DICTAMEN 78 DICTAMEN Nº. 78/2006, de 23 de mayo.* Expediente relativo a modificado núm. 1 de las obras de “Ejecución de Aparcamiento, Remonte mecánico y Equipamiento cultural-palacio de Congresos en el Miradero” de la ciudad de Toledo. ANTECEDENTES El Ayuntamiento de Toledo a sometido al dictamen del Consejo Consultivo el expediente relativo al Modificado núm. 1 de las obras de “Ejecución de Aparcamiento, Remonte mecánico y Equipamiento cultural-palacio de Congresos en el Miradero” de la ciudad de Toledo. El importe y financiación del proyecto se estableció en 12.956.407,92 euros para la Subfase 1.a) y en 2.368.208,15 euros para la Subfase 1.b), asumiendo el concesionario el resto de la financiación de la totalidad de las obras, acordando como plazo de duración de la concesión 50 años. Asimismo, el contrato indica que las modificaciones y desviaciones que hayan de introducirse en la fase 1.a) serán asumidas por el concesionario. El plazo total de ejecución de las obras de referencia quedó fijado en 18 meses contados desde el día siguiente al de la firma del acta de comprobación del replanteo. El expresado plazo quedaba desglosado en 10 meses para la fase 1.a) y el resto para la fase 1.b). Con motivo de las dificultades surgidas durante la ejecución, en concreto la paralización de la obra por indicación de los ocupantes del edificio colindante, el Pleno del Ayuntamiento, en sesión celebrada el 18 de marzo de 2004, acordó autorizar la ampliación del plazo de ejecución de las obras de la primera fase en seis meses, por lo que el plazo final de ejecución pasó del 14 de septiembre de 2004 al 17 de marzo de 2005; dicha ampliación fue suscrita con la empresa adjudicataria mediante Addenda el día 23 de abril de 2004. El Proyecto Modificado de obra nº 1, de fecha 12 de diciembre de 2005, cuenta con la documentación, a tenor de dispuesto en los artículos 124 del Texto Refundido de la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas (TRLCAP), y 125 y siguientes del Reglamento de desarrollo de la misma (RGLCAP). Según la Memoria del proyecto las obras modificativas son debidas a necesidades nuevas o causas imprevistas que justifican la modificación del contrato por razones de interés público y requieren específicamente su aprobación como Proyecto modificado. Tales causas, obedecen fundamentalmente, por un lado, como respuesta a las Resoluciones sobre Intervención Arqueológica dictadas por la Dirección General de Patrimonio y Museos de la Consejería de Cultura, en fecha 13 de agosto de 2003, 23 de junio de 2004 y 18 de junio de 2004, respecto de los restos arqueológicos que, en ejecución de la obra, quedaron al descubierto, y que, a requerimiento de aquella Dirección General, se debía de proponer una solución para su conservación, para lo que debían quedar * Ponente: Inmaculada González de Lara y Ponte Dictámenes Consejo Consultivo Castilla-La Mancha.- 2006 incorporados al Proyecto; y por otro lado, con motivo de la separación del muro de la Alhóndiga, además, de la necesaria demolición ya autorizada por el actual concesionario de la 2ª fase de la concesión administrativa del edificio del Miradero, del muro que en su día quedó suspendido por Sentencia. En la Memoria también se señala que las nuevas necesidades de ejecución no son imputables al contratista, sino que se deben a razones de interés público, y de acuerdo con las conversaciones mantenidas con el Ayuntamiento, conforme las directrices que se han ido adoptando por la Dirección Facultativa. El total del presupuesto contemplado en el proyecto modificado es de 24.181.988,10 euros, ateniéndose a precios del proyecto aprobado y, en su caso, contradictorios, incluyendo el coeficiente de adjudicación (10,66%), lo cual respecto del presupuesto del proyecto original -15.324.616,07 euros- conlleva una variación económica en el conjunto de la obra de 7.584.512,84 euros, lo que supone un incremento de un 49,49 % respecto del precio primitivo del contrato. El presupuesto de las obras modificativas cuenta con la conformidad del contratista, haciendo la comunicación de la Memoria las veces de audiencia a aquél para la formación de precios del proyecto modificado. En el documento de Presupuesto y Mediciones, elaborado en diciembre de 2005, figura la firma, acreditando la conformidad, del representante de la empresa adjudicataria. Asimismo, el proyecto Modificado contempla la ampliación del plazo en la ejecución de la obra, fijándose para la Fase 1.a) el 31 de diciembre de 2006, y para la fase 1.b), el 31 de marzo de 2007. EXTRACTO DE LA DOCTRINA - El artículo 59.3.b) del Real Decreto Legislativo 2/2000, de 