Higuera de verdes ramas entre encinas y olivares, su blanco lo da la cal, el moreno de sus soles y es el azul de su cielo el más bello de sus dones. Un coro de protectoras Vírgenes a ti te rodean: con un Rosario de gozo impetran la salvación, y con Nieves, devoción de los viejos molineros, logran tus hijos “frescor” a su pena y su aflicción. Sus llantos y sus temores los mitigan con Dolores , ¡divina contradicción! Socorro y Consolación siempre están en esta Higuera que tiene a Loreto allí, junto al apuesto Chiripa , siempre amor y siempre espera, más Catalina que está velando sobre sus ramas y un Humilde y buen Jesús el gran padre de las almas.■ Junio 2000