Formato de impresión La esperanza de justicia por la AMIA se disipa en la comunidad judía argentina 2015-01-27- Exclusivas-Reportajes Ezequiel Minaya, Taos Turner y Alberto Messer, The Wall Street Journal BUENOS AIRESCuando su hija, Andrea, muri en el atentado con bomba contra la Asociacin Mutual Israelita Argentina aqu en 1994, Sofa Guterman tena la esperanza de que los investigadores descubrieran pronto quines eran los responsables del ataque, que mat a 85 personas. Sin embargo, al cabo de dos dcadas, una investigacin tras otra se ha cado. El golpe ms fuerte para el caso ocurri el 18 de enero, cuando Alberto Nisman, el fiscal que ha investigado el atentado por 10 aos, fue encontrado muerto en el bao de su departamento con una bala en la cabeza. "Desde el momento que me enter de su muerte, yo pensaba en l como la vctima nmero 86", dijo Guterman. "Nuestras esperanzas estaban invertidas en l". Para la mayor comunidad juda de Amrica Latina, la muerte del fiscal ha significado otro doloroso giro en su lucha de dos dcadas en busca de justicia por el ataque a la AMIA. Nisman muri un da antes de una audiencia programada ante el Congreso de Argentina para presentar su denuncia de 289 pginas en la que acusaba a la presidenta, Cristina Fernndez de Kirchner, de intentar proteger a Irn de la justicia. Tehern ha sido considerada por mucho tiempo como el responsable del ataque. Nuevos fiscales iban a ser designados para reemplazar a Nisman. "Alguien cree que alguna vez sabremos la verdad sobre lo que ocurri?", dijo el rabino Ale Avruj al hablar ante la congregacin de la sinagoga Amijai. Avruj se encontr con un silencio ininterrumpido. Viviana Fein, la fiscal a cargo de investigar la muerte de Nisman, dijo que una autopsia haba concluido que la causa era un suicidio. No obstante, muchos han cuestionado esa conclusin, y la misma presidenta aliment la semana pasada la incertidumbre popular al publicar un comunicado en el que deca que estaba convencida de que Nisman no se haba matado, un cambio de opinin menos de tres das despus de que ella y otros funcionarios del gobierno aseguraron vehementemente que el fiscal s se haba suicidado. Otras inconsistencias han generado aqu mucha especulacin de que Nisman no se suicid, sobre todo el hecho de que no se hallaron residuos de plvora en sus manos, como sucede cuando alguien dispara un arma, y que un alto funcionario del gobierno dijo que haba estado en el apartamento del fiscal un poco despus de su muerte. El lunes, Patricia Bullrich, una diputada de la oposicin que conversaba con frecuencia con Nisman, dijo que recientemente el fiscal le haba dicho que un agente de la inteligencia argentina haba pasado informacin personal sobre su familia a uno de los sospechosos iranes en el caso y que los iranes lo queran matar. El gobierno de Irn no quiso comentar, pero ha sostenido que no tuvo nada que ver con la bomba. El gobierno de Kirchner tampoco coment sobre el caso de Nisman el lunes, pero funcionarios han dicho que su investigacin sobre el atentado era errnea. "Nos sentimos como si estuviramos a oscuras", dijo Gustavo Glassman, presidente del consejo de la sinagoga. "Si nunca llegamos a saber la verdad, eso sera como otra muerte". La comunidad juda en Argentina, compuesta por unos slidos 250,000 miembros, la mayora de los cuales viven en esta capital, dice que ha aprendido a vivir con el incmodo sentimiento de que la investigacin del atentado a la AMIA ser aplastada una y otra vez. En 2009, un juez imput al ex presidente Carlos Menem por obstruir a los investigadores que estaban tras pistas que podran haber vinculado a un empresario sirio con el ataque. Tambin se presentaron cargos contra un juez que investigaba el caso, un oficial de inteligencia y policas de alto rango. Hoy en da senador, Menem cuenta con inmunidad. No pudo ser contactado para que comentara, aunque en el pasado ha dicho que es inocente. Un juicio para los otros acusados de desviar el caso se espera para los prximos meses. Gabriel Levinas, autor de un libro sobre el ataque a la AMIA, dice que la corrupcin rampante ha obstaculizado la investigacin. No obstante, tambin seala que los lderes judos aqu han sido a veces demasiado blandos a la hora de presionar al gobierno sobre el caso. "La excesiva cautela, lo que suele ser en realidad, es hacer lo mnimo pensable para calmar a la gente que te puso en el rol de lder, pero al mismo tiempo hacer lo ms bajo posible para no enojar al gobierno", dijo Levinas, quien es judo. El caso ha alimentado la angustia de personas como Marina Degtiar, de 47 aos, cuyo hermano, Cristian, muri aquel da. "Lloro por el fiscal", dijo. "Lloro por la falta de justicia en el asesinato mi hermano. Lloro por la justicia que no llega". Otros recuerdan el da del ataque, como Salomn Belgorosky. Esa maana de julio de 1994 subi al ascensor con su esposa, Dora, y baj en el segundo piso y se despidi. Entonces, todo el edificio se derrumb en cascada. "Nunca la volv a ver", recuerda Belgorosky. "Lo que todava me afecta es que ella nunca lleg a conocer a sus nietos", dijo. Su hija dio a luz a su primer nieto slo meses despus de la bomba. Guterman, cuya casa se ubica en un barrio predominantemente judo y tiene fotos de su hija, alta y de cabello oscuro, ha sido uno de los familiares de las vctimas ms activos en reclamar justicia. Ella y su esposo, Alberto Guterman, han vivido con el vaco de perder a su hija, que tena 28 aos. "Sus asesinos no han dado la cara", dijo Guterman. La muerte de su hija trunc sus sueos de continuar la familia, agreg. "Me gustara haber tenido nietos", cont Guterman, quien tena slo una hija. "Tambin nos quitaron el futuro a todos". Guterman recuerda cmo Andrea haba compartido sueos abstractos sobre un asesino sin rostro justo antes de la bomba. El da del atentado, llam a Andrea para pedirle que no saliera de casa pero ya lo haba hecho. "La buscamos por siete das", dijo la madre. "El sueo de ella era una premonicin porque encontr la muerte. Pero ms all de eso, sus asesinos no han dado la cara". En los meses siguientes, Guterman visitaba el departamento de su hija, lo arreglaba, abra las cortinas, haca el caf y se sentaba a hablar por horas con su hija. Tambin trabaj a lo largo de los aos para asegurarse de que la investigacin continuara y que las personas en Argentina no se olvidaran, dando charlas en escuelas y concediendo entrevistas a la prensa. Dijo que senta que Nisman, con quien se reuni para hablar sobre el progreso de la investigacin, haba tenido dedicacin al caso. "Su trabajo tiene que seguir vivo", asegur. "Necesitamos que su trabajo no desaparezca". Copyright ElPeriodicodeMexico.com