12 | OPINIÓN Jueves 5 de agosto de 2010 | El Peruano Directora (e): Delfina Becerra González Subdirector: Jorge Sandoval Córdova A Ñ O D E L A C O N S O L I D A C I Ó N Presidenta del Directorio: María del Pilar Tello • Gerente General: César Inga Ballón www.elperuano.com.pe | www.andina.com.pe | Av. Alfonso Ugarte 873, Lima 1 • Teléfono: 315-0400 • Telefax: 424-0763 EL PERUANO no se solidariza necesariamente con las opiniones vertidas en esta sección. Los artículos firmados son responsabilidad de sus autores. E C O N Ó M I C A Y S O C I A L D E L P E R Ú Juan Jacobo Rousseau (1712-1778) “No hacer el bien es un mal muy grande.” Filósofo francés E D I T O R I A L Decisiva batalla contra la pobreza T al como lo certificó Naciones Unidas a comienzos de año, el Perú va ganando la dura batalla contra la pobreza en todos sus frentes, y si el Estado mantiene esta política de justicia social con crecimiento económico, en 2015 el flagelo puede ser reducido a 25 por ciento, tasa histórica sin precedentes en América Latina. Las últimas informaciones son mucho más alentadoras, pues Rebeca Arias, coordinadora del Sistema de Naciones Unidas en el Perú, agregó ayer a esta proyección que ese organismo considera que nuestro país se encuentra “en las mejores condiciones” para alcanzar los Objetivos del Milenio establecidos por los países miembros de ese organismo. Basándose en mediciones técnicas hechas por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) y el Banco Mundial, el presidente de la República, Alan García Pérez, subrayó en su Mensaje a la Nación del 28 de julio que la pobreza en el Perú “que hace unos años era de 48 por ciento ha bajado hasta 34.8 por ciento, y estoy seguro de que cumpliremos la meta de reducirla al 30 por ciento en 2011”. La lucha contra la pobreza en la patria tiene escenarios muy variados, desde las grandes ciudades, principalmente Lima, hasta los poblados más remotos y aislados de nuestro accidentado territorio, especialmente las zonas altoandinas. Entraña asimismo enfrentar una secuela muy amplia El Perú se encuentra en las mejores condiciones para alcanzar los Objetivos del Milenio. ! que afecta a los peruanos pobres, que va desde la desnutrición infantil, el desempleo, carencia extrema de servicios de salud, agua potable, electricidad, vías de comunicación, analfabetismo, falta de oportunidades y otros. Es en estas áreas críticas precisamente donde la política de justicia social del Gobierno gana puntos extraordinarios en los últimos cuatro años, en una intensa cruzada que el presidente Alan García ha denominado la “democratización de los servicios”. En enero de este año, así lo reconoció Naciones Unidas en su informe sobre los Objetivos del Milenio, y el ministro de Salud, Óscar Ugarte Ubilluz, puntualizó que el Perú superó las metas de reducción de la mortalidad infantil seis años antes del plazo fijado en el mundo. La tasa de mortalidad infantil en el Perú, a inicios de la década de 1990, era de 57 fallecidos por cada mil nacimientos, y los expertos nacionales y extranjeros han confirmado que esa cifra se redujo a 18. Ahora, la meta del país es reducirla a 14 fallecidos en 2015. La cifra señalada por Naciones Unidas para ese año era de 19. Habida cuenta de que aún persisten grandes brechas de desigualdad, especialmente en las áreas rurales, es preciso que todos los peruanos redoblemos esfuerzos y mantengamos con firmeza el gran objetivo nacional de acceder al mundo desarrollado, creciendo sin pausa y derrotando previamente a la pobreza. COMPAÑERO, CORRELIGIONARIO, BARRIO... Origen de la palabra “camarada” L Noé Lara Lingüista a palabra “camarada” nos invita a una reflexión que quizá puede parecer desfasada, en el contexto actual, por el poco uso que tiene en nuestro medio, pero por razones significativas se convierte en un motivo necesario para hurgarlo y analizarlo. La ciencia que se encarga del estudio de los vocablos nos señala que esa palabra nos viene del latín camera (bóveda, cuarto con bóveda); del griego kamara, con el mismo significado en la lengua lacia. Si “camarada” nos lleva a la noción de compañero, amigo o como señala Guido Gómez de Silva en su Diccionario Etimológico del Español: “grupo de soldados que comparten un aposento”; ¿qué relación guarda con su sentido primigenio? La bóveda, muestra el diccionario, es una estructura a manera de arco hecha comúnmente con piedra u hormigón armado que forma un techo. Todos estos elementos que posibilitan la fortaleza de la estructura son los que vienen a asociarse al sentido profundo de “camarada”. Esta es la analogía de “camarada” con “bóveda”. El acto de compañerismo, de camaradería, debe tener una base sólida, tal como nos recuerda la famosa frase de Los tres mosqueteros: “Uno para todos, todos para uno”. Sin estas características no sería posible sentar las columnas y construir un sólido techo que sirva de escudo contra cualquier acción que atente a los fines por los cuales se establece la camaradería o el compañerismo. Miguel de Cervantes y Saavedra, en su obra El licenciado vidriera, habla de “hacer camarada”; es decir, “unirse a dos o más amigos para vivir juntos como familia”. Aquí observamos en el sugerente símil: “como familia”, que también nos remite a la idea de lazos fuertes que unen a los miembros por razones que ya conocemos. Asimismo, Covarrubias menciona que camarada “es el compañero de cámara que come y duerme en una misma posada”. De todas estas concepciones podemos deducir que de tanto acercamiento, juntura, proximidad, los sentimientos e ideales, sean buenos o malos, se solidarizan e igualan, de tal manera que los fines individuales se vuelven colectivos, tornándose en organizaciones benéficas o maléficas. Es tal el carácter semántico de esta palabra que Lenin, tras el triunfo de la revolución rusa en 1917, manejó la tesis de formar una organización fuerte –vale decir, bóveda– y disciplinada con el concurso de todos sus miembros; los cuales fueron llamados tovarishch (camarada). De aquí la onda sígnica se propagó a América Latina, donde los partidos de izquierda, de derecha y de centro la han utilizado con ciertos matices, acorde con sus convenidos propósitos: camarada, compañero y correligionario. Actualmente, en el Perú el uso sémico de “camarada” está restringido al ámbito de los incendiarios (recojo el vocablo de Jorge Basadre) que tratan de atentar con la paz y el orden social. Por esto, el término “camarada” ha quedado reducido a lo peyorativo, generando connotaciones desagradables. Sin embargo, no ha perdido aún profundidad y en las generaciones jóvenes ha tomado otras formas, como la frase “hola, barrio”, que define claramente los lazos fuertes de los sentimientos de camaradería o compañerismo.