemento nominal equivalente, puede ir
determinado o no en la estructura por determinantes o actualizadores, y acompañado de elementos
adyacentes o subordinados que lo complementan: El niño moreno.
El núcleo es el único elemento necesario para la existencia del sintagma nominal; el núcleo del sintagma
nominal es un sustantivo o un elemento léxico que esté sustantivado (véase Sustantivación). Como
sustituto del nombre, puede utilizarse un pronombre: Alguien llamó; un infinitivo: El dormir es importante
para la salud; u otros elementos sustantivados, como un adjetivo: Los buenos de la clase; un adverbio: El
ayer recordado; una conjunción: Los porqués; una interjección: Un ay penoso.
Los adyacentes o adjuntos del núcleo son modificadores directos del sustantivo, que completan, precisan o
restringen el significado de ese núcleo. Se les llama también complementos. La función de complemento
del núcleo nominal o complemento del nombre es caracterÃ-stica del adjetivo, aunque también puede ser
desempeñada por un sustantivo, precedido de preposición: Una silla dorada. Una silla de madera.
El arroz con leche; o también un sustantivo en aposición, cuando el sustantivo se encuentra adjunto al
núcleo sin preposición: El rÃ-o Ebro. La ciudad dormitorio.
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SINTAGMA VERBAL Â
Sintagma verbal. Tiene por núcleo un verbo, modificado por sus complementos, un sintagma nominal
(objeto directo e indirecto) y un sintagma preposicional (complemento circunstancial):
Está muy cerca de la pared.
Es el segundo constituyente de la oración gramatical, su núcleo es el verbo en función de predicado y a
él se refieren, directa o indirectamente, todos los complementos que forman el sintagma verbal.
El núcleo del predicado verbal es un verbo predicativo, que tiene contenido semántico pleno; si tiene otros
elementos adyacentes, son los complementos del verbo.
Estos complementos pueden ser sintagmas nominales, adjetivos, preposicionales o adverbiales.
Los verbos que llevan un complemento directo que complementa su significación, son verbos transitivos, y
son verbos intransitivos cuando poseen una significación completa, cerrada en sÃ- misma, que no requiere
de complemento directo: Sergio enseñó el traje (complemento directo).
Luis duerme mucho; aunque ambos llevan o pueden llevar otros complementos verbales. Complemento
indirecto indica a quién va dirigida la acción del verbo: Compré una casa a Carlos o para Carlos, el
uso de las preposiciones a o para en este ejemplo varÃ-a el significado de la oración. Complemento de
régimen o suplemento, su uso es imprescindible para la comprensión de algunos verbos: Creo en
vosotros; Habla de ello.
Predicado nominal, su núcleo sintáctico es un verbo, pero desde el punto de vista semántico, lo atribuido
es una cualidad o caracterÃ-stica expresada por un elemento nominal o adjetivo, que califica o clasifica al
sujeto; el verbo sirve de enlace entre el sujeto y el atributo. A estos verbos se les llama copulativos, son verbos
carentes de significado pleno: El perro es un animal; La casa estaba vacÃ-a; Sergio es agradable.
El sintagma nominal precede siempre al sintagma verbal en la estructura profunda: Ese chico te está
mirando, pero estos elementos pueden invertirse en la estructura superficial: Te está mirando ese chico. El
orden de las palabras dentro del sintagma y el orden de los sintagmas dentro de la oración depende de cada
hablante, de sus predilecciones. Una misma persona emplea diferente orden de palabras según el oyente a
quien se dirija, su intención expresiva o la intensidad de los sentimientos expresados.
EL SUJETO
El sujeto es un sintagma nominal del cual se afirma, niega, pregunta, exclama, duda o se desea algo
Es elemento organizador de la oración que realiza la acción verbal y concuerda con el verbo en número y
persona: Los niños cantan, la niña cantaba.
