Documento descargado de http://www.elsevier.es el 19/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. ORIGINAL BREVE Autopsia clínica: una herramienta más en el servicio de urgencias hospitalario 65.431 María L. Iglesiasa, Juan Pedro-Botetb, Oriol Pallása, María J. López-Casanovasa, Esmeralda Hernández-Leala y Francesc Alamedac a Servicio de Urgencias. Servicio de Medicina Interna. c Servicio de Anatomía Patológica. Hospital del Mar. Universidad Autónoma de Barcelona. Barcelona. España. b FUNDAMENTO Y OBJETIVO: Determinar la utilidad de la autopsia clínica en el área médica del servicio de urgencias de un hospital universitario. PACIENTES Y MÉTODO: Estudio retrospectivo de las autopsias clínicas generadas por el servicio de urgencias de un hospital general universitario durante el período comprendido entre 1995 y 2000, y de la correlación entre los diagnósticos clínicos de urgencias y los anatomopatológicos de la autopsia, tanto iniciales como finales. RESULTADOS: Durante el período de estudio, fallecieron 1.484 (0,9%) de los 165.662 pacientes atendidos en el área médica de urgencias. Se realizaron 281 autopsias (18,9%), de las que 227 (15,3%) fueron judiciales. Sólo se incluyeron las 54 autopsias clínicas (3,6%). La disnea y el dolor precordial, los 2 síntomas guía más frecuentes, se correspondieron con los 2 diagnósticos clínicos iniciales más prevalentes, la enfermedad respiratoria/infecciosa y cardiovascular. En el 38,9% de las autopsias (21 casos), los diagnósticos clínicos y los anatomopatológicos fueron coincidentes, y en el 14,8% (8 casos) no coincidieron. El 25,9% de las autopsias (14 casos) se consideraron diagnósticas por desconocerse el diagnóstico clínico tanto inicial como final, y en el 14,8% (8 casos) fueron aclaratorias por desconocerse el diagnóstico clínico final. Un 5,5% de las autopsias (3 casos) de las autopsias fueron indeterminadas. En cuanto a la causa fundamental de muerte, el estudio necrópsico puso de manifiesto 9 (16,7%) casos de neoplasias no conocidas previamente. CONCLUSIONES: Los resultados del estudio confirman la necesidad y utilidad de la solicitud de autopsias clínicas de los pacientes fallecidos en el área médica de un servicio de urgencias y la importancia de la discusión clínico-patológica en el diagnóstico final del estudio autópsico. Palabras clave: Autopsia. Servicio de urgencias. Fallecimiento. Diagnóstico. Concordancia. Clinical autopsy: a useful tool in the emergency department of teaching hospitals BACKGROUND AND OBJECTIVE: We aimed to know the usefulness of clinical autopsy at the medical room of an emergency department in a teaching hospital. PATIENTS AND METHOD: Retrospective study of clinical autopsies performed in the emergency department of a teaching hospital between 1995 and 2000. We explored the correlation between clinical emergency and autopsy diagnosis. RESULTS: The number of deaths was 1,484 (0.9%) among 165,662 patients attended in the emergency medical room in the study period. Of 281 autopsies (18.9%), 227 (15.3%) were judicial. Only 54 clinical autopsies (3.6%) were included. Dyspnea and chest pain, the two more frequent guide symptoms, were in concordance with the two more prevalent initial clinical diagnoses: respiratory and cardiovascular diseases. 38.9% (21 cases) of autopsies agreed with the clinical diagnosis and 14.8% (8 cases) did not agree with it. 25.9% (14 cases) of autopsies were diagnostic since the clinical diagnosis, both initial and final, was unknown. Moreover, 14.8% (8 cases) autopsies were explanatory. Furthermore, 5.6% (3 cases) of autopsies were undetermined. With regard to the main cause of death, there were 9 (16.7%) cases of previously unknown neoplasms. CONCLUSIONS: The results of the present study confirm the need and usefulness of autopsy in patients dying in the medical room of emergency departments, as well as the crucial role of the clinico-pathological excercise in the definitive diagnosis of the postmortem examination. Key words: Autopsy. Emergency department. Cause of death. Diagnosis. Concordance. 