Invita a la clausura de M orada interior

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Sí es posible,
llama a no
quedarse
solamente
como
espectadores
del deporte
Cándido Santiago:
los juegos
interminables de
la pintura.
Un ensayo de Miguel
Ángel Muñoz.
Invita a la clausura
de Morada interior
Gasca
Mar
Número 937
Domingo 19 de Junio de 2016
Autorretrato de Mar Gasca en el Museo Guelu.
II | Domingo 19 de junio de 2016 | Cultura
“Y al ver el carro amarrarse y encima a los infantes (con cara de no nos andamos con pendejadas y al primero que se pase de taparrosca lo atascamos) bien, pero bien armados, y atrás que llega otro vehículo igual, a todos los presentes
se nos enfrió el caldo.” (Imagen tomada de Wikipedia).
Morning convoy
César Flores
Comentarios a: bastosmagisterial@gmail.com
“Al no encontrarles
nada más en la
mirada –porque
los guachos son
cabrones sicólogos,
hermeneutas del
alma, exégetas de
los gestos- que
el reflejo oscuro
de sus mezquinas
existencias, se
metieron los carros a
la calle de junto...”
Era muy de mañana y se extendía negrísimo el cielo de nublado. Yo estaba en la carretera federal que parte al pueblo
a la mitad, justo debajo del puente peatonal. Allí esperaba,
como cada mañana, a los alumnos rezagados que llegan de
otras poblaciones.
Ai’ los veo llegar siempre con sus zapatos rotos o mugrosos
porque el asunto está jodido, pero como sea, llegan. Tarde
pero llegan. Y ahí estoy esperándolos y viendo que no se
vayan para otro lado. Lo hago porque me nace.
En este pueblo se las dan de muy cabrones. Que aquí hacen
su ley, que aquí son los dueños y son la autoridad. Dicen eso.
Pero la verdad son montoneros, y hocicones. Se sienten pan
de huevo. Nada más.
Siempre ven a los demás como perdonándonos, como diciendo que nos dan chance de venir a chambear a su pueblo
chilapastroso, que nos hacen el favor de dejarnos ganar el
pan. Sienten que ellos son la leña que no hace humo. Ya lo
dije, son hocicones. Y chismosos.
Estaba, ya lo referí, bajo el puente. Y de pronto, de sur a norte llega un doble tracción del ejército y se frena de golpe
abajo del puente, merito frente a mí. A unos pasitos estaban
varios de los que se las dan de que tragan lumbre y escupen
flamas, y al ver el carro amarrarse y encima a los infantes (con
cara de no nos andamos con pendejadas y al primero que se
pase de taparrosca lo atascamos) bien, pero bien armados, y
atrás que llega otro vehículo igual, a todos los presentes se
nos enfrió el caldo. Y es que imponen esos cabrones. Nada
más de verlos como que avientan autoridad.
Yo sólo me reía en mis adentros al ver a los chingones mugrosos de aquí, los tragaflamas, hacerse chiquitos. Como
que una culpa se les empezaba a encajar en el rostro, como
que pensaban que por alguna esotérica razón venían por
ellos. Quizá por madreamujeres que se dejan, por briagos,
por machos, por ojetes.
Los soldados se quedaron unos instantes parados ahí en la
vía. El silencio pesaba que lo podías cortar como a una rebanada de pastel de seis leches. Yo nada más veía cómo abrían
sus ojotes los lugareños, bien fruncidos. Putitos.
Lo que hubiera dado por gritarles “¡¿qué, no que muy gandallas, que son los padres de todos, que aquí cualquiera de
fuera se las Pérez Prado con todo y orquesta y bailarinas?!”
Todavía los verdes se les clavaron como radiografiándolos,
y al parecer, al no encontrarles nada más en la mirada –porque los guachos son cabrones sicólogos, hermeneutas del
alma, exégetas de los gestos- que el reflejo oscuro de sus
mezquinas existencias, se metieron los carros a la calle de
junto, la muy larga y serpenteante, la que entronca y pasa
bajo la autopista perdiéndose bien allá en los más macizo
del verde monte, y se disipó la tensión.
Como que volvieron a respirar.
Momentos después llegó el microbús rechinante con los
alumnos de costumbre, les tiré el mismo rollo de que se
apuraran y de que nada de desviarse o que se les perdía la
brújula, y me fui atrás de ellos, no sin antes ver a los machos,
a los chingones, quietecitos todavía, cómo les iba volviendo
el color a sus cenizas jetas.
Domingo 19 de junio de 2016 | LA UNIÓN DE MORELOS | III
MI obra se vincula con la realidad, “para sacar la sensación de desolación,
de tristeza absoluta, de toda la sangre que corre en el país”, dice en entrevista
Mar Gasca invita a “detener
nuestra mirada un momento en la
naturaleza, para sanar un poquito”
El Museo Guelu, dice la artista, es un espacio “pequeño, muy íntimo, en donde me pude explayar a exponer muchas de las piezas que me interesaban.” (Fotografías: Cortesía)
La exposición Morada interior, de Mar Gasca, será clausurada
el próximo jueves, en el Museo Guelu, en Cuernavaca
José Antonio Gaspar Díaz
Comentarios a: elalquimista19@hotmail.com
El trabajo artístico de Mar Gasca, definido en su propia voz,
“es un trabajo naturalista pero también es un trabajo muy
dedicado, muy ‘talachudo’, muy preciosista. Es así: súper
fino, yo creo que en una palabra sería un trabajo súper
fino”, responde a pregunta expresa.