Tipos de Sujeto
Sujeto tácito: Cuando el sujeto no está escrito, pero se puede pensar en él, se llama sujeto tácito. Por
ejemplo:
"Por favor, juega conmigo".
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En esta oración el sujeto es "tu", ya que es a quien se le está pidiendo "jugar", sin embargo no está escrito
en la oración.
Sujeto expreso: Es la parte contraria al sujeto tácito, es cuando en la oración se encuentra escrita el sujeto
mismo. Por ejemplo:
"El mar está picado esta tarde".
El sujeto expreso es "El mar", ya que es de quien se está diciendo que "está picado esta tarde".
El Predicado.
El predicado es el segundo término o elemento imprescindible en la oración. Entendemos por predicado
aquello que se dice, se afirma o se niega, (lel sujeto: que El Sol calienta, que Julia estudia música o que El
azul del cielo invita a soñar...
AsÃ- como el sujeto es una función que sólo puede desempeñar el sintagma nominal, o un elemento
sustantivado, el predicado constituye una función caracterÃ-stica del verbo, es decir, del sintagma verbal
(calienta, estudia, invita, etc.). El verbo es, en efecto, la categorÃ-a gramatical básica en la oración, en
tanto que ésta nos dice aquello que «realiza o experimenta el sustantivo: Acción, movimiento, proceso o
estado», según la definición del mismo verbo.
Tipos de Predicado
Tal vez te hayas dado cuenta alguna ocasión de que no todos los verbos funcionan igual, es decir de que
verbos como: corre, compone, come, muelen, etc., expresan el comportamiento del sujeto, y que hay verbos
como: está, es, son, clasifican o identifican al sujeto. Estas variaciones de los verbos permiten tener dos tipos
de predicado: Verbal y Nominal.
Predicado verbal: Es cuando el verbo expresa el comportamiento del sujeto. Estos verbos pueden ser: juega,
trabaja, salta, llora, etc.
Predicado nominal: Es cuando el sustantivo, adjetivo o participio que sigue al verbo copulativo (ser o estar)
califica, clasifica o identifica al sujeto. Por ejemplo:
"Las calles de la ciudad son estrechas y tortuosas".
"Las olas están muy altas".
"La Internet es una gran red".
Núcleo del sujeto y Núcleo del predicado
El núcleo es un elemento clave que nos ayuda a identificar fácilmente tanto al sujeto como al predicado. El
núcleo del predicado es siempre el verbo, ya que este es indispensable para que exista un predicado.
Lo mismo sucede con el sujeto, la palabra básica en la mayorÃ-a de los casos y núcleo del sujeto es el
sustantivo. Sin embargo existen en el español tantas variaciones, que existen otros casos de núcleos del
sujeto como: pronombres personales, un infinitivo, un participio sustantivado, un adjetivo sustantivado, etc.
Los demás elementos que acompañan al sustantivo o al verbo se les llama modificadores del núcleo.
El ArtÃ-culo.
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ArtÃ-culo, constituyente obligatorio del sintagma nominal que se antepone al nombre para actualizarlo
y señalar si el sustantivo es conocido o no por el emisor, receptor o ambos.
Se clasifica en determinado o definido e indeterminado o indefinido. Las antiguas gramáticas tomaban al
artÃ-culo como una de las partes de la oración; en la actualidad se le considera un morfema gramatical del
sustantivo, con el que se combina, y del cual nos indica el género y el número. Puede estar precedido de
un preartÃ-culo (todo un hombre) o seguido de un posartÃ-culo (la misma casa).
Las formas que presenta el artÃ-culo son:
Determinados:
• masculino singular: el
• femenino singular: la
• neutro singular: lo
• masculino plural: los
• femenino plural: las
Indeterminados:
• masculino singular: un o uno
• femenino singular: una
• masculino plural: unos
• femenino plural: unas
• No existe la forma de neutro plural
LAS CONJUNCIONES
• Las conjunciones copulativas expresan adición de un sintagma o grupo de sintagmas o proposiciones
a otro. Son y, e, ni.
