Crónica viaje a Roma del Grado en Relaciones Internacionales El lunes 23 de marzo, a las 8.00 de la mañana partía de Barajas rumbo a la Ciudad Eterna el primer curso del Grado en Relaciones Internacionales, en el primer viaje académico que realizan los alumnos que han inaugurado este Grado dentro del proyecto académico de nuestra Universidad. Los objetivos del viaje, además de conocer de primera mano algunas de las joyas artísticas y culturales que encierra esa Ciudad, tener una primera experiencia de realidades y ámbitos de las relaciones internacionales que, precisamente por la riqueza histórica de Roma, sólo pueden verse allí. En Roma se unen las grandes tradiciones culturales que han configurado Occidente: la judeocristiana y la grecorromana. Y prueba fehaciente de esta realidad surgen en todas las calles y esquinas de una Ciudad que es capital de tres instancias soberanas reconocidas por el Derecho Internacional: la República Italia, el Estado de la Ciudad del Vaticano y la Sede de la Soberana Orden de Malta. Del aeropuerto, antes de llegar al hotel para descargar maletas y comer algo, pudimos visitar dos de las cuatro grandes basílicas romanas: San Juan Letrán y Santa María la Mayor. Antes de encaminarnos hacia el Trastevere, donde concluiríamos la primera jornada, visitamos junto al Coliseo romano la basílica de San Clemente, una de las pocas iglesias romanas completamente medieval, construida sobre la basílica paleocristiana del siglo IV, edificada a su vez sobre una villa romana, un mitreo y una hacienda… niveles todos ellos perfectamente visitables gracias a unas excavaciones que permiten caminar por cada uno de los estratos, hasta pisar los edificios construidos sobre las cenizas del incendio que provocó Nerón. Para concluir la jornada nos esperaba un primer encuentro lleno de enjundia: conocer de primera mano la realidad y labor de la Comunità di Sant’Egidio, organización católica nacida en el corazón del conocidísimo y pintoresco barrio romano del Trastevere, que hoy realiza labores de mediación por la paz en todo el mundo, siendo actores de primer orden en la firma de algunos de los tratados de paz entre países de las últimas décadas. Angelo Romano, sacerdote miembro de dicha Comunidad explicó el origen histórico de la Comunidad, el sentido de su trabajo con los pobres, los ancianos y la paz. Su experiencia personal le ha llevado a mediar en conflictos, como el de la República Centroafricana de donde había regresado el día anterior tras la firma del acuerdo entre todas las fuerzas políticas para la convocatoria de unas elecciones libres, o su labor en Senegal para el armisticio con la guerrilla, por ejemplo. Tras la ponencia y el diálogo posterior, el grupo acompañó la oración que todas las tardes hacen en la basílica de Santa María in Trastevere, para concluir con la cena en una típica trattoria en ese pintoresco barrio. 1 El martes la jornada de trabajo empezó en la Academia Real Española en Roma, conjunto de edificios adquiridos por los Reyes Católicos, donde siempre han ido artistas españoles desde el Renacimiento para formarse en contacto con la cuna del Renacimiento y el Barroco. Tras disfrutar de las vistas únicas de Roma que se tienen desde la terraza de ese edificio sobre el Montorio, visitar los edificios, donde se encuentra el Templete de Bramante que serviría de referencia para todas las cúpulas que desde entonces se han construido en el mundo, desde la de catedral de San Pedro, las del resto de iglesias barrocas de Roma, o el mismo Capitolio de Washington, el director del Grado, profesor Florentino Portero, junto con el director de dicha Academia, el diplomático don Fernando Vilallonga disertaron sobre las formas y los retos de la nueva diplomacia. Al final de la mañana bajamos caminando para atravesar de nuevo el Trastevere, el Tíber, y adentrarnos en la Roma renacentista y barroca junto al Palazzo Farnese, construido por Miguel Ángel y actual sede de la embajada de Francia cerca de la República Italiana, hasta el Campo dei Fiori, donde pudimos comer en alguno de los restaurantes típicos en su entorno. Seguimos caminando después, junto a la iglesia de Sant’Andrea della Valle, conocida internacionalmente porque en su interior transcurre el primer acto de la ópera Tosca de Puccini, para visitar Piazza Navona, la iglesia de San Luis de los Franceses, conocida por la capilla de San Mateo con los tres cuadros del maestro Caravaggio, el Panteón, y terminar, camino de Piazza Venezia, visitando la Iglesia del Gesù, prototipo de todas las iglesias de la Contrarreforma, que alberga la tumba de san Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús. La jornada aún nos deparaba una sesión de trabajo en la sede de la Fondazione Magna Carta, donde la Profesora Maria Elena Cavallaro explicó la situación política italiana actual y la necesidad de la refundación de los partidos políticos tras las diversas crisis que han llevado a la desaparición de los partidos clásicos. Fue de un interés indudable, también por conocer las similitudes y diferencias con la realidad española. Concluido el seminario, de regreso al hotel, hubo un grupo que aprovechó la espléndida noche primaveral romana para rehacer parte del paseo vespertino, añadiendo parte del recorrido por la Roma barroca que no había dado tiempo en la tarde: iniciando el recorrido en Piazza del Popolo, y por la Via del Corso, para después subir por la Via dei Condotti (donde está el Palazzo Sede del Gran Maestre de la Soberana Orden de Malta) hacia la conocida Piazza Spagna para después visitar la Fontana di Trevi, y desde ahí, pasando junto a la primera universidad de los jesuitas, la Università Gregoriana, recorrer el camino de regreso por el Panteón y Piazza Navona hasta Castell Sant’Angelo y ver una espectacular y desierta Piazza San Pietro. Donde empezaríamos la última jornada. 2 En efecto, el miércoles 25 dejamos el hotel camino de la Plaza de San Pedro. A diferencia de los días anteriores, en los que nos acompañó un tiempo espectacular, esa mañana diluviaba. En la Plaza de San Pedro se desarrollaba la audiencia papal de los miércoles, aunque nuestro destino era el Estado de la Ciudad del Vaticano, ya que nos recibiría el Secretario General del Governatorato del Estado de la Ciudad del Vaticano, monseñor Fernando Vérgez Alzaga. En el camino hacia el interior de los jardines vaticanos tuvimos que esperar a que pasara el Papa, de regreso de la audiencia, a quien pudimos ver de cerca. Durante el encuentro, Monseñor Vérgez nos explicó el origen en los Pactos Lateranenses del actual Estado de la Ciudad del Vaticano. Su personalidad como Ente soberano de derecho público internacional, diverso de la Santa Sede, es universalmente reconocida. Resultó muy ilustrativo ver cómo todas las estructuras propias de un Estado se reproducen también en el Estado más pequeño del mundo, que tiene una función política, distinta de la religiosa, que desempeña la Santa Sede, aunque el Papa sea la cabeza de ambas. El grupo visitó finalmente la basílica de San Pedro como culminación y despedida de una breve pero intensa visita a Roma. José Ángel Agejas 3