CONGREGACIÓN DE LOS HERMANOS DE LAS ESCUELAS CRISTIANAS DISTRITO LASALLISTA DE BOGOTÁ COLEGIO LA SALLE CÚCUTA TRABAJO DE REFUERZO DE FILOSOFIA 2 PERIODO NOMBRES: APELLIDOS: CURSO: SEPTIMO TEMA: ÁSIGNATURA: FILOSOFIA PERIODO: FECHA EN QUE SE ASIGNA: SEGUNDO 6 DE JULIO DE 2010 DOCENTE: JESÚS G. ORTIZ J. FECHA DE PRESENTACIÓN: 22 DE JULIO 2010 Responda las preguntas en hojas de examen, teniendo las siguientes indicaciones: - Presentar el trabajo con lapicero No debe haber tachones ni enmendaduras Escribir los nombres, apellidos y el grado correctamente. Presentarlo en la fecha señalada Estudiarlo y repasarlo para sustentarlo de forma escrita Presentarlo en una carpeta limpia y en buen estado No prestárselo a los compañeros para evitar el fraude. Escribir las preguntas antes de las respuestas. Hacer las respuestas completas y bien fundamentadas. Valoración: Trabajo: 35 % Evaluación: 35 % NOTA: EL PRESENTE TRABAJO SE DEBE PRESENTAR EN HOJAS DE EXAMEN Y ESTUDIARLO PARA SER EVALUADO EN LA FECHA INDICADA. 1. Responda las preguntas que siguen a continuación de los siguientes textos: LA PATRÍSTICA Y LOS APOLOGISTAS MOMENTO HISTORICO Con la extensión del cristianismo en el mundo greco-romano en los comienzos del siglo II de nuestra era, surge el desafío a los cristianos cultos de la época, no sólo de vivir el cristianismo, sino de exponerlo y hacerlo comprensible a la mentalidad culta de los paganos. Este esfuerzo de interpretación constituye occidentalmente el quehacer filosófico de los padres de la iglesia. Los ataques doctrinales que recibe el cristianismo de los filósofos paganos suscita en algunos cristianos cultos el deseo de defenderlo, por lo cual surgen los apologistas. LA APOLOGÉTICA: Del griego que defiende. Es una rama de la teología y su objetivo consiste en defender y justificar los principios fundamentales de la religión mediante argumentos dirigidos al entendimiento. Entran en la apologética: las pruebas de la existencia de Dios, de la inmortalidad del alma y la doctrina concerniente a las señales de la revelación divina (entre ellos los milagros y las profecías), el estudio de las objeciones dirigidas contra la religión y sus dogmas. A los pensadores que estudiaron la apologética se les llamó apologistas . LOS APOLOGISTAS Los primeros apologistas fueron San Pablo y san Juan, los cuales se preocuparon por sistematizar el cristianismo y entrar en diálogo con la filosofía greco-romana, no obstante los apologistas del siglo II constituirían los iniciadores del pensamiento filosófico cristiano. Se trata de hombres cultos provenientes de las escuelas griegas (estoicos, neoplatónicos) que se proponen defender racionalmente la nueva religión contra las acusaciones de los filósofos paganos y contra las persecuciones de las autoridades romanas de la época. Entre los principales apologistas griegos figuran San Justino, Taciano de Siria, Atenágoras de Atenas y Teófilo de Antioquía, y entre los latinos, Tertuliano. San Justino (+ 165) Convertido al cristianismo hacia el año 130 de nuestra era, después de recorrer insatisfecho varias escuelas filosóficas de la época. Justino convertido, se ve en la necesidad de defender su nueva fe frente a la cultura de su época y trata en sus apologías de dar un valor universal en el tiempo al nuevo fenómeno del cristianismo y su lugar en le historia de la humanidad: la luz con que Dios ilumina a todo hombre es irradiada por Cristo, el logos antes y después de hacerse carne. Así el Cristianismo es presentado, no sólo como una filosofía, sino como la Filosofía, la culminación, la nueva y definitiva sabiduría. De él conservamos dos Apologías y el Diálogo con Trifón. Tertuliano (150 – 225) Reacciona contra la tendencia a racionalizar el Cristianismo que había surgido entre los cristianos cultos de origen griego y combate la filosofía como enemigo mortal de la fe. Considera en que no se necesita afanarse en buscar pruebas de la existencia de Dios único en el que creen los cristianos. Es suficiente con interrogar el alma del hombre en la fuerza ingenua