ORG.libro-Sol-IT /2.indd 1 10/12/13 17:45 ORG.libro-Sol-IT /2.indd 2 10/12/13 17:45 ORG.libro-Sol-IT /2.indd 3 10/12/13 17:45 Scott Yanow Crítico de jazz y escritor Ignasi Terraza, uno de los mejores pianistas españoles, es un impresionante músico que contribuye hoy a mantener viva la tradición jazzística más pura. Tal como ocurre con Teddy Wilson, Fats Waller, Art Tatum, Erroll Garner y Thelonious Monk, en la forma de tocar de Ignasi podemos oír siempre la melodía del tema, incluso durante sus improvisaciones más atrevidas. Improvisador melódico, sus solos son más bien extensiones de la canción que invenciones basadas en los acordes, por lo que resultan más accesibles que los de la mayoría de pianistas actuales de jazz. Por otro lado, su sutil creatividad y su capacidad de crear melodías hacen que su música esté repleta de constantes sorpresas. Suena totalmente distinta a la de cualquier otro. Nacido en Barcelona, Ignasi quedó ciego a los 9 años. Comenzó a tocar el piano a los 12, inspirado por la música clásica que interpretaba su abuela esporádicamente. Bach y Chopin han estado siempre entre sus favoritos. Cursó sus estudios de música clásica en el conservatorio y a los 14 años descubrió el jazz. “Desde los comienzos me gustaba improvisar, aunque el disco más cercano al jazz que teníamos en casa era uno de Frank Sinatra con orquesta de cuerda. El afinador que iba a casa de mi abuela, cuando me escuchó, me sugirió que debía conocer a un gran pianista (de jazz) que además era también ciego: Tete Montoliu. A partir de entonces comencé a buscar discos de jazz, escuché más y más, y pronto quedé seducido por esta música”. Ignasi empezó a tocar jazz en público a los 18 años, y al mismo tiempo se licenció en ingeniería informática. Tras trabajar cuatro años en el sector, lo abandonó para dedicarse por completo a la música. Fue una decisión acertada, pues durante los 30 años siguientes Ignasi se ha convertido en un referente musical en su país y en Europa. Ha trabajado con artistas del calibre de Bobby Durham y Alvin Queen, los saxofonistas Frank Wess, Jesse Davis, Teddy Edwards, Spike Robinson, Lou Donaldson, Ralph Lalama y Brad Leali; el trompetista John Fadis, ORG.libro-Sol-IT /2.indd 4 10/12/13 17:45 el vibrafonista Oriol Bordas, el guitarrista David Mitchell las cantantes, Dee Daniels, Ann Hampton Callaway y Stacey Kent, la Barcelona Jazz Orchestra y muchos otros músicos destacados, al margen de sus propias formaciones. En 2009 ganó en los EEUU el prestigioso concurso de jazz Jacksonville Jazz Piano Competition. Con su trío, Ignasi ha actuado en giras por Europa, América del Sur y Asia, incluida China. Desde 2003 enseña piano en la Escuela Superior de Música de Cataluña, y en los últimos meses ha seguido actuando en giras internacionales con el trío, acompañando a los cantantes Kalil Wilson, Susana Sheiman, Randy Greer y Andrea Motis, actuando con la Barcelona Jazz Orchestra y tocando en dúo de pianos con el pianista Bert van den Brink. La mayoría de sus grabaciones han sido en formación de trío, lo que hace de Sol-IT algo muy distinto. Se trata de dos conciertos en solitario en la sala de cámara del Palau de la Música Catalana de Barcelona, que tuvieron lugar en dos días consecutivos. “Cada día tenía que actuar en tres partes de 40 minutos, cada una ante un público distinto. Cuando decidimos que íbamos a grabar estas sesiones, elegí un repertorio totalmente diferente para cada una de ellas. Este doble CD recoge dos terceras partes de todo lo grabado. El título Sol-IT es un juego de palabras: por una parte Sol-IT suena como sólido en catalán; y por otra parte Sol significa solo, e IT son mis iniciales”. Estas actuaciones fueron particularmente significativas para Ignasi. “Cuando empecé a tocar el piano, mi profesora era la esposa del entonces director del Orfeó Català, y residían en el mismo edificio del Palau de la Música en el que tuvieron lugar dichos conciertos. Por ello he querido dedicar este disco a la que fue mi primera maestra, Isabel