lexicología - Universidad Autónoma de Madrid

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 LEXICOLOGÍA
Elena de Miguel
1. DEFINICIÓNY OBJETO DE ESTUDIO
La lexicología es la disciplina que estudia el significado de las unidades léxicas de una
lengua y las relaciones sistemáticas que se establecen entre ellas en virtud de su
significado. Tiene como objetivos básicos: describirel significado de las palabras y
elaborar propuestas sobre cómo se codifica;explicar los casos en que una misma
secuencia de sonidos (y grafías) tiene más de un significado;establecer y analizar las
relaciones de significado que mantienen las palabras y las clases léxicas que conforman;
ydar cuenta de los procesos que desencadenan cambios en el significado de las palabras.
2. LA CONSTITUCIÓN DE LA LEXICOLOGÍA COMO DISCIPLINA
LINGÜÍSTICA
El establecimiento de la lexicología como disciplina lingüística independiente es
relativamente reciente, lo que explica la escasa presencia del término en enciclopedias,
diccionarios especializados, manuales y monografías sobre el estudio del significado. Sí
se encuentra, no obstante, en 1976, en la Gran Enciclopèdia Catalana dirigida por Joan
Carreras y Martí, donde se define como el estudio sincrónico de la significación de las
palabras, que se consideran elementos interdependientes de una estructura de carácter
social.
Estadefinición es heredera de la concepción de George Matoré, quien fijó de forma
explícita los límites de la disciplina en La Méthode en Lexicologie de 1953 y defendió la
independencia de su método, sustentado en los principios del estructuralismo europeo.
Para Matoré, la lexicología constituyeun estudio teórico,vinculado a la sociología y la
historia,que analiza los grupos de palabras desde una perspectiva nocional y sincrónica
y contribuye a explicar la vida social de una comunidad lingüística en un determinado
1 momento histórico, formulación que no se corresponde con la concepción más
extendida hoy en día.
La labor del lexicólogo ha ido variando a lo largo de la historia de los estudios
lingüísticos, en consonancia con el área de estudio atribuida,en función de las unidades
y los fenómenos que haconsiderado objeto de su interés, y fundamentalmente, como
consecuencia de los principios en que ha fundado su estudio y los métodos queha
utilizado para llevarlo a cabo.
2.1.Los primeros temas de la lexicología: etimología, cambio léxico y semántico,
y variación
Antes de que la lingüística se constituyera como disciplina científica, el estudio del
léxico se ocupaba fundamentalmente del origen de las palabras y de cómo surgen
nuevas palabras y nuevos significados en la historia de las lenguas: en el siglo XIX la
lexicología constituía una aproximación diacrónica ala etimología, el cambio léxico y el
cambio semántico.
Un cambio léxicoes un cambio en el volumen del léxico de una lengua. El vocabulario
disminuye si se produce una pérdida léxica, esto es, si una palabra deja de usarse por
completo (exir‘salir’, verbodel castellano antiguo) o pervive como un uso arcaico,
literario o restringido a una zona geográfica (doblón ‘moneda antigua de oro’). El léxico
aumenta si se produce una incorporación o neología, es decir,si se crea una nueva
palabra por medio deun proceso de formación de palabras propio de la lengua
(internauta ‘que navega por Internet’, ‘usuario habitual de Internet’) o sise toma de otra
lengua, con adaptación fonética y ortográfica (voleibol) o sin ella (baguette) (Álvarez de
Miranda 2009).
Uncambio semántico es un cambio en el significado de una palabra, que adopta un
significado nuevo (navegar ‘viajar por un medio acuático o aéreo’ > ‘desplazarse por
una red informática’) o pierde uno previo (cebo, del latín cibus ‘alimento’>‘alimento
para animales’ > ‘alimento con que se atrae a los peces’ y ‘persona o cosa que se utiliza
para atraer de manera engañosa o inducir a una acción’). Cuando una palabra cambia de
significado porque adopta uno nuevo no pierde por lo general el que tenía previamente,
de modo que muchas palabras son polisémicas (como navegar).
Un cambio semántico se suele producir por la necesidad de designar una nueva realidad
o concepto (así,coche, inicialmente ‘vehículo tirado por caballos’, se usa ahora como
2 sinónimo de automóvil en español europeo); para evitar palabras desagradables (aseo,
servicio, lavaboy bañosignifican hoy lo que letrina y retrete, en desuso);y también por
causas internas a la propia lengua, como la semejanza fonética entre palabras (aterrar,
originariamente ‘derribar, echar por tierra’, y posteriormente ‘abatir, consternar’,pasa a
significar ‘aterrorizar’ por su proximidad con terror)(Espinosa 2009).
El cambio que experimentan las palabras en el espaciose conoce cono variación
dialectal(coche, carro yautodesignan el mismo vehículo en distintas variedades del
español); variación diastráticaes la que manifiesta el léxico en los distintos niveles
socioculturalesy, típicamente, en los lenguajes especializados (amigdalitis es el término
especializado de la medicina para la enfermedad que en la lengua estándar se
denominaanginas) y variación diafásica es la que se observa en los distintos registros
(obsoletoes una palabra de registro más elevado que anticuado y ambas son más
formales que viejuno, palabra reciente y juvenil que no está recogida en el Diccionario
de la RAE).