• Las conjunciones adversativas contraponen parcial o totalmente dos sintagmas o dos grupos
sintagmáticos o proposiciones entre sÃ-. Son mas, pero, sino.
• Las conjunciones disyuntivas expresan alternancia u opción entre dos sintagmas o dos grupos
sintagmáticos o proposiciones. Son o, u.
• Distributivas: Establecen una relación de alternancia no necesariamente excluyente entre las
acciones que expresan las proposiciones. Los nexos aparecen repetidos de forma correlativa.
• Explicativas. Son proposiciones que mantienen entre sÃ- una relación de equivalencia. Las segunda
(proposición) es aclaración o ampliación del significado de la primera. Los nexos son las
locuciones conjuntivas. Son , es decir, por ejemplo, es más, o sea, a saber.
El adjetivo
Al tratar del artÃ-culo, hemos descubierto ya que los nombres sustantivos, solos, aislados, designan seres
animados o inanimados, objetos, ideas, etc., con una inconcreción infinita. Es decir, su campo de aplicación
se extiende a todos los seres u objetos que en cada caso designa, pero no sirven si queremos referirnos a uno
determinado. Para adquirir concreción y realidad, deben ir acompañados de otras palabras que limiten o
determinen la extensión de cada nombre.
Las palabras que limitan, modifican y determinan el nombre o el núcleo nominal del sintagma se dividen en
determinantes y adyacentes. Los adjetivos son palabras invariables que constituyen una categorÃ-a
gramatical o parte de la oración, cuya misión es acompañar y modificar al nombre sustantivo.
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Se dividen en dos grandes grupos: adjetivos calificativos, que son palabras con función de adyacentes del
nombre, y adjetivos determinativos, que junto con el artÃ-culo forman el grupo de determinantes del
sustantivo.
Adjetivos calificativos
Los adjetivos calificativos expresan cualidades (animal fiero), estados (soldado herido), situaciones (paÃ-s
lejano), procedencia (cigarro habano), actividades (artista Pintor), etc., del nombre al que acompañan. Por
su presencia y papel en la frase, pueden realizar de distintas maneras esta función esencial de calificar al
sustantivo:
a) directamente unidos al nombre (yuxtapuestos), como
Adyacente del sintagma nominal, bien antepuestos al sustantivo, bien postpuestos al mismo: un fiel amigo, un
amigo fiel;
b) como atributos, en el predicado nominal, unidos al sujeto a través de un verbo copulativo: mi amigo es
fiel; mi amigo está enfadado;
c) como complemento predicativo, modificando a la vez al verbo y a un nombre en función de sujeto o de
complemento directo: Inés dormÃ-a tranquila. Desde el punto de vista del significado, los adjetivos
calificativos pueden ser especificativos y explicativos o epÃ-tetos.
Los adjetivos calificativos especificativos restringen la significación del nombre al que acompañan
mediante la cualidad que expresan, necesaria para individualizarlo mejor: en la frase Es un apasionado de la
música moderna, el adjetivo moderna sirve para seleccionar un tipo o género musical dentro del conjunto
amplÃ-simo que designa el sustantivo música. Es decir, sin expresar esta caracterÃ-stica, tendrÃ-a la misma
frase un significado mucho más impreciso.
Adjetivos determinativos
Estos adjetivos no expresan cualidades o circunstancias referentes al nombre al que lo acompañan, sino
concreta la significación del sustantivo mediante relaciones del lugar o tiempo, posesión, cantidad o
número.
Se clasifican en varios grupos (demostrativos, posesivos, indefinidos, numerales, relativos, interrogativos y
exclamativos), los cuales, asÃ- como sus formas y significados, son idénticos prácticamente a las que
presentan los pronombres, por lo que será más breve su estudio.
Para muchos autores, los adjetivos demostrativos, en efecto, no son sino pronombres con función adjetiva.