16 de junio, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas establece que “será preceptivo el informe del Consejo de Estado u órgano consultivo equivalente de la Comunidad Autónoma respectiva en los casos de: ... b) Modificaciones del contrato, cuando la cuantía de las mismas, aislada o conjuntamente, sea superior a un 20% del precio primitivo del contrato y éste sea igual o superior a 1.000.000.000 pesetas(6.010.121,04 euros)”. - La técnica del reformado o modificado de obras, y consiguientemente, la novación objetiva del contrato debe ser constreñida a la excepcionalidad, pues de lo contrario podrían encubrirse contrataciones que no observasen los principios de publicidad, libre concurrencia y licitación que inspiran el sistema de contratación administrativa. - Pueden señalarse como requisitos necesarios para poder ejercer la prerrogativa de modificar los contratos los siguientes: Que nos encontremos ante un contrato perfeccionado, circunstancia ésta que se produce una vez que el órgano de contratación acepta la oferta del licitador y le adjudica el contrato (artículo 53 del Texto Refundido). DICTAMEN 78 Que el objeto de la modificación que se pretende se fundamente en razones de interés público. Es esta circunstancia la que justifica la existencia misma del contrato y de las prerrogativas o potestades que ostenta la Administración, debiendo ser concretos los motivos en que se funda y no una mera referencia al interés público globalmente considerado. El Consejo de Estado ha estimado que “la modificación contractual debe hallarse respaldada o legitimada por un interés público claro, patente e indubitado” (dictamen 42.179, de 17 de mayo de 1979). Que las modificaciones sean debidas a necesidades nuevas o causas imprevistas. - La causa de interés público que puede justificar la modificación, cifrada en la necesidad que impulsó a acometer la obra, la creación de un aparcamiento, remonte mecánico y equipamiento cultural-palacio de Congresos para la ciudad de Toledo. - De los informes obrantes en el expediente se desprende que el modificado que se informa se justifica en que obedecen fundamentalmente, como respuesta a las Resoluciones sobre Intervención Arqueológica dictadas por la Dirección General de Patrimonio y Museos de la Consejería de Cultura, de fecha 13 de agosto de 2003, 23 de junio de 2004 y 18 de junio de 2004, respecto de los restos arqueológicos que, en ejecución de la obra, quedaron al descubierto, y que, a requerimiento de aquella Dirección General, se debía de proponer una solución para su conservación, para lo que debían quedar incorporados al Proyecto y a las necesidades nuevas derivadas de la separación del muro de la Alhóndiga, además, de la necesaria demolición ya autorizada por el actual concesionario de la 2ª fase de la concesión administrativa del edificio del Miradero, del muro que en su día quedó suspendido por Sentencia. CONSIDERACIONES I El artículo 59.3.b) del Real Decreto Legislativo 2/2000, de 16 de junio, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas establece que “será preceptivo el informe del Consejo de Estado u órgano consultivo equivalente de la Comunidad Autónoma respectiva en los casos de: ... b) Modificaciones del contrato, cuando la cuantía de las mismas, aislada o conjuntamente, sea superior a un 20% del precio primitivo del contrato y éste sea igual o superior a 1.000.000.000 pesetas(6.010.121,04 euros)”. Por su parte, el artículo 57 de la Ley 11/2003, de 25 de septiembre, del Gobierno y del Consejo Consultivo de Castilla-La Mancha, establece: “Las Corporaciones Locales de Castilla-La Mancha solicitarán el dictamen del Consejo Consultivo a través de la Consejería de Administraciones Públicas, cuando preceptivamente venga establecido en las leyes. [ ] Igualmente a través del Consejero de Administraciones Públicas podrán solicitar dictamen facultativo cuando así lo acuerde el Pleno de la Corporación Local”. La documentación reseñada en antecedentes muestra que en el supuesto analizado se ha producido un acuerdo de la Junta de Gobierno, adoptado el 12 de abril de 2006, en cuyo Dictámenes Consejo Consultivo Castilla-La Mancha.- 2006 apartado segundo se recoge la voluntad de dicho órgano corporativo de solicitar dictamen de este Consejo Consultivo, respecto del acuerdo que se adopta sobre el proyecto modificado, aludiéndose como fundamento de la actuación al contenido del artículo 59. 