Loras, fallecida ya hace unos años.” Tocar seis partes de/en piano solo supone un reto muy especial para cualquier pianista. En el piano solo se necesita una potente mano izquierda para crear un buen sostén rítmico, líneas de bajos y ritmos, y todo ello sin la ayuda de otros instrumentos. Al mismo tiempo, el pianista necesita de una amplia técnica y gran ORG.libro-Sol-IT /2.indd 5 10/12/13 17:45 creatividad para poder ofrecer la suficiente variedad y mantener constante el interés de la audiencia. Afortunadamente, Ignasi Terraza está a la altura de tal reto. “Me gusta mucho tocar el piano en solitario. Cuando hay un buen instrumento, me siento libre y puedo dejar que la imaginación.” Sol-IT consiste en una selección de 24 temas, de los cuales 20 son standards. La mayor parte de las melodías nos resultan familiares, y las versiones de Ignasi resultan frescas y llenas de swing, al tiempo que respetuosas con los temas originales. El disco se abre con You’re My Everything en el que Ignasi trata la melodía con verdadero lirismo, construye sus cinco coros alrededor del tema, y al final utiliza un poco de stride piano. Un verdadero pianista de dos manos, Ignasi construye gradualmente These Foolish Things trasladando la melodía de una mano a otra. En Round Midnight hace una demostración de su técnica en el verso –que presenta ad libitum-, y muestra toda su osadía al seguir los pasos de Thelonious Monk en algunos momentos, a la vez que crea impresionantes arabescos a tiempo doble. Aunque no es necesario hacer una descripción completa de cada/la actuación, hay momentos muy álgidos que deben escucharse, entre los que cabe incluir una versión muy expresiva de Midnight Sun, de Lionel Hampton; una interpretación de Just One of Those Things, con contrapunto clásico y a la vez un furioso stride; o bien Two Sleepy People, con una versión llena de sensibilidad. En Relaxin’at Camarillo Ignasi nos demuestra su dominio del bebop, y en I Wish I Knew el pianista deja entrever su mensaje de un modo breve y sincero. Una divertida versión stride de Manhattan muy alegre, y Nobody Knows The Trouble I’ve seen, triste y al mismo tiempo optimista. Hay dos temas que significan un verdadero desafío para el mismo Ignasi: If I Had You está tocado exclusivamente con la mano derecha, y Mood Indigo de Duke Ellington sólo con la izquierda. A pesar de las restricciones, ambas interpretaciones suenan totalmente completas. ORG.libro-Sol-IT /2.indd 6 10/12/13 17:45 Entre los originales de Ignasi, Temps de canvis es particularmente atractiva: con un aire monkiano en algunos fragmentos, suena como si fuese un genuino standard. An Emotional Dance responde a su título: es pegadiza, extrovertida, esperanzadora y profunda, como si en ella el pianista expresara su parte más íntima. Su versión de la canción tradicional catalana El rossinyol es enérgica y se intuye la influencia del piano de Keith Jarrett. More Than You Know, la primera pieza del segundo CD, es particularmente misteriosa y en algunos momentos suena como si Ignasi hablase en voz alta a través de su música. La versión de Ruby My Dear de Monk es decidida, mientras que la de I Only Have Eyes For You resulta enérgica y relajada, I Won’t Dance tiene un stride exuberante. It’s The Talk of The Town, con toques de Art Tatum, está interpretado en un tempo más rápido que el habitual. Probablemente la interpretación más expresiva del recital es una versión lenta de Georgia On My Mind, en la que la mano izquierda de Ignasi controla el tempo. Some Other Spring está tocada de manera lírica y sincera. Giant Steps de John Coltrane tiene un tratamiento particularmente ocurrente, explorando varios momentos anímicos antes de transformarse en hot stride piano; un verdadero tour de force para Ignasi. Sol-IT concluye con un breve y alegre Just A Blues, un tema que deja al público con ganas de seguir escuchando más. El hecho de que se quiera más después de dos CDs de piano solo dice mucho de la música de Ignasi. Es uno de sus mejores discos