Los estudios sobre cambio y variación léxica constituyen el área más clásica del trabajo
lexicológico y se han abordado tradicionalmente desde una perspectiva descriptiva; de
hecho, no interesaron a la primera lexicología teórica. Sin embargo, en las últimas
décadas la lexicología ha recuperado la cuestión del cambio y la variación con nuevos
enfoques y herramientas. En concreto, la investigación sobre el cambio semántico se ha
desarrollado considerablemente ligada al estudio de la metáfora (se me puso la piel de
gallina) y la metonimia (en nuestro grupo musical, mi primo era el batería y yo el
bajo), mecanismos de creación de significado fundamentales para la Semántica
Cognitiva. Y los trabajos sobre variación dialectal y sociolectalse han orientado
definitivamente en línea con la sociolingüística y avanzan vinculados a los presupuestos
y los métodos de la sociología: es el caso de los estudios sobre disponibilidad
léxica,integrados en el ámbito del español en el marco general del Proyecto
panhispánico de disponibilidad léxica dirigido por Humberto López Morales.
2.2. La constitución de la lexicología como disciplina teórica: el enfoque de
inspiración estructural
Con la aparición del estructuralismo en el panorama de la lingüística europea, el estudio
del léxico adquiere un estatus nuevo durante la primera mitad del siglo XX. Sus
3 presupuestos y métodos configuran una disciplina teórica autónoma, bautizada por
Coseriu comolexemática estructural.
La unidad del léxico es ahora el lexema, que se materializa en el habla como palabra
−en correspondencia con la distinción [fonema/sonido]−: así,comió y comía son dos
palabras que materializan un único lexema comer. El lexema consta de rasgos
distintivos: los semas, elementos mínimos de contenido que permiten establecer
oposiciones entre unidades léxicas: p.ej., el sema [±CON BRAZOS] opone sillón y silla y
el sema [±RESPALDO] opone silla y taburete.
Sobre la base de las oposiciones de semas se construye la noción de campo léxico,
fundamental en la semántica moderna; el concepto, que puede retrotraerse a Trier
(1931) −aunque ha recibido distintas formulaciones, entre otras, lasde Pottier y Coseriu;
cf. Villar 2009−, se sigue del presupuesto saussureano según el cualel significado de
una unidad léxica depende del significado de las otras unidades con las que se relaciona
en el sistema. Los lexemasformangrupos o campos en virtud de esas relaciones.Un
campo léxico es el conjunto de lexemas relacionados por un contenido común y
opuestos por rasgos distintivos mínimoso semas. Se llama archilexema al lexema que
representa todo el contenido de un campo léxico.
Los
lexemas
que
componen
un
archilexemason
miembros
de
un
campo
léxicodiferenciados por la especificación de sus rasgos;p.ej.,el campo léxico del
archilexema [ASIENTO] contiene, entre otros, los lexemas silla, sillón, taburete, puf y
sofá, que pueden definirse en términos de seis rasgos distintivos (Pottier 1963: 11-17):
Silla:
[+PARA SENTARSE, +CON PATAS, +PARA UNA PERSONA, +RESPALDO, -BRAZOS, +MATERIAL RÍGIDO]
Sillón:[+PARA SENTARSE, +CON PATAS, +PARA UNA PERSONA, +RESPALDO, +BRAZOS, +MATERIAL RÍGIDO]
Taburete:[+PARA SENTARSE, +CON PATAS, +PARA UNA PERSONA, -RESPALDO, -BRAZOS, +MATERIAL RÍGIDO]
Sofá:[+PARA SENTARSE, +CON PATAS, -PARA UNA PERSONA, +RESPALDO, +BRAZOS, +MATERIAL RÍGIDO]
Puf:[+PARA SENTARSE, -CON PATAS, +PARA UNA PERSONA, -RESPALDO, -BRAZOS, -MATERIAL RÍGIDO]
2.3.La categorización en términos de rasgos binarios frente a la categorización en
función de prototipos: categorías discretas y categorías borrosas
El análisis componencial de la lexicología estructural se encontró con dificultades
derivadas de la naturaleza de su objeto de estudio (Ullman1962: cap.9):
4 (a) los lexemas que integran un campo léxico son seleccionados en función de sus
rasgos distintivos, pero el léxico, a diferencia del sistema fonológico de las lenguas, no
cuenta con un inventario finito de unidades (ni de lexemas ni de rasgos léxicos
distintivos); los rasgos propuestos para [ASIENTO] solo sirven para oponer los miembros
de ese campo léxico; los rasgos necesarios para dar cuenta de la totalidad de los campos
léxicos constituyen un inventario inabarcable;
(b) para algunos campos léxicos es muy difícil proponer cuáles serían sus rasgos
distintivos: piénsese por ejemplo en la dificultad que implica descomponer en semas los
nombres de ruidos (murmullo, susurro, chirrido, chasquido)o los de sentimientos y
emociones (alegría, esperanza, temor, inquina, rencor);
(c) las relaciones de significado son difíciles de expresar en términos de oposición
binaria: pájaro se define como [+AVE] yavecomo [+ANIMAL
AVIARIO],
lo que no es
suficiente sino circular;
(d) la definición en términos de rasgos que oponen los miembros de un campo obliga a
asignar los miembros no prototípicos a una clase a la que pueden no pertenecer en el
mundo real: p.ej., un asiento con respaldo y brazos se considera dentro de la clase
SILLÓN,
aunque en el mundo real esté categorizado como SILLA.