Por ello, es inevitable cuestionarle si su obra tiene alguna vinculación, o no, con la realidad social actual, a lo que
contesta de manera amplia:
“Creo que cada obra, de alguna manera, habla de una realidad. O sea, esa realidad en que tenemos, por ejemplo,
muchísimos muertos, desaparecidos, gente muriéndose de hambre y está otra realidad, en la que tenemos un
mundo tan maravilloso, tan fantástico.
“Tenemos, incluso en este país, una naturaleza tan grande
que podríamos detener nuestra mirada un momento en
esas cosas tan pequeñas, tan particulares, para sanar un
poquito. Para sacar como esta sensación de desolación, de
tristeza absoluta, de toda la sangre que corre en el país.
“A mí me parece que esa es como la diferencia, pero en
eso también puede vincularse un poco mi obra: en darte
un espacio para respirar, para ver otra cosa y continuar en
la tragedia nacional.”
-¿Entonces consideras que tu obra aporta luz a esta oscuridad que se vive en México y en el mundo?
-Sí, yo creo que sí, porque es como un momento para reflexionar, incluso hay muchas piezas que tienen fragmentos, por ejemplo, de insectos o fragmentos de hojas, pero
son como un gran acercamiento al objeto.
Incluso es como una invitación a que el espectador se
acerque un poco, descubra qué es lo que está pasando,
que se relaje. Es, como dices tú, una pequeña luz dentro de
tanto caos, tanta oscuridad, tanto terror y tanta tragedia,
pues para encontrarse con uno mismo.
Incluso, tal vez estas piezas o lo que uno piensa al ver estas piezas, te pueda llevar a entender mejor lo que estás
haciendo en el mundo o entender mejor la naturaleza.
No sé, puede que eso pase con el público, pero para mí,
personalmente sí es como un descanso, de la vida ajetreada, de todo el tiempo estar haciendo cosas y de todo el
tiempo estar llamando y estar mandando mensajes y estar
conectado con el universo entero. Es un momento como
de respirar y seguir.
IV | Domingo 19 de junio de 2016 | Cultura
*UNA ÚLTIMA LLAMADA PORQUE NOS VAMOS
Después de más de dos meses de la apertura de la exposición
Morada interior, de Mar Gasca –inaugurada el sábado 9 de
abril-, en el Museo Guelu en Cuernavaca, la muestra llegará a
su fin esta semana.
Por ello, la artista ha organizado una clausura para su primera exposición individual, el próximo jueves 23 de junio, a las
18:00 horas, en el recinto que exhibe su obra, localizado en la
calle Ixcateopan número 10, colonia Vista Hermosa, frente a
la zona arqueológica de Teopanzolco.
-Uno está al pendiente de las inauguraciones, pero no de las
clausuras, ¿de dónde surge esta idea?
-Cuando hicimos la difusión para la inauguración hubo gente
que no había podido ir, porque era en sábado y era un día
familiar; entonces la idea era esa: dirigirnos al púbico que no
pudo ir y al que si fue pero no pudo regresar, como si fuera
una última llamada porque nos vamos.
Es un evento bastante más relajado que el de la inauguración.
Me interesa que la gente que no me conoce y los que no han
ido, se pudieran acercar y en un día entre semana puede ser
más sencillo.
“Mi obra es, como
dices tú, una
pequeña luz dentro
de tanto caos,
tanta oscuridad,
tanto terror y tanta
tragedia, pues para
encontrarse con
uno mismo.”
*UNA EXPERIENCIA FORMATIVA
-¿Qué tipo de retroalimentación tuviste con el público?, ¿qué
comunicación tuviste con la gente que acudió a ver tu obra y
qué te expresó?
-Fue una experiencia muy interesante pero sobre todo muy
formativa para mí. Es la primera exposición que hago y me
gustó hacerla en un recinto que tiene un peso especial, que
es un lugar que no está tan céntrico pero a donde la gente sí
acudió, hubo un gran quorum para la exposición.
Fue bastante formativo porque mi experiencia anterior, en
algunas colectivas, era que yo llevaba algunas piezas, estaba
Mi trabajo artístico es un trabajo naturalista pero también es un trabajo muy dedicado, muy ‘talachudo’, muy preciosista, dice la autora.
al tanto de qué es lo que se estaba haciendo de difusión y demás, pero yo no me metía tanto porque no me correspondía.
En este caso, yo estuve encargada casi en su totalidad de la
difusión, en la preparación de las piezas, en el montaje.
Y el momento de la inauguración fue muy lindo, porque mucha
gente que me conoce y que no sabía qué es lo que yo hago, fue
a la exposición –y mucha gente que no me conoce también- y
hubo una retroalimentación interesante con algunas personas
Tal vez estas piezas o lo que uno piensa al ver estas piezas, te pueda llevar a entender mejor lo que estás haciendo en el mundo o entender mejor la naturaleza, reflexiona Mar Gasca.
Domingo 19 de junio de 2016 | LA UNIÓN DE MORELOS |
V
Mar Gasca invita a la clausura de Morada interior, este jueves 23 de junio, a las 18:0 horas, frente la zona arqueológica de Teopanzolco. (Fotografías: Cortesía)
del medio artístico, con amigos y con gente del público.
En algún lugar me preguntaron de qué manera el público podía llegar y acercarse a la obra, y era eso: que se acercaran con
ganas de conocer, de sorprenderse y de preguntar lo que no
supieran.
plantas, pero a mí me interesa un poco más la parte de lo naturaleza, de lo
orgánico, los insectos, los
animales, las plantas.
*RESCATAR LA PARTE PLÁSTICA DE LOS SOPORTES
*UN LUGAR IDÓNEO
PARA EXPONER MI
OBRA
-En tu muestra llaman la atención los materiales, los soportes
en los que trabajas, pero además la variedad de técnicas que
utilizas, ¿de dónde nace esta inquietud por trabajar así?, ¿qué
es lo que buscas en el fondo?