Adjetivos demostrativos
Los adjetivos demostrativo (este, ese, aquel, con sus
femeninos y plurales correspondientes) señalan un objetos expresando la distancia espacial o temporal que
media entre ellos.
Presentan variaciones formales de género y de número (este,
esta, estos, estas) y, al igual acompañan los pronombres correspondientes, establecen una gradación de
proximidad o
lejanÃ-a, que puede referirse a la primera persona o a las tres
personas gramaticales: este, ese, esta.
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Adjetivos posesivos
Estos adjetivos expresan una circunstancia de pertenencia posesión o relación entre las personas
gramaticales y el nombre al que determinan (nuestro padre; vuestra casa; un primo suyo).
Poseen variaciones de género y número e indican:
• La persona gramatical del poseedor.
• El genero y numero de lo poseÃ-do.
• Si el poseedor es una o varias personas.
Adjetivos indefinidos
Los adjetivos indefinidos se refieren de una forma vaga o imprecisa a la cantidad o la identidad del nombre al
cual determinan (poco tiempo; mucho sueño; otro dÃ-a; algún lector).
Se denominan existenciales los que expresan identidad y cuantitativos los que indican cantidad.
Los adjetivos indefinidos existenciales tienen, con pocas excepciones (cualquier), variaciones de género y
de número. Van antepuestos al nombre, salvo ningún y algún, que al usarse postpuestos exigen el adverbio
de negación no delante del verbo: No ha venido ninguno, No lo he visto en parte alguna (obsérvese que
algún/alguno/alguna, que en sentido recto tienen significado positivo algún libro para leer, tienen valor de
negación cuando siguen al nombre). Los adjetivos indefinidos cuantitativos, conservando su imprecisión,
contienen al mismo tiempo una idea de la gradación de la cantidad o la intensidad: todo, mucho, poco,
bastante, demasiado. Se usan antepuestos al nombre, en general, y concuerdan con él en género y
número: mucho tiempo; bastantes amigos; demasiadas quejas.
Adjetivos numerales
Los adjetivos numerales expresan con más precisión que los indefinidos cuantitativos la idea de cantidad o
número, en sentido cardinal (cardinales), ordinal (ordinales), multiplicador (múltiplos o multiplicativos) o
partitivo
(partitivos o fraccionarios), como, respectivamente, dos piernas, sexto mandamiento, doble fondo, cuarta
parte. Los adjetivos numerales cardinales indican número o cantidad precisos y corresponden a la serie
natural de los números (uno, dos, tres, cuatro, etc.). Sólo concuerdan en género con el nombre uno/una y
las centenas, a partir de doscientos/doscientas. La forma uno se apocopa en un siempre que antecede al
nombre (un rWe) y en todos los adjetivos numerales compuestos, cuando éstos preceden a un nombre
masculino (veintiún dÃ-as, treinta y un años), y sustituye a uno y una cuando precede a mil (treinta y un
mil cuatrocientas hectáreas). La forma ciento se apocopa en cien siempre que figura delante del nombre,
masculino o femenino (cien años, cien casas), asÃ- como también cuando precede a otra forma
numérica para multiplicarla (cien mil, cien millones; pero no al sumársele:
ciento dos, ciento quince). Los adjetivos numerales ordinales expresan orden o colocación sucesiva (el
primero de la clase, el capÃ-tulo decimocuarto). Van siempre precedidos de artÃ-culo y concuerdan con el
nombre en género y número
(la lección decimoséptima; el quincuagésimo año). A partir del décimo, salvo en el lenguaje culto,
se sustituyen generalmente por los cardinales correspondientes.
Los adjetivos numerales múltiplos o multiplicativos expresan multiplicación según la serie natural de
los números (doble, triple, cuádruple, quÃ-ntuple, séxtuplo, séptuplo, etc.)