Aun defendiendo la independencia de la lengua respecto del mundo, estos casos
necesitan recibir una explicación; si la definición de silla deriva en parte de la
especificación negativa del rasgo [± BRAZOS], hay que dar cuenta de por qué se usa para
referirse a un objeto que no se ajusta a esa definición; y si proponemos que el rasgo
puede neutralizarse y el lexemasilla puede estar, en ciertos casos, especificado
positivamente para el rasgo [± BRAZOS], hay que explicar entonces en qué se diferencia
de sillón, al que se opone exclusivamente en función de ese rasgo. El problema afecta a
todos los miembros del campo: la definición de sofá en términos de los rasgos [+PARA
SENTARSE,
RÍGIDO]
+CON
PATAS,
-PARA
UNA PERSONA,
+RESPALDO, +BRAZOS, +MATERIAL
sirve igualmente para banco. Para distinguirlos, es preciso algún rasgo más:
quizá [±
MULLIDO],contenido
quepareceuna característica del objeto en el mundo
exteriormás que un rasgo abstracto de la lengua que permita clasificar la realidad y
resulte productivo para distinguir tipos de nombres de asiento.
La introducción del mundo perturba la explicación del significado en los términos
sistemáticos de estructura estrictamente lingüística perseguidos por esta primera
lexicología teórica. El propio Coseriu se plantea pronto en qué medida los
semaspropuestos son realmente lingüísticos y en qué medida es ajeno a la lengua el
5 material con que se fabrica un sofá, información que parece más relacionada con la
cultura, la moda, las costumbres (Villar 2009). Aunque el objetivo de la lexicología
estructural es analizar exclusivamente aquello que pertenece al dominio lingüístico,
excluyendo todo elemento dependiente del conocimiento del mundo, ello no permite
solventar el que se considera el principal problema del modelo, consecuencia de haber
sido importado de la fonología: la categorización en términos de oposición binaria.
Frente a la organización de las palabras en categorías cerradas, discretas y uniformes, la
Semántica Cognitiva plantea un tipo de categorización por prototipos, que permite
superar algunos de los problemas del análisis estructural. La propuesta parte de la
comprobación de que son muy pocos los campos léxicos organizados mediante
oposiciones binarias de sus miembros (tal vez el de los colores, o el de las relaciones
familiares); lo más frecuente es que la pertenencia de un miembro a una categoría se
determineporsu grado de aproximación a un prototipo, entendido este como el mejor
ejemplo de la categoría: un conjunto de atributos, ni necesarios ni suficientes, que
permite caracterizar una palabra como perteneciente a una categoría. Las categorías,
así concebidassonborrosas y heterogéneas, e incluyen miembros centrales, próximos
al prototipo, y miembros periféricos, alejados del prototipo: p.ej. la categoría
AVEincluye
pájaro, que es un ejemplar central, y pingüino, bastante alejado de la
imagen del prototipo y muy próximo a la idea de PEZ, puesto que es un ave marina que
nada y no vuela; aunque no vuele, pingüinopertenece a la categoría
AVE,
puesto que
[VOLAR] no es un atributo necesario de la categoría −al igual que [NADAR] no es un
atributo suficiente de la categoría
PEZ−,
perose define como un miembro periférico. De
igual modo, si unobjeto del mundo real que identificamos con una silla tiene brazos,
puede no ser una silla prototípica, pero no por ello deja de ser miembro de la categoría a
la que nos referimos en la lengua con la palabra silla.
Las definiciones basadas en las nociones de atributo difuso y esquema
prototípicoplantean también problemas: algunas categorías complejas resultan difíciles
de identificar con un prototipo; se suele citar el caso deguppy, lebistesopez millón,
quenoresponde a la imagen de miembro prototípico de la categoría
PEZ,
en la que
incluimos como miembros centrales trucha o dorada. Se trata de un pezmuy conocido
en el mundo de la acuarofilia, muy frecuente en los acuarios domésticos, pero tampoco
esun miembro central de la categoría
MASCOTA,
que asociamos prototípicamente con
perro o gato. Sin embargo, sí es prototípico de la categoría
PEZ MASCOTA,
categoría
compleja a la que es difícil asignar prototipo. La dificultad aumenta cuando el
6 significado de la palabra que constituye una categoría compleja no se deduce de las
palabras que contiene (pasamontañas), es decir, cuando es idiomática, caso en que
parece difícil asignarla a un determinado prototipo, ni como miembro central ni como
periférico; la idiomaticidadrepresenta un punto débil de la teoría de los prototipos
(Mairal,coord. 2010).
En suma, existen dos posturas bien diferenciadas respecto de cómo se organiza el léxico
de una lengua: la de los análisis de tipo componencial, que postulan que el significado
surge de la combinación de componentes básicos, abstractos y de naturaleza lingüística,
que estructuran el vocabulario de una lengua en categorías discretas; y la de la
Semántica Cognitiva, que considera que el significado es el resultado de un proceso
mental complejo de categorización en términos de prototipos, cuyos atributos son
tangibles y extralingüísticos, y organizan el léxico en categorías borrosas. Ahora bien,
esta segunda aproximación no se puede denominar lexicológica en un sentido propio del
término, dado que se asienta en una concepción del lenguaje en la que el léxico
noconstituye un componente independiente de la gramática sino que forma con ella un
continuum de emparejamientos de forma y significado; el estudio de la interpretación de
las palabras y expresiones en este modelo consiste en establecer cómo operan ciertos
procesos cognitivos de carácter general, y no en analizar propiedades, relaciones y
operaciones específicas del léxico y sus unidades.Por tanto, dentro de los límites de la
lexicología en sentido estricto,los presupuestos cognitivistasno permiten superar las
dificultades del análisis componencial del estructuralismo.
