26 September 2016 Dear Friends, Thirty-six years ago today, Father John F. Harvey, OSFS, gathered a handful of Catholic men at Our Lady of the Rosary Church in New York City for the first Courage meeting. None of the priests or laymen who attended that night could have imagined what would come of their initial meeting, as the apostolate founded on the Five Goals they set for their spiritual lives spread across the country and around the world. During his twenty-eight years of leadership, as you know well, Father Harvey shared the good news of chastity and friendship to hundreds of men and women who experience same-sex attractions, and expanded the apostolate to include outreach to parents, spouses and loved ones of men and women in homosexual relationships. His successor, Father Paul N. Check, has continued this labor of love for the past nine years, and the Courage and EnCourage family is vibrant and continues to grow. We live on five continents, and speak half a dozen languages. We are men and women, young and old, cradle Catholics and converts to the Faith. We love our Church and our Bishops, and they have returned that love by providing us with faithful, compassionate priests and deacons who serve as local chaplains. We have a message to share with the world that is becoming more and more important with each passing day. It is with this rich legacy in mind that I humbly accept the appointment to serve Courage International as its third Executive Director. I am deeply grateful to Cardinal Timothy Dolan and the members of our Episcopal Board, and to Father Paul Scalia and the members of our Board of Directors, for the confidence they have in my abilities, limited as I am. I likewise owe a debt of gratitude to the Archbishop of Philadelphia, Most Reverend Charles J. Chaput, OFM Cap., for releasing me for a time from service in my own archdiocese so that I may accept this appointment. Archbishop Chaput is a staunch supporter of Courage and EnCourage and I will continue to rely on his pastoral example and fatherly solicitude. It has been a privilege for me to work alongside Father Check for several years, first as a local chaplain and for the past year and a half in the Courage Office. His concern for the work of the apostolate and for the good of each member is evident in everything he does, and has inspired and taught me a great deal. We will miss him terribly in the Courage Office, but I am consoled to know that he will be sharing his gifts of prudence, zeal and fraternal charity with a new generation of seminarians being formed for the service of the Church. I am strengthened by the knowledge that he will continue to serve Courage International as a member of our Board of Directors, and I look forward to our next few months together as we plan for a smooth transition of leadership at the end of the year. Since my time as local Courage chaplain in the Archdiocese of Philadelphia, I have often told brother priests that my work with Courage and EnCourage is the part of my ministry in which I feel most like a spiritual father. It is a privilege and a joy to welcome you courageous men and women in the name of the Church, to hear the stories of how God has been acting in your lives and relationships, and to walk with you along the way to holiness that the Church proposes for our happiness and fulfillment. Daily I am humbled anew by the trust that you place in me. My only agenda is to strive each day to live up to that trust, and to serve you, your loved ones, and the Courage and EnCourage apostolates with the same fatherly love that Father Harvey and Father Check have modelled so well for so long. In that striving I beg your daily prayers, and promise you a place in mine. Yours in Christ, Father Philip G. Bochanski 26 de Septiembre de 2016 Queridos amigos, Un día como hoy hace 36 años, el Padre John F. Harvey, OSFS, junto a un grupo de hombres católicos tuvo su primera reunión de Courage en la Iglesia Our Lady of the Rosary en Nueva York. Ninguno de los sacerdotes, ni de los laicos presentes esa noche pudo haber imaginado lo que surgiría de esa reunión inicial. Ni tampoco hubiesen pensado que el apostolado fundado en Cinco Metas para su vida espiritual, hoy se haya extendido en todo el país y alrededor del mundo. Como ustedes bien saben, a lo largo de 28 años de liderazgo, el Padre Harvey compartió la Buena Nueva de la castidad y la amistad con cientos de hombres y mujeres que experimentan atracción al mismo sexo, y extendió el apostolado para llegar a padres, esposas/os y seres queridos de hombres y mujeres que tienen relaciones homosexuales. En los últimos nueve años, su sucesor el Padre Paul N. Check ha continuado esta misión de amor, y la familia de Courage y EnCourage sigue activa y creciendo. Vivimos en cinco continentes y hablamos seis idiomas. Somos hombres y mujeres, jóvenes y adultos, católicos de nacimiento y conversos al catolicismo. Amamos a nuestra Iglesia y a nuestros obispos y ellos han correspondido a ese amor entregándonos sacerdotes y diáconos fieles y compasivos que sirven como capellanes locales. Tenemos un mensaje para compartir con el mundo que día a día se torna más importante. Es con esta herencia en mente que acepto con humildad el nombramiento de servir como el tercer Director Ejecutivo de Courage International. Me siento profundamente agradecido con el Cardenal Timothy Dolan y los miembros de nuestro Directorio Episcopal y con el Padre Paul Scalia y los miembros de nuestro Directorio, por la confianza que tienen en mis capacidades a pesar de mis limitaciones. Asimismo, estoy muy agradecido al Arzobispo Charles J. Chaput, OFM Cap., por permitirme este tiempo fuera del servicio a mi arquidiócesis para poder así aceptar este nombramiento. El Arzobispo Chaput es un ardoroso defensor de Courage y EnCourage, seguiré contando con su ejemplo pastoral y preocupación paternal. Para mí ha sido un privilegio trabajar junto al Padre Check a lo largo de varios años, primero como capellán local y en este último año y medio en la Oficina de Courage. Su preocupación por la misión del apostolado y por el bien de cada miembro es clara en cada acto que realiza, es para mí un ejemplo y he aprendido mucho de él. En la Oficina de Courage lo vamos a extrañar muchísimo, pero me consuela saber que estará compartiendo sus dones de prudencia, ardor y caridad fraternal con una nueva generación de seminaristas que serán formados para el servicio a la Iglesia. Me alienta saber que seguirá sirviendo como miembro del Directorio de Courage International y tengo muchas expectativas de los meses que vienen hasta finales de año, en que planearemos una transición tranquila del liderazgo. Desde que he sido capellán local de Courage en la Arquidiócesis de Filadelfia, he compartido constantemente con mis hermanos sacerdotes que la misión de Courage y EnCourage es la parte de mi ministerio en la que más vivo mi paternidad espiritual. Es un gozo y un privilegio acogerlos a ustedes a nombre de la Iglesia, hombres y mujeres valientes, escuchar las historias de cómo Dios actúa en sus vidas y en sus relaciones humanas, y peregrinar a su lado en este camino de santidad que la Iglesia nos propone para nuestra felicidad y realización. Cada día me conmuevo más por la confianza que depositan en mí. Mi única agenda es esforzarme incansablemente para estar a la altura de esa confianza, y servirlos a ustedes, a sus seres queridos y los apostolados de Courage y EnCourage con el mismo amor paternal que el Padre Harvey y el Padre Check han mostrado tan modélicamente a lo largo de tanto tiempo. Bajo esos esfuerzos, les ruego sus oraciones diarias y les prometo las mías. De Uds. en Cristo Padre Philip G. Bochanski