de su naturaleza para que ella atestigüe espontáneamente el conocimiento de ese Dios. Tertuliano trata de expresar el realismo cristiano en oposición al idealismo griego. LA PATRÍSTICA: Del latín pater que significa padre. Es una teología cristiana de los siglos I a VIII d. de C. Es decir, fue una apologética de los “padres de la iglesia” que al principio defendían los dogmas de la religión cristiana contra el paganismo y afirmaban la incompatibilidad de la fe religiosa con la filosofía antigua. La patrística es el núcleo germinal del que se ha nutrido toda la tradición filosófica de la Edad Media, y su acción se ha ejercido así en todos los siglos siguientes, además la patrística ha condicionado el planteamiento de los problemas filosóficos dentro del Cristianismo. “2010: Ojos abiertos, corazones encendidos. Lasallistas signos de esperanza” Los Padres de la Iglesia: Son los iniciadores de la filosofía cristiana y los que desarrollan la estructura de la Iglesia católica. Tienen una valoración positiva de la filosofía como preparación para el cristianismo, es decir, que consideran a la filosofía como ayuda a una mejor comprensión de la fe. Nos referimos a aquellos escritos cuya labor fundamental fue la de redactar obras que exponían la doctrina cristiana. Los dos más grandes padres de la iglesia son San Agustín de Hipona y Santo Tomás de Aquino. Entre ellos podemos distinguir dos grupos: — Padres griegos: son aquellos pensadores cristianos que reinterpretan los conceptos de la filosofía griega (sobre todo platónica) como "demiurgo, mundo suprasensible, espiritualidad e inmortalidad del alma, etc… y a partir de ellos empiezan construir una filosofía cristiana. Dan a sus escritos una orientación marcadamente metafísica y especulativa. Sobresalen: Atanasio, Gregorio Nacianceno, Gregorio Niceno, Juan Crisóstomo, Basilio. — Padres latinos: son aquellos pensadores cristianos que reinterpretan la filosofía romana poniéndola al servicio del cristianismo. Tienen una orientación más práctica que especulativa. Sobresalen: Irineo, Ambrosio, Jerónimo. La tarea que realizan estos pensadores, tanto griegos como latinos, es la de iniciar la construcción de la filosofía cristiana a partir de las filosofías grecorromanas, pues las valoran como la mejor ayuda para llegar a la fe. LA ESCUELA DE ALEJANDRÍA MOMENTO HISTÓRICO Desde los tiempos de la predicación apostólica existía en Alejandría una numerosa comunidad cristiana de cultura griega con maestros notables, preocupados por mantener un cristianismo ilustrado. En las últimas décadas del siglo II se formalizó una escuela regular y permanente que se denominó Didaskalion que tenía como fines instruir a los cristianos, catequizar a los catecúmenos y atraer a los gentiles. En ella se enseñaban las artes liberales, la filosofía y la Sagrada Escritura constituyendo los primeros intentos de exposición sistemática del pensamiento cristiano a partir del marco cultural de la época. El primer director de la Escuela de Alejandría fue San Panteno, ilustre ateniense formado en el estoicismo que colocó a la Escuela en un lugar prestigioso y atrajo numerosos discípulos. Le sucedió, en la dirección de la misma, Clemente Alejandrino. CLEMENTE DE ALEJANDRÍA (150 – 215 d. de C.) Clemente considera que la filosofía griega había tenido una función pedagógica: conducir a los hombres de la “gnosis” racional (conocimiento racional) a la gnosis de la revelación cristiana. Y equipara, en cierto sentido, la ley hebrea y la Razón griega, pues ambas habrían servido a diferentes pueblos de preparación para recibir la Fe cristiana. En la organización de la Escuela de Alejandría, Clemente establece cinco grados de aprendizaje: 1. 2. 3. 4. 