20a CULTURA • MIERCOLES • 18 • ENERO • 2006 PA G I N A Q U I N C E N A L N U M E R O 1 3 7 Dibujo y fotografía de Marco Buenrostro EN EL ÁREA que habita actualmente el grupo étnico zoque, en la meseta central de Chiapas, hay varias poblaciones en las que se efectúa la ceremonia y danza del Calalá. En ella participan en ocasiones hasta más de 20 ejecutantes entre adultos, niños y jóvenes. El ritual ha cambiado mucho en los pasados 60 años. Ya desde 1940 los trabajos de Carlos Basauri hacen referencia a que en el pasado tenía un significado distinto del que se le asignaba en esos años. Seguramente en sus orígenes formó parte de las ceremonias del ciclo agrícola relacionada con la fertilidad, la lluvia y la naturaleza. A mediados del siglo XX las madres llevaban a sus pequeños hijos para recibir frutitas de nanche como regalo simbólico del calalá y propiciar así su sano crecimiento. Actualmente la más famosa representación del Calalá es la que se lleva a cabo en Suchiapa. La danza r epresenta la lucha de David contr a Goliat. U n niño vesti de negro, c do on una cor ona forrad oropel y lle a de na de flore s d e colores, e David o el s Gigantillo; ll e v a con su flec un arco ha y cada v ez que Goli se acerca, at chasquea la fl echa contr el arco sin a soltarla. Agradeceremos que nos envíen datos acerca de las celebraciones que se realizan en su comunidad, así como descripciones de sus costumbres y tradiciones. También serán bienvenidos sus comentarios y correspondencia a: La Jornada, Av. Cuauhtémoc 1236, colonia Santa Cruz Atoyac, Benito Juárez CP 03310, sección Cultura, página Tradición y Cultura. buenrostromarco@gmail.com COREOGRAFIA FELINA LOS PERSONAJES son un venado o calalá, el gigantón, los chamulitas, los reyecitos y las reinitas y los jaguares. Dos actores adultos representan al venado y al gigantón con gran destreza. El venado tiene un traje que consiste en una gran armazón de forma elíptica que cuelga de los hombros del actor con dos tirantes y mide unos dos metros de largo y cerca de un metro de ancho. Está hecha con bejuco y forrada con pieles de venado. La cabeza está disecada y es de un venado con cuernos de varias astas, tiene cuello largo. Adelante por los lados lleva dos alforjas y sobre la cola una cobija enrollada. El actor golpea con un fuete de tiras de cuero a quien se le acerca; frecuentemente también lo truena en uno de sus costados, quizá así invoca la lluvia. LOS JAGUARES están generalmente representados por jóvenes que actúan a gatas, pasando su larga cola de una mano a la otra, enseñando sus garras y olfateando al venado al que persiguen; se trata de una elegante y recia coreografía felina. Sus trajes, que cubren el cuerpo entero, han variado en tiempos más recientes; ahora pueden tener rayas como los tigres, en lugar de manchas como los jaguares, seguramente por la insistencia de llamarlos tigres. Así se pierden al mismo tiempo los símbolos solares y de la lluvia, como el que representaba al relámpago precursor de la lluvia, que hace todavía algunos años, llevaban pintados entre las manchas de la espalda. Su máscaras tienen forma de casco, como en la época prehispánica. LOS CHAMULITAS están representados usualmente por actores infantiles, maquillan su cara en blanco con tizate, visten colera (especie de jorongo) y portan un sombrero chamula con listones. Frecuentemente sacan de sus morrales iguanas vivas o tejones disecados para distraer a los jaguares. EN SUCHIAPA se dice actualmente que la danza representa la lucha de David contra Goliat. Un niño vestido de negro, con una corona forrada de oropel y llena de flores de colores, es David o el Gigantillo; lleva un arco con su flecha y cada vez que Goliat se acerca, chasquea la flecha contra el arco sin soltarla. LOS MÚSICOS zoques son excelentes tamborileros y piteros; usualmente acompañan al conjunto entre dos y cuatro. El clímax se alcanza después de que los actores recitan breves parlamentos de una lucha entre el bien y el mal, representados hoy por David y Goliat. El desenlace se inicia con la música conocida como ‘‘Corrida de la batalla”.