VOTO PARTICULAR QUE FORMULA EL MINISTRO FRANCO GONZÁLEZ SALAS EN EL CONFLICTO COMPETENCIAL 146/2012, RESUELTO POR EL TRIBUNAL PLENO EN SESIÓN CELEBRADA EL SEIS DE ENERO DE DOS MIL CATORCE El Tribunal Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al resolver el recurso de reclamación 58/2007-PL, derivado de la controversia constitucional 11/2007, en sesión celebrada el doce de junio de dos mil siete, sostuvo que las competencias constitucionales son estrictas y cerradas, por lo que no se deben ampliar y prorrogar por decisión del juez constitucional. Sin embargo, en el conflicto competencial citado el rubro, la mayoría de los Ministros decidió que Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa era legal y constitucionalmente competente para conocer del juicio promovido por ********** en contra de la resolución en que se le sancionó administrativamente, emitida por la Contraloría Interna del Instituto Federal Electoral, en términos de lo establecido en el artículo 387 del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales; decisión que si bien es plausible por resolver el problema que plantea el caso concreto con una visión práctica, a mi juicio y con pleno respeto a esa decisión mayoritaria, carece de sustento constitucional, por las razones que a continuación expondré. En la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos son dos los artículos que establecen la competencia de los tribunales contenciosos administrativos para dirimir disputas. Según lo dispuesto en la fracción XXIX-H del artículo 73 1 , a dichos tribunales les 1 Artículo 73. El Congreso tiene facultad: corresponde resolver las controversias que se susciten entre la administración pública federal y los particulares (la segunda parte de esa fracción que fue adicionada posteriormente será abordada más adelante); además, la fracción IV del artículo 79 2 les atribuye el conocimiento de las impugnaciones promovidas por las entidades del Estado mexicano o por los servidores públicos adscritos a ellas en contra de las sanciones y demás resoluciones de la entidad de fiscalización superior de la Federación. Fuera de esas competencias, la Constitución no les otorga ninguna otra a este tipo de tribunales de lo contencioso administrativo3. Así, en atención al principio de supremacía constitucional, el legislador ordinario está facultado a instituir tribunales de lo […] XXIX-H. Para expedir leyes que instituyan tribunales de lo contenciosoadministrativo, dotados de plena autonomía para dictar sus fallos, y que tengan a su cargo dirimir las controversias que se susciten entre la administración pública federal y los particulares, así como para imponer sanciones a los servidores públicos por responsabilidad administrativa que determine la ley, estableciendo las normas para su organización, su funcionamiento, los procedimientos y los recursos contra sus resoluciones; […] Artículo 79. […] IV. Determinar los daños y perjuicios que afecten a la Hacienda Pública Federal o al patrimonio de los entes públicos federales y fincar directamente a los responsables las indemnizaciones y sanciones pecuniarias correspondientes; así como promover ante las autoridades competentes el fincamiento de otras responsabilidades; promover las acciones de responsabilidad a que se refiere el Titulo Cuarto de esta Constitución, y presentar las denuncias y querellas penales, en cuyos procedimientos tendrán la intervención que señale la ley. Las sanciones y demás resoluciones de la entidad de fiscalización superior de la Federación podrán ser impugnadas por las entidades fiscalizadas y, en su caso, por los servidores públicos afectados adscritos a las mismas, ante la propia entidad de fiscalización o ante los tribunales a que se refiere el articulo 73, fracción XXIX-H de esta Constitución conforme a lo previsto en la Ley. 2 3 En los trabajos legislativos de la reforma publicada en el Diario Oficial de la Federación del 10 de agosto de 1987, por la que se adicionó la fracción XXIX-H al artículo 73 constitucional, no existe referencia alguna a que dichos tribunales pudiesen tener una competencia distinta a la expresamente otorgada por ese precepto. 