Corresponde al expediente Nº Señor Ministro: Por las presentes actuaciones el Registro de Licitadores consulta acerca de la posibilidad de inscribir en sus filas a la asociación civil sin fines de lucro COLCIC- COMISIÓN DE LUCHA CONTRA LAS INUNDACIONES Y LA CONTAMINACION CUENCA LAS PIEDRAS/SAN FRANCISCO, con sede en el partido de Quilmes, destacando que se trata del primer caso en el cual una asociación civil de tales características realiza una solicitud de inscripción (fs. 1/5). El motivo concreto de la consulta radica en dilucidar si corresponde aceptar el pedido y, por consiguiente, otorgar la habilitación a la asociación mencionada para participar en procesos licitatorios de obra pública, teniendo en consideración que de acuerdo a lo dispuesto en el apartado 8 del artículo 15 del Decreto N° 5488/59, Reglamentario de la Ley N° 6021, surge que “sólo serán inscriptos en el Registro las empresas legalmente capacitadas para contratar que demuestren suficiente idoneidad, capacidad y responsabilidad para desempeñarse como contratistas del Estado…” (v. fs. 4). Al tomar intervención la Secretaría Administrativa de la Dirección del Registro de Licitadores, puntualiza que el interrogante subyace en que la Licitación Pública tiene por finalidad la determinación del proponente que formula la oferta más conveniente para el Estado, a cuyo fin la Administración está sujeta a un procedimiento de selección donde debe regir como principio jurídico esencial la igualdad entre los oferentes, estando vedada toda preferencia y/o ventaja con la salvedad de las prerrogativas que el propio ordenamiento reconoce a la Administración, que solo pueden ser ejercidas en la medida que se respeten las mismas condiciones para todos los proponentes, entre las cuales se exige acreditar idoneidad jurídica, financiera y técnica para contratar a quienes aspiren a inscribirse en el Registro. Finalmente, agrega que si bien la asociación civil mencionada en el exordio presenta como antecedente obras similares realizadas para el Ministerio de Infraestructura, dichos trabajos fueron financiados con recursos del Fondo Fiduciario para el Desarrollo del Plan de Infraestructura Provincial, mediante la implementación de un convenio suscripto por la citada cartera y por el cual la Provincia transfiere los fondos a la entidad, modalidad que se asemeja más a un subsidio cuya naturaleza no generaría incompatibilidad con la circunstancia de tratarse de una asociación civil (fs. 1/3). Analizado lo actuado, esta Asesoría General de Gobierno advierte que la cuestión sometida a consulta estriba en determinar si, efectivamente, la aceptación de la inscripción de una asociación civil en el Registro de Licitadores se encuentra reñida con los requisitos exigidos por el art. 15 del Decreto N° 5488/59, Reglamentario de la Ley N° 6021, en lo que respecta a la exigencia de que la solicitud sea formulada por “empresas legalmente capacitadas para contratar que demuestren suficiente idoneidad, capacidad y responsabilidad para desempeñarse como contratistas del Estado” y si, como complemento de dicho interrogante, puede otorgarse calificación a una asociación civil sin fines de lucro para contratar con la Provincia la ejecución de obras públicas sujetas al régimen de la Ley N° 6021, sin que ello implique contrariar el principio licitatorio de la igualdad al reconocer como potenciales oferentes a quienes se encuentran en diferente condición tributaria frente al Estado Provincial. En tal sentido, cabe señalar con relación a la primera de las cuestiones mencionadas que el citado artículo 15 del Decreto N° 5488/59, Reglamentario de la Ley N° 6021, al referirse a los sujetos que pueden requerir inscripción en el Registro de Licitadores, lo hace en base a su condición empresaria y, en función de ello, establece los parámetros a tener en cuenta para otorgar las capacidades técnica y financiera. Así, por ejemplo, dicha previsión reglamentaria establece requisitos que refieren a la necesidad de aportar pruebas suficientes para establecer especialización, capacidad técnica, financiera y la mayor producción desarrollada por los postulantes; necesidad de acompañar contrato social, últimos balances aprobados, inventario de equipos propios, certificaciones bancarias; comprobantes de Activo y Pasivo, número de inscripción en el Registro Público de Comercio, etc (ap. 4.) Por otra parte, el ap. 5) agrega que para mantener actualizada su clasificación las empresas deben presentar “sus balances anuales generales; cuenta de ganancias y pérdidas; detalle de los contratos de obras particulares y públicas (nacionales, provinciales y municipales) suscriptos durante el año…, como así también todo otro dato que pudiera ser de interés, tales como modificación de contrato, variación de capital, socios y técnicos, y si se trata de sociedades anónimas, memoria anual y constitución del Directorio en ejercicio”. Finalmente, el citado ap 8) señala enfáticamente, como se adelantó, que “sólo serán inscriptos en el Registro las empresas legalmente capacitadas para contratar que demuestren suficiente idoneidad, capacidad y responsabilidad para