5. El de los párvulos, enseñándoles a leer, escribir y contar. El de la enseñanza de las 7 disciplinas: gramática, retórica, dialéctica, aritmética, geometría, astronomía y música. El de la filosofía y las ciencias físico-naturales. El de la fe mediante lo revelado en la Sagrada Escritura y debidamente comentado e interpretado para descubrir su sentido y su misterio. El de la gnosis que suponiendo todo lo anterior culmina en un conocimiento intuitivo y afectivo de los misterios divinos en el que se conjugan la ciencia, la fe y el amor. Puros. ORÍGENES (185 – 253 d. de C.) Sucedió a Clemente en la dirección de la Escuela de Alejandría. Revestido de un gran celo religioso (castrado “por el amor al Reino de los Cielos”) y poseedor de una notable erudición elabora un sugestivo sistema filosófico-religioso con motivaciones similares a las de su contemporáneo Plotino donde las intuiciones cristianas no logran desembarazarse de las lucubraciones neoplatónicas. Orígenes se pregunta cómo conciliar el acto creador del mundo con la inmutabilidad de la esencia divina. Propone un mundo querido y creado por Dios desde toda la eternidad, mundo coeterno con Dios. Pero de Dios, continúa Orígenes, no pueden salir sino obras perfectas, espíritus puros. Estos espíritus están dotados de libertad por la cual pueden permanecer en el bien del que participan o separarse de él. El mal es amor de un bien menor, degradación de su ser. El mal actual se irá extirpando y purificando hasta que todo esté maduro para que vuelva a Dios y reine Todo en Todos. Con estos primeros filósofos cristianos tenemos el comienzo de la elaboración intelectual del Cristianismo. En ellos podemos distinguir las diferentes reacciones frente a la filosofía del momento. En todos prima el interés por salvar la novedad y el valor de las intuiciones cristianas. No son esto los únicos representantes de la Patrística, pero en estos inicios sí son los más significativos. MOMENTO HISTORICO DE LA TRANSICIÓN DE LA PATRISTICA: BOECIO Y EL PROBLEMA DE LOS UNIVERSALES Abarca desde fines del siglo V hasta el siglo XI. Es la época de los últimos romanos (Beocio y Casiodoro) formados aún en las escuelas de las sabiduría antigua, pero vinculados ya con el nuevo orden político inaugurado por los reinos Bárbaros y sirviendo de enlace y transición entre los tiempos del Imperio Romano y los nacientes reinos europeos. A ellos les siguen los clérigos (San Isidoro de Sevilla y Beda) que trataran de cristianizar y culturizar –greco latinizar- a los reyes Bárbaros (Clodoveo, Recaredo) inaugurando la nueva colaboración entre la iglesia y el estado que caracterizará a la Edad Media. Posteriormente sigue el florecimiento cultural que ocasiona la formación del Sacro Imperio Romano Germánico denominado “renacimiento carolingio” que propiciará el desarrollo de la cultura recogida fundamentalmente por los monjes y divulgada a través de las escuelas (Palatina y catedralicias), originando la escolástica. Siguen los denominados “siglos de hierro”, los siglos IX y X, que en cierta anarquía política, en unos casos (Alemania e Italia), y una lenta y dolorosa reconstrucción en otros (España y Francia) obstruirá el quehacer filosófico. Habrá que esperar a los siglos XI y XII para que la restauración política y el afianzamiento del feudalismo posibiliten un renacimiento cultural promovido básicamente por el clero diocesano (Chartres) y ciertas escuelas monásticas (Cluny). Boecio (480 – 524 d. de C.) De noble familia romana, es enviado a estudiar a Atenas, Grecia donde se familiariza con la doctrina de Platón, Aristóteles y los estoicos. Nombrado consejero del emperador ostrogodo Teodorico, cayó posteriormente en desgracia y fue procesado. Boecio quiso traducir al latín toda la obra de Platón y Aristóteles y mostrar su concordancia, pero sólo concretó la traducción de algunas obras lógicas de este último, convirtiéndose en casi el único transmisor de la filosofía aristotélica hasta el siglo XIII. Boecio suscita el problema sobre la validez y sentido de los conceptos universales que ardorosamente se va a disputar “2010: Ojos abiertos, corazones encendidos. Lasallistas signos de esperanza” en la Escolástica; transmite a esta el género filosófico de la interpretación y el comentario que será tan utilizado en la filosofía medieval. El problema de los universales: Boecio, lo formula, siguiendo a