La barca sin pescador Esteban: “Yo estoy libre de culpa” dijo Ricardo y el caballero respondió:“ahí es donde te equivocas, no has matado, de acuerdo, pero lo intentaste, para mí esa es la verdad que vale, también te dije aquel día que el hecho material no me importaba, mi único mundo es el de la voluntad”, es un fragmento de la obra de Alejandro Casona llamada: “La barca sin pescador” y hoy será el tema de discusión con Ezequiel Dellutri, ¿Cómo estas Ezequiel?, bienvenido. Ezequiel: Muy bien, mucho mejor hablando de Alejandro Casona, un autor poco conocido, aunque muy famoso en su tiempo, a veces no tan aceptado por la crítica como autor de teatro; tiene una cierta tendencia al melodrama, pero hoy entraremos en este mundo, el de la voluntad, que propone en esta obra que está dentro de sus obras más famosas, “La barca sin pescador”, habla de un crimen, pero cometido plenamente con la voluntad donde no hay un hecho material, una historia bien interesante que se centra sobre un ejecutivo llamado: Ricardo Jordán, tuvo una infancia pobre, donde básicamente buscaba su comida entre la basura en el puerto, pero fue creciendo y peleando a lo largo de su vida, haciendo sus negocios hasta que se transforma en un empresario poderoso con muchísimo dinero, acciones en la bolsa, sabe especular y dar el golpe de gracia cuando tiene que hacerlo, si tiene que mentir, miente, si tiene que explotar al otro para lograr un mayor beneficio económico lo hace, de alguna manera se olvidó de ese pasado de pobreza que tenía, para rendirse a los pies del capitalismo. Esteban: Comienza la obra describiendo un lujoso despacho de un capitalista, con sus diferentes cosas que lo hace un lugar bien particular, lo que uno imaginaria de una película. Ezequiel: Por supuesto, pero cuando entramos a la vida de Ricardo Jordán, a su despacho que mencionas absolutamente lujoso (de un aséptico estilo capitalista como le gustaría decir a Alejandro Casona), cuando ingresamos, Ricardo Jordán no está en su mejor momento porque sus empresas están a punto de quebrar, su archi-enemigo lo tiene arrinconado y aprisionado para que sus acciones bajen, comprarlas y así, de alguna manera adquirir todas sus empresas, por tanto este personaje que vino desde abajo, que peleó para llegar a donde estaba, no siempre luchó de la mejor manera ni con las mejores armas, que en ese camino de la pobreza a la riqueza dejó de lado la honestidad, ética, moral, se va a encontrar con la posibilidad de volver a lo anterior, la pobreza, a ser un don nadie, una persona sin ningún tipo de poder, por supuesto que para él es desesperante, porque como vemos en el primer acto poco a poco los personajes lo van abandonando, los banqueros que no quieren darle un préstamo para que pueda salvar sus empresas, los consejeros que comienzan a decirle que debe de actuar de cierta manera cuando él considera que no, quiere mantenerse hasta el final con el control de sus posesiones y no venderlas porque entiende que de esa manera podrá ir ganando y venciendo a su archi-enemigo Josué Mendel, e incluso Enriqueta que prácticamente rescató de la calle, que dice estar con él secretamente, vendió las acciones de la empresa que estaban en su propiedad, porque se dio cuenta que está perdiendo dinero y mantiene reuniones secretas con Josué Mendel, enemigo en los negocios de Ricardo Jordana. Esteban: Estamos hablando entonces de un mundo descripto en el año 1945 aproximadamente en el que se hizo la obra, pero con una vigencia que uno piensa fue escrito ayer, por cómo se comportan los personajes. Ezequiel: Seguro, porque la tradición creo, es inherente al ser humano a lo largo de toda su historia, además vivimos en el mismo sistema netamente capitalista que sigue funcionando de la misma manera, la obra podría tranquilamente suceder o estar ambientada hoy, en cuanto a su contenido concreto. Estaban: Lo único que le cambiaria serian los elementos tecnológicos, la manera en que se comunica con la gente de la bolsa, su agente, elementos de ese tipo. Ezequiel: Solo eso, son pequeños detalles, la obra tiene mucha actualidad, porque los negocios se siguen llevando