33 La autopsia clínica ha sido una de las técnicas más importantes en el desarrollo de la medicina moderna. En los últimos años hemos asistido a una declinación progresiva de la práctica de autopsias clínicas hospitalarias, a pesar de que continúan revelando hallazgos inesperados y en muchas ocasiones relevantes1,2. De entre los factores implicados, cabe citar la edad cada vez más avanzada de la población fallecida, con la consiguiente dificultad para la obtención del consentimiento familiar y la falta de conciencia social sobre la necesidad y utilidad de las autopsias1-3. Asimismo, el retraso en la emisión de los informes anatomopatológicos definitivos, las discordancias entre los diagnósticos ante y post mortem y la sobrevaloración de las pruebas diagnósticas de alta tecnología son factores que contribuyen a considerar que aportan poca información3,4. La mayor parte de los estudios que analizan la utilidad de las autopsias están realizados en pacientes ingresados1,2,4, y son escasos los procedentes de autopsias generadas en los servicios de urgencias5,6. El objetivo del presente estudio ha sido evaluar de forma retrospectiva las autopsias clínicas solicitadas en el área médica de un servicio de urgencias durante un período de 6 años y la correlación entre los diagnósticos clínicos del servicio de urgencias y los anatomopatológicos de la autopsia. Pacientes y método El Hospital del Mar de Barcelona abarca un área de influencia de 350.000 habitantes y dispone de 420 camas hospitalarias. El área médica del Servicio de Urgencias está dividida en 4 niveles de atención según el estado de gravedad del paciente: nivel I, visita rápida al paciente leve; nivel II, visita al paciente agudo; nivel III, área de pacientes agudos no críticos pendientes de evolución o ingreso hospitalario, y nivel IV, área de observación donde se atiende al paciente agudo crítico. Durante el período comprendido entre enero de 1995 y diciembre de 2000 se analizó el resultado de las autopsias clínicas de pacientes procedentes del área médica del Servicio de Urgencias. Los diagnósticos se codificaron según la novena revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades. Cabe subrayar que no se realizan autopsias los fines de semana y festivos ni se practican autopsias completas a los pacientes infectados por el virus de la inmunodeficiencia humana. De cada historia clínica se evaluaron la edad, el sexo, el síntoma/signo guía motivo de consulta, los diagnósticos clínicos inicial y final de fallecimiento que constan en la hoja de solicitud del estudio necrópsico y los diagnósticos anatomopatológicos inicial y final. Se consideró diagnóstico anatomopatológico inicial al emitido por el patólogo según los hallazgos macroscópicos y microscópicos del estudio necrópsico, y diagnóstico anatomopatológico final al efectuado por un comité constituido por clínicos y patólogos, una vez analizados la historia clínica y los resultados histológicos. La correlación entre los diagnósticos clínicos y los anatomopatológicos se clasificó en 5 categorías: clase I, los diagnósticos anatomopatológicos inicial y final coinciden con los diagnósticos clínicos inicial y final, respectivamente; clase II, discordancia entre los diagnósticos anatomopatológicos y los clínicos, tanto inicial como final; clase III, la autopsia permite efectuar un diagnóstico anatomopatológico en sujetos sin diagnósticos clínicos inicial y final previos; clase IV, la autopsia es aclaratoria cuando aporta un diagnóstico anatomopatológico final en los casos con un diagnóstico clínico inicial pero de los que se desconoce el diagnóstico clínico final que ha llevado al fallecimiento del paciente; clase V, la autopsia es indeterminada al no esclarecer el diagnóstico clínico inicial ni final del fallecimiento. Por último, se examinaron las causas fundamentales, definidas como el estado desencadenante de todo el proceso que ha llevado a la defunción. Resultados Durante el período de estudio se atendió a 165.662 pacientes en el área médica de urgencias, y el número de fallecimientos fue de 1.484 (0,9%). De las 281 (18,9%) autopsias realizadas, 227 (15,3%) fueron judiciales. En el estudio se incluyeron sólo las 54 (3,6%) autopsias clínicas, con una distribución anualizada desde 1995 a 2000 de 15, 13, 6, 11, 5 y 4 autopsias/año. La edad media (desviación estándar) de los pacientes a los que se realizó la autopsia clínica fue de 70,6 (12,3) años; 32 (59%) eran varones y 22 (41%), mujeres. Los síntomas/signos guía que llevaron al ingreso en el Servicio de Urgencias se exponen en la tabla 1. El diagnóstico clínico inicial de fallecimiento y el anatomopatológico inicial se detallan en la tabla 2, y el diagnóstico clínico final de fallecimiento y el anatomopatológico final, en la tabla 3. En el 38,9% de las autopsias (21 casos) los diagnósticos anatomopatológicos ini- Correspondencia: Dr. J. Pedro-Botet. Servicio de Medicina. Hospital del Mar. Pg. Marítim, 25-29. 