-La idea surge por descontextualizar el soporte, por ejemplo:
la piedra, que deja de serlo en el momento en que tú la vuelves un soporte pictórico, digamos que pierde su característica original o primaria, para convertirse en otra cosa.
Entonces de ahí es que surgen mis ganas de empezar a trabajar con distintos materiales, descontextualizándolos de su
función original para que funcionen ahora como soportes
pictóricos, pero que funcionen también todas sus características estéticas, visuales, de textura y demás, entonces eso
es lo que me interesa rescatar: toda la parte plástica de los
soportes que utilizo.
*GEOMETRISMO Y TRAMAS EN LA NATURALEZA
-Hay artistas que se interesan más por lo abstracto, por las figuraciones humanas, en tu obra la presencia de la naturaleza
es notoria.
-Sí, la verdad es que me gusta mucho todo el geometrismo
que encuentras en la naturaleza, todas las tramas que encuentras en la parte de la naturaleza.
Si uno se pone con microscopio a ver las células humanas
encontrarás muchos geometrismos, muchas tramas, muchas
texturas visuales que también hay en los insectos y en las
-En cuanto al espacio donde expusiste, sus dimensiones permitieron que
los espectadores tuvieran
mayor contacto y cercanía
con las piezas.
-Sí, desde que conocí el Algunas de las piezas de Mar Gasca en el Museo Guelu, en Cuernavaca.
museo Guelu me pareció
que podía ser un lugar muy
ta ahora que ya lo estamos culminando.
bonito para exponer mis cosas y también me pareció que era
La clausura es a manera de agradecimiento, de cerrar un ciclo
un lugar idóneo para exponer mis cosas, porque es un museo
más y muy contentos porque funcionó muy bien y tuvo muy
pequeño, muy íntimo, en donde me pude explayar a exponer
buenos resultados.
muchas de las piezas que me interesaban.
Y a la vez que no se viera como demasiado lleno de cosas,
*ENTRANDO A UN RECINTO COMO UN POCO SAGRADO
sino que cada pieza tenía su espacio, funcionaba muy bien,
entonces ahora sí el museo no se veía chiquito, mi obra no se
-¿Le agregarías a ese espacio otra característica, como es la
veía pequeña, se veía todo como muy ad hoc.
de la calidez?
Aunque es un espacio pequeño está muy bien organizado,
-Sí, exactamente, le agregaría que es un espacio muy cálido,
hay una sala que es circular pero tiene sus recovecos, entonademás de que es el sitio que te provee como esa cosa íntices puedes entrar a ciertos lugares, ver las piezas. No es como
ma, que sientes que vas entrando a un recinto como un poco
si fuera un espacio totalmente abierto o cuatro paredes, ensagrado, sería también la calidez de las personas que están
tonces te da una sensación de que es mucho más grande de
en el museo, tanta que le dan ganas a uno de volver a ver qué
lo que es, aunque sabes que es muy pequeño.
es lo que están haciendo, porque tienen muchas actividades
Y a mí me encantó haber trabajado con el arquitecto Cué,
a lo largo del mes. Y sí te dan ganas de regresar, tanto por el
desde que mandé mi proyecto para hacer la exposición, hasespacio como por la gente que hace el espacio.
“Tenemos, incluso en este país, una naturaleza tan grande que podríamos detener nuestra mirada
un momento en esas cosas tan pequeñas, tan particulares, para sanar un poquito. Para sacar como
esta sensación de desolación, de tristeza absoluta, de toda la sangre que corre en el país.”
VI | Domingo 19 de junio de 2016 | Cultura
Inauguró el 3 de junio, Diálogos corpóreos, en el Centro Cultural “Casa de las Bombas”, UAM-I
Cándido Santiago: los juegos
interminables de la pintura
“Quiero pintar el aire.”
-Claude Monet
Miguel Ángel Muñoz
Comentarios a: miguelamunozpalos@prodigy.net.mx
El arte es una propuesta visual, sonora y poética.
Solemos olvidar que la práctica de la pintura exige una notable actividad material y espiritual, un
largo proceso de realización a partir de la elaborada clasificación conceptual que define los motivos
a desarrollar sobre el espacio blanco de la tela o
el papel.
La creación pictórica, en efecto, despliega una
cierta energía activa que la lenta reflexión, composición y ritmo definen a lo largo del proceso.
Dadme otro verano aunque sea
arrastrándome, un verano
donde sienta el rastrear
del silencio,
la sequedad del silencio… 1
Ese silencio del que habla el poeta portugués Eu-
Crisálida, de Cándido Santiago.
Una mirada propia, gracias a la cual las figuras – cuerpos femeninos – son como pensamientos, llamadas de atención, o un paisaje muestra que no sólo es grafía, que también es poesía.
génio de Andrade, es el que ha llevado a Cándido
Santiago a reflexionar sobre su pintura. Partiendo,
por tanto, de su gusto por lo que podríamos llamar temas del entorno próximo (los objetos que
se intuye habitan en su mundo, en ese pequeño
rincón que existe, aunque nos lleve siempre a
otros sitios). Santiago no deja de plantear pequeñas pero significativas modificaciones.
El color, los tonos apastelados, en los que mezcla
sentido cálido con cierta añoranza, y un dibujo
tan sencillo como evocador siguen siendo ele-
mentos principales de su lenguaje. Como el aire
selectivo con que escoge los motivos, por más
que al final uno tenga la sensación de que ninguno sobra pero tampoco falta.
