Los Sucesos del Primer Viaje Misionero Capítulo 14 La Estadía en Iconio 1“En Iconio, Pablo y Bernabé entraron, como de costumbre, en la sinagoga judía y hablaron de tal manera que creyó una multitud de judíos y de griegos. 2Pero los judíos incrédulos incitaron a los gentiles y les amargaron el ánimo contra los hermanos. 3En todo caso, Pablo y Bernabé pasaron allí bastante tiempo, hablando valientemente en el nombre del Señor, quien confirmaba el mensaje de su gracia, haciendo señales y prodigios por medio de ellos. 4La gente de la ciudad estaba dividida: unos estaban de parte de los judíos, y otros de parte de los apóstoles. 5Hubo un complot tanto de los gentiles como de los judíos, apoyados por sus dirigentes, para maltratarlos y apedrearlos. 6Al darse cuenta de esto, los apóstoles huyeron a Listra y a Derbe, ciudades de Licaonia, y a sus alrededores, 7donde siguieron anunciando las buenas nuevas. La estadía en Iconio pone de manifiesto la estrategia evangelística empleada por el equipo misionero: – Acudir a los centros urbanos importantes – Predicar el evangelio en las sinagogas – Discipulado sistemático intensivo Antes del cautiverio babilónico el culto se centraba en el templo de Jerusalén. Durante el exilio, apareció la sinagoga como lugar de oración y de instrucción en las Escrituras (Ez. 11:16). “La sinagoga fue la cuna de un tipo completamente nuevo de vida social y religiosa, y sirvió de base para la formación de una comunidad religiosa de alcance universal. Por primera vez se emancipó el monoteísmo judío, en la práctica religiosa, de los lazos con un lugar específicamente designado. Ahora Dios se acercaba al pueblo dondequiera que morase” (“The History of the Jews in Ancient Times”, The Jewish People, p. 78) Las sinagogas proporcionaban el espacio que Pablo y Bernabé requerían para sus fines. Ambos eran reconocidos como Rabíes, maestros y doctores de la Ley. Además, de este modo cumplían un doble objetivo: alcanzar al judío primeramente, y ganar personas que ya tuvieran un conocimiento amplio de las Escrituras (Antiguo Testamento), sobre cuya base podrían con mayor facilidad desarrollar discípulos. Una vez más se pone en evidencia la oposición propia de la predicación del evangelio: “La gente de la ciudad estaba dividida”. Esta vez se tramó un complot, de parte de gentiles y judíos, apoyados por la dirigencia. La intención era darles muerte. Al verse en “peligro”, los apóstoles decidieron salir de la ciudad, para continuar su ministerio en Listra y Derbe. La Estadía en Listra y Derbe 8En Listra vivía un hombre lisiado de nacimiento, que no podía mover las piernas y nunca había caminado. Estaba sentado,9 escuchando a Pablo, quien al reparar en él y ver que tenía fe para ser sanado,10 le ordenó con voz fuerte: ¡Ponte en pie y enderézate! El hombre dio un salto y empezó a caminar. 11Al ver lo que Pablo había hecho, la gente comenzó a gritar en el idioma de Licaonia: — ¡Los dioses han tomado forma humana y han venido a visitarnos! 12A Bernabé lo llamaban Zeus, y a Pablo, Hermes, porque era el que dirigía la palabra. 13El sacerdote de Zeus, el dios cuyo templo estaba a las afueras de la ciudad, llevó toros y guirnaldas a las puertas y, con toda la multitud, quería ofrecerles sacrificios. 14Al enterarse de esto los apóstoles Bernabé y Pablo, se rasgaron las vestiduras y se lanzaron por entre la multitud, gritando: 15—Señores, ¿por qué hacen esto? Nosotros también somos hombres mortales como ustedes. Las buenas nuevas que les anunciamos es que dejen estas cosas sin valor y se vuelvan al Dios viviente, que hizo el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos.16 En épocas pasadas él permitió que todas las naciones siguieran su propio camino.17 Sin embargo, no ha dejado de dar testimonio de sí mismo haciendo el bien, dándoles lluvias del cielo y estaciones fructíferas, proporcionándoles comida y alegría de corazón. 18A pesar de todo lo que dijeron, a duras penas evitaron que la multitud les ofreciera sacrificios. 19En eso llegaron de Antioquía y de Iconio unos judíos que hicieron cambiar de parecer a la multitud. Apedrearon a Pablo y lo arrastraron fuera de la ciudad, creyendo que estaba muerto. 