08003 Barcelona. España. Correo electrónico: 86620@imas.imim.es Recibido el 22-12-2003; aceptado para su publicación el 27-5-2004. Med Clin (Barc) 2004;123(9):337-9 337 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 19/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. IGLESIAS ML, ET AL. AUTOPSIA CLÍNICA: UNA HERRAMIENTA MÁS EN EL SERVICIO DE URGENCIAS HOSPITALARIO cial y final fueron coincidentes con los respectivos diagnósticos clínicos (clase I), y en el 14,8% (8 casos) no coincidieron (clase II). El 25,9% de las autopsias (14 casos) fueron diagnósticas en sujetos en los que no se había establecido un diagnóstico clínico inicial ni final (clase III), el 14,8% (8 casos) de las necropsias fueron aclaratorias al desconocerse el diagnóstico clínico final (clase IV) y el 5,5% (3 casos) fueron indeterminadas (clase V). En cuanto a la causa fundamental de muerte, 9 pacientes (16,7%) no presentaban ninguna enfermedad de base conocida, 11 (20,4%) tenían antecedentes de enfermedad neoplásica; 10 (18,5%), TABLA 1 Síntoma/signo guía de ingreso en el área médica del servicio de urgencias Síntoma/signos Disnea Dolor precordial Coma Síncope Dolor abdominal Indeterminado Hemiparesia Melenas Diarrea Fiebre Hemoptisis Síndrome constitucional Casos, n (%) 15 (27,9) 11 (20,3) 9 (16,6) 4 (7,4) 4 (7,4) 3 (5,5) 2 (3,7) 2 (3,7) 1 (1,9) 1 (1,9) 1 (1,9) 1 (1,9) de diabetes mellitus, y 8 (14,8%), de hipertensión arterial. Sin embargo, el estudio necrópsico puso de manifiesto 9 (16,7%) casos de neoplasias no conocidas previamente. Discusión La reducción del número de autopsias clínicas durante las últimas décadas es un fenómeno universal y numerosos estudios han examinado las razones subyacentes1,2,4. En el presente análisis descriptivo, el número total de autopsias es similar al de otras series, con la limitación de que no se ha podido incluir los hallazgos de las autopsias judiciales. La disnea y el dolor precordial, los 2 síntomas guía más frecuentes de la presente serie, se correspondieron con los 2 diagnósticos clínicos iniciales más prevalentes, la enfermedad respiratoria/infecciosa y la cardiovascular, hallazgos acordes con estudios previos4,6,7. Cuando un paciente fallece, la autopsia se considera la referencia óptima para confirmar el diagnóstico clínico, hecho que sucedió en aproximadamente el 40% de los casos de la presente serie. Además, cuando el diagnóstico clínico inicial o final fue indeterminado, el estudio necrópsico permitió alcanzar el diagnóstico de la causa de muerte en el 40% de los casos (au- TABLA 2 Diagnóstico clínico inicial de fallecimiento y anatomopatológico inicial de la autopsia Diagnóstico inicial de fallecimiento Infarto de miocardio Neumonía Sepsis Hemorragia digestiva alta Neoplasias Edema agudo de pulmón Abdomen agudo Tromboembolia pulmonar Cirrosis hepática Coma hiperosmolar Insuficiencia renal aguda Disección aórtica Cardiopatía isquémica Perforación intestinal Isquemia mesentérica Rotura cardíaca Miocardiopatía terminal Accidente cerebrovascular Indeterminado Diagnósticos clínicos, n (%) Diagnósticos anatomopatológicos, n (%) 12 (22,2) 12 (22,2) 4 (7,4) 3 (5,5) 2 (3,7) 2 (3,7) 2 (3,7) 1 (1,9) 1 (1,9) 1 (1,9) 1 (1,9) – – – – – – – 13 (24) 11 (20,3) 9 (16,6) 3 (5,5) 3 (5,5) 5 (9,3) – – 6 (11,1) 1 (1,9) – – 4 (7,4) 2 (3,7) 1 (1,9) 1 (1,9) 1 (1,9) 1 (1,9) 1 (1,9) 4 (7,4) TABLA 3 Diagnóstico clínico final del fallecimiento y anatomopatológico final de la autopsia Diagnóstico inicial de fallecimiento Fracaso respiratorio Shock séptico Trastorno del ritmo Hemopericardio Neoplasia en estudio terminal Shock cardiogénico Hepatitis aguda Enclavamiento cerebral Indeterminado 338 Med Clin (Barc) 2004;123(9):337-9 Diagnósticos clínicos, n (%) Diagnósticos anatomopatológicos, n (%) 9 (16,6) 9 (16,6) 9 (16,6) 2 (3,7) 1 (1,9) 1 (1,9) 1 (1,9) – 22 (40,8) 15 (27,9) 10 (18,6) 9 (16,6) 9 (16,6) 