Gavilla de pliegos de cordel moralizado res y ejemplares, que compuso un paisano apodado el Barbas para su solaz y también para escarmiento de libertinos y aviso de decentes. N." 1 La verdadera historia de Gumersinda Cosculluela, moza que prefirió la muert^ a la deshonra. o 1. 6. Escuche el que tenga hijas lo que le voy a contar: tenía muy buen palpar la historia de Gumersinda y sus teticas se abrían que era una moza sin par. corno rosas del rosal. 7. Gumersinda Cosculluela 3. 4. 5. El culo de Gumersinda A Gumersinda los mozos tenía un lindo lunar la requiebran sin cesar, en mitad de la mejilla y el que más como el que menos que era de color coral. sus carnes quiere tocar. Los novios que la rondaban Gumersinda Cosculluela se lo intentaban besar no se dejaba sobar y algunos más atrevidos porque era honrada y decente, hasta querían chupar. virtuosa y ejemplar. Gumersinda era garrida í 9. — Gumersinda, Gumersinda, y andaba con majestad. le dijo el mozo Gaspar: Los ojos con que miraba vente conmigo hasta el río tenían hondo el mirar. y verás sal pez nadar. Su piel era de oro y nácar, I dé porcelana y cristal. | 10. También verás florecicas y aves de dulce piar, Su talle era de mimbrera y la abeja de las mieles y sus andares de sal. y el pichón del palomar. 11. 12. 13. 14. 15. Gumersinda, Gumersinda, 16. Si no me das tu boquita la luna yo te he de dar, por fuerza la he de tomar. el lobo de las montañas Con este puñal que tengo y el tiburón de la mar. la vida te he' de quitar. Si tú quieres, Gumersinda, 17. Si no te beso de viva, ya no tienes más que hablar. de muerta te he de besar. Por un beso de- t u boca No me importa la justicia me dejaría matar. ni temo al fuego infernal. —Yo no quiero tener novios, que soy muy joven, Gaspar. M i boca no ha de besarte porque me quiero casar. Gumersinda, Gumersinda, Una moza, si es decente, dame tu amor virginal. Con el hierro que te mato también yo me he de matar. 19. -Calla, blasfemo maldito, a nadie debe besar. que m i amor no te he de dar, Cuando Dios le dé marido que yo prefiero la muerte ya tendrá con quien holgar. a haber de portarme mal. —Gumersinda, Gumersinda, 20. Gaspar, mira lo que haces, por t i estoy loco de atar. que alguien me habrá de vengar. Estoy verraco y cachondo — Yo no temo la venganza y no puedo ni pensar. que vivo no me ha de hallar. 2l. 22, Entoüces, Gaspar Murciano, se cegó y produjo el mal. Gumersinda, ensangrentada, murió sin pestañear. 23. 24. Gaspar Murciano la besa con lujuria y sin piedad. Después que la hubo besado contra sí vuelve el puñal. Donde hubo un charco de sangre hay ahora otro charco igual. Gumersinda está en el cielo, • Gaspar arde con Satán. Miren quienes tengan hijas de saberlas bien guardar. Gaspar Murcianos hay muchos que matan en vez de amar. 25. Y aquí termina la historia de la virgen del lugar. Gumersinda Gosculluela se llamará en el altar. FIN Gavilla de pliegos de cordel moralizadores y ejemplares, que compuso un paisano apodado el Barbas para su solaz y también para escarmiento de libertinos y aviso de decentes. N.0 2 Encarnación Toledano o la perdición de los hombres. 1. Oigan, los que están casados, í 6. La Encarnita no los llora, ni un instante los lloró. Cuando un novio se le mata, al otro entrega su amor. 7. Y aquí paz y después gloria la historia de Encarnación, moza que a don Claudio López | le buscó la perdición. 2. 3. 4. Encarnita Toledano, artista de la canción, que vivir es lo mejor, era hembra bien plantada y Encarnita Toledano pero de mala intención. no quiere tener dolor. Tenía los ojos negros, 8. tan negros como el carbón. en la villa de Alcorcón. Y negro tenía el pelo Y le dijo: —Claudio mío, y aún más negro el corazón. yo te doy m i corazón. Los hombres la pretendían 9. Don Claudio, que aunque era viejo, era cachondo y pendón, y acababan en prisión, 5. Conoció a don Claudio López porque la Encarna gastaba le respondió: - Y o lo tomo; los cuartos sin ton n i son. toma el mío, Encarnación. Un joven que era barbero de celos se degolló, y otro que era guardia urbano con una soga se ahorcó. 10. Don Claudio y su coima Encarna se fueron a otra nación. Don Claudio abandonó esposa, familia y obligación. 11. 12. 13. porque amaba a la muchacha 5j 16. y no encontró solución: con otro se le largó. que en España no hay divorcio Don Claudio, desde presidio, que proteja al pecador. a su señora escribió: En el París de la Francia 17. 15. «Aquí me tienes pagando. buscaron habitación. »todo lo que aconteció. No tenían los papeles »Te pido que me perdones de la documentación. s.y aclares la situación. y un día la policía 8 1' y a la isla del Diablo »Soy un .pellejo, un perdido, »pero no soy un ladrón. los encerró en la prisión. Como el francés no lo hablaba lo tomaron por ladrón, 14. y cuando lo hubo encandilado »Si tú no escribes la carta »de aquí jamás saldré yo. 19. »Piensa en nuestros doce hijos se fue sin apelación. »y el mal ejemplo que doy. A la Encarna la soltaron »También piensa en el cariño a cambio de ir al colchón »que de joven te brindó con el jefe de gendarmes 20. »éste que hoy llora encerrado que era un musió de Arcachón. »las culpas de una traición». La Encarna como era lista La señora de don Claudio al franchute enamoró, no tomó una decisión 21. hasta que hubo consultado con José, su hijo mayor. - M i r a , Pepito, tu padre escribe y pide perdón. 23. —No lo perdone usted, madre, porque la Encarna es mi amor. — i Ay, qué dices, hijo m í o ! ¡Ay, lo que oigo con horror! 22. Si tú quieres, lo perdono, y si tú no quieres, no. Que es el padre de mis hijos y me da mucho dolor. 24. La al La la señora de don Claudio suelo se desplomó. noticia que le dieron muerte le ocasionó. m 25. Miren, 26. los que están casados, Y aquí termina la historia de portarse algo mejor, de una mujer sin pudor. que la lujuria conduce Encarnita Toledano a un abismo de amargor. se llamó hasta que murió. FIN