2 contencioso administrativo encargados únicamente de resolver las controversias que se susciten entre la administración pública federal y los particulares, así como aquellas entre los servidores públicos o las entidades del Estado mexicano y la Auditoría Superior de la Federación (dado que en el texto constitucional se les otorgó de manera cerrada solamente esa competencia), por lo que, en consecuencia, si el Congreso de la Unión atribuye al Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa –que tiene el carácter de tribunal de lo contencioso administrativo- una competencia distinta a la que expresamente se refieren los citados artículos, sin que esté dispuesta en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, debe considerarse que su actuación con competencias distintas a las señaladas, resulta inconstitucional, pues el legislador ordinario está ampliando y prorrogando una competencia constitucional que, según se dijo, debe considerarse como estricta y cerrada. Por ende, el artículo 387 del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, a mi juicio, es contrario al texto de la Constitución Federal, pues en ese artículo el Congreso de la Unión atribuyó al Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa la competencia para conocer de las resoluciones por las que se impongan sanciones administrativas a los servidores públicos del Instituto Federal Electoral, lo que se traduce en dotarlo de una competencia que no corresponde con las que constitucionalmente se reservaron para los tribunales contenciosos administrativos en los artículos 73, fracción XXIX-H, y 79, fracción IV, con las que se ha dado cuenta en este voto particular; y, en mi opinión, no pueden ser asignadas por analogía, orden práctico, o interpretación extensiva del texto expreso constitucional. 3 Sin que al respecto pueda considerarse, como lo hizo la mayoría de los Ministros, que lo dispuesto en el citado artículo 387 encuentra sustento en la segunda parte de la fracción XXIX-H del artículo 73 constitucional, en la que se establece la facultad de los tribunales contenciosos para imponer sanciones a los servidores públicos por responsabilidades administrativas, pues se trata de aspectos diferentes, ya que una cosa es la competencia para resolver controversias y otra la facultad de imponer sanciones por el órgano jurisdiccional y, en su caso, darle competencia para conocer de las impugnaciones que se generen por las sanciones por él impuestas (aunque ello pueda parecer poco conveniente al convertir al tribunal, en esos supuestos, en juez y parte demandada). En efecto, desde su adición mediante reforma publicada el diez de agosto de mil novecientos ochenta y siete, en esencia el texto de la fracción XXIX-H del artículo 73 constitucional establecía que el Congreso de la Unión tenía facultades para expedir leyes que instituyan tribunales de lo contencioso administrativo encargados de dirimir las controversias que se susciten entre la administración pública federal y los particulares, estableciendo las normas para su organización, su funcionamiento, el procedimiento y los recursos contra sus resoluciones4. En la reforma publicada el cuatro de diciembre de dos mil seis, se adicionó una segunda parte a la citada fracción, en la que se El texto de la citada fracción era: “XXIX-H.- Para expedir leyes que instituyan tribunales de lo contencioso-administrativo dotados de plena autonomía para dictar sus fallos, que tengan a su cargo dirimir las controversias que se susciten entre la Administración Pública Federal o del Distrito Federal y los particulares, estableciendo las normas para su organización, su funcionamiento, el procedimiento y los recursos contra sus resoluciones.” 4 4 dispuso que el tribunal contencioso administrativo tiene facultades: para imponer sanciones a los servidores públicos por responsabilidad administrativa, en términos de lo que dispongan las leyes, estableciendo las normas para su organización, su funcionamiento, los procedimientos y los recursos contra sus resoluciones.5 En la exposición de motivos que acompañó la iniciativa que concluyó con dicha reforma se expuso que: “[…] no obstante que en dicha fracción (XXIX-H) se dispone que los tribunales de lo contencioso administrativo estarán dotados de plena autonomía para dictar sus fallos, debe reformarse la misma a efecto de que, en forma expresa, dichos tribunales tengan competencia para instaurar procedimientos e imponer sanciones a los servidores públicos, cuando estos hayan incurrido en responsabilidades administrativas, pues el tribunal de lo contencioso administrativo actualmente sólo está facultado para dirimir controversias. Por ello, se hace necesaria esta reforma constitucional, a fin de evitar que la justicia de la Unión ampare y proteja a los quejosos que la soliciten, con motivo de esta falta de previsión constitucional.6” Consecuentemente, si bien es cierto como sostuvo la mayoría de Ministros en la sesión del Tribunal Pleno en que se resolvió este asunto, respecto a que el término servidores públicos debe entenderse en sentido amplio, ello solo aplica específicamente en lo que hace a la facultad para imposición de sanciones, mas no en la competencia para El texto reformado es “XXIX-H.