'(73) DATOS GEOLÓGICOS 331 desita augítica invadida por la sílice haya sido englobada y arrastrada por otra no afectada por dicha invasión, parece demostrar que este curioso incidente tuvo lugar antes de la emisión total de estos materiales, probablemente entre dos momentos sucesivos de una misma erupción. Lo que desde luego no ofrece duda alguna es que la toba es muy posterior á las lavas andesíticas; probablemente cuaternaria muy moderna. La determinación del briozoo citado ha sido un dato precioso para este conocimiento. La situación geográfica de Alborán y su relación con los relieves del Mediterráneo circundante se prestan también á muy curiosas observaciones, que ahora no haré sino esbozar, pero que quizá sean más adelante objeto de un trabajo detenido. Enlázase •esta isla por el N. y por el S. á las tierras próximas de Almería y Cabo Tres Forcas, por una serie no interrumpida de eminencias submarinas, mientras que á Levante y Poniente se alcanzan en seguida grandes profundidades; en este último rumbo el nivel del fondo vuelve á subir bien pronto hacia el Estrecho de Gibraltar. Es un hecho indudable actualmente, la unión que hasta principios del pliocénico existió entre la península ibérica y la costa nordafricana. El Estrecho y toda el área comprendida entre él- y Alborán representa el eje hundido de un gran anticlinal cuyos restos son de una parte nuestro sistema montañoso penibético, y de otra las cadenas rifeñas. La disposición y naturaleza de los materiales de las diversas épocas geológicas han hecho indudable esta hipótesis después de los magistrales estudios de Suess y Macpherson. Pues bien, la presencia de esta arista submarina y su jalonamiento por materiales eruptivos relativamente antiguos (Cabo de Gata, Alborán, Cabo Tres Forcas), permiten reconocer en ella la costa occidental del Mediterráneo entre el final del miocénico y el principio del pliocénico. El estrecho geológico, es decir, la fractura que separó Europa de África, empieza realmente en Alborán para extenderse hacia Poniente hasta la altura del Cabo de Trafalgar. La línea de volcanes andesíticos que repetidamente hemos señalado, indica el límite externo de la zona de hundimiento del Mediterráneo occidental y es, por consiguiente, una región fracturada que fácilmente permitió por entonces la salida de los materiales volcánicos que actualmente estudiamos. Mem. R. Soc. esp. Hi?t. n a t , v, 1908.