Acto de imposición de la Encomienda de Número de la Orden de Isabel la Católica a Miguel de la Quadra Salcedo Estamos reunidos, en familia, en nuestra Casa de América, para imponer la Encomienda de Número de la Orden de Isabel la Católica a Miguel de la Quadra Salcedo. Le hubiera gustado estar presente en esta ceremonia a Iñigo Méndez de Vigo, Secretario de Estado de la Unión Europea, pero ya sabes, Miguel, que ha tenido que acudir a una cita de trabajo con el Presidente de la Comisión Europea y no ha podido ser. El te está muy agradecido porque el año pasado la Ruta Quetzal BBVA tuvo una etapa europea: no sólo jóvenes de los distintos países europeos fueron a conocer América sino que los jóvenes iberoamericanos fueron a conocer la Europa de Carlos V: su Gantes natal, Brujas y Bruselas donde la Comisión y otras instituciones de la Unión Europea tienen su sede. A Miguel se le podría condecorar por todo. Su vida es un ejemplo de entrega, tesón y trabajo. Pero la Orden de Isabel la Católica1 está específicamente creada para honrar a aquellas personas que prestan un servicio relevante a España en su acción exterior. Por eso corresponde al Ministerio de Asuntos Exteriores y 1 La Real Orden de Isabel la Católica es una distinción de España, instituida por el rey Fernando VII el 14 de marzo de 1815, con el nombre de Real y Americana Orden de Isabel la Católica El último reglamento fue aprobado por Real Decreto en 1998. Su función actual es "premiar aquellos comportamientos extraordinarios de carácter civil, realizados por personas españolas y extranjeras, que redunden en beneficio de la Nación o que contribuyan, de modo relevante, a favorecer las relaciones de amistad y cooperación de la Nación Española con el resto de la Comunidad Internacional 1 Cooperación su otorgamiento bajo el alto auspicio del Gran Maestre de la Orden que no es otro que Su Majestad el Rey. Como se ha leído en el diploma que está firmado por el Rey de España D. Juan Carlos I. Al concederse la condecoración por los méritos realizados se deja abierta una puerta abierta, muy ancha a que se siga trabajando por España. Ya sé que esta aclaración es superflua en tu caso. Pero no está de más recordar que tu trabajo, maravilloso, no ha terminado, está apenas comenzando a dar frutos que se recogen todos los días en nuestras relaciones internacionales, particularmente con Iberoamérica. Decía Ortega que no se puede ser un español cabal sin conocer Hispanoamérica, y le devolvía Alfonso Reyes –en estos diálogos que los intelectuales tienen en conversaciones imaginadas a través de los años y las distancias- que tampoco se podía ser hispanoamericano sin conocer España. Ortega recomendaba a todos los españoles aprender una cosa diaria sobre América. Seguir esa receta es lo que probablemente ha hecho Miguel. Su aprendizaje de las Américas no ha sido sin embargo meramente el del hombre de letras o del estudioso –que si lo es- sino también el del hombre de campo, de reportero de guerra en el Congo o de deportista de élite en Roma como su condición de campeón olímpico en jabalina –título que aun no homologado por ahí queda2 . Quiero con esto decir que ha hollado los caminos de América y de España, que sabe de las personas, la 2 En las Olimpiadas de Roma de 1960 su tiro de jabalina, utilizando el método de la barra vasca, alcanzó los 88 metros. 2 orografía, la fauna y la flora, porque las ha vivido y conocido en carne y hueso. Nada hay de virtual en ello, todo ha sido presencia, vivencia y fuerza. Para mi es indudable que Miguel es una de las personas que más sabe de América. Su nombre lo podemos añadir sin desdoro al de Padre Acosta, al de Orellana, los Pinzones, Cabeza de Vaca, Celestino Mutis o Martínez Compañón, tiene esencias de todos ellos sólo que su época es la nuestra y todavía no sabemos reconocer por entero los hechos y las hazañas de los hombres que son nuestros contemporáneos. Pero volvamos a sus méritos en la acción exterior. A través de su iniciativa de la Ruta Quetzal BBVA ha conseguido que