Con respecto a épocas y exposiciones anteriores
(Vestigios, 2012 o Reminiscencias, 2010, esta última
en el Taller Rufino Tamayo de Oaxaca), entra hoy
en un momento más de depuración, y agudiza -si
cabe- el tratamiento de la figura.
Domina ese equilibrio difícil en el que no se notan
las restas, la eliminación de motivos, y se intuye el
Mujer maguey, obra de Cándido Santiago.
cuidado con el que se define cada composición.
El dibujo descubre a Cándido un orden en la figura que reinventa después en sorprendentes
composiciones cromáticas. Se trata, por decirlo
de algún modo, de una recuperación del motif de
admiración por Rufino Tamayo, Rodolfo Nieto y
Francisco Toledo, de los cuales el artista extrae
una enseñanza doble.
Por una parte, cierta figuración básica que la ayuda a puntuar la obra en presurosas líneas maestras, a construirla más bien, para hablar con preci-
Domingo 19 de junio de 2016 | LA UNIÓN DE MORELOS | VII
El dibujo descubre a Cándido un orden en la figura que reinventa
después en sorprendentes composiciones cromáticas.
sión, sugiriéndole el equilibrio compositivo que después
acentuará el color como forma cardinal de la representación.
Por otra, una gradación de colores en plano, de controlada densidad de pigmento y fuerte carga emotiva.
Su metamorfosis de color y la estabilidad de su forma, que
es fuente de renovación, constituyen un desafío máximo.
Uno de los principales mandatos pictóricos del siglo XX
(Paul Klee), decía: no reproduzcas la naturaleza, has como
ella. Pero, ¿qué es un paisaje? Nada y todo. Se deja hacer.
Si se mueve es por buscar el equilibrio que otras fuerzas
le rompen; va y viene, se agita, incluso puede mostrar su
rabia, y en este movimiento lo transforma todo, lo acoge
todo.
Quien conozca la trayectoria de Cándido Santiago puede
que se pregunte entonces cómo cabe apurar más el lenguaje, sí, de hecho, se ha mantenido siempre al margen
de retóricas y ampulosidades. Tal vez lo que quede al
final sea la prueba de ejercicio de una mirada propia, gracias a la cual las figuras – cuerpos femeninos – son como
pensamientos, llamadas de atención, o un paisaje muestra que no sólo es grafía, que también es poesía.
Así, cada vuelta a la pintura de Santiago, produce nueva
seguridad en la fuente inagotable de la pintura y nuevas
expectativas al volverla a descubrir.
El color, los tonos apastelados, en los que mezcla sentido cálido
con cierta añoranza, y un dibujo tan sencillo como evocador
siguen siendo elementos principales de su lenguaje.
Eva, obra de Cándido Santiago.
1) Eugénio de Andrade, El silencio. Publicado en Material solar y otros libros. Traducción de Ángel Campos. Galaxia- Gutenberg,2004, Barcelona, España
X
| Domingo 19 de junio de 2016 | Cultura
Las fotografías fueron seleccionadas de entre cinco mil imágenes, de 20 actividades deportivas, refiere la expositora
La exposición Sí es posible, invita a no quedarse
solamente como espectadores del deporte
En la exhibición predominan los retratos de los
rostros de los participantes, en momentos precisos de
las prácticas. (Imágenes de la exposición Sí es posible,
tomadas por José Antonio Gaspar).
José Antonio Gaspar Díaz
Comentarios a: elalquimista19@hotmail.com
En las fotografías, se ve lo mismo el gesto de coraje -en su acepción de arrojo, de audacia-, que el de la coronación del esfuerzo con una sonrisa. (Imágenes de la exposición Sí es posible, tomadas por José Antonio Gaspar).
Una selección de imágenes fotográficas a color, de diversas
actividades deportivas, en donde predominan los retratos de
los rostros de los participantes, en momentos precisos de las
prácticas, en donde lo mismo se ve el gesto de coraje -en su
acepción de arrojo, de audacia-, que el de la coronación del
esfuerzo con una sonrisa, es parte de lo que exhibe la muestra
Sí es posible.
La exposición que presenta el trabajo de Maricela Lule Chávez
“Mary Lule”, fue inaugurada el pasado 20 mayo en las paredes
de los pasillos de la planta baja del Museo de la Ciudad de
Cuernavaca (MuCiC).
Y dadas las características de algunos atletas fotografiados –en
muletas, en sillas de ruedas o con prótesis de las extremidades- es una invitación a no quedarse solamente como espectadores del deporte.
En un pequeño texto de sala, la expositora considera que frases como: “No es para mí”, “no podré”, “es muy difícil”, “falta
mucho”, “no tengo tiempo” y otras, “son las que, tal vez en algún momento, pasaron por la mente de estos atletas, con los
que compartí sueños y metas”.
Aclara, sin embargo, que las voces de ánimo, de seguridad, de
valor y de esfuerzo, fueron mayores.
“No los detuvo la edad ni el tiempo de entrenamiento, ni la
altura ni la distancia, ni la constitución o limitaciones físicas, y
al verlos, viene a mi mente: eso yo lo viví, eso me pasa, eso lo
entiendo y ¡sé que también él o ella lo lograrán!”, escribe.
Menciona que otro aspecto importante retratado en las imá-
Domingo 19 de junio de 2016 | LA UNIÓN DE MORELOS | XI
genes, es el de las condiciones geográficas de
las actividades de los deportistas: “en una ladera o en una montaña o en un sendero lodoso, o
bajo la lluvia o en pleno rayo del sol”.
Con esas actitudes –añade-, después de gritar,
correr y hasta rezar por ellos, “me motivan a
continuar compartiendo con otros esos momentos de luz que capto con la cámara y me
animan a seguir haciendo lo que me encanta”.