de la misma manera y creo que además, esa asociación que generalmente hacemos sobre todo en Latinoamérica, con esa relación que hacemos entre la extrema riqueza y la forma en que se generó la misma, de alguna manera siempre pensamos que nadie puede hacerse extremadamente rico de manera honesta, en la mayoría de los casos sabemos que es así, que para llegar a determinadas sumas desorbitantes en nuestro continente, hay que actuar de manera anti-ética, pues hay un sistema bastante corrupto que funciona en torno a estos grandes núcleos de poder económico y Ricardo Jordán es el típico caso del hombre que se hizo rico, pero no de la mejor manera, sino a costa de otro, a quien el próximo no le importa, si tiene que aplastar a su competidor lo hace y de hecho desea de todo corazón así como Josué Mendel, está intentando destruirlo a él, el desearía estar en el lugar de Josué Mendel y no tenerle piedad a su enemigo, de hecho eso terminará sucediendo Esteban, porque en el momento de mayor desesperación, cuando las acciones de Ricardo están por el suelo, descubre el engaño de Enriqueta, la única persona que creía podía serle fiel, es abandonado por los banqueros y consejeros, una traición en masa porque como todos sabemos la fidelidad está en el dinero, no en la persona, cuando es abandonado en su propia angustia y depresión, a centímetros de la derrota absoluta, en ese momento se presenta el personaje enigmático de la obra, como comentábamos anteriormente, Casona siempre tuvo cierto gusto por lo fantástico, a veces esto en sus obras se viste de absurdo, pero en este caso diríamos es un caso netamente fantástico, porque aparece un personaje llamado “Caballero de Negro” surge de la nada de una manera muy misteriosa, con ese nombre nos damos cuenta que se trata ni más ni menos que del diablo, viene en el momento de debilidad, ahí hay una astucia por parte de Casona porque el diablo siempre ataca en el momento de debilidad, tenemos en la Biblia el claro ejemplo de la tentación de Jesús, momento en que Jesús estaba débil, es el momento en que el diablo intenta hacerlo caer y este diablo también se presenta en el momento de debilidad, no física, tal vez como podría estar Jesús sino en el momento concreto de debilidad espiritual, emocional, y en ese momento el diablo va a dar su gran golpe, hacerle una oferta que por supuesto sabe que Ricardo Jordán no puede rehusarse, son ofertas que no podemos rehusar y sin embargo sigue estando la voluntad de por medio, la propuesta es muy sencilla, el diablo dice “yo voy a devolverte todo tu dinero y vas a poder recuperar las acciones, la empresa va funcionar, todo va a ir viento en popa, pero a cambio de eso vas a tener que cometer el único pecado que no cometiste”, Ricardo Jodan dice: “¿Cuál es?”, le dice: “ tendrás que matar a una persona concreta por decisión propia”, por supuesto que Ricardo Jordán como empresario si fue responsable de acortar la vida de muchas personas, por las malas condiciones en que los obreros trabajaban PAUSA... dentro de sus empresas, pero una decisión tan absolutamente radical en la que tiene que decidir sobre la vida y la muerte de un hombre es algo que Ricardo Jordán nunca había enfrentado, lo poco de ética que queda dentro de su corazón se va a rebelar en primer momento contra esta idea y le dice al diablo que no es capaz de hacerlo; este mejora su oferta, es interesante porque es real, el diablo es un muy buen apostador y busca siempre mejorar su oferta para intentar convencer a la persona que tiene adelante, le dice que no tendrá que matar a nadie de manera material, es decir no disparará, ni acuchillará, ni estrangulará a nadie, sino simplemente debe tomar una decisión y en el momento que la toma, es decir mueve su voluntad en ese sentido, se producirá la muerte de una persona que no conoce, a la que no va a ver más que borrosamente y de quien no va a conocer absolutamente nada, totalmente impersonal, no sabe su historia, ni de dónde viene, ni adónde va, esa es la persona que matará, no alguien de su entorno, uno que está muy alejado de él en cuanto a situación económica y también de forma física, está