tono de alternativa

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TONO DE
ALTERNATIVA
THE ALTERNATIVE TONE
As one would expect, this brief note
on Ouaderns has as its reference point
the period in the life o f the journal with
which 1 am most familiar, that is, from
the late sixties to the present day.
And 1want to begin by saying that
when we receive Ouaderns at the
studio we are compelled to pause in
order to study its pages with benefit
and interest. The ever intelligent,
cared-for, sophisticated and -why not
say so?- elegant publication of the
College of Architects of Catalonia has
informed us o f what is happening in
other countries, rediscovered
forgotten figures and suggested
problems that need solutions.
lts editors -perhaps not all, but we
shall let the simplification rest on this
occasion- have striven to transmit the
contents of their message wrapped in
the most exquisite graphic design, and
it is for this reason that the didactic
purposes of Quaderns have often been
discreetly disguised behind the
journal's seductive format.
Nonetheless, with the passing of time
what at first sight might have seemed a
simple tribute to aesthetics becomes
the magazine's major attraction, the
symbiosis between information and
layout as a calculated strategy to
present a state of opinion: that of the
younger generations. Ouaderns, then,
as the platform for the younger
generations, since for reasons
unknown - is it still possible to talk
without blushing about the generous
and enlightened "collective
subconscious" of a social group as
complex as that of Catalan
architects?- it has always been in their
hands. Hence the "alternative" tone
or, if you like, tone of veiled criticism
of the elders, which has always
contributed so much towards
Ouaderns' having been/being such an
interesting journal. My most fervent
desire is that it should continue to be
so in the years ahead.
19
Rafael Moneo
Como es natural, este brevísimo apunte
sobre Quaderns t iene como refere ncia e l
período de vida de la revista que conozco
mejor, el que va de finales de los años
sesenta a nuestros días. Y quiero comenzar
diciendo que cuando Quaderns llega
al estudio obliga a un alto en el camino y al
examen de sus páginas con provecho
e interés.
La siempre inteligent e, cuidada, sofisticada
y -¿por qué no decirlo?- elegante
publicación del Colegio de Arquitectos de
Cataluña nos ha informado de lo que se
hacía en otros países, nos ha descubierto a
personajes o lvidados, nos ha sugerido
problemas a los que había
que prestar atención.
Sus directores -quizá no todos, pero valga
la simplificación en esta ocasió n- han
procu rado hacernos llegar el contenido de
su mensaje envuelto en e l más exqu isito
diseño gráfico y de a hí que la pretensión
didáctiva de Quaderns haya quedado con
frecuencia discretamente disuelta en su
sed ucto r fo rmato.
Sin embargo, cuando ha pasado e l tie mpo,
lo que en algún momento pudo parecer
simple tributo a la estética se convierte en
su mayor atractivo al poder entender
aque lla simbiosis entre información y diseño
como ca lculada estrategia para hacer
presente un estado de opin ión: el de las
generaciones más jóvenes. Quaderns pues
como portavoz de las generaciones jóvenes,
ya que por desconocidas razones -¿puede
uno todavía hablar sin sonrojo del generoso
e il uminado "insconsciente colectivo" de un
grupo social tan comp lejo como el de los
arquitectos catalanes?- siempre ha estado
en sus manos. Así se explica el tono de
"alternativa", o si se quiere de velada crítica
a los mayores, que tanto contribuye a que
Quaderns haya sido/sea una revista tan
interesante. Que lo siga siendo en los años
venideros es mi ferviente deseo.
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