Los problemas de la lexicología estructural permanecen sin resolver e impiden el
desarrollo de una teoría explicativa (en el sentido de predictiva). Ello contribuyó a
supaulatino abandono a lo largo de la segunda mitad del siglo XX, aunquealgunos de
sus presupuestos y sus temas pervivenen otros modelos (Geeraerts 2010).
2.4. La herencia de la lexicología estructural
La huella de la lexicología estructural se encuentra en distintos modelos de corte
funcional, quebasan sus análisis en la descomposición en rasgos primitivos y que
defienden la concepción de la lengua como un sistema en el que las unidades léxicas se
definen en función de sus relaciones con otras: p.ej., el modelo lexemático funcional de
Martín Mingorancey otras propuestas de corte funcionalista de las que se encuentra un
7 panorama en Mairal y Cortés (2009) yMairal (coord.)(2010), y la Teoría Sentido-Texto
(TST) deMel’čuk.
La descomposición léxica del estructuralismo está también en la base del análisis
componencial de la primera Semántica Generativay de propuestas posteriores de
modelosde corte generativo, incluido el Lexicón Generativo(LG) de Pustejovsky.En la
misma línea se incluye la Semántica Conceptual de Jackendoff, que postula, desde una
perspectiva cognitiva, que el significado de una palabra es un compuesto formado por
una determinada combinación de conceptos atómicos representados en la mente:los
primitivos semánticos, cuyo inventario más significativo es el propuesto porWierzbicka
y Goddard−cf. Goddard y Wierbicka (eds.) (2002)−.
Asimismo, persiste en la investigación sobre el léxicouna cuestión fundamental para el
estructuralismo: el estudio de las relaciones sistemáticas de las palabras en el paradigma
y en el sintagma. Las relaciones paradigmáticas son el fundamento del concepto de
campo léxico: cada uno de los miembros de un campo (p.ej., sofá<ASIENTO) forma parte
de una red asociativa con los demás miembros (p.ej., taburete), con los que mantiene
relaciones de implicación y de oposición en el léxico mental. Las relaciones
sintagmáticasson las combinaciones que establecen entre sí las palabras en virtud de su
significado: sofá se asocia con tirarse y disfrutar;taburete con tambalearse y caerse;
por ello,me tiré en el sofá ydisfruté de él un buen ratoy el taburete se tambaleó y se
cayó cuando me senté en él son combinaciones más naturales que #me tiré en el
taburete y disfruté de él un buen rato y#el sofá se tambaleó y se cayó cuando me senté
en él.1De hecho, el estudio de estas relaciones es el gran tema de la investigación
lexicológica en el siglo XXI (De Miguel 2009a), reformulado en términos
decombinaciones (relaciones sintagmáticas),como las de sofá contirarse y taburete con
tambalearse,
que
derivan
de
lasredesque
establece
la
palabra(relaciones
paradigmáticas),y ha inspirado importantesproyectoslexicográficos como elDiccionario
de Colocaciones del Español (DiCE) (Alonso Ramos2014) y el Diccionario
combinatorio del español contemporáneo (REDES) (Bosque 2004).
También constituye un debate abierto el asunto de la distinción entre lo que
corresponde a la lengua y lo que pertenece al mundo real en el estudio del léxico. Los
modelos de inspiración estructural (incluidos los funcionales y generativistas) defienden
un estudio del significado léxico centrado en definir las palabras y no los objetos o
eventos del mundo a los que se refieren, punto básico de discrepancia con los
semantistas cognitivos, para quienes la lengua, como una manifestación más de la
8 cognición, incorpora el mundo en sus conceptualizaciones. En el momento actual, son
muchos los modelos, funcionales y formales, que integran lo lingüístico y lo ontológico
en mayor o menor grado: es el caso de la Semántica Conceptual de Jackendoff o del
Lexicón Generativo (LG) de Pustejovsky, que almacena en el léxico cierta cantidad de
información que muchos considerarían enciclopédica.
2.5.La revolución lexicista: la lexicología avanza junto a la sintaxis. Lexicología
como semántica léxica
La lingüística norteamericana de la primera mitad del siglo XX −el distribucionalismo
norteamericano y la primera Gramática Generativa (GG)− descartó el estudio teórico
del significado de las palabras, por considerarlo idiosincrásico, heterogéneo e
inabarcable, y propició una etapa de“eclipse del significado léxico” (Marconi 1997). A
mediados de los sesenta, la Semántica Generativa, una escisión dela GG, puso en
cuestión esta tendencia y mostró la necesidad de recurrir a la información semántica
para dar cuenta de restricciones que las reglas gramaticales no explican: *las ideas
verdes cuelgan furiosas hasta los árboleses una oración inaceptable porque infringe
varios requisitos semánticos: (a)ideas en un nombre abstracto del que no se puede
predicar la propiedad verdes; (b)colgar es un verbo de locación que requiere como
sujeto un nombre concretoe ideas no lo es, y comocomplemento locativo uno que
indique dónde está ubicado el sujeto que cuelga (p.ej. unas zapatillas colgaban de los
cables de la luz) y hasta los árboles no lo es;y (c)furiosas es un predicado que exigeun
sujeto animado e ideasno lo es.