desempeñarse como contratistas del Estado”. De todo ello surge con meridiana claridad que la intención de la norma reglamentaria ha sido la de restringir la inscripción en el Registro de Licitadores, limitándola específicamente a aquellos sujetos que revistan la condición de empresa, en cuyos márgenes no caben –claro está- las entidades civiles que carecen de fin de lucro como móvil de su actividad social. No importa que tales asociaciones generen fuentes de ingresos para obtener recursos propios que les permitan solventar sus actividades, ni que, en el caso de COLCIC, su estatuto establezca que puede obtener recursos, entre otros, de la producción de beneficios tales como organización de rifas, festivales y “cualquier otra entrada que pueda tener concepto lícito”, dado que lo que interesa –a los fines de la regulación normativa- es la existencia de una actividad empresaria ligada a la realización de obras públicas en el ámbito de la Provincia de Buenos Aires, con acreditación de idoneidad técnica, económica y financiera para contratar con la Administración Provincial. Dicha conclusión se colige sin esfuerzo de la propia letra de las normas implicadas, a la que cabe entender como primera fuente de interpretación (Fallos 316:2752). Caso contrario, si el art. 15 del Decreto N° 5488/59 no hubiere querido restringir la habilitación al concepto de empresa, hubiera mantenido una denominación genérica, sin aludir a la actividad empresaria como tal. La determinación del concepto empleado importa en este caso el ejercicio de una limitación impuesta en resguardo del interés público, dotada de legitimidad en tanto tiene carácter general y se halla prescripta con antelación al llamado licitatorio. Implica, también, la adopción de una política económica concreta, que trata de canalizar el enorme poder de compra que representa el sector público en la economía nacional, hacia la adquisición de bienes, servicios y obras generadas por empresas, que aseguren que orientarán gran parte del resultado de la contratación con el Estado a realizar nuevas inversiones, pagar salarios de mano de obra local, contratar la provisión de insumos u otras prestaciones con empresas locales, pagar impuestos, etc, realimentando así el circuito económico en función de un esquema de desarrollo que se autosostenga e impulse. Objetivos todos ellos ajenos a las Asociaciones Civiles que no persiguen fines de lucro, resultando incompatible con la calidad de contratista del Estado, en tanto ello implica asumir un riesgo empresario con la finalidad de obtener una ganancia o beneficio económico, que escapa nítidamente del objeto que justificó la creación de la entidad solicitante. Tampoco podría verse en ello una afectación del derecho a la igualdad, pues la doctrina judicial ha interpretado invariablemente que solo se configura su violación cuando las distinciones normativas para supuestos que no se estiman distintos, obedezcan a motivos de injusta persecución o indebido beneficio, y no a una causa objetiva para discriminar, aunque su fundamento sea opinable (CSJN in re “González Russo, E. c/ Pcia de Catamarca” del 9-6-88). En el caso que se comenta, la discriminación que la norma reglamentaria hace entre la actividad empresaria como tal y las asociaciones civiles sin fines de lucro, obedece como se destacó a un criterio objetivo y razonable, circunstancia que descarta de plano que importe una ilegítima y arbitraria persecución o indebido privilegio de personas jurídicas en detrimento de otras. Aún más, es precisamente si se aceptara la inscripción de una asociación civil en el Registro de Licitadores que podría encontrarse afectado el mentado principio de igualdad como garantía esencial del procedimiento licitatorio que tiene basamento constitucional (art. 16 CN, art. 11 Constitución Local), considerando que entonces existiría la posibilidad de ofertar en términos más ventajosos para una asociación civil, que tiene menos cargas tributarias por su mera condición social, y se encuentra exenta de la necesidad de cotizar márgenes de rentabilidad ínsitos en toda actividad empresaria. Tal situación de desventaja podría incluso llevar a que los sujetos que ofertan para contratar la ejecución de obras públicas con el Estado Provincial deban reducir los costos para ganar en competitividad, no siempre en beneficio del interés fiscal, en cuyos márgenes se conjuga la existencia de una buena oferta con la debida satisfacción de los condicionamientos técnicos y económicos previstos en los documentos de la licitación, que mal podrían ser menoscabados con miras a la propuesta de un precio más conveniente para la contratación. Por todo lo precedentemente expuesto, esta Asesoría General de Gobierno estima que la entidad solicitante, por su mera condición de asociación civil sin fines de lucro, no cumple con los requisitos exigidos para obtener calificación por el Registro de Licitadores, correspondiendo el dictado del pertinente acto administrativo que rechace la solicitud de inscripción en los términos señalados. Vuelva al Ministerio de Infraestructura (Registro de Licitadores). ASESORIA GENERAL DE GOBIERNO MP