en un lugar muy distinto. Esteban: Estamos hablando de Alejandro Casona y su obra “La barca sin pescador”, me parece que el autor en la manera en que viste al diablo en su obra, es bien particular y hasta sorprende al mismo protagonista Ricardo que no se esperaba ver un diablo vestido como un pequeño burgués. Ezequiel: Por supuesto, está vestido como un ejecutivo más o menos como él. Esteban: Con carpeta bajo el brazo y chaqueta. Ezequiel: Exactamente, viene en el mismo tono que Ricardo a hablarle y hacerle esta propuesta. Esteban: Le dice “pasaba por la bolsa donde tengo tantos clientes, he visto tu caso y vengo a proponerte un negocio”. Ezequiel: Es interesante que habla de clientes, el mismo idioma que Ricardo Jordán, hombre de negocios, otro detalle interesante es que el diablo habla en nuestro mismo idioma, se adapta a las circunstancias en las que nos encontramos, decíamos que la oferta consistía en recuperar todo su dinero a cambio de cometer un crimen con la voluntad, lo único que Ricardo Jordán debe desear es que una persona que no conoce y vive muy lejos de donde él se encuentra muera, con ese deseo solamente de asesinato y homicidio el trato va a estar terminado, Ricardo no se decide y el diablo le va a agregar un plus, la posibilidad no solamente de recuperar el dinero sino además de derrotar y dejar en la ruina a Josué Mendel su enemigo en los negocios. Esteban: Creo que ahí es el centro, mas allá de todo el dinero que pueda tener o no, derrotar a ese enemigo que tiene enfrente. Ezequiel: Está ansioso por derrotarlo, lo ha tenido a centímetros de la derrota económica mas absoluta, entonces ahora quiere devolver el golpe y esto termina por convencerlo. Esteban: Claro, porque entiende que el corazón es un mal negocio, tiene que evitar sentimentalismos, pero quiere aplastarlo con todas sus emociones. Ezequiel: Quiere todo, Ricardo Jordán es un hombre que no se conforma con una parte. Hay un momento en que le proponen si hace un pacto él puede salvar parte de su dinero, pero sin embargo él siempre quiere ir por todo y en el caso del pacto con el diablo, como buen negociador él también tratará de ir por todo, cuando le ofrece el dinero, recuperar todo lo que ha perdido pero además ganar más y derrotar definitivamente a Josué Mendel, de inmediato acepta ese pacto y se produce un momento casi mágico dentro de la obra, el momento del asesinato, toman un globo terráqueo, el diablo elige un lugar alejado y en ese lugar mientras los personajes miran el globo terráqueo, de alguna manera presencian una escena, que la misma vive en su imaginación, como espectadores no vamos a verlo, una escena en la que un hombre va caminando por un desfiladero, ha tomado alguna copa de mas, por lo tanto no tiene muy buen equilibrio, hay una mujer en una casa lejana que lo está esperando, mirándolo desde una ventana, el hombre tropieza y cae, la mujer grita desesperada el nombre del hombre, Peter y en ese momento como ya se ha consumado el crimen, los dos personajes el diablo y Ricardo Jordán dejan de ver esa imagen, de manera que lo único que sabe Ricardo es que este hombre que iba caminando por esta cornisa, era un pescador, porque se lo había dicho anteriormente el caballero de negro, tiene una mujer que lo estaba esperando y quedó desesperada al verlo desbarrancarse y morir, de manera que el pacto ya está terminado, en su mente vieron el momento de la muerte, la decisión fue tomada por Ricardo Jordán, el diablo lo único que hizo fue actuar como una clase de ejecutor mágico, dentro de este trato que establecieron, de manera que Ricardo se queda solo pero no totalmente, recupera todo su dinero, vence a su archi-enemigo Josué Mendel, pero además de eso, queda con un terrible cargo de conciencia, algo que nunca en su vida había experimentado, porque todas las desgracias que había generado anteriormente, fue en abstracto, había tomado decisiones pero nunca había presenciado a las personas en concreto a las que el afectaba con esas decisiones, de hecho se había mantenido bien lejos de estas, que de alguna manera se veían afectadas determinaciones que él tomaba en el