3 del Real Decreto Legislativo 2/2000, de 16 de junio, por el que se aprobó el Texto Refundido de la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas, “al darse una de las circunstancias previstas en el mismo, [...] como es la de superarse con la modificación contractual proyectada el 20 por ciento del precio primitivo del contrato”. En el presente supuesto se somete a dictamen el modificado nº 1 del contrato suscrito entre el Ayuntamiento de Toledo y la empresa N., S.A., cuyo objeto era la concesión de obra pública consistente en Ejecución de Aparcamiento, Remonte mecánico y Equipamiento cultural-palacio de Congresos en el entorno de Safont y posterior explotación del aparcamiento de la ciudad de Toledo, y cuyo precio original ascendía a 15.324.616.07 euros. El reformado propuesto supondrá un aumento en el presupuesto del contrato de 7.584.512,84 euros, lo que produce un crecimiento del 49,49 % del precio primitivo. El total del presupuesto contemplado en el proyecto modificado es de 24.181.988,10 euros. Teniendo en cuenta que dicho porcentaje es superior al 20% y que el precio del contrato rebasa los 6.010.121,04 euros, procede, en cumplimiento de lo dispuesto en los preceptos citados en párrafos anteriores, la emisión del presente dictamen con carácter preceptivo. II El Texto Refundido de la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas, aprobado por Real Decreto Legislativo 2/2000, de 16 de junio, no recoge un precepto concreto regulador del procedimiento a seguir para la tramitación de las modificaciones contractuales, debiendo atender a las prescripciones diseminadas a lo largo del texto legal para especificar los requisitos y especialidades del mismo. De este modo, el artículo 59 en su apartado primero dispone que es al órgano de contratación al que corresponde la facultad de modificar el contrato, determinando que “en el correspondiente expediente se dará audiencia al contratista”. En el apartado segundo el citado precepto prevé, si bien para el ámbito de la Administración General del Estado, sus organismos autónomos, las entidades gestoras y servicios comunes de la Seguridad Social y demás entidades públicas estatales, que los acuerdos en que se reflejen dichas decisiones sean adoptados previo informe del Servicio Jurídico. Asimismo y para mayor garantía de la actuación proyectada, el apartado tercero preceptúa, tal como se ha expresado en la consideración anterior, el informe del Consejo de Estado u órgano consultivo equivalente de la Comunidad Autónoma cuando la cuantía de la modificación, aislada o conjuntamente, sea superior a un 20% del precio primitivo del contrato y éste sea igual o superior a 6.010.121,04 euros. Igualmente es preciso mencionar que el artículo 101 del Real Decreto Legislativo 2/2000, de 16 de junio, relativo a “modificaciones de los contratos”, establece en el apartado segundo que las citadas modificaciones deberán ser formalizadas conforme a lo previsto en DICTAMEN 78 el artículo 54, referente a la formalización de los contratos en general, esto es, deberán plasmarse en documento administrativo, pudiendo elevarse a escritura pública cuando lo solicite el contratista y siendo precisa la constitución de la correspondiente fianza definitiva, en este caso su reajuste conforme a lo dispuesto en el artículo 42. Asimismo, el artículo 146, regulador de la modificación del contrato de obras, dispone en su apartado tercero que cuando el director facultativo considere necesaria una modificación del proyecto “recabará del órgano de contratación autorización para iniciar el correspondiente expediente, que se sustanciará con carácter de urgencia con las siguientes actuaciones: Redacción del proyecto y aprobación del mismo. Audiencia del contratista por plazo mínimo de tres días. Aprobación del expediente por el órgano de contratación, así como de los gastos complementarios precisos”. Por su parte, el artículo 102 del Real Decreto 1098/2001, de 12 de octubre, por el que se aprueba el Reglamento General de la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas, establece que “cuando sea necesario introducir alguna modificación en el contrato, se redactará la oportuna propuesta integrada por los documentos que justifiquen, describan y valoren aquélla. La aprobación por el órgano de contratación requerirá la previa audiencia del contratista y la fiscalización del gasto correspondiente”. El artículo 101 apartado 3, del Real Decreto Legislativo 2/2000, de 16 de junio, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas, establece: “En las modificaciones de los contratos, aunque fueran sucesivas, que impliquen aislada o conjuntamente alteraciones en cuantía igual o superior al 10 por 100 del precio primitivo del contrato, siempre que éste sea igual o superior a 1.000.000.000 de pesetas (6.010.121,04 euros) con exclusión del Impuesto sobre el Valor Añadido, será preceptivo, además del informe a que se refiere el apartado 2 del artículo 59 y de la fiscalización previa en los términos del apartado 2, letra g) del artículo 11, el informe de contenido presupuestario de la Dirección General de Presupuestos del Ministerio de Hacienda...”