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Adjetivos relativos
Los adjetivos cuyo/cuya/cuyos/cuyas, cuanto/cuanta/cuantos/cuantas, que la gramática tradicional suele
incluir entre los pronombres relativos, establecen una relación entre el nombre al que acompañan y su
antecedente, aÃ'iadiendo a este valor relacionante un aspecto de posesión (cuyo) o de cantidad (cuanto),
que justifica esta ambigüedad intrÃ-nseca entre el pronombre y el adjetivo. La forma cuyo, con sus
correspondientes variaciones de género y número, equivale a `del cual', `de que, `de quien', etc. Va
siempre antepuesto al nombre, con el que concierta:
este libro cuya lectura recomiendo...; esa chica cuyo hermano es albañil... La forma cuanto, con sus
variaciones de género y número, es relativo de cantidad que equivale a `todo lo que': Le dio cuanto dinero
tenÃ-a; Ven cuantas veces quieras.
Adjetivos interrogativos y exclamativos
Estos adjetivos, cuyas formas son qué, cuál/cuáles, cuánto/cuánta/cuántos/cuántas, determinan y
limitan al sustantivo al que acompañan, bien preguntando lo que está por precisar, en oraciones
El Adjetivo.
Al tratar del artÃ-culo, hemos descubierto ya que los nombres sustantivos, solos, aislados, designan seres
animados o inanimados, objetos, ideas, etc., con una inconcreción infinita. Es decir, su campo de aplicación
se extiende a todos los seres u objetos que en cada caso designa, pero no sirven si queremos referirnos a uno
determinado. Para adquirir concreción y realidad, deben ir acompañados de otras palabras que limiten o
determinen la extensión de cada nombre.
Las palabras que limitan, modifican y determinan el nombre o el núcleo nominal del sintagma se dividen en
determinantes y adyacentes. Los adjetivos son palabras invariables que constituyen una categorÃ-a
gramatical o parte de la oración, cuya misión es acompañar y modificar al nombre sustantivo.
Se dividen en dos grandes grupos: adjetivos calificativos, que son palabras con función de adyacentes del
nombre, y adjetivos determinativos, que junto con el artÃ-culo forman el grupo de determinantes del
sustantivo.
Adjetivos calificativos
Los adjetivos calificativos expresan cualidades (animal fiero), estados (soldado herido), situaciones (paÃ-s
lejano), procedencia (cigarro habano), actividades (artista Pintor), etc., del nombre al que acompañan. Por
su presencia y papel en la frase, pueden realizar de distintas maneras esta función esencial de calificar al
sustantivo:
a) directamente unidos al nombre (yuxtapuestos), como
Adyacente del sintagma nominal, bien antepuestos al sustantivo, bien postpuestos al mismo: un fiel amigo, un
amigo fiel;
b) como atributos, en el predicado nominal, unidos al sujeto a través de un verbo copulativo: mi amigo es
fiel; mi amigo está enfadado;
c) como complemento predicativo, modificando a la vez al verbo y a un nombre en función de sujeto o de
complemento directo: Inés dormÃ-a tranquila. Desde el punto de vista del significado, los adjetivos
calificativos pueden ser especificativos y explicativos o epÃ-tetos.
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Los adjetivos calificativos especificativos restringen la significación del nombre al que acompañan
mediante la cualidad que expresan, necesaria para individualizarlo mejor: en la frase Es un apasionado de la
música moderna, el adjetivo moderna sirve para seleccionar un tipo o género musical dentro del conjunto
amplÃ-simo que designa el sustantivo música.
Es decir, sin expresar esta caracterÃ-stica, tendrÃ-a la misma frase un significado mucho más impreciso.
Adjetivos Determinativos.
Estos adjetivos no expresan cualidades o circunstancias referentes al nombre al que lo acompañan, sino
concreta la significación del sustantivo mediante relaciones del lugar o tiempo, posesión, cantidad o
número.