hasta el momento y una delicia desde el principio hasta el final. Scott Yanow es autor de diez libros, entre los que cabe destacar The Jazz Singers, Trumpet Kings, Bebop, Jazz On Film y Jazz On Record 1917-76 ORG.libro-Sol-IT /2.indd 7 10/12/13 17:45 One of the top jazz pianists based in Spain, Ignasi Terraza is an impressive musician who helps keep the straight ahead jazz tradition alive. As was true in the playing of such greats as Teddy Wilson, Fats Waller, Art Tatum, Erroll Garner and Thelonious Monk, one can always hear the melody of the song in Ignasi’s playing, even during his most adventurous improvisations. A melodic improviser, his solos are extensions of a song’s theme rather than just a jam on its chord changes. Due to his keeping the melody nearby, Ignasi’s solos are more accessible than that of most current jazz pianists, but due to his subtle creativity and his ability to uplift melodies, his playing is consistently full of surprises. He sounds unlike anyone else. Born in Barcelona, Spain, Ignasi has been blind since the age of nine. He began playing piano when he was 12, inspired by his grandmother’s classical playing, and loved Bach and Chopin. He had extensive classical studies at the conservatory but discovered jazz when he was 14. “I liked to improvise from the very beginning although the closest record to jazz at home was one of Frank Sinatra with strings. The man who used to tune my grandmother’s piano suggested that I listen to a very good jazz pianist who was also blind: Tete Montoliu. Then I started to look for other jazz records, listened more and more to them, and was seduced by the music.” Ignasi began playing jazz in public when he was 18. After earning a degree in computer engineering and working for four years in that field, he gave it up to dedicate himself totally to playing music. It was the right decision for during the past 30 years Ignasi has become a major musical force in Spain and throughout Europe. He has worked with such artists as drummers Bobby Durham (who for a period was a member of his trio) and Alvin Queen, saxophonists Frank Wess, Jesse Davis, Teddy Edwards, Spike Robinson, Lou Donaldson, Ralph Lalama and Brad Leali, trumpeter John Fadis, vibraphonist Oriol Bordas, guitarist David Mitchell, singers Dee Daniels, Ann Hampton Callaway and Stacey Kent, the Barcelona Orchestra and other notables plus his own trios and quartets. In 2009 won the Jacksonville Jazz Piano Competition in USA. Ignasi has toured all over Europe, South America and Asia (including China) ORG.libro-Sol-IT /2.indd 8 10/12/13 17:45 with his trio, has taught at the Higher School of Music of Catalonia since 2003, and in recent times his trio has continued touring, he has accompanied singers Kalil Wilson, Susana Sheiman, Randy Greer and Andrea Motis, continued playing with the Barcelona Jazz Orchestra, and has performed piano duets with Bert van den Brink. Most of Ignasi Terraza’s recordings have been with his trio, so Sol-IT is much different. A live solo concert from the Palau de la Música in Barcelona, the performances took place over a two-day period. ”Each day I performed three sets of 40 minutes, each set before a different audience. After deciding to record the music, I played a completely different repertoire during each performance. This double-CD is around two thirds of all of the whole material that I performed. Its title Sol-IT is a pun that sounds like solid. Sol means solo in the Catalan language, and IT is my initials.” These performances are particularly special to Ignasi. “When I first began to play piano, my teacher was the wife of the conductor of the choir Orfeó Català. They lived in the same building where these concerts took place. Because of that, I am dedicating this album to my first piano teacher Isabel Loras, who passed away some years ago.” Performing six sets of solo piano would be a special challenge for any jazz pianist. The musician needs a strong left hand in order to create the grooves, bass lines