IGLESIA DE DIOS Teléfono Fax (56-2) 27713455 Correo Electrónico: cadvis@tcogmexico.org Sitio Web: www.tcogmexico.org Santiago - Chile Carlos Advis Torrealba Ministro Estimados Hermanos: 23/01/14 Nº 662 Saludos afectuosos para todos y cada uno de ustedes. Volviendo al tema que nos convoca y que se refiere a la situación del Adversario en lo que se respecta a su existencia, debemos recordar que la tendencia general es considerar a éste ser como un ente que no puede morir, que resulta imposible exterminar. Son muchas las Iglesias que dan a Satanás esta característica y puede ser entendible bajo el concepto de muerte que maneja el ser humano, pero lo que debemos entender finalmente es la realidad y no aquello que nosotros supongamos como hecho a ocurrir. Es cierto que dentro del proceso espiritual se nos hace difícil ver la muerte de un ser inmaterial y bajo ese influjo caen las Iglesia ya que no es fácil aceptar algo así de buenas a primera y más cuando ya tenemos una idea preformada respecto a esto. Los líderes de las Iglesias normalmente traen una idea cimentada en las creencias y formaciones familiares y no es extraño que la propia Iglesia de Dios Universal determine, mediante sus líderes, esta percepción que da por sentado que nada espiritual puede dejar de ser. Dentro de la literatura de nuestra Iglesia está claramente definido que Satanás es inmortal y a medida que pasan los años y se abre una comprensión respecto al tema que percibe una realidad diferente, se ha dado aplicar una conjetura que pueda justificar este error y dejarlo como una verdad mediante un manejo del léxico. Un punto que debemos entender es qué significa ser inmortal y qué significa ser un ente que tiene una naturaleza tal que difiere respecto de lo que el hombre entiende como perecedero. Para justificar el equívoco de la Iglesia se ha dado por señalar que simplemente al no tener una fecha de término de vida definido, el ente espiritual es por lo tanto inmortal y en ese caso los escritos de la Iglesia serían correctos y la crítica no tiene espacio. Para entender mejor este argumento lo podemos asimilar a un detalle simple, lo que manifiesta inmortalidad es simplemente —bajo esta idea— el desconocimiento de la fecha de término de la vida, o sea se crea un espíritu y como no sabemos cuándo dejará de ser, significa que es inmortal, lo mismo podríamos decir de un bebé —en rigor— cuando un bebé nace no sabemos cuándo va a morir, podríamos colegir que es inmortal, este argumento tiene asiento en el RAE que nos define la inmortalidad como vida indefinida. Claro que los defensores del error dirán que no es lo mismo un bebé que un ser espiritual, por lo menos sabemos por experiencia personal que el bebé envejecerá y morirá tal como ha ocurrido con cada uno de los hombres, estamos seguros de eso por la simple razón que lo hemos experimentado y claro, nadie ha visto morir a un ángel, pero el simple hecho de no ser testigos de ese prodigio no quiere decir que no sea real, lo que estamos enfrentando no es una interpretación de mortal e inmortal, lo que hay es un vacío en el entendimiento bíblico, si es que pretendemos justificar el punto. En cuanto a la declaración de inmortalidad de Satanás la base para esta afirmación es simplemente la creencia de un concepto inducido por enseñanzas anteriores, no hay referencias en las bases de los escritos mismos que apoye y/o señale de dónde sale esta idea o cuál es la base bíblica. Por el contrario, para señalar que los ángeles son mortales nos basta ver las propias Escrituras y comprenderemos que la situación es sumamente simple y está explícito en las Sagradas Escrituras. Es muy cierto que para la gente en general le resulta difícil aceptar esta idea, de hecho he tenido algún punto divergente por parte de algunos miembros al respecto y se me señaló un pasaje bíblico, veámoslo para ver dónde nos conduce: “En esa vida, la gente será como ángeles y no morirá. Ellos serán hijos de Dios porque habrán sido resucitados.” Lucas 20:36 PDT En este pasaje se nos hace una semejanza con la vida angélica, en este punto entra a justificar la situación la acepción del RAE que nos señalaba que la no determinación de fin da sentido a la inmortalidad, pero no dice mucho respecto a lo que vamos tratando que es sobre la mortalidad angélica, simplemente señala que los ángeles no mueren, para muchos esto puede ser un argumento válido de la inmortalidad angélica ya que se ha hecho —aparentemente— un paralelo, pero la 1 escritura misma hace una diferencia marcada entre un ángel y un hombre y es que éste último ha pasado por un proceso de resurrección. Recordemos un poco, la primera acepción de inmortal que nos entrega el RAE es: “que no