. Este precepto tiene el carácter de legislación básica según establece la Disposición Final primera de la citada norma, entendiendo que la referencia hecha a los órganos de la Administración General del Estado, deberá entenderse realizada, en todo caso, a los que correspondan de otras Administraciones. En el presente caso dicho informe ha sido emitido con fecha 12 de abril de 2006 por la Intervención de la Corporación, en sentido favorable. El expediente de modificación nº 1 del contrato de concesión de obra pública consistente en Ejecución de Aparcamiento, Remonte mecánico y Equipamiento culturalpalacio de Congresos en el entorno de Safont y posterior explotación del aparcamiento de la ciudad de Toledo, se inicia con fecha 24 de marzo de 2006 por Acuerdo de la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Toledo, mediante el cual se procedió a la tramitación de la modificación citada por el importe previamente indicado. Este acuerdo fue precedido de un informe, emitido en fecha 13 de enero de 2006 por el Gerente de la División de Infraestructuras de la Empresa Municipal de la Vivienda, en el que se expresó la necesidad de que fuera aprobada dicha modificación, y de una propuesta de inicio de expediente Dictámenes Consejo Consultivo Castilla-La Mancha.- 2006 suscrita por la Concejal de Urbanismo de la Corporación (a la que se adjuntó el informe de supervisión del proyecto). Se incorpora al expediente conforme a lo previsto en los artículos 59.1 y 146.3.b) del Texto Refundido de la Ley de Contratos de Administraciones Públicas, y en el artículo 102 de su Reglamento, documento de Presupuesto y Mediciones, cuadro de precios, cuadro de presupuestos comparados y listado de presupuestos, así como resúmenes por capítulos y presupuesto adicional suscrito por el representante de la Empresa contratista en la que manifiesta su conformidad con la aprobación de la modificación planteada, así como con el importe de la misma. Asimismo, conforme a lo exigido en el artículo 59.2 en el ámbito de la Administración General del Estado, la Jefa de la Unidad de Patrimonio, Contratación y Estadística informó favorablemente el expediente. El procedimiento hasta aquí tramitado culmina con la solicitud de dictamen a este órgano consultivo según lo previsto en los artículos 59.3.b) del Texto Refundido y 54.9.c) de la Ley 11/2003, de 25 de septiembre, del Gobierno y del Consejo Consultivo de Castilla-La Mancha, al superar la modificación prevista, conjuntamente con la aprobada anteriormente, el 20% del precio primitivo del contrato y rebasar éste la cifra de 6.010.121,04 euros. Del examen de las actuaciones descritas en párrafos anteriores se deduce su adecuación a las prescripciones establecidas en los preceptos reguladores del procedimiento a seguir en los expedientes de modificación contractual, el cual finalizará con la formalización del documento contractual por el órgano de contratación y la empresa adjudicataria, entidad ésta que previamente habrá debido reajustar la garantía prestada a fin de cubrir el coste adicional que el modificado habrá de suponer. III La inmutabilidad de los contratos es un principio del Derecho Civil, según el cual éstos deben cumplirse con estricta sujeción a lo convenido. Ello lleva consigo que cualquier alejamiento unilateral de lo pactado por cualquiera de las partes puede catalogarse como incumplimiento, dando la posibilidad a la parte contraria de liberarse de las obligaciones a que se había comprometido, sin que ninguna de ellas pueda exigir a la otra una prestación distinta a aquélla a la que se sometió. Este principio general rige también en relación a los contratos celebrados por la Administración Pública, de modo que las declaraciones contenidas en los pliegos de cláusulas aprobados en cada licitación constituyen la “ley del contrato”, con fuerza vinculante para ambas partes, consecuencia de los principios de publicidad y concurrencia, aplicación particularizada del de igualdad ante la ley (así lo expresa el Tribunal Supremo en numerosas Sentencias, entre otras las de 11 de abril de 1984 -Ar. RJ 1984,1920-; 9 de octubre de 1989 -Ar. RJ 1989, 8326-; 22 de enero de 1990 -Ar. RJ 1990,402-; 29 de octubre de 1993 -Ar. RJ 1993,8503- y 26 de marzo de 1996 -Ar. RJ 1996,2217-). Parte así el artículo 