mundo empresarial, pero ahora en este momento le queda en la cabeza grabado y taladrándole el cerebro como decimos habitualmente, el grito de la mujer desesperada frente a la muerte de Peter Anderson, tal es el nombre del personaje que muere asesinado por esa decisión de Ricardo Jordán, de repente Ricardo Jordán, se da cuenta al final del primer acto que tiene todo lo que un hombre puede desear en la vida a nivel económico, pero también tiene una terrible culpa y por más dinero que tenga no puede convivir con la culpa de haber dejado a esa mujer viuda, sola; el remordimiento no lo siente tanto por la vida de Peter Anderson, sino por las personas que quedaron desamparadas a raíz de esa muerte. Esteban: Hay todo un trabajo entonces en el ámbito de la conciencia, tanto del diablo al hacerlo tomar esa decisión de su voluntad, como lo que produce ese resquicio moral que le queda todavía trabajando en su mente. Ezequiel: Exactamente, de alguna manera es lo mismo que le había impedido tomar en un primer momento la decisión de avanzar sobre el asesinato, es lo que no pudo sacar nunca de su mente, después que se concreta el pacto, unos meses después Ricardo Jordán llegará hasta el pueblo, no sabe el nombre del mismo, va a hacer sus averiguaciones y unos meses después va a llegar al pueblo para intentar encontrar a esa mujer que quedó viuda por su decisión, la mujer vive, no en la pobreza total, pero en una situación económica muy dura y complicada, se llama Estela, vive tremendamente amargada por la pérdida de su marido, este antes de morir, ese mismo día, había comprado una barca, por la que habían estado ambos ahorrando durante muchísimo tiempo y por fin logran concretar la compra, fue a festejar por esa compra, por eso había bebido algunas copas de más, y ese día muere, de ahí el titulo de la obra, “La barca sin pescador”, cabe destacar que la idea, no es original de Alejandro Casona, sino que es parte de una novela de Queiroz: “El mandarín”, donde una persona encuentra una especie de libro extraño y características casi mágicas en las que dice que si hace sonar una campanita, va a morir un mandarín en China y podrá heredar toda esa fortuna, que había en posesión de este hombre, es el mismo planteo básicamente, pero Alejandro Casona lo aplica a un contexto mucho más actual y además dentro de una obra de teatro mientras que el libro “El mandarín” de Sara Queiroz es una novela, la cuestión es que Ricardo llega y se encuentra con Estela, ella tiene una hermana que se llama Frida y con la que no se lleva bien, está profundamente angustiada, deprimida, Ricardo se presenta en la casa pero por supuesto en un primer momento no dice ser el responsable del asesinato de Peter Anderson, empieza a interesase por la vida de Estela, le dan albergue en la casa para que pase la semana que él tiene que vivir ahí, descubre que la mujer tiene que cosechar la tierra, descubre que tiene que tallar barquitos para venderle a los turistas y de esa manera poder solventar sus gastos, viven en una situación bien complicada, pero al margen de la situación económica, lo realmente angustiante es esa depresión profunda que siente Estela y no está motivada exclusivamente por la muerte de su esposo como pensamos al principio, el problema es que vio unas manos que empujaron a su marido por ese despeñadero, entonces ahí empiezan a tejerse una serie de hipótesis y situaciones extrañas porque resulta que en un diálogo que tiene con Frida su hermana, Estela le dice “yo sé en realidad quien mató a Peter Anderson y el que mató a Peter Anderson fue Christian tu marido”, de alguna manera fue su cuñado piensa ella quien mató a Peter Anderson por celos, porque Peter Anderson había logrado comprar la barca antes que él y Christian también quería comprarla, y dice “ yo vi cuando lo empujó” esto es una conclusión que saca ella, no hay un elemento real y concreto para decir eso, como espectadores de la obra en realidad pensamos saber que fue Ricardo Jordán quien mato a Peter Anderson por un acto de voluntad, pero en realidad Estela termina revelándole a Frida que ella realmente vio a Christian empujándolo, a