puede morir” y la segunda es la señalada anteriormente, “vida indefinida”. Al hacer uso de esta última definición podríamos decir que los escritos están bien, pero en realidad no es así. Lo que debemos entender es que en este tema tenemos dos aspectos diversos, por un lado lo que señala el conocimiento humano como ciencia e investigación lingüística, esto representado por el RAE y por otra parte lo que revelan las Sagradas Escrituras, punto que debe ser comprendido espiritualmente ya que ese tipo de conocimiento no es aplicable al caso anterior y para entender se requiere del concurso del Espíritu Santo, punto que es divergente de la ciencia del árbol del bien y del mal. Al ver la escritura señalada anteriormente podemos colegir que al igual que los hombres que resurrectan, los ángeles no mueren, y es efectivo en cuando a la existencia permanente que poseen, pero debemos notar que el ejemplo es dado desde el punto de vista angelical, como característica de ellos está que “no mueren”, pero la característica de los hombres difiere en cuanto a la de los ángeles y es aquí en donde debemos fijar la atención. Un detalle importante de este tema es que Dios ha concedido una característica especial a los hombres, los hombres son partícipes de una herencia que no se haya en disponibilidad de nadie más en la Creación y esto es simplemente lo siguiente: “Dios pagará a cada uno según lo que haya hecho. Hay algunos que son constantes en hacer el bien. Buscan de Dios la grandeza, el honor y una vida que no puede ser destruida. A ellos Dios les dará vida eterna.” Romanos 2:6-7 PDT Este mismo verso es declarado de la siguiente manera en esta otra versión: “el cual = dará a cada cual según sus obras: = a los que, por la perseverancia en el bien busquen gloria, honor e inmortalidad: vida eterna;” º Romanos 2:6-7 SBVUJ Podemos notar que la diferencia entre un ángel y un hombre radica en que como herederos de Dios Padre adquirimos sus características espirituales, no es lo mismo ser un ente creado por Dios a ser un ente engendrado por Dios y es aquí en donde las Iglesias desvían el punto considerando que la creación angélica tiene el mismo valor que la creación del hombre, en general no notan la diferencia, pero las connotaciones espirituales entre un ángel y un hombre son de una separación abismante y de hecho no tienen convergencia jamás. Lo que debemos llegar a comprender, lejos de tomar partido en defender una postura de Iglesia tal o cual porque simplemente lo dice la Iglesia, es que la inmortalidad es una dádiva dada solamente al ser humano y es una recompensa que espera tras el camino a todos y cada uno de ellos que haya aplicado justicia en su vida, reitero, esto es sólo válido para los hombres y es por este entendimiento que podemos señalar que los escritos al respecto tienen una divergencia con la Escritura. No es lo mismo “no morir” con ser “inmortal”. Al primero se le puede poner término a su atributo, pero en el segundo caso es imposible ponerle término al atributo, por lo tanto el hombre, una vez transformado en espiritual, es inmortal y esto es una dádiva de Dios y una característica que heredan sólo sus hijos, no olvidemos al pionero de esto, al Cristo. Para mejor aclarar debemos comprender espiritualmente una escritura, aun cuando podemos hacerlo literal y nos dice lo siguiente: “Pelea la buena batalla de la fe y echa mano de la vida eterna, a la que Dios te ha llamado y que tan firmemente has confesado delante de muchos testigos. En presencia de Dios, que da vida a todas las cosas, y en presencia de Cristo Jesús, que dio testimonio frente a Poncio Pilato, te ordeno que lleves a cabo lo que se te ha mandado, sin enmiendas ni tachaduras, hasta el momento de la aparición de nuestro Señor Jesucristo. Porque a su debido tiempo lo manifestará Dios, el bienaventurado y único Soberano, Rey de reyes y Señor de señores, el único que es inmortal, el que habita en luz inaccesible y a quien ningún ser humano ha visto ni verá jamás. A él sea la honra y el poder por siempre. Amén.” 1Timoteo 6:12-16 CST-IBS Esta Escritura no deja lugar a dudas de esta característica especial del Padre y esa es TU herencia, ningún Ángel ha heredado jamás tal atributo y no puede ser heredado por nadie que no haya sido engendrado y posteriormente constituido en hijo de Dios. A pesar que los escritos de la Iglesia digan lo contrario, entregando esta característica al mundo angelical y aun cuando podamos considerar el RAE para apoyarnos, NO EXISTE EN LA CREACIÓN TODA nadie que sea inmortal a excepción de Dios, luego, por herencia, los inmortales serán todos los hijos engendrados por Él y que califiquen a la Vida Eterna. Su hermano en Cristo. 23/01/2014 2