La información aportada por las palabras se incorpora a la investigación sintáctica
generativa en forma de rasgos de selección (colgar‘selecciona’ un sujeto [+CONCRETO])
y reglas de subcategorización (colgar‘subcategoriza’ un complemento [LOCATIVO]).
La inclusión en las explicaciones gramaticales de rasgos como [±ANIMADO],
[±CONCRETO] o contenidos del tipo [LOCATIVO] inaugura una nueva vía para los análisis
componenciales: los rasgos que organizan los campos léxicos estructurales se sustituyen
por otros de naturaleza abstracta y metalingüística, cuyo papel se considera
determinante en la aceptabilidad de las construcciones sintácticas.
Hoy en día cualquier modelo de estudio gramatical (formal, funcional o cognitivo)
asume, en mayor o menor medida, que sus análisis han de tomar en consideración el
significado de las palabras; p.ej., la agramaticalidad de una pasiva perifrástica como *un
9 coche ha sido tenido por Juanse atribuye al significado aspectual detener (De Miguel
1999). El reconocimiento de la importancia del léxico para la gramática (conocido en la
bibliografía lingüística con los nombres de revolución, “boom”o giro lexicista)
hafavorecido el desarrollo dela lexicología y ha contribuido de manera crucial al
desarrollo de teorías más complejas, especialmente a lo largo de las dos últimas décadas
del siglo XX y en lo que llevamos de siglo XXI.
Desde la nueva perspectiva, el significado de una unidad léxica es el resultado de la
combinación de sus rasgos léxicos pero estos son primitivos semánticosque forman
parte de la competencia léxica del hablante (esto es, de lo que el hablante de una lengua
conoce cuando conoce el significado de una palabra) yconstituyenun inventario finito
yuniversal. Las diferencias en los significados de las palabras en las distintas lenguas se
basan no en los rasgos, sino en las distintas combinaciones de rasgos.
En función de esos rasgos básicos se configuranlas clases léxicas o campos
semánticos,que agrupan palabras de distinta categoría gramatical: así, el concepto
[EVENTO] puede ser expresado por un nombre (la entrada será a las 10), un verbo
(entrar) o una preposición (entró {a / en/por}un sitio).
La hipótesis de que los rasgosléxicos primitivos cruzan categorías supone una revisión
del concepto estructuralista de relación paradigmática, en la medida en que las clases
léxicas resultantes incluyen miembros que, al no pertenecer a la misma categoría
gramatical, no comparten la distribución sintáctica: así,la clase de lospredicados
psicológicos incluye nombres, verbos y adjetivosque no aparecen en los mismos
contextos pero establecen relaciones semánticas similares (dolor repentino≈doler de
repente≈repentinamente dolorido).
Los miembros de una clase también comparten parte de su comportamiento sintáctico:
p.ej., el rasgo [±
HOMOGÉNEO]agrupa
a los nombres no contables y a los verbos
imperfectivos; una unidad léxica está especificada positivamente para [± HOMOGÉNEO]
si una parte del objeto o evento al que se refiere o denota es igual al todo, como agua y
andar (una parte de agua es agua y una parte de andar es andar); está especificada
negativamentepara el rasgo la palabra que alude a una entidad cuyas partes no son
idénticas al todo, comocoche y nacer(una parte de un coche no es un coche y una parte
de nacer no es nacer).Pues bien, la cuantificación de las palabras especificadas
positivamente para el rasgo [±
HOMOGÉNEO]coincide,
sean nombres o verbos
(mucha(cantidad de) agua, andar (alguien) mucho(rato)), y se opone a la de las
palabras especificadas negativamente (*mucha cantidad de coche, *nacer (alguien)
10 mucho rato).
En suma, los nuevos modelos de estudio del léxico −tanto la lexicología funcional como
la de inspiración generativa, y el trabajo dentro de ciertos modelos cognitivos− siguen
haciendo uso de inventarios de rasgos cuya especificación distingue los significados de
las unidades léxicas, pero estos se establecen ahora en términos metalingüísticos y
resultan más generales y abarcadores. En función de los nuevos rasgos se postulan
también nuevas clases de palabras o tipos lingüísticos: p.ej. nombre de eventoynombre
de objeto. En el marco del LG, Pustejovsky propone las categorías tipo complejo,tipo
funcionaly tipo natural. La palabra de tipo complejodesigna de manera simultánea dos
entidades; p.ej.,comida, nombre de evento (la comida fue a las dos) y de objeto (la
comida estaba en el frigorífico).La palabra de tipo funcionalcontiene información
crucial en su definición sobre el fin al que está destinada una entidad, p.ej. raqueta (por
esouna raqueta antiguase interpreta como ‘una raqueta que ‘antiguamente se usaba para
jugar al tenis’). Son tipos naturales las palabras que carecen de información funcional,
p.ej.hierba (de ahí que #una hierba antiguano se interprete como ‘una hierba que
antiguamente se usaba como tal, un objeto que antes era hierba’).
Los estudios sobre el léxico adquieren, a partir de la segunda mitad del siglo XX, un
grado de formalización cada vez mayor y giran en torno a nuevos conceptos básicos. En
primer lugar, el léxico, entendido bien como un nivel de la descripción lingüística, bien
como un módulo o componente de la mente, deja de concebirse como el almacén de las
palabras de una lengua (el vocabulario) para ser el locus donde se ubican las unidades
léxicas (afijos derivativos, lexemas y locuciones) con su definición, donde seestablecen
las redes y relaciones de las palabras,y donde operan los principios y mecanismos que
rigen la formación de nuevas palabrasy la interpretación de nuevos significados.