la mañana siguiente, fue a ver y encontró las huellas de Christian junto al lugar donde Peter Anderson se había despeñado, de manera que no es solamente que ella vio algo extraño y estaba acusando a Christian por eso, sino que efectivamente vio lo que sucedió, por lo tanto no hay crimen, no fue Ricardo Jordán quien mató a este pescador Peter Anderson, sino Christian por una cuestión de celos. Esteban: De ahí como que Ricardo se empieza a sentir liberado. Ezequiel: Por supuesto, porque había llegado el momento en que iba a revelar todo esto y cuando le revela todo esto a Estela, ella le dice “en realidad no es así, lo vi y no es una sensación, sino que efectivamente vi lo que ocurrió y lo comprobé, no solo esto, sino que además Christian sufre un accidente grave promediando el tercer acto, pide hablar con Estela porque quiere que lo perdone porque efectivamente reconoce que ha sido él quien cometió el crimen, por lo tanto Ricardo queda exonerado de ese crimen, pero no tanto, porque vuelve a aparecer el caballero negro y le dice esa frase que leímos al principio, en realidad el se mueve dentro del mundo de la voluntad. Esteban: Que tremenda frase. Ezequiel: Sí tremenda, además remite claramente a la frase de Jesús, cuando dice el que pecó en su corazón, esta pecando también de hecho porque la voluntad es lo que define el pecado. Ricardo Jordán siente culpa, que se mueve dentro de ese ámbito de la voluntad, a veces cargamos con culpas que dependen de determinaciones que tomamos en nuestro interior. Esteban: Frases como “ojala se muera”, “si pudiera lo ahorcaría”. Ezequiel: Exactamente Esteban, es ese deseo profundo que tenemos a veces de hacer lo malo y nos cuesta permanentemente reprimir. ¿Cómo soluciona su problema Ricardo Jordán? cuando el diablo le dice “esto sucedió en el ámbito de la voluntad, por lo tanto se considera que también es un crimen”. Esteban: Ricardo le dice “pero el mío es el mundo de los hechos y por un mal pensamiento no hay ninguna ley ni tribunal en la Tierra que pueda castigarme”. Ezequiel: Exactamente, pero sin embargo el diablo sigue exigiéndole, le dice “la culpa que sentiste sigue siendo real, el dinero que recibiste a cambio del hecho fue real”, de manera que a veces una mentira termina generando este tipo de cosas y el diablo insiste sobre su punto, “tu deseo fue hacerlo y no importa el hecho concreto, importa que lo deseaste. Esteban: Quisiste matar ¿sí o no? y Ricardo le dice sí, quise hacerlo. Ezequiel: De manera que había una decisión en el interior del corazón, para el diablo esto vale y la solución que le da Ricardo Jordán es esta, “en el mundo de la voluntad voy a matar alguien, a mí mismo, pero no en el mundo real, en el mundo de la voluntad, voy a dejar de ser el que fui, para convertirme en una nueva persona”. Esteban: Ahí, hay tremenda enseñanza espiritual. Ezequiel: Un tremendo mensaje, la pregunta es: ¿Por voluntad propia podemos hacer esto?, creo que nuestra voluntad tiene que ver con nuestra capacidad de cambio, pero con la voluntad sola no basta, si deseo matarme para transformarme en una persona distinta lo que soy no lo voy a lograr, tengo que hacerlo tomado de la mano de Dios, un Dios que también se mueve dentro del campo de las voluntades, se mueve dentro del campo de lo que llamaríamos las actitudes, para Dios las actitudes siempre son fundamentales para determinar los resultados en la vida espiritual de una persona, debemos aprender que Dios quiere que tengamos intenciones puras, quiere que tengamos una voluntad dispuesta a aceptarlo a Él, animarnos a cambiar, como se animó Ricardo Jordán en algún momento, dejar las cosas malas que hicimos en nuestra vida para proyectarnos hacia delante, Ricardo Jordán termina renunciando a todo su dinero, a todas sus posibilidades para quedarse ahí en ese lugar junto a Estela y poder construir una vida nueva, no necesitamos cambiarnos de lugar ni perder todo lo que tenemos para comenzar una vida nueva, basta solamente con hacer un movimiento de la voluntad, reconocer que hay un Dios que nos ama, que nos considera especiales y tiene para nosotros una vida plena y diferente.