326 El Rambam La noticia de la quemazon le llego a Rabi Avraham en Egipto. Estaba destrozado del dolor. Dicho conocimiento no le dejo descanso. La voz de la quemazon del Talmud llego a oidos de los rabinos de Montpelier, quienes comenzaron la disputa sobre los libros del Rambam. Se quedaron pasmados. Alguien llego donde Shlomo Minhahar y le conto con turbaci6n lo de la quema. Rabi Shlomo estaba en la mitad de su rezo en ese momento, y no respondio. Pero las acusaciones cesaron. Los adversarios no se atrevieron a hacer mis declaraciones publicas. Vieron hasta donde habia conducido la disputa. Rabi Yona continuo con sus vagabundeos de ciudad en ciudad, y con sus publicas confesiones, camino a Tiberiades. Y los judios de Paris rondaban la hoguera, recogiendo las cenizas de los libros para enterrarlas en el cementario judio. El viento levantaba algunas cenizas y las arrojaba al rio que circulaba por Paris. En Egipto, la position de Naguid que habia ocupado Maimonides, fue asumida por su hijo, Rabi Avraham. Su segundo hijo, David, era tambien un erudito en Tora, y un hombre de sabiduria y entendimiento. Pero, Rabi Avraham era, como su padre lo habia descrito, "humilde y sencillo, que junto con su buen caracter, tenia una mente sutil y naturaleza simpatica." Cartas de todas partes del mundo le siguieron llegando, con preguntas sobre las leyes judias, problemas comunitarios, o sobre la adecuada comprension de los libros de su padre. Tambien criticas a los libros le siguieron llegando. Como en la epoca de su padre, las multitudes continuaron aglomerandose en su puerta, en busca de consejo y ayuda. Dedico gran esfuerzo para hacer anular severos decretos o disminuir abusivos impuestos, como habia hecho su padre por los judios del Yemen, y lo logro hasta cierto grado. En la funcion de Naguid se encargo de los asuntos comunitarios. Este le dejaban poco tiempo para estudiar o para escribir respuestas. Tambien cargaba el peso del manejo de las acusaciones contra su padre y sus libros, que fueron levantadas por judios y gentiles. Ciertos escritores arabes levantaron acusaciones, declarando que antes de que Maimonides llegara a Egipto, habia sido forzado