La lexicología actual se ocupa fundamentalmente de reproducir la información
contenida en el léxico mental, para lo cual propone sistemas de representación léxica
que intentan recoger los rasgos mínimos de contenido de la definición de las palabras, a
menudo organizados en diferentes niveles o estructuras: muchas propuestas incluyen,
por ejemplo, un nivel de estructura argumental(con información sobre el número y
tipo de argumentos de un predicado) y otro de estructura eventiva(con información
sobre el tipo de evento denotado),datos sobre la palabra pero con evidente repercusión
sintáctica.
La separación entre lo que corresponde al estudio del significado en el marco de la
palabra, y lo que se adscribe a un ámbito superior a la palabra, está en la base de la
11 distinción entre semántica léxica y semántica oracional o composicional, y de la
identificación entre lexicología y semánticaléxica; se formula en estos términos en
obras de diferente inspiración teórica dela bibliografía en español: Gutiérrez Ordóñez
(1989: 12), Bosque y Gutiérrez-Rexach (2009:15), RAE/ASALE (2009: §1.1d) y en
Espinal (coord.) (2014: 7).
Al identificar lexicología con semántica léxicase entiende la primera en un sentido
restringido. Existen otros enfoques que le atribuyen un campo mucho más amplio (p.
ej.Otaola 2004). En concreto, está muy extendida la concepción de la lexicología como
un estudio global de la palabra y sus relaciones, que abarca la forma de las unidades
léxicas (el ámbito de la morfología léxica) y las relaciones entre el léxico y la sintaxis:
así es enCabré y Rigau (1986), revisión de las bases teóricas de la disciplina en los años
80; en los trabajos clásicos de Lipka (1990) y Niklas-Salminen (1997); y en los
volúmenes colectivos coordinados por De Miguel (ed.) (2009) y García Pérez (dir.)
(2014), panorámicas actualizadasde la lexicología en España.
En resumen, la lexicología evolucionó desde un primer estudio descriptivo, interesado
por la etimología y el cambio, hacia un estudio teórico propiciado por la incorporación
de los conceptos básicos del estudio fonológico estructural. Este nuevo enfoque supuso
una revolución en la manera de entender la investigación sobre el léxico pero las
limitaciones del método frenaron su continuidad. No obstante, algunas de sus hipótesis
inspiraron otros modelos que asumen la concepción del significado de la palabra como
la suma de componentes primitivos y que han alcanzado un importante grado de
desarrollo teórico.
3. TENDENCIAS ACTUALES EN EL ESTUDIO DEL LÉXICO
Los fenómenos que interesan al lexicólogoreciben distintos tratamientos según los
modelos y escuelas, pero pueden identificarse ciertas tendencias que caracterizan la
lexicología actual.
3.1.Descomposición y composicionalidad del significado léxico
Muchas
propuestasde
representación
léxica
analizanla
palabra
como
una
entidadcompleja dotada de estructura interna. Este supuestose ve confirmado por la
12 sintaxis, que tiene acceso a distintas partes del significado de una palabra; por eso
ocultarseadmite combinarse con un sintagma preposicional puntual (el sol se ocultó a
las seis)y con un sintagma preposicional durativo (el sol se ocultó durante horas). La
contradicción se explica si se asume que la estructura interna deocultarse incluye un
componente que alude a la culminación del evento denotado por el verbo (que ocurre a
las seis) y otro que alude al estado subsiguiente a la culminación del evento (que se
mantiene durante horas)(Pustejovsky 1995 y De Miguel 2009b).Desde esta perspectiva,
el significado de una palabra es producto de los rasgos o componentes de su estructura
interna o subléxica y se refleja en su comportamiento sintáctico, presupuestos que
asumen mutatis mutandisnumerosos enfoques.
Existe otra tendencia del estudio lexicológico que hace depender la interpretación de
una palabra del contexto en que aparece; más en general, considera que el significado de
una expresión compleja es una función de los significados de las unidades que la
integran y del modo en que se combinan: así, la profesora envió un libro a un colegano
se interpreta igual quela profesora le envió un libro a un colega porque el clítico
ledesvía el foco de interés de la trayectoria ([PROFESORA →
COLEGA DE LA PROFESORA]).
COLEGA])
a la meta ([EL
Desde esta perspectiva, el significado de la estructura
impone condiciones; en este caso, excluye un argumento meta que no sea compatible
con elcontenido que aporta le: la profesora (*le) envió un libro a Oxfordno es aceptable
si se entiende que le se refiere a a Oxford y solo lo es si se interpreta que le se refiere a
un constituyente distinto de a Oxford, recuperable por el contexto o la situación, como a
Luis en la profesora leenvió (a Luis) un libro a Oxford.
La hipótesis de que la construcción aporta significado a la interpretación de las
palabras inspira, con diversas formulaciones,las teorías sintácticas construccionistas o
neoestructuralistas en el marco de la Gramática Generativa, y la Gramática de
Construcciones de Goldberg.
Los presupuestos de la descomposición y la composicionalidadno son incompatibles;
la investigación lexicológica actual suele asumir la existencia de un núcleo estable e
indispensable de significado que define a la palabra y de cierto grado de moldeabilidad
de ese contenido mínimo por parte del contexto. Lo ilustra de manera representativa el
LG de Pustejovsky, que postula la construcción mental del significado como resultado
de la interacción entre la información contenida en la estructura interna de la palabra y
el contexto en el que esta entra.