Se clasifican en varios grupos (demostrativos, posesivos, indefinidos, numerales, relativos, interrogativos y
exclamativos), los cuales, asÃ- como sus formas y significados, son idénticos prácticamente a las que
presentan los pronombres, por lo que será más breve su estudio.
Para muchos autores, los adjetivos demostrativos, en efecto, no son sino pronombres con función adjetiva.
Adjetivos Demostrativos.
Los adjetivos demostrativo (este, ese, aquel, con sus
femeninos y plurales correspondientes) señalan un objetos expresando la distancia espacial o temporal que
media entre ellos.
Presentan variaciones formales de género y de número (este,
esta, estos, estas) y, al igual acompañan los pronombres correspondientes, establecen una gradación de
proximidad o
lejanÃ-a, que puede referirse a la primera persona o a las tres
personas gramaticales: este, ese, esta.
Adjetivos Posesivos.
Estos adjetivos expresan una circunstancia de pertenencia posesión o relación entre las personas
gramaticales y el nombre al que determinan (nuestro padre; vuestra casa; un primo suyo).
Poseen variaciones de género y número e indican:
* La persona gramatical del poseedor.
* El genero y numero de lo poseÃ-do.
* Si el poseedor es una o varias personas.
Adjetivos Indefinidos.
Los adjetivos indefinidos se refieren de una forma vaga o imprecisa a la cantidad o la identidad del nombre al
cual determinan (poco tiempo; mucho sueño; otro dÃ-a; algún lector).
Se denominan existenciales los que expresan identidad y cuantitativos los que indican cantidad.
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Los adjetivos indefinidos existenciales tienen, con pocas excepciones (cualquier), variaciones de género y
de número. Van antepuestos al nombre, salvo ningún y algún, que al usarse postpuestos exigen el adverbio
de negación no delante del verbo: No ha venido ninguno, No lo he visto en parte alguna (obsérvese que
algún/alguno/alguna, que en sentido recto tienen significado positivo algún libro para leer, tienen valor de
negación cuando siguen al nombre). Los adjetivos indefinidos cuantitativos, conservando su imprecisión,
contienen al mismo tiempo una idea de la gradación de la cantidad o la intensidad: todo, mucho, poco,
bastante, demasiado. Se usan antepuestos al nombre, en general, y concuerdan con él en género y
número: mucho tiempo; bastantes amigos; demasiadas quejas.
Adjetivos Numerales.
Los adjetivos numerales expresan con más precisión que los indefinidos cuantitativos la idea de cantidad o
número, en sentido cardinal (cardinales), ordinal (ordinales), multiplicador (múltiplos o multiplicativos) o
partitivo
(partitivos o fraccionarios), como, respectivamente, dos piernas, sexto mandamiento, doble fondo, cuarta
parte. Los adjetivos numerales cardinales indican número o cantidad precisos y corresponden a la serie
natural de los números (uno, dos, tres, cuatro, etc.). Sólo concuerdan en género con el nombre uno/una y
las centenas, a partir de doscientos/doscientas. La forma uno se apocopa en un siempre que antecede al
nombre (un rWe) y en todos los adjetivos numerales compuestos, cuando éstos preceden a un nombre
masculino (veintiún dÃ-as, treinta y un años), y sustituye a uno y una cuando precede a mil (treinta y un
mil cuatrocientas hectáreas). La forma ciento se apocopa en cien siempre que figura delante del nombre,
masculino o femenino (cien años, cien casas), asÃ- como también cuando precede a otra forma
numérica para multiplicarla (cien mil, cien millones; pero no al sumársele:
ciento dos, ciento quince). Los adjetivos numerales ordinales expresan orden o colocación sucesiva (el
primero de la clase, el capÃ-tulo decimocuarto). Van siempre precedidos de artÃ-culo y concuerdan con el
nombre en género y número
(la lección decimoséptima; el quincuagésimo año). A partir del décimo, salvo en el lenguaje culto,
se sustituyen generalmente por los cardinales correspondientes.