Lule Chávez destaca en el texto que las fotografías expuesta en el MuCiC, fueron seleccionadas de entre más de 5 000, “que he captado
en más de 20 eventos, que muestran las alegrías, la fuerza, la unidad, el trabajo en equipo
y la confirmación de que ¡sí es posible!”
“Muestran que una decisión para hacer algo
por ti, por tu salud y por tu vida, traerá más
vida ¡y más alegría!”, enfatiza.
Respecto a uno de los corredores, invidente,
afirma: “¡Él no veía, pero sabía que era posible
y llegaría! ¡Él creyó, se esforzó, confió y pudo!
Y sin saber, me motivó a comenzar a correr a
mí”, revela.
Por último, invita a los espectadores a dejarse
motivar por las imágenes de hombres y mujeres en acción física: “¡No pierdas más tiempo para disfrutar de la vida que recibes! ¡Haz
deporte!, ¡Es una gran bendición!”, asegura la
expositora.
Las fotografías, dice la
autora, “muestran que
una decisión para hacer
algo por ti, por tu salud
y por tu vida, traerá más
vida ¡y más alegría!”.
La muestra de Maricela Lule se presenta en el Museo de la Ciudad de Cuernavaca. (Imágenes de la exposición Sí es posible, tomadas por José Antonio Gaspar).
XII | Domingo 19 de junio de 2016 | Cultura
Ofrecen un...
Viene de la pág. 16
Cada uno de los personajes de Pedro y el lobo fue
interpretado –en la parte final del concierto- por un
instrumento; y ayudados por los sonidos, los miembros del público tenían que imaginar y recordar
quien era quién.
De esa manera, cada vez que el narrador hacía alusión
a Pedro, era todo el quinteto el que lo representaba;
un pajarito era encarnado en el sonido de la flauta; el
oboe representaba al pato; el clarinete, personificaba
a un gato silencioso; el abuelo de Pedro era la presencia sonora del fagot; en tanto que el lobo tenía una
caracterización singular, en la voz del corno francés.
Los cazadores que iban tras el feroz animal y los disparos que hacían para atraparlo, también era la conjunción del ensamble completo, integrado por Francisco Ramírez (flauta), Georgina Sotelo (oboe), Ismael
Sánchez (clarinete), Armando Hernández (fagot) y
Fernando Torres (corno francés). Carlos Álvarez fue el
narrador que le dio voz a la historia.
Los cinco músicos y el narrador pusieron a trabajar la facultad de la imaginación entre los integrantes del público que los veían y escuchaban.
(Fotografía: José Antonio Gaspar)
*****
Además de crear situaciones simpáticas y hasta de
suspenso, en el desarrollo del relato musical, la obra
aportó a los niños una enseñanza de vida: el valor de
un chico no está peleado con su nobleza, puesto que
Pedro –al final- no sólo pudo atrapar al lobo, sino que
evitó su sacrifico entre las balas de los cazadores... y
mejor pidió que lo ayudaran a llevar al animal al zoológico.
*****
Pero el esfuerzo de los músicos se desplegó desde
el comienzo del concierto, al invitar a imaginarse la
corte de Hungría del siglo XVII y los momentos –todos musicalizados- en que el rey y la reina salían del
palacio para dar inicio a un festejo.
O bien, imaginar el estado de guerra del imperio; la
diversión del pueblo en los grandes bailes y hasta las
reuniones de la gente de los puertos en los mercados, donde predominaban los contrastes de aromas
y sabores, los diferentes idiomas y los productos de
Los globos de colores al final fueron agrupados en un gran ramillete y cada uno de los pequeños que se acercó recibió uno, a fin de no olvidar que su
imaginación también puede volar. (Fotografía: José Antonio Gaspar)
lejanas tierras.
*****
Un payaso invitó: “la ilusión hay que buscarla en las pequeñas cosas cotidianas”, y pidió dejar “esos odiosos aparatos –de las nuevas tecnologías- en casa
por un rato”. (Fotografía: José Antonio Gaspar)
“¡Qué bueno es viajar en el tiempo con la música!”,
dijo el narrador, para después generar expectativas en sus escuchas ante el anuncio que hizo de la
llegada del circo y dar paso a las composiciones de
Bonifacio Rojas, en donde, musicalmente también, el
quinteto recreó la presencia del payaso.
Ese personaje invitó: “la ilusión hay que buscarla en
las pequeñas cosas cotidianas”, y pidió dejar “esos
odiosos aparatos –de las nuevas tecnologías- en casa
por un rato”, dijo.
De esa forma, llevó a los niños a imaginar el suspenso de ver el acto de los trapecistas, el número de la
danza de los perritos bailarines, de los caballitos y,
claro, del malabarista en la cuerda floja.
Un “¡cuidado!, oh... qué susto”, en medio de su relato
de las peligrosas suertes de ese personaje del circo,
realmente hizo creer a los niños que algo grave estuvo a punto de suceder.
Los globos de colores amarrados a las sillas en el escenario, que al comienzo del concierto habían servido para llamar la atención de los pequeños, al final
fueron agrupados en un gran ramillete y cada uno
de los pequeños que se acercó recibió uno, a fin de
no olvidar que su imaginación, también puede volar,
como esos ligeros objetos.
Domingo 19 de junio de 2016 | LA UNIÓN DE MORELOS | XIII
De cómo nació
algarrobilandia
El Mago
Siempre era posible bailar bajo la sombra de los tabachines y también bajo el
follaje azul de las jacarandas, claro que
no era la misma danza.