Porfirio, preguntándose si las ideas de género y especie que expresan la naturaleza de los seres (por ejemplo el hombre, el árbol, la silla) existen realmente o son simples productos de nuestra mente. Los universales serían conceptos formados en nuestro espíritu a partir del parecido esencial que une a los individuos de la misma especie. Los conceptos universales no son realidades en sí (neoplatonismo). Solamente en el espíritu humano y en la mente divina existen separadamente de las cosas (agustinismo). Distinción entre esencia y existencia Boecio afirma que “no es lo mismo el ser que lo que es”. De esta y otras expresiones boecianas se ha pretendido entresacar la distinción real entre “esencia” (por ejemplo el hombre) y la “existencia” (este hombre concreto), distinción que constituye la médula de la metafísica tomista. Todo ser, afirma Beocio, existe porque participa de un primer ser que es Dios por creación (alteridad), no por emanación (totalidad). En su obra La consolación de la filosofía ofrece a la conciencia cristiana de la época un sistema racional de teodicea sin herir el dogma. En su obra Boecio busca el consuelo para sí y para todos los que sufren los reveses de la fortuna mostrando como ordena Dios todos los acontecimientos para el bien del hombre de buena voluntad. Esta obra refleja doctrinas neoplatónicas, agustinianas y aristotélicas en una elaboración personal tendiente a diseñar una teología racional. El hecho de que no haya mencionado elementos cristianos, hace suponer que ya Boecio distinguió claramente los campos de la razón y la fe. CASIODORO, SAN ISIDORO DE SEVILLA Y BEDA EL VENERABLE CASIODORO (480 – 579 d. de C.) Nacido en Italia meridional, estuvo al servicio de Teodorico. Redactó una especie de tratado de estudios monásticos en que condensa la experiencia pedagógica romana en una introducción a las siete artes liberales: Trívium: gramática, retórica, dialéctica; quadrivium: aritmética, música, geometría y astronomía. A esta obra acudirán los medievales como a una obra clásica en los conocimientos profanos. En la parte dedicada a la dialéctica queda incluida la filosofía que define como “el conocimiento de las cosas divinas y humanas”. Desarrollándola en un sincretismo platónico – aristotélico. Más interés filosófico reviste su tratado de Ánima donde mezcla cuestiones de Psicología y moral dentro de un espíritu fiel al platonismo cristiano inspirado en San Agustín. San Isidoro de Sevilla (560 – 636 d. de C.) Situado en la coyuntura de sociedad hispano – romano que se eclipsa y de la naciente España visigótica, ayuda notablemente en esta transición. Reunió una gran biblioteca y fundó una escuela eclesiástica que se constituyó en un potente foco cultural para la Península. Su obra es las Etimologías, una verdadera enciclopedia que sintetiza el saber de su época y a la que acudirán los estudiosos de los siglos posteriores como a fuente universal del saber. Propone un concordismo donde los principios cristianos quedan coordinados con elementos filosóficos neoplatónicos. De mayor influencia son las enseñanzas de Isidoro en la moral y en la policía: transmite a la Edad Media la doctrina de los juristas romanos sobre el derecho natural al que conceptúa como la expresión moral y jurídica de las exigencias de nuestra naturaleza sensible y espiritual rigiendo la vida individual y social antes de toda determinación positiva. En tiempos tan inestables y arbitrarios políticamente recordó que la ley no podía depender de la voluntad tiránica del gobernante, sino que debía ser la expresión de una aspiración de la naturaleza. Beda el Venerable (673 – 735 d. de C.) Nacido en Inglaterra, escribió una Historia eclesiástica de los Anglos y comentarios sobre casi todos los libros de la Biblia, además de una monografía sobre La Naturaleza de las Cosas. Sus obras servirán, frecuentemente, de manual en las Escuelas Medievales. EL RENACIMIENTO CAROLINGIO: JUAN ESCOTO ERÍGENA JUAN ESCOTO ERÍGENA (810 – 877 de la Era Cristiana) Fue un destacado filósofo del renacimiento carolingio. Encargado por Carlos el Calvo en 845 de regentar la Escuela Palatina. Escoto Erígena canaliza hacia el occidente medieval el neoplatonismo oriental cristiano traduciendo del griego las obras de Dionisio Areopagita y elaborando su propia versión cosmológica. En su obra principal Sobre la División de la Naturaleza trata sobre las cuatro grandes divisiones en que puede considerarse la naturaleza o el ser: 1. 