Los adjetivos numerales múltiplos o multiplicativos expresan multiplicación según la serie natural de
los números (doble, triple, cuádruple, quÃ-ntuple, séxtuplo, séptuplo, etc.)
Adjetivos Relativos.
Los adjetivos cuyo/cuya/cuyos/cuyas, cuanto/cuanta/cuantos/cuantas, que la gramática tradicional suele
incluir entre los pronombres relativos, establecen una relación entre el nombre al que acompañan y su
antecedente, aÃ'iadiendo a este valor relacionante un aspecto de posesión (cuyo) o de cantidad (cuanto),
que justifica esta ambigüedad intrÃ-nseca entre el pronombre y el adjetivo. La forma cuyo, con sus
correspondientes variaciones de género y número, equivale a `del cual', `de que, `de quien', etc. Va
siempre antepuesto al nombre, con el que concierta:
este libro cuya lectura recomiendo...; esa chica cuyo hermano es albañil... La forma cuanto, con sus
variaciones de género y número, es relativo de cantidad que equivale a `todo lo que': Le dio cuanto dinero
tenÃ-a; Ven cuantas veces quieras.
Adjetivos interrogativos y exclamativos
Estos adjetivos, cuyas formas son qué, cuál/cuáles, cuánto/cuánta/cuántos/cuántas, determinan y
limitan al sustantivo al que acompañan, bien preguntando lo que está por precisar, en oraciones
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LAS PREPOSICIONES
Las preposiciones son elementos de enlace que subordinan un sintagma generalmente nominal a otro
sintagma.
Las preposiciones actualmente en uso son: a, ante, bajo, con, contra, de, desde, en, entre, hacia, hasta, para,
por según, sin, sobre, tras. Durante y mediante
Interjecciones.
Las palabras que nos sirven para expresar de forma repentina y con cierta emotividad la impresión que nos
produce lo que oÃ-mos, vemos o sentimos, se llaman interjecciones.
Usamos las interjecciones para manifestar con vehemencia estados de ánimo: ¡Olé!, ¡Bah!, ¡Ca!,
¡Arrea!, ¡Por Dios!, ¡Mecachis...!
Es con estas palabras con las que el lenguaje alcanza el más alto nivel de su función expresiva y emotiva.
Su uso, en efecto, está directamente ligado al estado emotivo del hablante. que condensa en una fórmula
brevÃ-sima, como, por ejemplo, ¡Olé!, lo que debiera ser una frase de aprobación o entusiasmo del tipo
¡Qué bien lo estás haciendo!, o ¡Cuánto me alegro! Este mensaje, formulado de acuerdo con las leyes
gramaticales, se sustituye en un momento de tensión expresiva por un signo de la máxima concisión, que
completamos con la fuerza de la entonación.
Si repasamos la clasificación de los adverbios, encontraremos un grupo de adverbios llamados oracionales,
que al ser utilizados como respuesta equivalen por sÃ- solos a una oración entera (Tienes miedo? No.).
Esta caracterÃ-stica, que podemos considerar como una particularidad de los adverbios de negación, de
afirmación y de duda (si, no, quizá, etc.), se da con todas las interjecciones.
En efecto, aunque en sus formas más elementales no constituyen propiamente una frase, sino una especie de
embrión o rudimento de una oración exclamativa, pueden considerarse en todos los casos como enunciados
completos.
La interjección no constituye propiamente una parte de la oración, ya que no representa una categorÃ-a de
vocablos con contenido léxico o sintáctico, ni es tampoco una partÃ-cula relacionante, como los
adverbios, las preposiciones o las conjunciones. Desempeña un papel invariable, al margen de la oración u
oraciones que puedan acompañarla en el contexto, de las cuales se aÃ-sla por pausas y de las que se
distingue enfáticamente por la entonación: ¡Dios santo...! Debes impedÃ-rselo.
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