No, en realidad no lo era. Se dice que
bajo los tabachines había más regocijo,
su color encendido invitaba a los bailes
rápidos, movidos, aquellos donde la
euforia del grupo salía a flote y las risas
desparpajadas afloraban repentinas, sin
ningún tapujo.
En cambio, cuando el conglomerado
danzaba bajo las jacarandas, la situación era contraria: todo era romanticismo, bailes suaves, sin prisa, movimientos rítmicos donde la música hacía nacer
la pasión y el encanto.
Aquellas diferencias de sentimiento bastaron para dividir el clan; se crearon, con
el tiempo, dos fiestas: la del tabachin y
la de la jacaranda, eventos con los que
comenzaron a surgir las desigualdades
sociales que en todo grupo humano
nacen de repente, quizá sin una razón
legítima.
Pero ahí no quedó la cosa; aquello fue
el detonante para que cada tropa creara toda una ceremonia, toda una parafernalia en derredor de cada ocasión:
la fiesta de los tabachineros tenía algo
de magia, se desarrollaba por el día, y se
adoraba al dios amarillo naranja quien
representaba al propio sol.
En cambio, los jacaranderos, llevaban a
cabo sus fiestas de noche y adoraban,
por su color albiceleste, a la luna.
El espacio que fuera común para aquel
conglomerado antes de aquellos desajustes, comenzó a sufrir cambios drásticos. Los tabachineros tomaron una
parte del territorio para ubicar sus viviendas y se separaron prácticamente
de los jacaranderos, los que, como respuesta a aquella acción, de forma tajante, construyeron una palizada en el
lugar que pensaron sus fronteras.
Esos pequeños desarreglos iniciales
llevaron a las dos comunidades a enfrentarse entre sí, primero con pueriles
afrentas, más tarde con ataques feroces
que desembocaron en la primera muerte por sus desavenencias.
Lo demás, está por demás contarlo. Del
lado de los tabachineros se talaron todas las jacarandas existentes en su territorio, mientras que en el lado de los
jacaranderos se extirparon, hasta la raíz,
los tabachines que dentro de sus linderos crecían.
Cuenta la historia que muchos años después nació Amapica, niño jacarandero
Fotografía: José Antonio Gaspar
Comentarios a: Desdelatorredelmago@hotmail.com
Jacarandas afuera del Palacio de Bellas Artes, en la ciudad de México.
que, por transmisión oral de su abuela,
supo de las desavenencias entre su tribu
y sus vecinos, y los orígenes de éstas. El
pequeño se hizo hombre con la idea de
reunir nuevamente a aquellos dos pueblos que nacieron de una misma rama.
Persona pensante y bien intencionada,
Amapica se ganó el respeto y el cariño de
su gente, la cual le dio su confianza y lo
llevó a la dirección política de sus vidas.
Ya como primer mandatario de Jacarandalia, Amapica trajo la primera planta
de algarrobo a su nación, árbol que además de sus propiedades alimenticias y
medicinales, se podía utilizar en la manutención del ganado.
Esta información fue propagada a todo
el país, proponiendo además Amapica,
como primera instancia, que en el lugar
que ocupaban las jacarandas viejas y a
punto de morir, se sembraran algarrobos, que además de dar belleza al lugar,
serían una fuente de alimento y de salud
para su pueblo. La propuesta fue aceptada. Los primeros algarrobos se plantaron creando, entre la gente, optimismo
por los fantásticos resultados económicos que dispensaban, por lo que, poco
a poco, las jacarandas (aun las jóvenes)
fueron substituidas por la nueva especie, lo que hizo que Jacarandalia se volviera, en pocos años, una nación pujante y con un buen ingreso per capita.
El primer punto del plan de Amapica,
había resultado. Él mismo comenzó a
difundir, a través de todos los medios
a su alcance, los avances de su pueblo,
puntualizando siempre que el éxito había sido la plantación de los algarrobos.
El mensaje, que fue dirigido con toda intensión a su vecino país, hizo su efecto.
Tabachilandia, contraria a Jacarandalia
tenía poco crecimiento económico y,
además, por ende, muchas pugnas por
la dirección de sus destinos. No obstante los pobladores de Tabachilandia no
esperaron. En el lugar de los antiguos
tabachines (y de los nuevos) se llevó a
cabo el sembrado del algarrobo, y la diferencia comenzó a ser substancial.
Como segundo punto del plan, Amapica propuso una reunión bilateral en la
que se hablara del algarrobo y se pusieran las reglas para no permitir su proliferación y sí su comercialización a otros
clanes y tribus, pero al no estar bien
encabezada políticamente Tabachilandia, se iniciaron las luchas intestinas, las
cuales provocaron el derramamiento de
sangre de una cantidad incalculable de
tabachineros.
Amapica, triste por los acontecimientos, instó a Tabachilandia a suscribir,
entre sus líderes, un pacto de no agresión y los convocó, en una zona neutral,
a una reunión donde el propio Amapica
planteó su idea de la reunificación de
los dos estados, basado en que las antiguas luchas habían quedado zanjadas al
irse substituyendo las antiguas especies
vegetales, por el algarrobo. Iniciativa
que, después de ser deliberada por las
partes, fue aceptada de forma plausible.
Es así que hoy, Algarrobilandia, se ufana
de su bandera amarillo naranja albiceleste, coronada por la silueta de un algarrobo en color blanco, e inicia sus fiestas
nacionales con un gran baile.
XIV | Domingo 19 de junio de 2016 | Cultura
El arte de crear el paraíso
en la Tierra
El efecto luna
de miel,
de Bruce H. Lipton
Piensa en el romance más espectacular de tu vida,
ese tan especial que puso tu mundo patas arriba.