13 En este modelo, los sentidos de las palabras se generan composicionalmente pero solo si
están
contenidos
potencialmente
en
su
definición.
Sobre
la
definición
infraespecificadade una palabra operan ciertos mecanismos, cuando entra en
combinación con otras; se produce entonces una especificación hacia un único sentido.
Así, la definición infraespecificadadel adjetivo ligerale permite combinarse con el
significado de maleta, nombre de objeto [CONTENEDOR] con peso y volumen:una maleta
es ligera si ‘pesa poco’. También puede combinarse con comedia, pero predica una
propiedad distinta, relacionada con la densidad del [CONTENIDO]: una comedia es
ligerasi ‘se {lee/ve} con facilidad’. En cambio, no se puede combinar con laguna,
excepto como vulneración propia del lenguaje poético: #una laguna ligera. Las
definicionesinfraespecificadas de laguna y de ligera no incluyenuna posibilidad en que
ambas palabras resulten compatibles y se produce lo que se ha llamado un colapso
interpretativo (De Miguel 2009b). Por tanto, aunque el contexto contribuye a
especificar los sentidos de una palabra, estos han de estar incluidos en su definición
infraespecificada. Para el LG, la información léxica determina el significado, pero no en
exclusiva, y el contexto determina el significado, pero solo si el léxico lo permite.
3.2.Relaciones de significado entre las palabras: polisemia y homonimia
La polisemia es el fenómeno por el cual una palabra cuenta con varios significados, que
suelen recogerse en el diccionario como acepciones de una misma entrada: ratón,
‘mamífero roedor’ y ‘pequeño aparato informático’. La homonimia es el fenómeno por
el cual una misma secuencia de sonidos (y grafías) cuenta con significados distintos que
se consideran palabras diferentes y se incluyen en los diccionarios en entradas distintas:
llama ‘mamífero rumiante’ y ‘masa gaseosa en combustión’.El estudio de la polisemia y
la homonimia supone una cuestión central para la lexicología yse aborda desde diversas
perspectivas según la postura que se adopte sobre cómo se construye el significado (cf.
Cruse 2004 y Murphy 2010).
Los análisis componenciales que consideran que los distintos significados de una
palabra constituyen distintas especificaciones contextuales de su definición, adoptan una
perspectiva
monosémica.
Así,
para
el
LG,
los
distintos
significados
de
ligera(combinado con maleta ‘que pesa poco’ y combinado con comedia ‘que se
{lee/ve} con facilidad’) derivan de rasgos incluidos en la definición de maleta y
comediay de un mecanismo que permite que ligerase predique de uno u otro rasgo del
14 contenido delos nombres. Puesto que la polisemia de ligerase sigue de principios
generales,no es preciso enumerar en el léxico sus diferentes interpretaciones: el enfoque
monosémico es “aglutinador”, recoge de manera elegante la relación predecible entre
los distintos sentidos de una palabra, y ofrece una explicación más sencilla para los
procesos de adquisición y procesamiento del léxico. En cambio, no permite explicar la
polisemia tradicional (me gusta este ratón{‘mamífero’/‘aparato’}), que no se sigue de
principios generales que operan en un determinado contexto; desde esta perspectiva,
ratón ‘mamífero’ y ratón ‘aparato’ son palabras homónimas; sin embargo, entre ellas
existe una relación evidente, puesto que el significado de la segunda constituyeuna
extensión metafórica del de la primera, mientras que entre las palabrashomónimas como
llama ‘animal’ y llama ‘masa gaseosa en combustión’ no se puede establecer ningún
vínculo.
Por su parte, los modelos composicionales defienden una perspectiva polisémica, según
la cual los diferentes sentidos de una palabra conforman unidades léxicas distintas y se
representan de forma separada en la mente. Para los enfoques polisémicos cada sentido
de una palabra tiene una representación semántica en el léxico: p.ej., bebercon el
significado de ‘beber bebidas alcohólicas’ se consigna como una unidad léxica diferente
de beber con el significado de‘ingerir cualquier líquido’. Así lo defiende la TST: desde
su perspectiva,ligeratieneuna entrada léxica distinta cuando significa ‘que pesa poco’ y
cuando significa ‘que se {lee/ve} con facilidad’, lo que explica que no se puedan
coordinar: *me compré una maleta y una comedia ligeras.
Este tipo de aproximación es de interés especial para la práctica lexicográfica porque
explica los casos de polisemia que no es sistemática sino esporádica: p.ej., la que motiva
que ratónpase de ‘mamífero roedor’ a ‘aparato informático’ a través de una metáfora.
En cambio, no permite predecir los sentidos que una palabra puede adquirir de forma
sistemática por pertenecer a cierto tipo, tiene dificultades para establecer todas las
interpretaciones posibles de una palabra, y multiplica el volumen del lexicón mental.
3.3. Significado literal y significado figurado
El lexicólogo se interesa especialmente por explicar los procesos de extensión y vaciado
del significado de una palabra que generan: (a) los usos tradicionalmente llamados
“figurados”, en los que la palabra aparentemente añade un significado a su contenido
básico o literal; así se analizan los usos metafóricos–p. ej., el verbo salir en salir de la
15 crisis, que no denota un evento de movimiento en el mundo físico, como en salir del
ascensor− y los usos metonímicos–p.ej. el nombre plato en comer un plato, que no se
refiere a un objeto, como en romper un plato,sino a su contenido−; y (b) los usos
funcionales de las palabras léxicas –p.ej., los verbos de movimiento como auxiliares de
perífrasis en español: ir en voy a comer o andar en andan diciendo que pronto
saldremos de la crisis−.