4 del Texto Refundido de la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas, aprobado por Real Decreto Legislativo 2/2000, de 16 de junio, DICTAMEN 78 del principio de libertad de pactos, estableciendo que “las Administraciones podrán concertar los contratos, pactos y condiciones que tengan por conveniente, siempre que no sean contrarios al interés público, al ordenamiento jurídico o a los principios de buena administración, y deberá cumplirlos a tenor de los mismos, sin perjuicio de las prerrogativas establecidas por la legislación básica a favor de aquélla”. Las citadas prerrogativas vienen a amortiguar la rigidez en la aplicación del aludido principio de la inmutabilidad de los contratos, encontrando su fundamento no en cada pacto concreto sino en la propia Ley, no siendo manifestación de un derecho subjetivo que pueda atribuirse a la Administración, sino que han de ser conceptuadas como una potestad otorgada por la norma para la efectiva consecución de los intereses públicos. El ejercicio de tales privilegios o facultades que tanto la jurisprudencia como la doctrina han calificado de “exorbitantes”, no se produce de manera automática sino cuando lo exija el interés público implícito en cada relación contractual, fundándose así en el servicio objetivo a los intereses generales que el artículo 103 de la Constitución proclama de la actuación administrativa, sin que dicho ejercicio desvirtúe la naturaleza del contrato, cuyo equilibrio económico debe mantenerse mediante compensaciones que corrijan las posibles lesiones que aquél produzca. Entre dichas prerrogativas señala el artículo 59.1 del Texto Refundido aludido la de modificar los contratos por razones de interés público o ius variandi, la cual como el resto de facultades reconocidas, determina el citado precepto que deberá ser ejercida “dentro de los límites y con sujeción a los requisitos y efectos señalados en la presente Ley”, de modo que habrán de ser respetados tanto las exigencias de tipo meramente procedimental fijadas por la Ley para mayor garantía de los intereses de los afectados y consecución del fin perseguido con la modificación, como aquéllas de carácter sustantivo en ella previstas. En relación a tales requisitos el Consejo de Estado, en su dictamen 1.041 de 30 de julio de 1992, señala que “la Administración Pública no goza de una voluntad libre para modificar el proyecto técnico de una obra – al menos desde el punto de vista de su trascendencia sobre una relación contractual ya establecida- sino que el grupo normativo de la contratación pública establece que se trata de una potestad tasada que sólo puede actuarse en determinados supuestos”. La técnica del reformado o modificado de obras, y consiguientemente, la novación objetiva del contrato debe ser constreñida a la excepcionalidad, pues de lo contrario podrían encubrirse contrataciones que no observasen los principios de publicidad, libre concurrencia y licitación que inspiran el sistema de contratación administrativa. Así lo ha expresado el Consejo de Estado al recomendar en su Memoria del año 1990 que “debe extremarse el celo en la redacción del proyecto inicial, de forma que sólo muy excepcionalmente haya que acudir a su ulterior modificación y sobre todo a la introducción de varios, sucesivos y parciales reformados de obra”. Esta sugerencia se reitera en la Memoria del año 1992, al estimar el alto órgano consultivo que los contratos, sobre todo los de obra, “deben ser normalmente de gestación pausada y, por el contrario, de ejecución rápida”. Dictámenes Consejo Consultivo Castilla-La Mancha.- 2006 En cuanto a los presupuestos habilitantes para el ejercicio del ius variandi, el artículo 101.1 del Real Decreto Legislativo 2/2000, de 16 de junio, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas, determina que “una vez perfeccionado el contrato el órgano de contratación sólo podrá introducir modificaciones por razón de interés público en los elementos que lo integran, siempre que sean debidas a necesidades nuevas o causas imprevistas, justificándolo debidamente en el expediente”. Atendiendo a lo previsto en el mencionado precepto pueden señalarse como requisitos necesarios para poder ejercer la prerrogativa de modificar los contratos los siguientes: - Que nos encontremos ante un contrato perfeccionado, circunstancia ésta que se produce una vez que el órgano de contratación acepta la oferta del licitador y le adjudica el contrato (artículo 53 del Texto Refundido). - Que el objeto de la modificación que se pretende se fundamente en razones de interés público. Es esta circunstancia la que justifica la