and rhythms without the assistance of anyone else. And the pianist needs both strong technique and creativity in order to be able to give the music plenty of variety so as to keep the audience interested. Fortunately Ignasi Terraza was up to the challenge. “I very much like to play solo piano. If there is a good instrument, I can become very free and let my imagination control the music.” There are 24 selections included on Sol-IT including 20 standards. While many of the songs are familiar, these versions are fresh and swinging while also being respectful. The opening You’re My Everything is typical of many of the performances. Ignasi treats the melody with genuine affection, his five choruses are built around ORG.libro-Sol-IT /2.indd 9 10/12/13 17:45 the theme, and there is a bit of stride piano. Very much a two-handed pianist, Ignasi builds up These Foolish Things gradually and has the melody shifting between his right and left hands. On Round Midnight he displays some of his technique in the verse (which he takes out of tempo), he becomes quite adventurous while also hinting at Thelonious Monk in spots, and creates some impressive double-time runs. While it is not necessary to give a complete rundown of every performance, there are many highpoints that should be heard including a very expressive version of Lionel Hampton’s Midnight Sun, a rendition of Just One Of Those Things that has both classical counterpoint and some furious stride playing, a very sensitive Two Sleepy People, and Relaxin’ At Camarillo which showcases Ignasi’s mastery of bebop. I Wish I Knew has the pianist getting his message across in a brief and heartfelt version, a rollicking stride version of Manhattan is quite joyful, and Nobody Knows The Trouble I’ve Seen is somber but optimistic. Two special pieces find Ignasi particularly challenging himself. “If I Had You” finds him playing the piece exclusively with his right hand while Duke Ellington’s “Mood Indigo” features just his left hand. Despite these restrictions, both performances sound complete. Of Ignasi’s originals, Temps de canvis is particularly likable, a bit Monkish in spots, and sounds like it could be a vintage standard. An Emotional Dance lives up to its title, being quite haunting, extroverted, hopeful and thoughtful, as if one is listening to the pianist expressing his innermost thoughts. His version of a traditional Catalan folk song, Rossinyol, is spirited and hints at Keith Jarrett’s solo playing. More Than You Know, which begins the second CD, is particularly intriguing and in spots sounds as if Ignasi is speaking out loud through his music. Monk’s Ruby, My Dear is taken in a straightforward version” as is a relaxed I Only Have Eyes For You while I Won’t Dance has some exuberant stride. It’s The Talk Of The Town, which has touches of Art Tatum, is taken at a faster tempo than usual. ORG.libro-Sol-IT /2.indd 10 10/12/13 17:45 Probably the most soulful performance of the recital is a slow version of Georgia On My Mind which has Ignasi’s left hand controlling the tempo. Some Other Spring is played with a lot of lyricism and honest feeling. John Coltrane’s Giant Steps is given a particularly inventive treatment, exploring several moods before becoming hot stride piano; quite a tour-de-force for Ignasi. Sol-IT concludes with a brief and happy Just A Blues, a song that leaves the audience wanting more. The fact that listeners will want more after two CDs of solo piano says a lot for Ignasi Terraza’s playing. This is one of his finest recordings so far and a delight from start to finish. Scott Yanow, author of ten books including The Jazz Singers, Trumpet Kings, Bebop, Jazz On Film and Jazz On Record 1917-76 ORG.libro-Sol-IT /2.indd 11 10/12/13 17:45 Miquel Jurado Crític del diari El País És un tòpic parlar del piano com d’una continuació natural del pianista (o, tal vegada, sigui a l’inrevés, qui sap?). I ho és perquè en alguns casos l’afirmació resulta ser totalment certa. Normalment el piano no és