VÍA CRUCIS de la EMPLEADA DE HOGAR 21-3-2008 VIA CRUCIS de la Empleada de Hogar CAMINO DE LA CRUZ Es el que recorrió Jesús y que nosotros queremos recorrer con El, para hacer memoria de lo que El vivió… Pero no es sólo recordar… Jesús se ha entregado por ti…Vive en ti y camina contigo momento a momento, día a día, siempre, lo veas o no lo veas. Aunque nosotras recorremos ahora su vía crucis, en realidad es El quien hace con nosotras nuestra Vía crucis. El que vive en ti te acompaña y recorre las estaciones de tu vida. Si tú estuvieras convencida de esto, todo se te haría más llevadero. Tú vives un trabajo quizás duro. Duro porque no lo has elegido, te ha sido impuesto por las circunstancias. Duro porque a lo mejor te exige estar lejos de tu país. Duro por la sensación de estar en una casa que no es tuya. Duro por el continuo contacto con personas que a lo mejor no te agradan. Todo esto entra dentro de los límites de la condición humana, pero si lo vivimos con Jesús se nos hace más llevadero, tiene un sentido distinto. 2 Esta tarde recorremos el camino de Jesús, pero El te invita a contemplarlo desde tu vida y desde tu trabajo, para que el compartir con Él lo sazone de nueva significación, la del amor. 1. Jesús es condenado a muerte MANOS DE ACEPTACIÓN V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo. Señor Jesús, contemplo tus manos que, pese a estar atadas, se abren para aceptar la cruz… Señor, cuantas veces me he rebelado ante un trabajo que yo sentía como impuesto, no querido ni elegido… Sin embargo TÚ aceptaste la cruz y la aceptaste por mí. Quiero aprender de Ti a aceptar el querer de Dios que, en este momento de mi vida, se manifiesta en mi trabajo. Padrenuestro, Avemaría y Gloria. V. Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí. R. Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén. 3 2. Jesús carga con la cruz MANOS DE AMOR V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo . Señor Jesús es como si tus manos acariciaran la cruz… delicadamente, casi con mimo… y es que tú amas el querer del Padre que se manifiesta en la cruz. Señor, cuantas veces ante mi trabajo duro me rebelo… Ayúdame a amar el querer de Dios en mi trabajo y a “acariciarlo” como instrumento para crecer en el amor. Padrenuestro, Avemaría y Gloria. V. Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí. R. Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén 3.- Jesús cae por primera vez MANOS DE BEDICIÓN V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo. 4 Señor Jesús, estás cansado y la cruz te pesa… y caes… Pero tú te apoyas en el madero como si fuera para ti un descanso y es como si lo bendijeras… Señor cuántas veces el cansancio de mi trabajo me puede y yo me rindo…Haz que nunca me sienta sola cuando la cruz del trabajo me pesa al punto de hacerme caer y tirar la toalla. Que recuerde que tú estás conmigo. Padrenuestro, Avemaría y Gloria. V. Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí. R. Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén 4.- Jesús se encuentra con María, su madre MANOS DE CONSUELO V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo. Aquí esta Maria… es el encuentro más doloroso y a la vez más dulce que tiene Jesús... Las manos de Jesús y de Maria se tocan… Maria consuela y es consolada… Por lo menos puede decir a Jesús aunque solo con la mirada: “estoy aquí contigo… no te dejo solo…” Maria a ti también te dice: “En tu camino salpicado de dificultades, cuando la cruz del trabajo, de la 5 incomprensión, de la rutina, te pesa, estoy contigo… no te dejo sola.” Padrenuestro, Avemaría y Gloria. V. Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí. R. Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén 5. El Cirineo ayuda a Jesús a llevar la Cruz MANOS DE AYUDA V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo. Jesús no puede mas… se dan cuenta de ello los soldados e invitan a un hombre de Cirene a coger la cruz…Este hombre afortunado recibe el regalo de ayudar a Jesús. De un gesto así, florece el amor en su vida. Tu también vives la experiencia de no poder más… de estar bajo el peso del cansancio… El Señor te dice: “no abandones la cruz, yo soy tu cirineo… Conmigo la cruz se hace ligera y suave. Y tú, sé también cirineo para los demás.” Padrenuestro, Avemaría y Gloria. V. Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí. 6 R. Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén 6. La Verónica limpia el rostro de Jesús MANOS DE COMPASIÓN V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo. Jesús se encuentra en el camino del Calvario con una mujer que se compadece de El, le enjuga el rostro que se queda grabado en el lino. Así El premia la compasión, sin palabras, pero sí con un hecho que deja el recuerdo del gesto compasivo. Cuando el trabajo te hace gotear sudor, el cansancio te puede… hay alguien que enjuga tu rostro con su amor… Es Jesús cercano a ti más de lo que crees, el que te hace llegar la brisa del frescor y a la vez te impulsa a caer en la cuenta de la fatiga de los demás… Tú puedes ser Verónica para otras personas. Padrenuestro, Avemaría y Gloria. V. Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí. R. Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén 7 7. Jesús cae por segunda vez MANOS DE VALOR V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo. Jesús cae otra vez. Pero con valentía, sacando fuerza de flaqueza, permanece agarrado con sus manos al madero. Tu, en tu trabajo, también caes, caes cuando te invade la tristeza ante el peso de la soledad, cuando tienes de ganas de dejar todo y marcharte…Entonces recuerda a Jesús…El no abandona el instrumento del amor que le une a los hombres y que es la cruz… El te dice:” animo, camina, estoy yo contigo, no temas”. Padrenuestro, Avemaría y Gloria. V. Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí. R. Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén 8. Jesús consuela a las mujeres de Jerusalén MANOS DE SOLIDARIDAD 8 V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo. Jesús se encuentra con las mujeres de Jerusalén y las consuela… Se hace solidario con sus sufrimientos… Les dice que no se preocupen por el, que piensen más bien en su suerte y la de sus hijos, y no se alejen del plan de Dios sobre ellos. En tu vida de trabajo, cada día tienes la posibilidad de solidarizarte con los sufrimientos de los que te rodean… Tus empleadores quizás esperan de ti un gesto, una palabra de consuelo, de cercanía. Jesús te dice. “No pases de largo del dolor de los demás, aunque nadie te diga algo de lo que está viviendo…Escucha los silencios…escucha los enfados…Quizás también estos ocultan situaciones dolorosas… Aprende de mi”. Padrenuestro, Avemaría y Gloria. V. Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí. R. Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén 9. Jesús cae por tercera vez MANOS DE FORTALEZA V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo. 9 Jesús cae por tercera vez… Parecía que no se iba a levantar más y que quedaría aplastado por la Cruz… Pero no… Con la fortaleza propia de quien ama se levanta… Escúchale. Es como si te dijera… “Mujer no te amedrentes frente a las dificultades, persevera en la prueba, trata de reconocer el amor de Dios en los momentos duros y ayuda a los demás… a las personas por quienes trabajas, para que sobrelleven los sufrimientos con talante evangélico… a los ancianos… a los que viven situaciones familiares dolorosas… a los niños que sufren el descuido de sus padres”. Padrenuestro, Avemaría y Gloria. V. Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí. R. Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén 10. Jesús es despojado de sus vestiduras MANOS DE MISERICORDIA V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo. 10 Jesús es despojado de sus vestiduras. El está expuesto a la mirada de todos desnudo… Es como un insulto a su dignidad. Tú también sufres situaciones de despojo… despojo de país, cultura, familia… Jesús te invita a vivirlo con amor y con apertura a lo que Dios te va ofreciendo en situaciones nuevas… Te invita a revestirte de sus sentimientos para que tu despojo tenga el tinte del amor. Padrenuestro, Avemaría y Gloria. V. Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí. R. Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén 11. Jesús es clavado en la cruz MANOS DE PERDÓN V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo. Jesús ya ha extendido sus brazos para acoger a todos… Todos caben en el abrazo de Jesús. Sus brazos están abiertos sobre el mundo… abiertos para todos los hombres… abiertos para ti… 11 Jesús te acoge entre sus brazos y a la vez te pide que acojas tú a todos… perdonando. El ha dicho de perdonar hasta setenta veces siete… es decir siempre y a todos… Es fácil que en tu corazón broten sentimientos de rencor, rebeldía contra situaciones injustas. Intenta perdonar, aprende a perdonar como lo hizo Jesús… aprende a reconocer la necesidad de ser perdonada por El tú también… Así perdonarás más fácilmente. Padrenuestro, Avemaría y Gloria. V. Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí. R. Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén 12. Jesús muere en la cruz MANOS DE SACRIFICIO V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo. Jesús muere en la cruz… Así se consuma el sacrificio de Jesús… En este momento sólo cabe el silencio, la adoración… Es demasiado grande el amor que tocamos en esta muerte como para decir palabras que no lleguen a nada. 12 Quizás Jesús espera de ti, que le digas:” quiero ser fiel a tu amor, quiero vivir mi trabajo compartiéndolo con los trabajos que has sufrido tú y te han llevado a la cruz. Quiero acoger mi trabajo como lugar de acercamiento a tu sacrificio.” Padrenuestro, Avemaría y Gloria. V. Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí. R. Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén 13. Jesús es bajado de la cruz MANOS DE ABANDONO V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo. Jesús es bajado de la cruz. Sus manos expresan el abandono de un hombre sin vida… Porque eso es: Jesús se ha quedado sin vida para darnos la vida… Jesús ha dado la vida por ti, ha abandonado libremente su vida, la ha dejado salir de su ser físico para que llegue a ti, como vida nueva. Sé portadora de vida nueva en la casa donde trabajas, contágiala a los ancianos, a los padres, a los 13 niños… y aprende a abandonarte en las manos de Jesús para recibir su vida. Padrenuestro, Avemaría y Gloria. V. Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí. R. Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén 14. Jesús es sepultado MANOS DE ESPERANZA V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo. Jesús es sepultado… Su cuerpo entra en la tiniebla del sepulcro… El ha querido vivir todo lo que el hombre vive para salvar al hombre… Más allá del sepulcro está la vida. Jesús está también en tu vida cuando hay tinieblas... Búscalo… su luz te brillará siempre… En los rincones oscuros de tu vida, en los momentos duros de tu trabajo, su luz está iluminado todo. Cree y confía. Padrenuestro, Avemaría y Gloria. V. Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí. R. Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén. Credo 14