Los modelos que atribuyen a la definición infraespecificada de la palabra su capacidad
para entrar en un contexto, y especificarse en un sentido, no distinguen entre significado
literal y figurado: este no constituye una creación nueva sino la especificación de una
potencialidad. Por el contrario, para los modelos en los que el significado de una unidad
léxica se considera una función del contexto en que entra, la aparición de una palabra en
un contexto diferente implica necesariamente su pertenencia a una unidad léxica distinta
(aunque esté vinculada). Ese nuevo sentido, en la medida en que se aparta del
considerado canónico, se puede interpretar como figurado, metafórico o idiomático.
Para la semántica cognitiva, por su parte, no existe distinción entre significados literales
y figurados, puesto que unos y otros forman parte de un continuum, representado por
miembros más o menos alejados del prototipo que los categoriza.
3.4.Las relaciones paradigmáticas: implicación y oposición de significado
Han sido siempre objeto del interés del lexicólogo las relaciones paradigmáticas de:
(a) hiponimia, que se mantiene entre el significado de una palabra y el de otra que la
incluye; los rasgos del hipónimo están incluidos en su hiperónimo, que tiene menos
intensión y por tanto abarca mayor número de referentes:gato es hipónimodefelino, que
es hiperónimo de gato y también de tigre o guepardo. Es una relación de implicación
asimétrica, puesto que gato implica felino pero felino no implica gato.
(b) hiponimia simétrica o sinonimia, que se da entre dos palabras que se implican
mutuamente, como can y perro.Pocas veces los sinónimos pueden intercambiarse en
cualquier contexto (p.ej.malaria y paludismo); por lo general existen diferencias
diacrónicas, dialectales, sociolectales o de registro que determinan una distinta
distribución. Es muy habitual que una unidad léxica comparta con una palabra
polisémica uno de sus sentidos, por lo que pueden intercambiarse en un contexto −p.ej.,
aseo y servicio en pregunté al camarero dónde estaban los {aseos/servicios}−pero no
16 en todos −el aseo(≠ servicio)del camarero era inmejorable oel servicio (≠ aseo)de esta
cafetería es inmejorable−.
(c) antonimia, oposición de significado, en diversos grados, en función de si los
miembros que se oponen forman un par o una serie; si forman un par, los rasgos que se
oponen pueden ser contrarios y graduables (ancho/estrecho), complementarios y
contradictorios (vivo/muerto) o expresar una relación de inversión (encima/debajo); si
la relación de oposición se da entre lexemas de un conjunto con más de dos miembros,
estos son mutuamente incompatibles (primavera/verano/otoño/invierno).
(d) meronimia, o relación entre una parte y el todo en que se integra:brazo es
merónimo de cuerpo; la relación entre la palabra que alude al todo y las partes que la
componen es la de holonimia:orquesta es holónimo de músicos.
El estudio de estas relaciones se aborda fundamentalmente desde dos perspectivas, en
función de cómo se concibe la organización del léxico mental. Para los
enfoquesmonosémicos y componenciales, como el LG, las relaciones semánticas entre
las palabras se deducen de los rasgos que comparten o las diferencian y no necesitan
representarse en el léxico, lo que resulta económico y predictivo; sin embargo, no
permite explicar los casos en que la elección de un antónimo o un sinónimo depende del
registro (canfrente aperro), tipo de información que no suele recogerse en los rasgos
subléxicos de lasdefiniciones. Por su parte, losenfoquespolisémicos y composicionales,
como el TST, sí recogen en el léxico las relaciones semánticas; la entrada de una
palabra incluye vínculos con otras entradas léxicas en términos de antonimia, sinonimia
o hiponimia. Del presupuesto estructuralista según el cual el significado de una unidad
léxica se deduce por oposición a los significados de otras unidades, se llega, en una
versión extrema, a la negación de la existencia de definiciones en el léxico. Este tipo de
enfoque tiene problemas, por tanto, para establecer la diferencia de significado entre
andar y saltar, que no se deduce de sus relaciones paradigmáticas: ambos son
hipónimos de [MOVIMIENTO] y opuestos entre sí, información insuficiente para
distinguirlos. De ahí quelos modelos de este tipo suelan incluir en sus propuestas tanto
definiciones como relaciones.
De hecho, es lo más probable que las operaciones en el léxico mental tengan en
consideración tanto los rasgos de la definición como el comportamiento relacional.Por
ello, los lexicólogos toman en cuenta ambas informaciones, en una u otra medida, para
obtener representaciones semánticas completas de las palabras.
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El símbolo de sostenido o almohadilla (#) indica que la expresión es poco natural, extraña o inaceptable
desde la perspectiva de los requisitos léxicos de las palabras, aunque puede recibir una interpretación
adecuada en determinados contextos, p.ej., como una vulneración del lenguaje poético o humorístico. Se
diferencia del asterisco (*), que se reserva para cuando la infracción de los requisitos léxicos desencadena
agramaticalidad:*La pared trabajó la impresora mañana es una oración imposible porque el verbo
trabajares intransitivo y coaparece con un complemento, selecciona un sujeto agente y la pared, como
inanimado, no puede serlo, y el adjunto temporal mañanaes incompatible con la flexión de pasado.
20 
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