Hacer Preguntas Importantes, Estimular Respuestas Honestas Por Linda O’Neill “¿Cómo estuvo tu día?” “Bien.” Este es un intercambio familiar entre un padre y su hijo entrando en la adolescencia. ¿Qué pueden hacer los padres para animar a aquellos que están entrando en la adolescencia a compartir información importante, nuevas experiencias, o experiencias significativas? Durante los últimos quince años he observado a los maestros realizar preguntas importantes que generan respuestas honestas es escuelas urbanas, suburbanas, y rurales. Estos comparten similitudes en su forma de hacer preguntas y sus estrategias para escuchar con los padres efectivos. Utilizar destrezas para escuchar de forma activa, permite a los padres realmente escuchar lo que sus hijos adolescentes piensan cuando ellos: Realizan preguntas abiertas (que, como, cuando, donde, porque, como). Mientras esta es la base para escuchar de manera activa, frecuentemente lo olvidamos. El año pasado, un profesor de séptimo grado pregunto a su clase “¿eres tu un buen amigo?” un coro de estudiantes contesto “Si”, unos pocos contestaron “No”. Pero hablaron por un buen rato y de manera más energética cuando se les pregunto, “¿Qué es un buen amigo?” Desarrollan un nivel de comodidad con el “tiempo de espera” aun cuando el silencio flota en el aire. Los más jóvenes por lo general necesitan tiempo extra para formular sus pensamientos, especialmente cuando las preguntas y pensamientos son nuevos. Los profesores y padres que se encuentran ocupados necesitan paciencia para proveer este tiempo. Si continuamos con preguntas adicionales demasiado pronto, los jóvenes pueden sentir que están siendo interrogados. Contienen sus juicios iniciales cuando los adolescentes tratan de armarse con preguntas difíciles, dilemas confusos, y emociones perturbadoras. Algunas veces las cosas que los adolescentes dicen nos causan vergüenza. Afortunadamente, cuando les permitimos “pensar en voz alta” y les replanteamos lo que han dicho para que puedan escucharlo nuevamente, generalmente “corrigen” o refinan sus ideas. Confirmar y clarificar, envía el mensaje de que estamos tratando de entender primero y antes que nada, antes de juzgar. Realizan preguntas específicas para generar conversaciones cortas sobre un tema en particular. Hacer preguntas hipotéticas sobre algún dilema que se presenta en la escuela, en el barrio, o en las noticias, especialmente esos que no los involucran directamente, puede alentar a los adolescentes a analizar lo que podrían hacer en situaciones similares, evaluar acciones alternativas, y probar sus ideas con un adulto. Establecen una práctica regular compartiendo preguntas y escuchando, desarrollando gradualmente la capacidad de articular de los adolescentes, así como clarificar, probar, refinar y reafirmar su propio pensamiento en una variedad de temas. Esta práctica los prepara para enfrentar sus propios dilemas personales. Fuente: Kaye, S. M. & Thompson, P. (2007). Philosophy for teens: Questioning life’s big ideas. Waco, TX: Prufrock Press, Inc. Por más boletines informativos como este e información sobre The Collaborative on Early Adolescence, visite http://www.niu.edu/cea/.