Hacías el amor a todas horas, no necesitabas comida, apenas necesitabas agua y, sin embargo, estabas
lleno de una energía inagotable: estabas inmerso
en El efecto luna de miel... y creías que iba a durar
para siempre.
No obstante, muy a menudo ese estado se transforma en peleas diarias, quizá incluso en divorcio, o
puede que solo en tolerancia.
La buena noticia es que no tiene por qué acabar de
esa manera. En este libro descubrirás cómo creaste
el efecto luna de miel en tu vida, y también cómo
ocasionaste su final.
Una vez que sepas cómo se crea y se destruye, podrás dejar de quejarte de tu mal karma en las relaciones y crear uno de esos finales de “felices para
siempre” con el que disfrutaría cualquier productor
de Hollywood.
El doctor Bruce H. Lipton es una autoridad de prestigio internacional en los vínculos entre la mente y
el espíritu. Tras sus estudios de Biología, impartió
clases de Biología Celular en la Facultad de Medicina
de la Universidad de Wisconsin, y más tarde llevó a
cabo estudios pioneros en la Facultad de Medicina
de la Universidad de Stanford.
El nido,
de Kenneth Oppel / Jon Klassen
Lo único que desea Steve es salvar la vida de su pequeño hermano, pero ¿cuál será el precio a cambio?
Descúbrelo en este inolvidable retrato gótico al más
puro estilo Coraline.
Para algunos chiquillos, el verano no es sino un soleado periodo de diversión. Pero para Steve es una
temporada más de preocupaciones. De angustia
por su pequeño hermano recién nacido, quien lucha día a día por sobrevivir; de inquietud por sus padres, titubeantes y devastados ante la perspectiva
de un futuro terrible; de insomnio ante la ominosa
presencia de un avispero en el tejado de su casa.
Así que, cuando la reina de las avispas anida en sus
sueños, ofreciéndole allí sanación para su pequeño
hermano, Steve mira en el suceso la solución a todos
sus males.
Lo único que tiene que hacer es aceptar, decir “sí”.
Pero en esa palabra se esconde gran poder y peligro. Y una vez que se pronuncia, ¿será posible dar
marcha atrás?
Acompañado del ilustrador Jon Klassen, el aclamado escritor Kenneth Oppel esculpe una inquietante obra maestra que aborda la problemática de la
incapacidad, de los temores y sueños en la búsqueda permanente de una justa diversidad. De lo que,
al final, construye y sustenta a una familia.
Una arruga en el
tiempo,
de Madeleine L´Engle
Física cuántica y romance adolescente en
una alocada odisea espacial. Un clásico
inclasificable de la literatura juvenil.
Meg Murry, nuestra protagonista, tiene problemas
para adaptarse en la escuela, es difícil adivinar que
sus padres son científicos. Papá desapareció tiempo
atrás en extrañas circunstancias, pero mamá no ha
perdido la esperanza de volver a verlo.
Su hermano pequeño, Charles, es un niño prodigio;
su mente posee una percepción excepcional que le
permite ver más allá de las apariencias. Es esa habilidad la que les permitirá encontrarse con las señoras
Qué, Cuál y Quién, y descubrir que detrás de ellas se
esconde un increíble secreto, “la arruga en el tiempo” que puede llevarlos a otros mundos. Justo lo
necesario para emprender la búsqueda de su padre
perdido, ¿no creen?
En el espacio exterior no existe el aire, así que respira hondo y prepárate a viajar junto a Meg, Charlie y
su amigo Calvin para averíguarlo.
Madeleine L’Engle llegó al mundo en Nueva York,
apenas un par de semanas después del fin de la
gran guerra. Escritora, una de las plumas más notables en la ficción para niños y jóvenes del panorama
norteamericano entre las décadas de los años sesenta y ochenta, abordó géneros tan distintos como
el cuento, la poesía, el teatro, la fábula, los devocionarios piadosos y las novelas de aventuras. Pero es
en este último segmento donde desarrolló su obra
más conocida, la serie de relatos cósmicos que diera
inicio con Una arruga en el tiempo.
Domingo 19 de junio de 2016 | LA UNIÓN DE MORELOS | XV
La psicoterapia es una herramienta para hacerlo; sólo viviendo el proceso podremos expandirla
Despertar nuestra conciencia
“Hacerse responsable del impacto de mis acciones y reacciones en los demás y
cómo puedo ser cómplice de enfermedad o de salud, de amor o de odio, de un
círculo de violencia interminable o de un amor entrañable, es parte de la capacidad
de darnos cuenta de nuestra influencia.”
*Mtra. Ruth Holtz, Terapeuta psicocorporal, Analista bioenergética, Psicoterapeuta psicoanalítica. Orientadora cristiana. Informes
y citas para videollamada a Colima al tel. 01 312 3 30 72 54
Correo electrónico: biopsico@yahoo.com.mx
www.facebook.com/crecimientoemocionalintegral
Ruth Holtz*
Uno de los objetivos fundamentales de
una psicoterapia es “despertar nuestra
conciencia”. Ahora bien, es un objetivo
bastante complejo porque dependiendo
de lo que entendamos por conciencia es el
tipo de enfoque psicoterapéutico, el modelo de la mente en el que se basa.
Pero al fin y al cabo, de manera sencilla podemos explicar algunos de los beneficios
de iniciar un tratamiento psicoterapéutico
en cuanto a lo que el desarrollo de nuestra
conciencia se refiere.
La primera y más básica forma de despertar nuestra conciencia es cuando “volvemos consciente lo inconsciente”. Esto implica, según términos freudianos, que una
parte de la mente es inconsciente y otra,
muy reducida es lo consciente.