- Para expedir leyes que instituyan tribunales de lo contencioso-administrativo, dotados de plena autonomía para dictar sus fallos, y que tengan a su cargo dirimir las controversias que se susciten entre la administración pública federal y los particulares, así como para imponer sanciones a los servidores públicos por responsabilidad administrativa que determine la ley, estableciendo las normas para su organización, su funcionamiento, los procedimientos y los recursos contra sus resoluciones. 6 Exposición de motivos de la iniciativa de reforma constitucional presentada por el grupo parlamentario del Partido de la Revolución Institucional en la Cámara de Senadores el diecinueve de noviembre de dos mil tres. 5 5 resolver controversias suscitadas entre la administración pública federal y los particulares. De igual manera, resulta muy debatible el argumento que se utilizó durante la discusión de este asunto, en el sentido de que la parte final de la fracción que señala “…,estableciendo las normas para su organización, su funcionamiento, el procedimiento y los recursos contra sus resoluciones.”, autoriza al legislador para prorrogar la competencia expresa del tribunal a los casos como el previsto en el artículo 387 del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, dado que esa porción normativa siempre ha estado referida a la competencia expresa del órgano jurisdiccional que tiene el cráter de contencioso administrativo, como se evidencia con el siguiente cuadro comparativo entre el texto original y la del reformado de dicha fracción constitucional: TEXTO ORIGINAL DE 1987 TEXTO VIGENTE A PARTIR DE 2006 “XXIX-H. Para expedir leyes que instituyan tribunales de lo contencioso-administrativo dotados de plena autonomía para dictar sus fallos, que tengan a su cargo dirimir las controversias que se susciten entre la Administración Pública Federal o del Distrito Federal y los particulares, estableciendo las normas para su organización, su funcionamiento, el procedimiento y los recursos contra sus resoluciones.” “XXIX-H.- Para expedir leyes que instituyan tribunales de lo contenciosoadministrativo, dotados de plena autonomía para dictar sus fallos, y que tengan a su cargo dirimir las controversias que se susciten entre la administración pública federal y los particulares, así como para imponer sanciones a los servidores públicos por responsabilidad administrativa que determine la ley, estableciendo las normas para su organización, su funcionamiento, los procedimientos y los recursos contra sus resoluciones.” Como se desprende diáfanamente del ejercicio de comparación anterior, no puede existir duda de que tanto el objetivo del legislador descrito en los trabajos legislativos, como lo que quedó plasmado en el texto expreso constitucional, con la reforma de 2006, lo único que se hizo fue ampliar la competencia de los tribunales contenciosoadministrativos para que éstos puedan imponer sanciones a los 6 servidores públicos por responsabilidad administrativa que determine la ley, pero no para conocer de las impugnaciones que se generen por la imposición de sanciones de otros órganos –máxime si se trata de un órgano constitucional autónomo. Por lo anterior, considero que en el conflicto competencial de mérito no se debió resolver en el sentido de que el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa es legalmente competente para conocer del juicio promovido en contra de la resolución de la Contraloría Interna del Instituto Federal Electoral, en la que se sancionó a un servidor público de dicho instituto. ATENTAMENTE MINISTRO JOSÉ FERNANDO FRANCO GONZÁLEZ SALAS En términos de lo dispuesto por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en su sesión del veinticuatro de abril de dos mil siete, y conforme a lo previsto en los artículos 3, fracción II, 13, 14 y 18 de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la información Pública Gubernamental, así como en el segundo párrafo del artículo 9° del Reglamento de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del Consejo de la Judicatura Federal, en esta versión pública se suprime la información considerada legalmente como reservada o confidencial que encuadra en esos supuestos normativos. 7