20 Domingo. 6 de julio de 2014 • LA RAZÓN Primera Plana EL RELEVO EN EL PSOE ASÍ SON LAS MUJERES DE LOS CANDIDATOS Efe «MODERNAS, PROFESIONALES Y NO MANTENIDAS» EN SEGUNDO PLANO. Begoña Fernández, mujer de Pedro Sánchez, y Paloma Villar, de Eduardo Madina, apoyan a sus maridos sin buscar protagonismo Las aspirantes a «primera dama» del PSOE son discretas y con carrera propia Pilar Ferrer Madrileño, con esposa vasca. Vasco, con mujer sevillana. Parece un juego de cromos, pero es la situación en pareja de los dos aspirantes a liderar el socialismo español. Pedro Sánchez Pérez-Castejón se enamoró de una chica rubia, nacida en Bilbao, estudiante de Económicas. Eduardo Madina hizo lo propio con una andaluza en la carrera diplomática, curtida entre Bruselas y Alemania. Son los perfiles de Begoña Fernández y Paloma Villa, compañeras de estos dos políticos en pugna por la Secretaría General del PSOE. Discretas, siempre en un segundo plano, pero bien formadas y con buenos trabajos. «Ninguna de ellas va de señora de», dicen amigos cercanos. Ambas tienen una profesión y valía reconocidas, así como algo en común: su gran amistad con la ex ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez. Hace unos días, durante su presentación como candidato en Alcorcón, militantes y simpatizantes repararon en una joven de larga melena rubia, justo detrás de Pedro Sánchez. Era Begoña, su mujer y madre de sus dos hijas, que excepcionalmente quiso arropar a su marido. Algo nada habitual, pues Pedro es muy reservado al hablar de su familia. Nacida en Bilbao, ella vino muy joven a estudiar en Madrid. Se conocieron en la Facultad de Económicas de la Universidad Complutense y comenzaron pronto a vivir juntos. Begoña es algo mayor que Pedro y, según compañeros de la época, «fue él quien se mudó a la casa de ella». Tras unos años de vida en común, se casaron por lo civil en 2006, en una ceremonia que curiosamente ofició Trinidad Jiménez, entonces en el Ayuntamiento de Madrid. «Trini es mi madrina de boda y mi madrina política», comenta a veces el candidato. El matrimonio despierta muy buenos comentarios entre quienes les conocen. Antes de su lanzamiento a la política, a Begoña se la ha visto a menudo por la Universidad Camilo José Cela, donde Pedro es catedrático de Estructura e Historia del Pensamiento Económico. «Es un chica encantadora y muy guapa», dicen en el círculo docente. Durante la carrera, se especializó en Estadística y Auditoría, materias que ahora desempeña en una consultora. El tiempo libre lo dedica a sus dos hijas, Ainhoa, de nueve años, y Carlota, de siete. «Son el ojito derecho de su padre», comentan en la universidad, en cuyo despacho siempre ha tenido retratos de las niñas. Se les ve como una pareja unida, con el objetivo de que la política no les separe. Pedro es muy familiar, hace unos días «hizo lo imposible por estar con su hija pequeña en su fiesta de cumpleaños», cuentan en su equipo de campaña. Sánchez es un hombre atractivo y, según sus amigos, «ligaba mucho ya desde los años del Ramiro de Maeztu», el Instituto donde estudió. Sin embargo, su mujer no es nada celosa. Sabe que en el fondo es un gran tímido, aunque se crece en la política y actos públicos. Pedro comparte con su mujer la pasión por el baloncesto, deporte que practicó en el Ramiro, jugó en el Estudiantes y ahora es patrono de su Fundación. A Begoña también le gusta, pero nunca ha encestado. Ella es más de aerobic y pilates, en un gimnasio de Pozuelo de Alarcón, donde viven y llevan a sus hijas a un colegio público.Vecinos de la zona afirman que es una chica sencilla, afable, a quien le encanta hacer la compra en un conocido centro comercial. «Es una mujer moderna, muy pendiente de sus niñas», aseguran. Nadie la conoce como esposa del candidato, de hecho su rostro sólo se ha visto junto a Pedro en el acto de Alcorcón. Todos sus amigos coinciden en que no le tienta nada la política, pero es un decisivo apoyo para su marido en este momento. Su perfil es técnico, una profesional seria y preparada. Diferente es el de su rival, o sea la consorte de Eduardo Madina, la andaluza PalomaVilla. De familia de