4 (7,4) 3 (5,5) – 1 (1,9) 3 (5,5) topsias aclaratorias y diagnósticas). Hay que destacar que el número de diagnósticos clínicos iniciales y finales indeterminados fue mayor que el descrito en otras series3,5,8, hecho atribuible a que la mayor parte de dichos estudios corresponden a pacientes hospitalizados en servicios de medicina interna o cuidados intensivos, con estancias más prolongadas y un mayor número de exploraciones complementarias. Sin embargo, son coincidentes en los diagnósticos anatomopatológicos iniciales correspondientes a las neoplasias malignas, la tromboembolia pulmonar y la rotura o disección de aneurisma aórtico. Otro aspecto de interés es la información que el estudio necrópsico aporta sobre el diagnóstico final de la muerte, frecuentemente desconocido por el clínico. En este sentido, del 40,7% de los casos con un diagnóstico clínico final indeterminado, porcentaje análogo al de otros estudios5,7,9, se pasó a sólo un 5,6% de autopsias con un diagnóstico anatomopatológico final indeterminado. Los diagnósticos no sospechados clínicamente como, por ejemplo, el no despreciable número de neoplasias, contribuyen de forma habitual a un nuevo planteamiento del diagnóstico inicial y final del fallecimiento3,9. Así, de entre los diagnósticos clínicos iniciales, la neumonía se redujo del 22,2 al 16,7% en el diagnóstico anatomopatológico inicial y, por el contrario, la tromboembolia pulmonar pasó de un 1,9% de los diagnósticos clínicos iniciales a ser de un 11% en el diagnóstico anatomopatológico inicial. Por otra parte, el estado terminal neoplásico como diagnóstico clínico final se incrementó del 1,9 al 7,4% en el anatomopatológico final. Con respecto a la correlación entre los diagnósticos clínicos y anatomopatológicos, una de las características diferenciales del presente estudio ha sido la creación de una nueva escala, dado que la clasificación de Goldman et al10, utilizada en la mayor parte de los estudios, no se adapta a las características intrínsecas de la asistencia en el área médica de un servicio de urgencias. Con dicho método, cabe destacar que la categoría clase I de correlación, es decir, cuando la autopsia coincide con los diagnósticos clínicos inicial y final, es inferior a otras series3-5,9. Además, existe un mayor número de desacuerdos con el diagnóstico anatomopatológico final. Ello puede atribuirse a 2 elementos intrínsecos al presente estudio. Por un lado, el ámbito de su realización, ya que por regla general la atención en el área médica del servicio de urgencias suele estar limitada en el tiempo y en el tipo de exploraciones complementarias, y por otra parte, a la optimización de los recursos en el diagnóstico anatomopatológico final mediante la discusión científica de un comité clinicopatológico. 34 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 19/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. IGLESIAS ML, ET AL. AUTOPSIA CLÍNICA: UNA HERRAMIENTA MÁS EN EL SERVICIO DE URGENCIAS HOSPITALARIO Los resultados del estudio confirman la necesidad y utilidad de la solicitud de autopsias clínicas en los pacientes fallecidos en un servicio de urgencias, y la importancia de la incorporación de un comité clinicopatológico en el diagnóstico final del estudio necrópsico. En este contexto, y como conclusión, podríamos decir que la autopsia siempre aporta algo más, incluso en los casos coincidentes. 2. 3. 4. 5. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Roosen J, Frans E, Wilmer A, Knockaert DC, Bobbaers H. Comparison of premortem clinical diagnoses in critically ill patients and subse- 35 quent autopsy findings. Mayo Clin Proc 2000; 75:562-7. Bayer-Garner IB, Fink L, Lamps LW. Pathologists in a teaching institution assess the value of the autopsy. Arch Pathol Lab Med 2002;126: 442-7. Sinard JH. Factors affecting autopsy rates, autopsy request rates, and autopsy findings at a large academic medical center. Exp Mol Pathol 2001;70:333-43. Bombí JA, Ramírez J, Sole M, Grau JM, Chabas E, Astudillo E, et al. Clinical and autopsy correlation evaluated in a university hospital in Spain (1991-2000). Pathol Res Pract 2003; 199:9-14. Balaguer Martínez JV, Gabriel Botella F, Braso Aznar JV, Núñez Sánchez C, Catalá Barceló T, Labios Gómez M. 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