existencia misma del contrato y de las prerrogativas o potestades que ostenta la Administración, debiendo ser concretos los motivos en que se funda y no una mera referencia al interés público globalmente considerado. El Consejo de Estado ha estimado que “la modificación contractual debe hallarse respaldada o legitimada por un interés público claro, patente e indubitado” (dictamen 42.179, de 17 de mayo de 1979). - Que las modificaciones sean debidas a necesidades nuevas o causas imprevistas. Se trata de conceptos jurídicos indeterminados cuya existencia y aplicación deberá ser analizada en cada caso concreto. La doctrina es unánime al señalar que no pueden entenderse incluidos en tales conceptos los errores materiales al determinar el objeto del contrato o incumplimientos del contratista. Estas circunstancias han de quedar suficientemente motivadas en el expediente “sin que tal justificación pueda consistir en la afirmación puramente tautológica de que las variaciones obedecen a necesidades nuevas o causas imprevistas a la hora de redactar el proyecto” (dictamen del Consejo de Estado 50.688 de 17 de junio de 1987). La Administración está obligada a plasmar en el expediente correspondiente las nuevas necesidades o causas imprevistas que requieran específicamente la aprobación del modificado, circunstancias éstas que, en último extremo y si existiera un parecer discrepante de la otra parte, podrán ser contrastadas por los Tribunales. En su dictamen de 1 de abril de 1993 el Consejo de Estado ha afirmado que la referencia a causas imprevistas debe interpretarse “en el sentido de que concurran razones técnicas imprevisibles (razonablemente) en el proyecto originario y no simplemente, por tanto, defectos o meras imprevisiones en dicho proyecto”. Por su parte, la expresión necesidades nuevas “no permite ser concebida de una manera tan amplia que permita cualquier variación, incluso cuando entrañe una alteración sustancial en el objeto del contrato”. En cuanto a la segunda cuestión relativa a los límites dentro de los cuales habrá de desenvolverse el ejercicio de la prerrogativa de modificación del contrato, el artículo 149.e) del Texto Refundido de la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas, señala como causa de resolución del contrato de obras las modificaciones del mismo que aislada o conjuntamente supongan alteraciones del precio del contrato en cuantía superior en más o en menos al 20% del precio primitivo. DICTAMEN 78 La aplicación a dicho porcentaje del concepto de límite, en el sentido indicado en el artículo 59, ha llevado a la doctrina a la necesidad de clarificar que no se trata tanto de acotar aquella facultad modificatoria de la Administración sino de circunscribir la posibilidad de imponer las alteraciones al contratista. En este sentido resulta ilustrativo reproducir lo manifestado al respecto por los profesores Eduardo García de Enterría y Tomás Ramón Fernández [“Curso de Derecho Administrativo”. Tomo I. Editorial Civitas S.A. Madrid 2002, Página 705] que establecen que “en el orden material la alusión a los límites del ius variandi es, en parte, equívoca. No se trata en efecto de límites en el sentido de barreras u obstáculos que impidan a la Administración Pública modificar en ciertos casos los contratos administrativos por ella suscritos (...). Límites en este sentido no existen, ni pueden existir, porque las exigencias del interés público, al servicio de la comunidad, no pueden quedar comprometidas por el error inicial de la Administración contratante o por un cambio en las circunstancias originariamente tenidas en cuenta en el momento de contratar. El interés general debe prevalecer en todo caso y en cualesquiera circunstancias, porque, de otro modo, sería la propia comunidad la que habría de padecer las consecuencias (...). Cuando se habla de límites al ejercicio del ius variandi se quiere decir, por lo tanto, algo muy distinto; se está estableciendo concretamente una garantía para el contratista privado, sobre el que no puede hacerse recaer de forma indiscriminada e ilimitada el peso del interés común y de las cambiantes necesidades generales. Cuando se habla de límites del ius variandi se está aludiendo pues, única y exclusivamente, a los límites dentro de los cuales las modificaciones impuestas por la Administración son obligatorias para el contratista, lo cual es esencialmente distinto. El ius variandi, el poder de modificar unilateralmente el objeto y contenido del contrato, es ilimitado en su extensión e intensidad, dentro de las exigencias que el interés público imponga, pero sólo resulta de aceptación