militantes socialistas, siempre le gustó la política exterior, cursó estudios en la Escuela Diplomática, fue asesora del Grupo Socialista en el Parlamento Europeo y trabajó con Trinidad Jiménez en Exteriores. Fue precisamente en Bruselas donde conoció a Madina, entonces también asesor de los socialistas en Europa. Les presentó Leire Pajín, gran amiga del político vasco. «Edu prepara unas Rubén Mondelo entorno. Los dos se definen de izquierdas y tienen aficiones comunes: el cine, la música, la pasión por coleccionar CD y vinilos. Según sus amigos, Madina es un hombre con algunos altibajos de ánimo y encuentra mucho equilibrio emocional en Paloma. Son padres de un hijo adolescente, Eduardo, con quien su padre juega a pelota vasca, voleivol y acude al fútbol. Son forofos del Athletic de Bilbao, por supuesto. Quienes bien la conocen dicen que la esposa de Madina irradia seguridad: «Tiene un perfecto equilibrio entre corazón y cabeza». Todos en el PSOE coinciden en que Begoña y Paloma son dos mujeres de su tiempo, familiares y compenetradas con sus maridos: «Modernas, profesionales y preparadas, ninguna es una mantenida». Es decir, que viven de su trabajo y no son de «pata quebrada en casa», apostillan. De momento, las dos recelan de BEGOÑA FERNÁNDEZ, los focos y la vida pública, aunque nadie sabe cómo ES BILBAÍNA, serían en el papel de «priECONOMISTA, PRACTICA meras damas» en el poder. Y de la tercera en PILATES Y AEROBIC Y NO cuestión, la esposa del LE TIENTA LA POLÍTICA aspirante de Izquierda Socialista, José Antonio Pérez Tapias, poco se PALOMA VILLAR, sabe. Es ya de otra generación, granadina y proES ANDALUZA, DE PERFIL fesora, como su marido. POLÍTICO COMO MADINA, La pareja se construyó «a mano» durante cuatro HABLA TRES IDIOMAS Y veranos una casa de pieCOLECCIONA VINILOS dra en Cherches, un pueblecito de Guadix, su gran refugio. Tienen dos que la contraten, Palo- hijos y un nieto, por lo que algunos en el PSOE ma llevaba meses sin llaman a este candidato «el abuelo». El aspitrabajo, presentó su rante más izquierdoso se define católico y es, currículum y fue la compañía la que contac- como su mujer, un apasionado de la Semana tó con ella», aseguran colaboradores del Santa andaluza. En Granada son muy conocandidato vasco. Paloma es mujer de carácter cidos, sobre todo en los ambientes universiy un apoyo esencial cuando en febrero de tarios, ya que Tapias es decano de la Facultad 2002 su marido sufrió el atentado de ETA. Uno de Filosofía y Letras de la ciudad de la Alhamde sus mejores amigos, el piscólogo Jordi Gi- bra. A partir del 13 de Julio, las esposas de los raldez, ha contado muchas veces la fuerza y entereza de Paloma en aquellos momentos. candidatos verán un cambio en su vida. Aun Sobre todo cuando a los pocos meses de a su pesar, la Secretaría General del PSOE, y amputarle la pierna, la madre de Madina quién sabe sí el futuro, marcarán un antes y un después. De momento, son desconocidas murió de un infarto. El matrimonio comparte la pasión por la para el gran público, en especial Begoña, que política, aunque ella ahora está volcada en su jamás ha pisado la política. Dice el refrán que trabajo en Telefónica. Su educación es «una detrás de cada hombre hay una gran mujer. síntesis de la ilustración, el movimiento obre- Pero en el PSOE todos coinciden: «Nunca irán ro y el nacionalismo romántico», dicen en su detrás, siempre a su lado». alubias a la bilbaína de rechupete», comenta la ex ministra y secretaria de Organización con Rodríguez Zapatero. Habilidad culinaria que no tiene su mujer, más entregada a la lectura y los idiomas. Paloma habla francés, inglés y alemán perfectamente, lo que la llevó a ingresar en el Departamento de Relaciones Internacionales de Telefónica. Fue precisamente este fichaje un motivo de polémica, dado que entró poco después de que lo hiciera el marido de Soraya Sáenz de Santamaría, el abogado del Estado Iván Rosa. A Madina le sentaron fatal algunos rumores sobre su influencia para el puesto de su mujer, que en ese momento estaba en el paro, y tuvo un altercado con algunos periodistas en el Congreso. «Edu no ha movido un dedo para