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Son cosas de ellos
El pueblo argentino se mostrò
indiferente al cambio militar
BUENOS A I R E S . 12 d e diciembre ( A F P ) . — L o s argenel dia
13 Diciembre
tinos
tuvieron
ayer1981
tres presidentes distintos y se enteraron, con asombrosa indiferencia, d e que a partir del 22 d e
diciembre recibirán, como un
adelantado regalo de Navidad, un cuarto mandatario,
que será el cuadragésimo de
la República.
"Son cosas de ellos ( d e los
m i l i t a r e s ) . Sólo s e entienden
ellos. Uno, en realidad, no
sabe ya quién manda <Je verdad a q u í " .
Esto, y expresiones similares, s e le escuchaba ayer, en
la calle, al hombre de ia calle
en el Día del T a n g o , que fue
celebrado c o m o corresponde,
independientemente de los
avatares políticos a los que,
por otra parte, el argentino
está acostumbrado.
Esos a v d t a r e s arrojaron
ayer c o m o resultado que el
presidente,'elegido por el proceso rrrtlitar, general Roberto
Viola, fuera depuesto por el
proceso militar a poco más de
o c h o Rieses d e su mandato
por tres años, que el presidente interino, general Horacio
L i e a d o dimitiera y que s e
nombrara a un almirante.
Carlos Lacoste, nuevo presidente interino hasta que el
definitivo -es decir, el definitivo hasta marzo d e 1984. si es
que dura hasta entonces-,
asuma el poder el 22 d e este
mes.
El nuevo presidente definit i v o , será el general Leopoldo
Galtieri, j e f e del Ejército y
m i e m b r o de la Junta Militar,
órgano supremo del Estado
Argentino. Haciendo gala de
un gran sentido del humor, el
general Galtieri dijo en una
recepción a periodistas, horas
antes d e s e r elegido para n
g i r l o s destinos de su país, que
no apestaba por éL
Los argentinos apostaron
a y e r a la quiniela y a los
pronósticos deportivos, c o m o
siempre, a v e r
se hacen con
un dinero extra, que tanto se
necesita. Hicieron lo que hacen todos los días y cuando
1 legaron a su casa por la noche se enteraron por los noticieros de la televisión d e que
tenían dos presidentes: uno
interino, distinto al anterior.
;ambién interino, y otro designado y se quedaron tan tres,
C O S .
En la calle, mientras s e
producía el cambio d e poderes, una muchedumbre bulliciosa y totalmente despreocupaba salía de su trabajo, entraba en comercios, tomaba
el té -costumbre inglesa que
adquirieron los criónos adinerados en su oportunidad-, se
iba al cine o miraba las pizarras d e las casas d e cambio,
en la City, para saber a cuánto estaba el dólar, que ayer
bajó, por cierto.
En las cantinas italianas
del portuario barrio de L a Boca, uno de los m ás pintorescos
de la ciudad, se celebraba con
gran animación el Día del
Tango, con barroco lujo gastronómico d e tallarines, r a violes, ptzzas y otras especialidades d e la cocina itálica,
regadas generosamente por el
noble borgoña local.
No hubo una sola de esas
cantinas donde no se interpretara el tango Cambalache, según pudo constatarse.
Las redacciones d e los medios informativos no fueron,
como en otras ocasiones en
las que ha habido un golpe de
Estado m á s o menos palaciego, hervideros al rojo vivo,
con periodistas azacaneados y
los teléfonos repiqueteando
casi al mismo r i t m o que los
teletipos.
*
Califican como "golpe palaciego" la
destitución de Viola, en Argentina
B U E N O S A I R E S , 12 d e diciembre ( D P A , A P , A F P , EFE
y Latín). — Con desconcierto y
amargura reaccionaron hoy ia
prensa y la opinión pública d e
este país ante los acontecimientos que culminaron ayer
con la destitución del presidente Roberto Viola, un hecho
q u e fue calificado c o m o " g o l pe p a l a c i e g o " por varios m e dios informativos. En Río d e
Janeiro a su v e z . Jornal
Do
Brasil dijo que el desplazamiento
presidencial
"sólo
puede ser a c o g i d o con preocupación y perplejidad por sus
vecinos
continentales",
en
tanto que El Mercurio d e Chile,
advirtió sobre un posible " r e nacimiento del b e l i c i s m o " en
Argentina.
En t o d o el país, dice la agencia D P A , " n o se escuchó ni s e
leyó ningún comentario positiv o sobre esos acontecimientos, que a lo sumo confirmaron la indiferencia popular" y
el desgaste d e las fuerzas armadas. Nadie acusó a Viola d e
algo concreto, continúa, aunque e s general la idea d e que
no logró en los nueve meses
de su gobierno superar la crisis
económica, " p e r o mal s e le
puede culpar d e la misma, ya
que indudablemente la heredó
del anterior gobierno militar,
que tuvo t o d o en sus manos
durante cinco años, posición
que nunca ha tenido V i o l a " .
El acontecimiento, añade,
refleja que la crisis que aqueja
a todas las estructuras del país
hizo estragos ahora también
en las fuerzas armadas, cuyos
líderes no parecen percatarse
de que el desplazamiento d e
Viola, a quien ellos habían elegido " a d e d o " con total prescindencia del pueblo, dio por
tierra con la tan "cultivada
imagen d e la unidad monolítica
de las fuerzas a r m a d a s " .
Entretanto, entre los dirigentes políticos y sindicales s e
produjeron
diversas
reacciones, en todos los casos d e
condena la actitud militar d e
"total menosprecio por la v o luntad popular". Raún Contín,
presidente d e la Unión Cívica
Radical, segunda fuerza política del país dijo que " p o c o importa si Galtieri sucede a Viola,
la opinión pública e s la que
está siendo ultrajada".
A su v e z , Ricardo Pérez, di-
rigente d e la Confederación
General del Trabajo, señaló
que " l a actual crisis institucional no hace más que acelerar el deterioro del p r o c e s o iniciado en 1976 y acelerará la salida hacia la democracia que
todos los sectores civiles reclaman c o n insistencia".
Los
medios
informativos
más importantes d e esta capital, comentan que la crisis no
ha finalizado. El matutino La
Nación dice que "sería inexacto decir que c o n el relevo d e
Viola s e ha superado la crisis
por ta que atraviesa el p a í s " .
El-mismo diario seríala q u e
el presidente Viola antes d e la
reunión d e la junta militar, dijo
a un colaborador cercano " m e
hacen una revuelta y luego m e
quieren renunciar, y dar por
enfermo. N o lo v o y a tolerar,
que m e saquen por razones
políticas". El mismo colaborador habría informado a La Nación, q u e Viola exigía a la junta
q u e le solicitara su renuncia
por escrito "para que quedara
documentado
históricamente".
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