2. 3. 4. La naturaleza que no es creada y que crea, o sea, Dios – Padre principio increado de todas las cosas. La naturaleza que es creada y que crea, o sea el conjunto de ideas o causas primordiales creadas por Dios pero productores a su vez de los seres particulares. La naturaleza que es creada y no crea: el mundo sensible, los seres individuales que bajo la moción del Espíritu fecunda y distribuye los beneficios de Dios. La naturaleza que no es creada y no crea, o sea, Dios como fin de todos los seres, el universo vuelto al seno de la unidad primera: “Dios será todo en todo, y nada existirá fuera de Dios”. Esta división no expresa varios grupos de seres sino de diversos momentos de un proceso: todo procede de Dios para volver a él. “Dios, dice Erígena, se crea a sí mismo de una manera inefable en la creatura. Se manifiesta en ella, y en ella pasa de invisible a visible”. Por el pecado, la multiplicidad de los seres llegó a su máximo y con ella a la degradación de su ser. La recapitulación será obra de la gracia que ilumina a los espíritus cada vez más hasta edificarlos. En la síntesis de Erígena, el hombre es colocado en una posición de privilegio dentro del mundo material: en él se recapitula la naturaleza entera. La racionalidad difusa en todo el universo es esencialmente humanidad, y recíprocamente, en el espíritu humano está contenido idealmente el universo. Como podemos ver, Erígena es un neoplatónico extremado: los seres son - afirma – en la medida en que expresen la idea de la cual emanan y la expresan en la medida en que la contemplan. Estas ambigüedades y la utilización que de esta obra hicieron los heterodoxos indujeron al Papa Honorio III a condenar la obra en el año 1225 de la Era Cristiana. “2010: Ojos abiertos, corazones encendidos. Lasallistas signos de esperanza” DESARROLLO DE ACTIVIDADES 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. ¿Cuál es el desafío de los cristianos cultos de la época del siglo II? ¿Qué suscita los ataques doctrinales que recibe el cristianismo de los filósofos paganos? ¿A qué se le llama apologética? ¿Qué papel jugaron los primeros apologistas? Explica y compara en un cuadro sinóptico los pensamientos de San Justino y Tertuliano. ¿En qué consiste la patrística? ¿Qué iniciaron los padres de la iglesia? ¿Quiénes fueron los padres griegos y quiénes los padres latinos? ¿Qué existía desde los tiempos de la predicación apostólica en Alejandría? ¿Cómo considera la filosofía Clemente de Alejandría? Explique en un cuadro los cinco grados del aprendizaje, según la Escuela de Alejandría ¿De qué fue poseedor Orígenes y que elaboró? ¿Qué pregunta se hizo Orígenes? ¿De qué están dotados los espíritus? ¿Con los primeros filósofos cristianos qué tenemos? ¿Qué sucedió en los denominados siglos de hierro? ¿Qué ocurrió en los siglos XI y XII? Explique en un cuadro sinóptico las vida y obra de Boecio ¿En qué cosiste el problema de los universales? ¿Qué doctrinas refleja la obra de Boecio? 21. 22. 23. 24. 25. 26. 27. 28. 29. 30. ¿Cuáles fueron las siete arte liberales y a quién corresponden? ¿Qué propone San Isidoro de Sevilla? ¿Cuáles fueron los comentarios de Beda el Venerable? ¿Qué interés filosófico el tratado de Ánima de Casiodoro? ¿De qué trata las Etimologías de San Isidoro de Sevilla? ¿Qué canaliza Juan Escoto Erígena? ¿De qué trata la principal obra de Juan Escoto Erígena? ¿Cómo coloca Escoto al hombre? ¿Qué causó las ambigüedades de la obra de Escoto? Explique en un cuadro sinóptico las cuatro grandes divisiones en que puede considerarse la naturaleza o el ser. “2010: Ojos abiertos, corazones encendidos. Lasallistas signos de esperanza”