miles de adolescentes provenientes de América, España, Portugal y otros países de Europa conozcan de hecho la inmensidad de nuestras tierras, la amplitud de nuestros corazones, la riqueza de nuestra cultura. Desde los comienzos de Aventura 92 hasta la actual Ruta BBVA Miguel ha subordinado sus intereses personales a la política de Estado, primero consultando al Rey y luego al Ministro de Asuntos Exteriores. Sus expediciones han acompañado así las grandes efemérides históricas, poniéndose al paso de la política exterior de España. Concretamente y por poner un solo ejemplo de esta actitud inveterada y noble este año la Ruta Quetzal BBVA acompañó a la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno en Panamá, que conmemoraba los quinientos años del descubrimiento del Pacífico por Vasco Núñez de Balboa. Sus expedicionarios recorrían como 3 buenamente podían los entresijos de la siempre difícil – casi impenetrable- selva del Darién hasta avistar el océano, siguiendo el mismo recorrido de Balboa. Miguel encarna de alguna manera las virtudes mitológicas de Hércules y Teseo: el valor, el sentido de justicia y la fuerza, también el gusto de la aventura. Miguel escapa a la norma. Es la definición por excelencia de la excepción, esa excepción que nos permite a todos justificarnos y que nos hace participar de la grandeza en la que este hombre ha sido educado. Por eso esta condecoración es también la de su familia, su mujer Marisol, sus hijos Rodrigo, Sol e Iñigo. Compañeros de aventura, de vida, ilusiones y fatigas. Decía Don Quijote a Sancho sobre las aventuras, cuando éste se quejaba de los palos y manteos recibidos, que la mayor parte de ellas sólo comportaban golpes y sinsabores, pero que en alguna de ellas –y ahí Don Quijote abría de golpe su ilimitada esperanza- más temprano que tarde llegarían ciertamente las ganancias de ínsulas y reinos. Estas ínsulas y reinos las ha recuperado Miguel de la Quadra para España, no a través de la fuerza, sino a través del conocimiento, de la proximidad y de la fe en lo suyo. Hoy gracias a él, Iberoamérica es más realidad. Abriendo la sección de cultura en ABC digital hay una sección muy ilustrativa, muy bien escrita, sobre la ruta Quetzal BBVA. La revista Leer dedica casi todo los años en uno de sus números un gran reportaje sobre la expedición. Miguel, periodista al fin y al cabo, sabe utilizar los medios de 4 comunicación para transmitir y dar a conocer su pasión por su patria. Aunque Miguel no lo sepa con los años ha desarrollado una vocación de historiador. En esto también presta un servicio destacado a España. Miguel navega por su historia, recupera documentos, apoya publicaciones en facsímil, conduce entusiasmado mil kilómetros para examinar un testamento de Fernando el católico, una carta del Almirante, visitar una tumba de un marino de un soldado o de un emperador, contempla una pila bautismal. Pero no viaja solo, con él van siempre mil personas a las que ha convencido de que eso que visitan y contemplan vale la pena conocerlo, que aquello es un bien valioso. Y lo es, vaya si lo es. También ha desarrollado las dotes de poeta y novelista juzguen por el nombre de las expediciones: Rumbo a la Isla de Robinson Crusoe, La Huella de la Nao de la China en México, A las selvas de la serpiente emplumada, De las Ciudades de los Reyes al Amazonas, Rumbo a las montañas del Parayso y un largo etcétera digno de Robert Stevenson, de Emilio Salgari, de Edgar Rice Burroughs o de Julio Verne. Miguel tiene un rabioso entusiasmo y un contagioso optimismo, que se encarna en aquella frase que el padre de François de Chateubriand decía a su hijo cuando marchaba a América: “Hijo mío, ama tu país.” 5 Y tu país España, severo en honores y sueldos, reconoce ahora en justicia tus méritos con esta condecoración. ¡Enhorabuena! He hablado mucho y me dejo todo en el tintero. Pero sé que uno de los pocos dones con los que la Providencia no ha regalado a Miguel es el de la parquedad en la palabra, y por eso se la cedo con inmenso gusto. 6