20Pero cuando lo rodearon los discípulos, él se levantó y volvió a entrar en la ciudad. Al día siguiente, partió para Derbe en compañía de Bernabé. Habiendo llegado a Listra continuaron su labor, esta vez acompañada de una señal milagrosa que conmovió a la ciudad en pleno. Sanaron a “un hombre lisiado de nacimiento, que no podía mover las piernas y nunca había caminado”. Tal milagro hizo que los habitantes de la ciudad se volcarán en un inusitado reconocimiento idolátrico: a Bernabé lo identificaron con Zeus (Júpiter) y a Pablo con Hermes (Mercurio). Esta manifestación idolátrica, respaldada por el sacerdote pagano del Templo de Zeus, provocó en los apóstoles una seria reacción de rechazo, permitiéndoles presentar el mensaje en los términos más apropiados a la multitud. 15 —Señores, ¿por qué hacen esto? Nosotros también somos hombres mortales como ustedes. Esta fue la misma actitud que observó Pedro al entrar en la casa de Cornelio. “Las buenas nuevas que les anunciamos es que dejen estas cosas sin valor y se vuelvan al Dios viviente, que hizo el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos.16 En épocas pasadas él permitió que todas las naciones siguieran su propio camino.17 Sin embargo, no ha dejado de dar testimonio de sí mismo haciendo el bien, dándoles lluvias del cielo y estaciones fructíferas, proporcionándoles comida y alegría de corazón.” Sin embargo, lejos de lograr un cambio de actitud en las personas a quienes predicaban éstas rápidamente se dejaron llevar por sus emociones y creencias, azuzados por judíos hostiles que los habían venido siguiendo desde Antioquía e Iconio: 18 A pesar de todo lo que dijeron, a duras penas evitaron que la multitud les ofreciera sacrificios. 19bApedrearon a Pablo y lo arrastraron fuera de la ciudad, creyendo que estaba muerto. La Estadía en Derbe y el Viaje de Retorno 21Después de anunciar las buenas nuevas en aquella ciudad y de hacer muchos discípulos, Pablo y Bernabé regresaron a Listra, a Iconio y a Antioquía, 22fortaleciendo a los discípulos y animándolos a perseverar en la fe. «Es necesario pasar por muchas dificultades para entrar en el reino de Dios», les decían. 23En cada iglesia nombraron ancianos y, con oración y ayuno, los encomendaron al Señor, en quien habían creído. 24Atravesando Pisidia, llegaron a Panfilia, 25y cuando terminaron de predicar la palabra en Perge, bajaron a Atalía. 26De Atalía navegaron a Antioquía, donde se los había encomendado a la gracia de Dios para la obra que ya habían realizado.27 Cuando llegaron, reunieron a la iglesia e informaron de todo lo que Dios había hecho por medio de ellos, y de cómo había abierto la puerta de la fe a los gentiles.28 Y se quedaron allí mucho tiempo con los discípulos. Llegando a Derbe, a pesar de haber sido víctima de un apedreamiento, Pablo continuó su tarea en compañía de su discipulador y amigo Bernabé. Se cumplía así la palabra divina recibida por Pablo en el momento mismo de su conversión (Hch. 9:15). En virtud de ello, él podía decir con autoridad: “Es necesario pasar por muchas dificultades para entrar en el reino de Dios”. Habiendo comprobado en carne propia la bendición de ser discipulado por Bernabé, ambos, de manera conjunta, establecieron líderes en cada una de las iglesias locales que habían establecido durante aquella primera experiencia misionera. El encargo divino se cumplía entonces a cabalidad. La tarea no terminaba con laconversión de las gentes, sino con el discipulado que les permitiera afianzarse de modo tal que continuaran la labor por sí mismos. “id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado.” Mateo 28:19-20 Terminada la tarea encargada por el Espiritu Santo, regresaron a su iglesia local: Antioquía (madre). 27 Cuando llegaron, reunieron a la iglesia e informaron de todo lo que Dios había hecho por medio de ellos, y de cómo había abierto la puerta de la fe a los gentiles. 28 Y se quedaron allí mucho tiempo con los discípulos. No hay en los Hechos de los Apóstoles evidencia de labor misionera independiente de la iglesia local. Queremos ser una iglesia madre, que cumpla su labor misionera, haciendo discípulos allí donde el Espíritu Santo de Dios nos mande. Pautas para Dialogar en Grupos Promueve el diálogo a partir de las siguientes preguntas: 1. ¿Crees que la estrategia misionera de Pablo y Bernabé fue diseñada por ellos mismos o determinada por el Espíritu Santo? ¿Porqué? 2. ¿En qué medida esta estrategia debe determinar las estrategias contemporáneas de evangelización y misiones? 3. ¿Qué enseñanzas podemos extraer del la actitud de Pablo, Bernabé y Pedro cuando rechazaron la adoración de la gente?