més que l’eina que utilitza el pianista per exterioritzar i perllongar els seus sentiments, però molt excepcionalment piano i pianista formen una sola cosa, un tot indivisible del que emana emoció en estat pur. Com a aficionat incansable he viscut aquesta sensació en molt poques ocasions. Recordo com Arturo Benedetti Michelangeli col·locava les mans sobre el teclat, recordo la profunda sensació d’estar assistint a una trasformació que anava més enllà de la lògica, una comunió total (no trobo una expressió millor tot i que deu d’existir) entre el músic i aquell instrument negre i pesat. Un ésser únic que es transmutava en Claude Debussy i tornava a ser Benedetti Michelangeli i el seu Steinway & Sons. Encara avui, tants anys després, no puc imaginar que Debussy pugui ser alguna cosa diferent al que vaig experimentar en aquell moment màgic. He tingut la sort de viure aquesta experiència en alguna ocasió més. Poques, ja ho he esmentat, a diferents nivells i en diferents estils musicals (si és que encara hi ha qui pretén dividir la música en estils). Em va succeir no fa gaire. Es van apagar els llums i vaig intuir que Ignasi Terraza col·locava les mans sobre el teclat. A partir d’aquí la sensació d’espai-temps es va diluir completament. Un piano i un pianista, o un ens arribat d’algun univers paral·lel i lliurat totalment al plaer compartit de la música? Sens dubte el segon. Però hi havia alguna cosa més important encara: allò que per a mi era excepcional, i així ho vivia, per a l’Ignasi era natural. I possiblement aquí radicava el secret. Ara l’Ignasi, com per confirmar tots els meus sentiments, ha decidit despullarse de qualsevol prejudici i quedar-se tot sol amb el seu piano per compartir amb nosaltres aquesta relació tan íntima com a profunda. No hi ha millor forma de mostrar aquesta unitat indivisible! ORG.libro-Sol-IT /2.indd 12 10/12/13 17:45 It is commonplace to speak of the piano as a natural continuation of the pianist (or perhaps it’s the other way around, who knows?). That’s because in some cases this statement is entirely true. Usually the piano is just the tool that the pianist uses to externalize and prolong his own feelings. But there are a few exceptions, when piano and pianist become one, an indivisible whole that emanates pure emotion. As an unredeemed fan I have only experienced this on a few occasions. I remember Arturo Benedetti Michelangeli placing his hands on the keyboard, I remember the deep sensation of witnessing a transformation that went beyond logic, a full communion (I can’t find a better expression although it should exist) between musician and that black, heavy instrument. A unique being, transmuting into Claude Debussy and then becoming Benedetti Michelangeli with his Steinway & Sons again. Even today, many years later, I can not imagine that Debussy could be any different from what I experienced in that magical moment. I have been lucky enough to have experienced this on another occasion. Few occasions, as I have already mentioned, on different levels and in different musical styles (if there are still those who attempt to divide music into styles). It happened very recently. The lights were turned off and I knew that Ignasi Terraza was placing his hands on the keys. From then on the sense of space and time became completely diluted. A piano and a pianist, or an entity from some parallel universe totally devoted to the collective pleasure of music? No doubt the latter. But there was something even more important: what was exceptional for me, was natural for Ignasi. And possibly there lay the secret. Ignasi Terraza now, as if to confirm my feelings, has decided to rid himself of all prejudice and be alone with his piano, to share with us this relationship that is as intimate as it is deep. What better way to illustrate that indivisible unity! ORG.libro-Sol-IT /2.indd 13 10/12/13 17:45 ORG.libro-Sol-IT /2.indd 14 10/12/13 17:45 ORG.libro-Sol-IT /2.indd 15 10/12/13 17:45 ORG.libro-Sol-IT /2.indd 16 10/12/13 17:45