La sanción contra Microsoft: un impulso a la innovación Ramón Casadesús, profesor del IESE e-business Center PwC&IESE 29/03/2004 ¿Pueden los 497 millones de euros que Bruselas ha condenado a pagar a Microsoft por abuso de posición dominante disuadir a la empresa de continuar con sus actuales prácticas? Aunque esta es la mayor sanción en la historia de la Unión Europea contra una sola empresa por quebrar las leyes de la competencia, lo cierto es que Microsoft posee 50.000 millones de dólares en efectivo y su mercado, el software, crecerá sustancialmente en los próximos años. Por ello, a menos que se arriesgue a ser sancionada con una multa cuyo importe supere las ganancias de continuar explotando una posición de monopolio en sistemas operativos, no parece que la empresa necesite modificar su comportamiento. El comisario europeo de competencia, Mario Monti, también quiere obligar a Bill Gates a compartir información técnica con sus competidores para garantizar la compatibilidad de los servidores rivales con el sistema operativo de Microsoft. Aunque esta medida podría chocar con la idea de que, para fomentar la innovación, el capital intelectual de las empresas debe ser privado durante cierto tiempo, hay que tener en cuenta que Microsoft ostenta una situación de monopolio. Y, si una empresa con posición dominante en un mercado (como el de sistemas operativos para clientes) mantiene oculta información sobre sus productos para menguar la competencia en otro sector (como el de sistemas operativos para servidores) que depende neurálgicamente del primero (muchísimos PC están conectados a servidores), está abusando de su posición dominante. Por ello, la existencia de una competencia real entre sistemas operativos para servidores, y el fomento de innovación, pasa por que Microsoft revele parte del Claves 1 En 1994, Microsoft se enfrentó a su primera sanción por prácticas monopolísticas. La justicia norteamericana forzó al gigante a dejar de cobrar a los fabricantes de ordenadores por cada unidad vendida. Pese a ello, las ventas de Microsoft han crecido de unos 1.500 millones de dólares hasta más de 10.000 millones de dólares en estos diez años. 2 Con la inclusión del Media Player en Windows, la Comisión Europea considera que Microsoft ha perjudicado a sus rivales RealNetworks y Apple. Mientras Windows Media Player acapara el 34,2% de la cuota del mercado de los reproductores de imagen y sonido, Real Player posee el 20,2% y Apple Quick Time se conforma con un 9,4%. 3 Algunos expertos señalan que la obligación de desvelar los secretos técnicos de Windows no afectará seriamente a la compañía de Gates ya que, para cuando sus rivales se adapten, ya tendrán una nueva versión mejorada. No hay que olvidar que Microsoft destina el 20% de sus ventas al I+D. 4 Estados Unidos ha recibido con críticas la decisión de Mario Monti, si bien la sanción europea es menor que la que impuso el juez Jackson en Norteamérica, que ordenó dividir Microsoft en dos empresas independientes. La corte de apelaciones dio marcha atrás a la decisión de Jackson. código de Windows. Esto garantiza la competencia en igualdad de condiciones con Microsoft en el segmento de los sistemas operativos para servidores y, en ningún caso, amenaza la posición dominante de Microsoft en el espacio de los clientes. Por último, la sentencia obliga a Microsoft a distribuir copias de su sistema operativo Windows sin el reproductor de imagen y sonido Windows Media Player. Para el usuario, contar con este software preinstalado en su PC es una comodidad. Lo percibe como una funcionalidad añadida con la que puede visualizar todos aquellos contenidos que utilizan los principales formatos de compresión del mercado. Sin embargo, nada garantiza que el reproductor multimedia de Microsoft continúe siendo compatible con el resto de formatos de compresión. No parece descabellado pensar que, a medio plazo, Windows Media Placer sólo reproduzca el Windows Media Audio (WMA) y Microsoft decida cobrar licencias de uso a los propietarios del contenido o los desarrolladores que diseñen reproductores para este formato. Al fin y al cabo, es la misma estrategia –la de abrazar y extender (“embrace and extend”)— que el gigante del software siguió para deshacerse de Netscape. En un principio el navegador de Microsoft, Explorer, y Netscape, eran totalmente compatibles. Pero a medida que aumentaba la cuota de mercado de Explorer (gracias a que se distribuía con Windows), esa compatibilidad se iba reduciendo. Así, las páginas web que funcionaban correctamente en Explorer no lo hacían a Netscape y, dado que los usuarios con el navegador de Microsoft eran mayoría, las empresas dedicaban mayores recursos a que sus webs funcionasen óptimamente con éste. Pronto, muchos webmasters decidieron optimizar sólo para el navegador de Microsoft. Hoy Netscape es historia. En realidad, más que como una solución a los problemas que en este momento plantea Microsoft, la sentencia de la Comisión Europea servirá como referencia para la resolución de futuros conflictos. Parece que la próxima versión de Windows, denominada Longhorn, podría incluir un motor de búsqueda en Internet, un mercado liderado por los pioneros Yahoo! y Google. Si el veredicto de Monti dificulta que Microsoft aplique la estrategia que utilizó contra Netscape o RealNetworks, se habrá dado un gran impulso a la innovación y la creación de valor.