PERU UN MUERTO Y TRES HERIDOS EN UNA FACTORIA DE ALIMENTACION ENERO DE 1991 INDICE AI: AMR 46/01/91/s DISTR: SC/PG Amnistía Internacional siente honda preocupación por los informes de una operación policial llevada a cabo la noche del 7 al 8 de noviembre de 1990. En la operación se efectuaron disparos, a consecuencia de los cuales falleció Julio Cano Moreno, de 22 años de edad y concejal del distrito de Samanco, Chimbote, departamento de Ancash. En esa misma operación resultaron también heridos tres trabajadores de una factoría de alimentación. Según los informes, Julio Cano Moreno resultó muerto y tres miembros de un sindicato heridos en el transcurso de una manifestación pacífica celebrada en la calle en apoyo de los trabajadores de la factoría de alimentación Surgelados Peruanos, sita en Samanco. Los trabajadores se habían concentrado en torno a la fábrica y al almacén para evitar que la dirección de la misma se llevara la mercancía y la maquinaria, y hasta que se les pagaran los subsidios sociales y de otra índole a los que, según ellos, tienen derecho. La empresa acusó a los dirigentes sindicales implicados en la manifestación de "delito contra la libertad". El 7 de noviembre, un juez de Chimbote ordenó a la policía el desalojo de los empleados, en su mayoría mujeres, de los alrededores de la factoría y el almacén. Policías fuertemente armados dirigidos por un capitán, que actuaron con guardias privados de seguridad también armados, tomarón la factoría e intentaron desalojar a la gente que obstruía las puertas de entrada. Los empleados pidieron la ayuda de los habitantes de la localidad para bloquear con ellos de forma pacífica las calles y evitar así la circulación de los caminones que se llevaban la mercancía de la fábrica. La policía y los guardias de seguridad intentaron dispersar a la gente concentrada en torno a la factoría y el almacén utilizando sus armas de fuego. En el tiroteo resultó muerto Julio Cano Moreno y heridos los empleados de la fábrica Arturo Maguiña, Juan Villavicencio y Oscar de la Cruz Soplín. Amnistía Internacional está preocupada no sólo por el uso de armas de fuego por parte de la policía, sino también porque ésta, al parecer, no hizo esfuerzo alguno por evitar que los guardias privados utilizaran las suyas. Según los informes, ni los trabajadores ni los habitantes de la localidad que los apoyaban utilizaron en ningún momento armas de fuego ni atacaron a la policía. De acuerdo con los informes, cuando la policía y los guardias privados abrieron fuego, la gobernadora del distrito, el sacerdote de Samanco y representantes sindicales, se dirigieron al capitán de la policía que al parecer estaba a cargo de la operación. Le pidieron que ordenara el alto el fuego. Parece ser que el capitán contestó que tenía una orden de un juez para actuar y que la operación seguiría adelante. INFORMACION GENERAL La factoría de alimentación Surgelados Peruanos fue clausurada por su dirección en junio de 1990. Las órdenes cursadas por la Autoridad Regional del Trabajo para su reapertura fueron ignoradas. Tras haber denunciado que la empresa adeudaba a sus trabajadores algunos subsidios, el sindicato decidió obstruir las puertas de la factoría y el almacén para evitar que la dirección se llevase las mercancías y la maquinaria hasta que se llegase a un acuerdo sobre sus diferencias. Según parece, el día en que el juez ordenó la acción policial, respondió también a la solicitud del sindicato para evitar el desmantelamiento de la factoría diciendo que no podía atenderla debido a una huelga del poder judicial. Los esfuerzos para evitar la violencia emprendidos por el ayuntamiento de Samanco y otras organizaciones locales y dialogar con el jefe de la policía y el juez fracasaron. De acuerdo con los informes, el jefe de la policía se negó a conversar con las autoridades del distrito y el juez estuvo ilocalizable. El 8 de noviembre, tras la acción emprendida por la policía en la que murió una persona y tres resultaron heridas, se firmó un acuerdo entre la empresa, el sindicato y las autoridades. Según el acuerdo, la mercancía de la fábrica serviría de garantía para los pagos adeudados a los trabajadores. El 17 de septiembre de 1979, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó el Código de Conducta para Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley. El Artículo 3 de ese Código declara: "Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley podrán usar la fuerza sólo cuando sea estrictamente necesario y en la medida que lo requiera el desempeño de sus tareas". El Párrafo C) del mismo Artículo declara: "El uso de armas de fuego se considera un medida extrema. (...) En general, no deberán emplearse armas de fuego excepto cuando un presunto delincuente ofrezca resistencia armada o ponga en peligro, de algún otro modo, la vida de otras personas y no pueda reducirse o detenerse al presunto delincuente aplicando medidas menos extremas. En todo caso en que se dispara un arma de fuego, deberá informarse inmediatamente a las autoridades competentes". La Asamblea recomendó a los gobiernos que consideraran la utilización del Código de Conducta en el marco de sus respectivas legislaciones o prácticas nacionales como un conjunto de principios a cumplir por los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley. MAPA DE PERU OCÉANO PACIFICO BRASIL, COLOMBIA, ECUADOR, CHILE, BOLIVIA SECRETARIADO INTERNACIONAL, 1 EASTON STREET, LONDRES WC1X 8DJ, GRAN BRETAÑA