obligatoria para el contratista dentro de ciertos márgenes que la propia Ley también prevé”. IV Seguidamente, en base a lo argumentado en la consideración precedente, procede analizar si concurren los presupuestos de hecho que posibilitan a la Administración contratante el ejercicio de tan genuina prerrogativa, expresión singular del denominado “ius variandi” que deberá ser ejercida “dentro de los límites y con sujeción a los requisitos y efectos señalados en la presente Ley” -artículo 59.1 del Real Decreto Legislativo 2/2000-. Para ello debe acudirse a las determinaciones del artículo 101.1 del citado Real Decreto Legislativo 2/2000, de 16 de junio, que con carácter general recoge los requisitos sustantivos que posibilitan el recurso a la modificación del contrato, vinculando tal eventualidad a la concurrencia de razones de interés público, “debidas a necesidades nuevas o causas imprevistas” que queden debidamente justificadas en el expediente. 1º. Es evidente la causa de interés público que puede justificar la modificación, cifrada en la necesidad que impulsó a acometer la obra, la creación de un aparcamiento, remonte mecánico y equipamiento cultural-palacio de Congresos para la ciudad de Toledo. Dictámenes Consejo Consultivo Castilla-La Mancha.- 2006 2º. De los informes obrantes en el expediente se desprende que el modificado que se informa se justifica en la forma siguiente: - Por un lado, obedecen fundamentalmente, como respuesta a las Resoluciones sobre Intervención Arqueológica dictadas por la Dirección General de Patrimonio y Museos de la Consejería de Cultura, de fecha 13 de agosto de 2003, 23 de junio de 2004 y 18 de junio de 2004, respecto de los restos arqueológicos que, en ejecución de la obra, quedaron al descubierto, y que, a requerimiento de aquella Dirección General, se debía de proponer una solución para su conservación, para lo que debían quedar incorporados al Proyecto. - Por otro lado, necesidades nuevas derivadas de la separación del muro de la Alhóndiga, además, de la necesaria demolición ya autorizada por el actual concesionario de la 2ª fase de la concesión administrativa del edificio del Miradero, del muro que en su día quedó suspendido por Sentencia. Por tanto, en el presente supuesto, y durante el desarrollo de las obras han surgido nuevas necesidades para la ejecución de las mismas, justificándose la Modificación del contrato de Ejecución de Aparcamiento, Remonte mecánico y Equipamiento cultural-palacio de Congresos por la aparición de esas nuevas necesidades. En este sentido se ha de tener en cuenta lo manifestado en la propia Memoria del proyecto modificado: “las obras modificativas son debidas a necesidades nuevas o causas imprevistas que justifican la modificación del contrato por razones de interés público y requieren específicamente su aprobación como Proyecto modificado”. Las modificaciones propuestas no suponen una alteración de las características básicas de la obra pública proyectada, esto es, no supone la generación de un nuevo proyecto de obra o de obras que por no estar tan íntimamente vinculadas a la principal no resulte necesario su realización por el contratista, supuestos ambos en los que sería inadecuada la técnica del modificado. Por tanto, no resulta discutible la concurrencia de causas sobrevenidas, ya que el proyecto modificado recoge problemas no resueltos ni contemplados en el proyecto inicial y que se ponen de manifiesto durante la ejecución de la obra, y que, a su vez, generan una nueva necesidad constructiva asociada a la realización de la obra primitiva. Lo anteriormente expuesto, pone de manifiesto que concurren en el presente caso las razones de interés general, asociadas a la aparición de nuevas necesidades, que justifican la utilización de la prerrogativa administrativa de modificación unilateral del contrato ya celebrado, previstas como presupuesto de la misma en el artículo 101.1 del Real Decreto Legislativo 2/2000, de 16 de junio. En mérito de lo expuesto, el Consejo Consultivo de Castilla-La Mancha es de dictamen: DICTAMEN 78 “Que teniendo en cuenta las observaciones contenidas en el cuerpo del presente dictamen, procede informar favorablemente el expediente relativo al Modificado núm. 1 de concesión de obra pública consistente en Ejecución de Aparcamiento, Remonte mecánico y Equipamiento cultural-palacio de Congresos en el entorno de Safont y posterior explotación del aparcamiento de la ciudad de Toledo.” Este es nuestro dictamen, que pronunciamos, emitimos y firmamos en el lugar y fecha indicados en el encabezamiento. Dictámenes Consejo Consultivo Castilla-La Mancha.- 2006