Una parte de del inconsciente nunca se
volverá consciente porque si no, no podríamos funcionar. No podemos tener
presente y en atención todo lo que hemos
vivido o acumulado en nuestra memoria
porque si no, no podríamos ni pensar.
Lo que volvemos consciente en una psicoterapia son aquellos asuntos, situaciones,
emociones, traumas que no queremos
recordar porque duelen, porque representan deseos prohibidos o que nos despiertan culpa.
El objetivo es “desenterrar” estos recuerdos sólo en función de superar actitudes
que limitan nuestra vida, reducen su calidad, nos mantienen en el dolor o nos
frenan para tener un cambio de comportamiento.
Puede llegar a ser tan importante como
dilucidar nuestros patrones inconscientes
que pueden llevarnos a repetir algunas
de las situaciones más dolorosas de nuestra infancia o de la forma en que nuestros
padres se llevaban y nos trataban, que lo
llegamos a reproducir con la pareja, con
los hijos.
Así, hijos tratados violentamente, a su vez
golpean; alcohólicos lo son porque alguno de sus progenitores lo fue; divorciados
provenientes de familias disfuncionales,
etc.
Otra forma de despertar la conciencia es
“aprender de la experiencia”. De aquello
que se ha sufrido, de los patrones inconscientes y su superación, de la armadura
que formamos para defendernos allá y entonces y que ahora resulta inútil, surge una
comprensión más profunda de la vida, de
cómo es, de lo ideal y de lo más bajo, de lo
que se siente de uno o de otro lado de la
relación, etc.
Esto nos provee una capacidad mayor de
empatía con otro para comprender su sufrimiento, nos da la capacidad de valorar
lo verdaderamente importante en la vida
y poder entablar una buena relación con
nuestras emociones, con las partes difíciles de nosotros mismos y de los demás.
Nos da ese marco desde el cual podemos
abrirnos a la vivencia de otro y poder tener una unión más firme resultado de una
compenetración más profunda, fruto de la
Lo que volvemos consciente en una psicoterapia son aquellos asuntos, situaciones, emociones, traumas que no
queremos recordar porque duelen, porque representan deseos prohibidos o que nos despiertan culpa.
identificación con lo que hemos vivido. Así
como la base para decisiones más sabias
acerca de nuestra vida.
Otra forma de despertar la conciencia es
reconocer que lo que hacemos deja huella
en los demás, desde patrones inconscientes hasta las cosas que valoramos y pedimos que nos retribuyan.
Por lo tanto, hacerse responsable del impacto de mis acciones y reacciones en los
demás y cómo puedo ser cómplice de enfermedad o de salud, de amor o de odio,
de un círculo de violencia interminable o
de un amor entrañable es parte de la capacidad de darnos cuenta de nuestra influencia.
Otra forma de despertar conciencia, muy
esotérica para algunos, es ver ángeles, entidades de otro nivel de existencia o percepciones especiales.
La psicoterapia se ocupa de esto sólo
cuando estas percepciones especiales
afectan el estado emocional y mental de
las personas de manera negativa. E inclusive pueden llevar a la desesperación,
la angustia o hasta la franca enfermedad
mental o psicosis.
La psicoterapia es una herramienta para
despertar conciencia de formas que sólo
viviendo el proceso podremos precisamente “expandir nuestra conciencia”.
XVI | Domingo 19 de junio de 2016 | Cultura
Invitaron a imaginar Pedro y el lobo, números de un circo y hasta el antiguo ambiente imperial de Hungría
Ofrecen un concierto infantil con quinteto
de alientos, no apto para “niños autómatas”
El Quinteto de Alientos Madera Orfeo, en el escenario del teatro Ocampo (Fotografía: José Antonio Gaspar)
José Antonio Gaspar Díaz
Comentarios a: elalquimista19@hotmail.com
El trabajo que realizó el Quinteto de Alientos Madera Orfeo en el escenario del teatro Ocampo, fue más que un concierto “didáctico” que llevó a
su público infantil a conocer las diferencias que hay entre una flauta, un
corno, un clarinete, un oboe y un fagot.
Rebasó también el objetivo de tratarse de una actividad para acercar a
los niños a la música de grandes autores, como el ruso Sergei Prokofiev
(Pedro y el lobo), el húngaro Ferenc Farkas (Danzas antiguas de Hungría)
o el mexicano Bonifacio Rojas (Suite del Circo).
El concierto del pasado domingo 5 de junio, tuvo relevancia porque se
trató de un ejercicio no apto para “niños autómatas”, que invitó a los menores –y sus papás- a “no estar metidos todo el tiempo con la tecnología”; y a evitar el anquilosamiento de una capacidad que existe para
echarla a volar –como los globos de colores que se desprendieron de un
ramillete, al final de la función- y que cada día se ve más avasallada por
una realidad virtual: la de la imaginación.
Los cinco músicos y el narrador –todos vestidos de manera informal, con
playeras de diferentes colores, como los globos- pusieron a trabajar esa
facultad entre los integrantes del público que los veían y escuchaban.
*****
Cada uno de los personajes de Pedro y el lobo fue interpretado –en la parte final del concierto- por un instrumento; (Fotografía:
José Antonio Gaspar)
La obra compuesta por Prokofiev –para orquesta sinfónica y narrador-,
tuvo un arreglo especial por parte del quinteto, para su interpretación
con instrumentos de aliento.
Continua pàg. 12
Bajo el Volcán suplemento dominical de La Unión de Morelos • Domingo 19 de junio de 2016 | Año 22 | Número 937
Director General: Ing. Ricardo Estrada González • Coordinación: José Antonio Gaspar D. • Diseño: L.I. Angel A. Acevedo Mtz.
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