Centro Virtual de Noticias - CVN. www.mineducacion.gov.co/cvn 1 EDUCACIÓN: MAL PARADOS por RUDOLPH HOMMES Lunes, 24 de Abril de 2006 Página de Internet Opinión Rudolf Hommes R. / Ex ministro de Hacienda Un artículo de El Tiempo de Bogotá, del pasado 18 de abril, informa que durante una conferencia sobre globalización en la Universidad de Columbia en Nueva York, el economista Jeffrey Sachs dijo que "con excepción de Costa Rica, América Latina no está preparada para los TLC pues no está enfocada en educación y tecnología, como sí lo está Asia". Añadió además que la región se desgasta debatiendo sobre política y no sobre lo importante. Apenas ahora estamos descubriendo que lo importante para el desarrollo económico tiene lugar en distintas esferas, no solamente en lo que tradicionalmente ha sido el campo de acción de los economistas. Es así como la seguridad ha adquirido la relevancia que debe tener, y se ha hecho notoria la ausencia de liderazgo y de visión en obras públicas. Pero a pesar de la relevancia de la infraestructura y la seguridad, lo más importante es el desarrollo educativo y la capacidad del país para absorber y generar cambio técnico. En contraste con la situación de transporte y obras públicas, se tiene al frente de la estrategia educativa y de la ejecución de políticas de educación a alguien que sabe lo que hace y que efectivamente está adelantando políticas aparentemente adecuadas y bien encaminadas. Con mucho retraso afortunadamente se le ha puesto atención a la educación en esta administración y en la anterior. El desarrollo del sector educativo en Colombia ha estado bastante rezagado en comparación con el de otros países de la región Caribe y es inferior al promedio de América Latina. (Education Science and Technology in Latin America and the Caribbean, A Statistical Compendium of Indicators, IADB, 2006). El promedio de años de escolaridad de la población mayor de 15 años de Colombia en el 2000 era inferior al de 15 países y estaba por debajo de la media para la región. Por debajo de Colombia solamente estaban los sospechosos habituales, encabezados por Brasil: Haití, Salvador, Nicaragua, Guatemala, Honduras y República Dominicana. En comparación con la situación de 1960, toda la región ha hecho un significativo progreso, y a pesar de lo que se ha llevado a cabo en Colombia, que casi duplica el número de años de escolaridad en esos cuarenta años, en términos relativos seguimos por debajo del promedio. En matrículas de pre escolar estamos entre los más rezagados, así como en la tasa neta de matrículas en primaria (20 por ciento de la población en la cohorte de edad no estaba matriculada en el 2002). En cobertura de matrículas en secundaria también estábamos remal en el 2002, por debajo del promedio regional. Desperdiciamos casi el 50 por ciento de nuestra juventud sin brindarle educación secundaria. En cobertura universitaria, a pesar de ser muy baja (25 por ciento aproximadamente) y de que se gasta más que en otros países en universidades, estamos más cerca al promedio regional. En repetición de los estudiantes estamos tan mal como el promedio de la región, peor que los países del Caribe; y en sobre vivencia estamos con Salvador y Guatemala entre los que muestran los resultados más pobres. En el 2002, menos del 70 por ciento de los niños que deberían haber terminado primaria la completaron. El informe no tiene información estadística sobre la efectividad o la calidad del Centro Virtual de Noticias - CVN. www.mineducacion.gov.co/cvn 2 sistema educativo colombiano. Pero un indicador verdaderamente alarmante que debe ser un llamado de atención para todo el mundo es el grado de inequidad en la distribución de los años de educación en la población. El Gini educativo de Colombia está entre los más altos de la región, y no ha mejorado sino marginalmente entre 1960 y el 2000. En contraste con otros países como México, Perú, Venezuela y Brasil, el progreso fue notorio, aunque nada comparable con el de Corea, que bajó de un Gini de 0,55 a 0,2 en esos 40 años. El progreso de Colombia en justicia social se mide por la distribución de oportunidades. La de concentración de la tierra y de la propiedad va en el sentido contrario y la distribución de educación no mejora ostensiblemente. En una situación en la que tanto la tierra como la educación superior producen rentas significativas, esto quiere decir que si nadie da un timonazo, por lo menos al sistema educativo, se van a repetir o a exacerbar las disparidades de ingreso y de oportunidades en la próxima generación. Eso sí que sería tema para un consejo comunal de alto nivel o para un debate, si alguien le parara bolas a estas alturas a lo que es importante.